Nos gusta el rollo de Utah. Nos mola lo que está haciendo Snyder con los Jazz, pero cuando no se puede, pues eso, no se puede.
Golden State Warriors empezó el partido como el cuarto de la serie anterior ante Blazers, es decir, con ganas de finiquitarlo todo rápido y a otra cosa mariposa, y así empezó con un Stephen Curry extremadamente acertado y con tempo del partido que se alejaba mucho a los sueños d Salt Lake City, de hecho, hasta el minuto 9 de juego, Jazz no metió una canasta de 2 puntos y la ventaja ya era casi apocalíptica.
La Bahía estaba cómoda en la pista con más de 20 puntos de ventaja, lo cual hizo que llegara un punto de relajación que lo aprovechó el banquillo de Utah con Exum a la cabeza para intentar animar un poco al público y poner un poco de zozobra en el marcador, pero nada más lejos de la realidad.
Aunque Jazz se puso a sólo 6 puntos, siempre daba una sensación de que el control del partido era de Warriors y que estábamos a un pequeño estirón de ver a McAdoo y compañía en pista…y así fue.
En vano quedaron los esfuerzos de Hayward, el cual tal vez estaba jugando su último partido con la camiseta local, para intentar la heróica y rascar un partido a los de Brown y al final, pues lo de siempre, los buenos a descansar y la morralla a jugar.
Jazz sigue creciendo y le espera un verano divertido por delante con la agencia libre de su gran estrella y con un proyecto sólido por todos lados. Habrá que ver que decide el de Butler, pero como hemos empezaado hoy, Jazz mola y va a seguir teniendo buena pinta en el futuro.
Sofi Del Día: Draymond Green firmando una cartulina del público de Salt Lake City donde estaban contando las veces que hacía flop. Grande.