El pasado sábado, en el Barclays Center de Brooklyn se vivió un momento especial. Los Nets volvían a disputar una competición oficial en Nueva York, la que fue su casa durante la mayoría de sus años en la ABA, en la década de los 70 del siglo pasado. Está claro que el tiempo pasa, pero el deambular por Commack, West Hempstead o UnionDale seguro que estará en la memoria de los seguidores más veteranos.
Como si del primer día del colegio se tratará, el equipo estuvo arropado por multitud de seguidores, algunos VIP como Jay-Z (que se encargó de diseñar el logo del equipo en verano) y su mujer Beyonnce. El millonario ruso Prokhorov respira contento y feliz en su nuevo feudo de Brooklyn, contemplando un pabellón repleto y un público entregado.
¿Y el partido? Me tendréis que perdonar, pero este partido para mí fue un déjà vu, al más puro estilo Matrix, era el mismo partido que pude contemplar en Londres hace poco menos de 2 años contra los Toronto Raptors. Más o menos los mismos protagonistas y una secuencia y tempo bastante similar, con resultados parecidos y mismo vencedor. Porque, con sufrimiento (algo que no se palpaba en Londres) los Brooklyn Nets se alzaron con su primera victoria en esta temporada de la NBA.
Como ayer el equipo perdió contra los Timberwolves, que encima les remontaron 22 puntos en el último cuarto, parece que habrá que quedarse con el primer partido, recordarlo durante un tiempo, porque después de todo, había pasado mucho tiempo desde que los Nets dejaron Nueva York, nada más y nada menos que 36 años.