Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Sin Love y con Irving digamos que medio cojo, por no decir cojo entero, estaba muy claro que el quinto partido de la serie entre Cleveland Cavaliers y Chicago Bulls iba a ser un balones a James, o mejor dicho una de esas exhibiciones que hace el 23 de Cavs de vez en cuando.
Dice Bill Simmons (#FREESIMMONS) que una de las cosas que menos le gusta de James es la sensación que se administra, que se regula durante la temporada. La prueba de ello este año, estuvo en esos días que se fue a Miami a recuperarse no se sabe muy bien de qué. El creador de Grantland dice que también una de las grandes cosas de esto, es que 2 ó 3 veces año James se pone en modo DIOS, en un modo donde da igual lo que hagas o contra quien juegues que va a ser imposible pararlo. Ejemplos de ello ha ido dejando durante estos años, como aquel partido en Detroit o aquel otro contra Celtics. El de anoche era el perfecto para hacer una de esas actuaciones dominantes, uno de esos partidos para hacer un resumen de YouTube y de esos que se recordarán en bastantes años.
Tal vez no fue tan tremendo, pero haganlé hueco al partido de James contra Bulls en el 5o de las semis de conferencia de 2015.
Para muestra, lo que probablemente sea una de las jugadas clave de la serie (y quien sabe si de algo más). Rose al contra ataque para empatar el partido a menos de 1 minuto. Chicago viene de hacer una remontada brutal para meterse totalmente en el partido con un parcial de 24-9. Rose parece que va a empatar el partido y aparece de la nada James para hacer un tapón que vale más que un partido.
Estaba metido todo él en el partido y esta fue una muestra más de ello, pero vamos, si visteis el partido ya sabéis de lo que hablamos con el dominio que tuvo del partido y con 0 perdidas.
Podríamos hablar de la que creo fue injusta expulsión de Gibson o de Irving que no parecía tan mal de lo que nos hicieron hacer pensar (él mismo incluso con su cojera). Podemos hablar de los problemas de Chicago en ataque cuando lo tenía cerca o de si la ausencia de Gasol era clave, pero anoche fue el partido de James, ese partido donde todos sabíamos que iba a surgir entre todos para una vez más demostrar que cuando quiere, puede hacer absolutamente lo que le de la gana, recordando mucho al mítico Artículo 34, que decía lo siguiente:
«Hago lo que quiero, cuando quiero y porque me da la gana«.
Sofi del Día
Para Chris Paul por hacer esta brutal asistencia…no se sabe si la hizo a proposito o simplemente fue suerte, pero aquí somos inocentones y vamos a por la rama de que lo hizo porque quería hacerlo así.