No por mucho taponar… acabarán los tiros cercanos

Hace un mes ya os contamos como el tapón es, solamente, una pequeña parte de la defensa de un equipo, y volvemos a sacar La Calculadora, para comprobar algunos mitos sobre la intimidación. Después de ver muchas horas de baloncesto, mi teoría es que en la NBA, los jugadores atacan el aro con la misma frecuencia ante un intimidador reconocido, que ante un jugador cualquiera. Habrá jugadores que pueden asustarse y preferir dar dos pasos atrás, pero se compensan con los de ego inflado que buscan llegar a poner en un póster al insigne repartidor de pinchos de merluza que tienen delante. En definitiva, mi impresión subjetiva es que la distribución de tiros, en cuanto a distancia, no cambia por defender con un buen taponador. ¿Qué creéis vosotros?

Como somos de hacer números cuando nos quedamos con la duda, nos hemos ido al Play Index+ de Basketball-Reference.com y hemos contado (bueno, hemos programado al ordenador para que lo haga, mucho trabajo para el ábaco…) el número de tiros que recibe cada equipo a 1 pie, 2 pies, 3 pies… hasta 30 pies de la canasta. El pie equivale a unos 30 centímetros, así que cada 3 pies y poco, estaríamos hablando de un metro.

Y, ¿hay alguna evidencia de que los equipos que mejor taponan alejan más los tiros de sus rivales? La verdad es que no. Lo primero decir, que estamos mirando la distancia de los tiros. La intimidación puede funcionar de otras maneras: cambiando el ángulo del lanzador, forzando a tirar más alto o rápido que de costumbre, etc. Eso, tal vez lo haga, pero la distancia (al menos con los datos de la pasada temporada), parece que no cambia.

En el siguiente gráfico (pincha si quieres ampliarlo un poco más) se puede ver el porcentaje de tiros intentados sobre el total que recibió cada equipo en función de la distancia. Cada segmento de color marca un paso de un pie, es decir, el azul marino es el porcentaje de tiros recibidos de cero a un pie de distancia, el naranja siguiente el porcentaje recibido de 1 a 2, el amarillo de 2 a 3… y así sucesivamente. Los equipos están ordenados por su porcentaje taponador (Block %), de mayor a menor, es decir, los de más arriba son los que más tapones pusieron por jugada, y los de abajo los que menos.

Si la tesis de que el poner muchos tapones disuade a los equipos de tirar desde cerca, los primeros equipos del gráfico deberían recibir menos tiros en las proximidades de la canasta (los primeros segmentos de las barras, deberían ser más pequeños) que los últimos, pero vemos que no hay una diferencia entre los grupos. Mirando por ejemplo los tiros a menos de un pie de distancia (el primer segmento de la barra, el azul marino) vemos que aunque el equipo que más tiros permitió a esa distancia, y con mucha diferencia además, Detroit, es de los peores taponando, el que menos recibió en ese rango, los New Jersey Nets, son aún peores.

Para verlo un poco más resumido, vamos a agrupar las distancias, y marcar los porcentajes acumulados por cada 3 pies (91.5 cm, casi un metro):

Aquí vemos que hay un equipo que destacó sobremanera recibiendo tiros cerca de la canasta, lo que no es coincidencia teniendo en cuenta que ha realizado posiblemente la peor temporada de la Historia. Los Bobcats a pesar de poner más tapones por jugada que la media, son más atacados cerca de la canasta que ninguno: hay 8 equipos que reciben menos porcentaje de tiros a 6 pies (casi 2 metros) de la canasta que los Bobcats a 3 pies (casi 1 metro). Curiosamente, de esos 8 equipos que menos tiros reciben a 6 pies, ninguno de ellos está entre los 8 con mejor porcentaje taponador.

Los equipos que más logran alejar al rival de su canasta son Orlando, San Antonio, Philadelphia y Phoenix. Orlando, con Dwight Howard, se podría ver como un ejemplo positivo del efecto de la teoría de la intimidación, pero como equipo su porcentaje taponador es muy reducido. También podríamos pensar que Tim Duncan es el responsable de la intimidación de los Spurs, pero de nuevo, los números de Block % llevan a pensar que se trata más de un esfuerzo colectivo que individual. Si alguien quiere pensar que esto corrobora la teoría de la intimidación a través de Howard y Duncan, adelante, es libre de hacerlo, y tal vez tenga razón, pero en el paquete de intimidadores de élite se tiene que llevar también al grupo que apatrulló la zona en Philly (Hawes, Vucevic y Allen) y a Gortat, a nadie más. Y no se admiten recambios.

