PO desde el Sofá (V): Jaque al Rey

Los Pacers remontaron una desventaja de 17 puntos al descanso, gracias al mejor partido de la carrera de Bojan Bogdanovic (30 puntos, teniendo que defender a LeBron), y mantienen la ventaja de campo, pasando toda la presión a Cleveland, y convirtiendo en casi obligatorio para ellos ganar el próximo partido en Indiana.

En un partido con dos partes bien diferenciadas, la mejora en defensa de los Pacers en la segunda mitad, y su adaptación a la presión sobre Oladipo, les permitió salir como vencedores, y con la moral de que los Cavs no han demostrado ser mejores que ellos en ninguno de los tres encuentros: en el primero les dominaron claramente y los dos siguientes fueron monedas al aire.

Cleveland era de la partida con el mismo quinteto que en el segundo partido, el grupo más veterano, con Hill, Korver y JR acompañando a Love y LeBron. Empezaron muy bien los secundarios, que parecían llegar por fin a la serie (por la que sólo se había pasado un rato Korver) sobre todo George Hill, en un compás inicial en el que el trío arbitral pitaba falta al menor contacto. Ese arreón inicial puso al que sería héroe de la noche, Bogdanovic, con dos faltas a los dos minutos y medio de partido, dando a McMillan la oportunidad de redimirse de la decisión del partido anterior, en el que mandó al banco a su mejor jugador al minuto de contienda. Pero pese a los signos del croata para que le dejara en pista, Nate siguió al dedillo la regla del viejo libro de entrenador, y le mandó a recoger su toalla. Al menos Bogdanovic acabó el partido con cinco faltas y 36 minutos, no como Oladipo en el encuentro anterior, que no cometió una falta en toda la segunda parte, y acabó jugando 28 nada más.

Cleveland empezó bien, aprovechando la extraña configuración defensiva (de acuerdo a los cánones posicionales tradicionales) que los Pacers les mostraron en el encuentro anterior, con Turner defendiendo a JR Smith, para que Young pudiera marcar a Love. Así los Pacers tienen muy poca protección del aro, y los Cavs anotaban en la pintura, sin necesidad de exprimir a James como en el comienzo del encuentro anterior. Indiana supo responder, atacando sin respiro a Korver en defensa, y así vivimos, tras nueve cuartos de eliminatoria, que se dice pronto, el primer cambio de ventaja en el marcador, después de dos partidos dominados de cabo a rabo por el equipo vencedor.

Pero en cuanto LeBron se puso en modo anotador, motivado además por ser defendido por Lance Stephenson, los Cavs abrieron el primer hueco, tomando una decena de puntos de ventaja, que los suplentes liderados por Love lograron sostener al comienzo del segundo cuarto, lo que permitió a Lue extender hasta unos 6 minutos el tiempo de descanso de James. Los Pacers no estaban cómodos en ataque por los dos contra uno a Oladipo, y cometían bastantes pérdidas, algunas en las que al escolta local simplemente se le escurría el balón (si algo nos queda claro del final del partido anterior y de este es que Victor no usa el famoso Stick’um, desde luego), y otras moviendo el balón de manera desacertada en superioridad numérica. La estrella de los Pacers se marchaba al descanso con tan sólo 5 puntos en el casillero, y un enfado monumental por una falta de Nance sobre él no pitada en la última jugada, mientras que la ventaja de los Cavaliers se iba a descansar en su ápice: 17 de diferencia.

El parón sentó muy bien a Indiana, que reagrupó y volvió con las ideas más claras. Primero, fueron capaces de poner un poco en marcha a Oladipo haciéndole recibir de bloqueo indirecto y aprovechando mejor las contras. Y por otro lado, castigaron ellos también la falta de protección del aro local, con penetraciones de Collison, que, quizá no encontraban siempre aro, pero Young o Turner convertían en puntos en segundas oportunidades. Poco a poco la ventaja se iba reduciendo, sin que nadie liderará a los Cavs, ni siquiera LeBron, que tuvo a Bogdanovic abrazado a él toda la noche. Alguna vez incluso literalmente, como en la cuarta falta sin balón del alero, que tenía a James agarrado como si tratara de placarlo y levantarlo por encima.

Los Pacers empataron a poco más de 8 minutos y medio para el final, y abrieron un poco de ventaja inmediatamente con el comienzo del show Bogdanovic: dos triples seguidos (uno con su +1 incluido) tras unos pasos de LeBron, que llevaron al Fieldhouse a la locura. James sólo había anotado 5 puntos en la segunda parte (en la que no descansó), y los Cavs pocos más, en un giro de 24 puntos desde el intermedio.

