Hace pocas horas hemos conocido una noticia que la verdad es que no deja de ser sorprendente por cuando ha sido y por el como. A estas alturas de la película ya todos debéis saber que Russell Westbrook ha firmado una extensión con Oklahoma City Thunder, cerrando de esta forma todos los rumores sobre su presente y futuro en la franquicia con peor equipaje de la NBA, cuyo rumbo estaba un poco la deriva después de la marcha de Durant a Warriors.
Desde este preciso momento, el 0 de Thunder tiene lo que siempre ha querido encima de él, todos los focos para su persona, para su juego, su forma de vestir, su ego y su todo. Tiene a un equipo por y para él, pero cómo va a afectar esto a la NBA y más concretamente a un equipo que el año pasado estuvo a nada de llegar a las finales (y quien sabe si el anillo)?.
Afortunadamente para muchas cosas en la NBA tenemos referentes, tenemos números o ocasiones donde las situaciones, si bien no parecidas, han resultado casi iguales.
Nos vamos a ir a hace un par de temporadas, donde Kevin Durant estaba en una de sus temporadas más oscuras con una lesión en el pie que le llevó varias veces por el quirófano, y donde después de tanta operación la gente empezaba a dudar que podía ser del por aquel entonces 35 de la franquicia robada a Seattle. Durante ese período de tiempo, para Russell Westbrook, Oklahoma City Thunder fue el Winterfell de Ramsay Bolton, donde todo era por y para él y donde él tenía licencia para hacer y deshacer a su goce y placer.
Durante la temporada 2014-2015, Russell Westbrook jugó un total de 67 partidos, ya que cabe recordar que nada más empezar la temporada se rompió la mano y le tocó pasar por quirófano para perderse ese inicio de temporada, a partir de ese momento y de su vuelta el 28 de noviembre contra Knicks cascándose 32 puntos se echó el equipo a la espalda de forma brutal y más sobre todo durante el espacio temporal desde la última lesión de Durant, es decir desde poco después del All-Star de la Gran Manzana donde aún no sabíamos que estábamos viendo los últimos minutos de la temporada de KD y que estábamos a punto de ver uno de los espacios temporales de baloncesto individual más tremendo en los últimos tiempos.
Durante esos 27 últimos partidos (bueno, el amigo Russ se perdió uno…), los números de Westbrook fueron realmente tremendos con 31.3, puntos, 9.9 asistencias, 8.7 rebotes, 2 robos por partido y un más que decente 41.7% en tiros. Unos números casi rozando el triple doble.
Pero lo mejor no fueron los números en sí, lo mejor de todo fue la sensación que dejó en la pista de superioridad absoluta a la cual muy pocos pueden llegar. Básicamente fue Yoda cuando empieza su combate contra el Conde Dooku, algo que todos pensábamos que podía pasar, pero que todos queríamos ver para dejarnos la boca abierta a niveles que ni el agujero de la capa de ozono. Además, haced algo de memoria. En una carrera por el MVP donde todo el mundo decía que era un 1 vs 1 de Curry contra Harden, de repente empezamos a leer y hasta a valorar la posibilidad si habría que incluir al base de OKC en el debate y es que claro, su forma de actuar daba para ello.
Finalmente Thunder no entró en los POs en esa temporada debido a aquel triple de Davis para dar la victoria a Pelicans en su partido contra los de Brooks, aquel triple del cual ya hablamos que fue uno de los grandes What Ifs de la temporada. Aquella jugada y las numerosas lesiones de Durant, hicieron que ese año Westbrook viera los PO por la tv o por donde quisiera, pero nos dejó un final de temporada con un jugador en un modo de destrucción y aniquilación total, que tal vez desde la época del mejor Kobe no veíamos.
El próximo año empieza una nueva etapa en su carrera, con un equipo donde se ha cambiado a Durant e Ibaka, por Oladipo e Ilyasova, donde no estará Waiters, pero si una serie de jóvenes de nuevo cuño con muchas ganas de hacer ruido. Donde la pareja interior, con Adams y Kanter, es una de las de mayor futuro en toda la liga (y en el Photoshop). Probablemente habrá que esperar aún un poco para ver como llega esa plantilla a los partidos de preseason (ey! que se pasan además por aquí!!!), pero en el estándar Wesbrookiano: no hay partido diferente y todos se deben jugar igual. Esto hace que igual somos testigos del nacimiento del Westbrook-post-KD.
Además, va a ser su equipo, sino lo era ya cuando no estaba KD. Ahora no habrán miradas raras, ni malos rollos, ni malas miradas, nada, todo será por y para él.
Tengo mucha curiosidad por ver como Donovan maneja todo esto. Si bien el año pasado teníamos muchas dudas sobre como el ex-entrenador de los Gators iba a manejarse en la NBA con un equipo de arriba con los egos como era Thunder del pasado año, todas esas dudas se fueron al garete al ver que tal y como se desarrollaba y evolucionaba la liga, lo hacía él mismo, cambiando cosas, movimientos sobre la marcha, demostrando una mentalidad abierta a todo tipo de situaciones y que le llevó a nada de armarla bien gorda en los PO si no llega a ser por aquella transformación de Klay Thompson en Oliver Aton versión baloncestística donde todo lo que tiraba iba dentro, si no llega ser por aquello, tal vez ahora mismo no estaría escribiendo esto y la historia sería muy diferente a lo que hemos leído, oído y vivido en estas últimas semanas. Donovan mola y hay ganas mil de ver como desarrolla todo el sistema para que Westbrook domine todo lo que lo va a hacer.
Pero lo mejor de todo esto es el apartado teatral de todo esto, la farándula que va a rodear a todo esto y el ver claramente que Westbrook va a seguir en Thunder (de momento…) con todo lo que ello conlleva para una ciudad que estaba en un modo casi depresivo y que ahora tiene un flotador al cual cogerse y dicho flotador viene con todas las armas habidas y por haber para plantar cara a la liga, no sabemos si bien o mal, pero sí a un nivel que hace que quieras ver a ese jugador. Evidentemente queremos ya que lleguen los partidos entre Warriors y Thunder, queremos ver ya el Cheeseburger Chesapeake Arena rugir como nunca antes para apoyar cada canasta del 0 y ‘buear’ al 35 de Golden State.
OKC gana un año, mínimo para probar el experimento 0, no nos engañemos, no es una mega ampliación, sólo un año más, quien sabe si todo sale mal, Westbrook ve que el equipo no da ni para entrar en PO y estamos dentro de ahora un año con un Russ pidiendo el traspaso o Presti buscando el mejor postor, quién sabe. De momento, lo vamos a tener un año más en OKC, repito, de momento.
Ahora nos vamos al futuro, a ese último domingo antes de que empiece la NBA, donde ya por tradición se celebra el draft de La Fantasy Desde El Sofá, ese momento donde estamos esperando los que la jugamos a esos 5 minutos antes de la hora para saber quién será el que elegirá primero en el draft.
Básicamente estaremos esperando a ver quién será el que se lleva a Westbrook, sí, el no.1 del próximo draft de La Fantasy Desde El Sofá.