Para finalizar, vamos a echar un vistazo a la relación entre distancia de tiros a la canasta y porcentaje taponador. El coeficiente de correlación esperado es negativo: es decir, cuanto más tapones se pongan, esperamos recibir menos tiros cerca de la canasta. La correlación entre el Block % y el porcentaje de intentos recibidos a un pie, es negativo, pero muy pequeño, un -0.21. Si aumentamos la distancia para encontrar la relación con tiros a una distancia de 3 pies, el efecto desaparece, la correlación no llega al -0.02. Si lo llevamos a 6 pies, la correlación se convierte en positiva, un 0.21, lo que querría decir que hay una pequeña tendencia que a menos tiros recibidos a 2 metros de la canasta, menos, en lugar de más, tapones se ponen.

La proporción que si se mantiene en todo momento, y con un poco más de fuerza, aunque tampoco es muy relevante, es la que existe entre Índice Defensivo y la distancia a la canasta. Hay un factor de correlación de 0.38 entre la cantidad de tiros permitidos a menos de dos metros y el número de puntos recibidos por 100 posesiones, pero esta contribución es muy pequeña. Es decir, conseguir que el equipo rival tire lo más lejos posible del aro, efectivamente, ayuda a tu defensa, pero no marca mucho la diferencia. Y la manera de conseguir este efecto, no parece ser la intimidación.

En resumen, tras analizar los datos de la pasada temporada, no encontramos evidencia de que los equipos que más tapones ponen, consigan que los equipos rivales se alejen de su canasta para intentar los lanzamientos debido a la intimidación. Como ya hemos dicho, este efecto puede funcionar de otra manera, alterando la efectividad, el ángulo o el arco del tiro, pero en distancia no lo hace. O tal vez los jugadores se sienten intimidados por  la percepción del jugador que tienen enfrente, que por el número de tapones que pone. Quién sabe. Pero la próxima vez que oigas decir que un jugador ha preferido tirar desde más lejos por el miedo al tapón, cuestiónate la afirmación.

La mejor defensa es un buen… ¿tapón?

Desde que se discutía quién debería ser el Jugador Defensivo del Año, hemos tenido que leer como el lobby de los gurús del tapón defendía que los números de Ibaka, el mejor taponador de la Liga con mucha diferencia este año, le hacían merecedor del premio. También, al hablar de la defensa de Calderón, hemos leído cosas como que la culpa no es suya, es del equipo, que nunca le ha puesto taponadores detrás. «¡INTIMIDACIÓN!» nos gritaba por Twitter uno de los más respetados periodistas españoles en el ámbito del baloncesto.

No sé si por verdadero convencimiento, o por la tan habitual en el gremio, defensa de lo patrio, parece que la defensa empieza y termina con los tapones. Como nosotros, además de ver baloncesto, somos también de comprobar y mirar a los hechos, antes que de oír las milongas que nos quieran contar, miremos los números.

Por un lado, tenemos una variable, Defensive Rating, que indica cuantos puntos recibe un equipo, por 100 posesiones de juego. Utilizamos esta medida, en lugar de puntos recibidos, para evaluar una defensa, porque los puntos recibidos dependen del ritmo. Los equipos que juegan más rápido  utilizan más posesiones, y por tanto tendrán más puntos en contra que uno lento, a iguales capacidades defensivas.

Al mismo tiempo, para evaluar los tapones, en lugar de utilizar números de tapones totales, utilizamos el Block Percentage, es decir, el porcentaje de jugadas en las que un equipo pone un tapón. Por ejemplo, Phoenix, puso más tapones la temporada pasada que Boston, pero el Block% de Boston es mayor.  Como en los partidos de los Suns a lo largo de la temporada hubo unas 300 jugadas más que en los de Boston, tuvieron más oportunidades de ponerlos, y por eso en la estadística total están por delante, pero por jugada esto no es así.