Pero el Rey no había dicho sus últimas palabras, y con dos triples sobre Sabonis, tras jugar a la selección de personaje en los cambios en los bloqueos con la defensa de Pacers, volvía a traer el partido a la igualdad. De nuevo la respuesta vino de los Balcanes: otros 5 puntos seguidos de Bogdanovic, con su triple desde las letras para más recochineo, al borde del final de dos posesiones en las que los Cavaliers habían sofocado a Oladipo, obligándole a desprenderse del balón tarde y mal.

Cleveland tuvo opciones de igualar pero Love, Smith,y LeBron no acertaron en tres intentos desde el triple (en posesiones diferentes) suficientemente librados para poder considerarlos buenos. A los Pacers al otro lado, las oportunidades se les estaban esfumando: las ideas para burlar la presión perfecta sobre Oladipo llevaban escaseando desde hace rato (y eso que ahora la defensa Cav no quería despegarse ni en broma de Bogdanovic, que llevaba 15 puntos en el cuarto, lo que les permitía utilizarle para espaciar la pista como hubiesen querido), y el único consuelo que tenían es que el tiempo que quedaba seguía bajando. Otra pérdida de Oladipo acababa en el otro lado en un cuarto intento fallido desde el triple, esta vez de Clarkson, pero a la vuelta, esta vez sí, los Pacers ejecutaron perfectamente el cuatro contra tres, con Collison deshaciéndose fácil de Love, para soltar un pase que permitió a Young anotar con facilidad, en lo que acabó siendo un tres contra uno. La ventaja era de 7, y el tiempo en el marcador era inferior al minuto.

A la quinta fue la vencida para Cleveland, con LeBron metiendo el triple mas complicado de todos los de la ristra, y en la siguiente posesión, pese a pedir el tiempo muerto para prepararla, los Pacers no tuvieron de nuevo nada preparado ante la negación del balón de LeBron a Oladipo, acabando la posesión al agotar el reloj. De nuevo decepcionante el equipo local y su entrenador en la ejecución (¡el Marca tenía razón!), pero el marcador, tiempo y resultado, seguían siendo sus amigos. Los Cavs tenían 13.5 segundos para recortar 4 puntos, y un triple de Love tras recoger el rebote del intento fallido de LeBron y correr a cascársela a la esquina, les ponía sólo un punto por detrás, dando comienzo al juego de los tiros libres con 7.6 segundos para el final.

Pese a que de no ver claro el saque lateral, los Pacers ya no tendrían más tiempos muertos para volverlo a intentar (gracias al gastado un poco antes para hacer la nada), los Cavs no parecieron ponerle picante a la presión, y un simple bloqueo de Turner a un Jeff Green en babia, liberaba a Collison para que recibiera muy fácil en su mitad del campo, y poco faltó para que se pudiera escurrir y gastar el tiempo sin ni siquiera tener que tirar. Lanzó y falló el segundo, y sin tiempos muertos, JR Smith tuvo el tiempo justo para pescar en el alboroto, cruzar la pista, e intentar un triple lejano y forzadísimo (el octavo seguido de Cleveland, para los que lleváis la cuenta en casa), que les hubiera dado el partido, pero que no entró. LeBron tenía sellado a Bogdanovic en el poste bajo, y una canasta de dos bastaba para forzar la prórroga, pero es muy posible que no hubiera habido tiempo para hacerle llegar el balón y que pudiera ejecutar una suspensión en giro por encima suyo.

Pese al desenlace, el pronóstico de la eliminatoria sigue siendo incierto. Los Pacers han sido mejores y más vigorosos, y tienen ventaja, pero tras tres partidos, los Cavaliers parecen haberles cogido ya el punto en defensa: en Indiana no están preparados para que cortocircuiten a Oladipo, y esta vez Cleveland logró pararle por sus propios medios, sin ayuda de las faltas y el entrenador rival. Fue el mejor encuentro de la serie en esta faceta de los Cavs, pero por otro lado, a poco que los Pacers lleguen al cuarto partido preparados para salir de la presión, anotarán muy fácil: si esta defensa es ya terrible en igualdad de condiciones, imagina en inferioridad. Y los secundarios (Calderón, que no jugó anoche, parece ser el primer sacrificado) han ofrecido tan poquito, tan poquito en estos tres encuentros, que cualquier contribución positiva que dure un partido entero puede ser diferencial.

En cualquier caso, y visto lo visto, por primera vez el Rey peligra en primera fase. Y esta vez de verdad.

Sofi del día: Los que nos escuchéis en el podcast ya lo habréis oído por tercera vez con esta, pero: ¡qué bonita es esa equipación amarilla (perdón, dorada) de los Pacers!