La semana pasada ya comentamos que lo más peligroso de la lesión de Carmelo no era los partidos que se iba a perder y por tanto las derrotas que sumaríamos sino el hecho de cortar una racha positiva de buen juego. Si juegas bien puedes perder o ganar un partido pero a la larga ganarás más de los que pierdas, eso seguro. En la racha de partidos complicados de final de 2015 y principio de 2016 alcanzamos un juego espectacular y aún perdiendo partidos como el de San Antonio las sensaciones eran muy positivas. Ahora mismo pasa justo lo contrario, ganando o perdiendo las sensaciones son paupérrimas. Esa lesión cortó la tendencia positiva.
En el partido contra Charlotte vimos un cambio que me llamó mucho la atención. Sistemáticamente en los bloqueos Calderón sufría mucho y era por ahí por donde nos generaban ventajas ataque tras ataque. En el partido de Hornets se cambiaba automáticamente en los bloqueos y eso desconcertó a la defensa aún más. Porzingis volvió a tener problemas de faltas, constantemente había emparejamientos descompensados y en general no había manera de conseguir varias defensas eficientes. Todo esto sumado a que López el día de Clippers tuvo un cortocircuito del que todavía no se ha recuperado ha desembocado en un partido lamentable donde bajo mi punto de vista hemos tocado fondo. Llegar a dos prorrogas contra 76ers por muy buena racha que acumulen y a los dos días volver a jugar una prorroga contra Utah no dice nada bueno sobre la fiabilidad de los Knicks. Creo honestamente que no se puede jugar peor de lo que se esta jugando en estos momentos, nadie cierra el rebote de manera consistente, la intimidación es nula porque tus hombres altos están en el perímetro defendiendo a un base o escolta, ofensivamente no hay movimiento de balón y además las piernas se van cansando. Para mí, a día de hoy, con la vuelta de Kerr, habría que echar el resto por Walton, aunque eso implique que el multimillonario propietario empiece a pagar indemnizaciones o un salario desproporcionado, me da igual, no es mi dinero.
La rotación interior, que parecía de lo más solvente en verano, es precisamente la que más pena esta dando. Seraphin empieza a dar vergüenza, O’Queen no se entera de nada y Amundson no debería jugar bajo ningún concepto, y ahí esta con sus minutos. Entiendo que la baja de Lance Thomas ha provocado que se tuviera que dar minutos a gente que no lo merece pero tampoco nos podemos permitir tener en el banquillo a tres tíos que no podemos usar porque son unos incompetentes. Para tener a Seraphin en el banco quizás habría que intentar moverlo por un base defensivo en condiciones. Se habla de Wroten, un jugador bastante anárquico con un tiro sospechoso y una actitud peculiar. Casualmente el auge de 76ers, entre otras cosas, ha coincidido con la salida de Wroten, veremos si viene el impacto que genera en el vestuario y en el juego del equipo.
Muy buen artículo. Mucho por mover y muy pocas cosas que ofrecer a cambio y este año pocas probaturas de 10 días vanos a ver aunque imagino que el mercado lo tienen sondeadisimo.
Lo incomprensible es que tras los 5 partidos en los que jugamos tan rematadamente bien hayamos pasado a hacerlo tan rematadamente mal.
Por ver algo positivo mis horas de sueño lo agradecen.