Una vez que tenemos los números de Defensive Rating y Block% de toda la Liga, durante las últimas 5 temporadas, vamos a utilizar el coeficiente de correlación para compararlos. El coeficiente de correlación mide el grado de relación entre dos variables, es decir, cuanto explica la variación de una de ellas, la de otra. Este índice, da valores entre -1 y 1, donde los valores más próximos a 0 indican correlación débil (o nula en el caso de ser 0), y los más próximos al 1, correlación fuerte. Si es positiva la correlación es directa, si es negativa, inversa. En este caso, como queremos demostrar (o no) que un alto porcentaje de tapones se correla con un bajo coeficiente defensivo (el Defensive Rating es mejor cuanto más pequeño sea) la relación debería ser inversa, por tanto próxima al -1. También calculamos el porcentaje de variación en el Defensive Rating que se atribuye al porcentaje de tapones, que se calcula elevando al cuadrado el coeficiente de correlación.

Año C.Correlación % Variación
2007-2008 -0.384 5.3%
2008-2009 -0.129 2.8%
2009-2010 -0.619 38,3%
2010-2011 -0.167 1.7%
2011-2012 -0.230 14.7%
Periodo completo -0.329 10.8%

Como podemos obervar, sí que existe una relación entre defensa y tapones (en todos los años la correlación es negativa), pero es pequeña y no es definitiva: podemos ver que en el marco del periodo total, usar tapones para evaluar la defensa de un equipo solo explica aproximadamente el 10% de la variación. Además, podemos ver como el porcentaje taponador es un índice muy poco fiable, ya que en la temporada 2009-2010 hubo una alta relación entre los equipos que mejor taponaban con los mejores en defensa, mientras que el año anterior y posterior, la relación fue extraordinariamente baja.

Ahora os presentamos un gráfico que empareja el Defensive Rating de los equipos con su Block %. Si la teoría defensa=tapones fuera cierta, los equipos más taponadores tendrían el coeficiente defensivo más bajo, y los que menos chapas ponen lo tendrían alto, y tendríamos que ver algo parecido a una línea, más o menos gruesa, desde la esquina superior izquierda, hacia la inferior derecha. Como podemos ver, la gráfica nos indica que la relación es muy pequeña. Hay equipos muy buenos defendiendo y poniendo pocos tapones, y equipos con buenas cifras taponadoras que no defienden muy allá. Como ejemplo, fíjense en todos los equipos que a lo largo de estas 5 temporadas han tenido un porcentaje taponeador alrededor del 7%. Con esos guarismos taponeadores, tenemos a los dos mejores equipos defendiendo en ese periodo, al tercer peor, y a muchos más por el medio. Relación, la justita.

Pero, ¿y si miramos a la otra estadística defensiva que se recoge en los box-scores actuales? Echemos un vistazo a los robos. Utilizando de nuevo Steal %, o porcentaje de robos por jugada en lugar de números totales, vemos como con los robos sucede algo parecido: solo explican el 10% de la variación en Defensive Rating:

Año CC Tapones % Tapones CC Robos % Robos
2007-2008 -0.384 5.3% -0.326 10.6%
2008-2009 -0.129 2.8% -0.282 8.0%
2009-2010 -0.619 38,3% -0.186 3.5%
2010-2011 -0.167 1.7% -0.238 5.7%
2011-2012 -0.230 14.7% -0.305 9.3%
Periodo completo -0.329 10.8% -0.315 9.9%

Lo que los números nos muestran, por si alguien todavía tenía alguna duda, es que la contribución de las dos estadísticas que se recogen para medir las contribuciones defensivas actualmente, solo explican una parte muy pequeña de la defensa de un equipo, y que en ningún caso deberían ser utilizados como único baremo para conceder premios individuales.

Y más concretamente, centrándonos en los tapones, alejan la noción de que podamos medir la defensa mirando a los números en esta categoría, y vemos como su contribución se equipara a la de los robos. Parece que ya ha sido desmitificado hace tiempo el concepto de que una buena defensa va asociada a que un equipo o un jugador robe muchos balones, pero sigue perdurando el mismo mantra con los tapones, incluso entre algunos de los analistas con más poso, sabiduría y experiencia. Esperemos que las pruebas ayuden a quién nos lea, a, por lo menos, planteárselo.

Los datos para el artículo están sacados de www.teamrankings.com y www.basketball-reference.com