Supongo que a estas alturas de la película todo el mundo sabrá lo que pasó el otro día en el Cleveland Cavaliers vs Los Angeles Lakers, sino es así, siéntate y ponte cómodo porque vamos a intentar contarte lo que tal vez fue uno de los partidos más raros que se han jugado en la historia de la NBA.
Pero vamos por partes, la temporada de los Lakers está siendo un show total y absoluto, entre las 723462734627643 lesiones y todo lo que está pasando el equipo de Mike D’Antoni está más pensando en ver que tal está ese famoso Draft que en otra cosa, pues bien, el otro día se plantó en The Q con 8 jugadores en la plantilla de los 14 del roster, recordemos que Bryant, Gasol, Meeks, Henry, Hill y Nash estaban fuera ese día, es decir, sólo 3 cambios con lo cual, con cualquier bobada habría algún que otro problema y claro, en estos Lakers esas bobadas no es que puedan pasar…pasan. Y así fue.
Mediado el partido el bueno de Swaggy P aka Nick Young hacía un mal gesto en un contra ataque y tenía que retirarse por una lesión en la rodilla, con lo cual, D’Antoni se encontraba con 7 jugadores elegibles. Conforme transcurría el partido, los dos pivots (sí, titulares), Kaman y Sacre se iban llenando de más y más falta, con lo cual cada vez rondaba más el fantasma de: ‘Ay que se quedan sin jugadores….‘.
Sigue el partido y Farmar siente un tirón en su pierna y tiene que retirarse…con lo cual ya sólo quedan 6 jugadores y Kaman & Sacre siguen con sus problemas de falta… llega el primer gran momento crítico y el norte americano aleman caza bichos comete la sexta falta personal y Lakers se queda con sólo 5 jugadores activos, sin cambios, sin repuestos, sin nada. Aquí llega el momento de la famosa imagen donde Kaman se tumba en el banquillo durante un instante y esto ya sirve de meme para goce y disfrute del mundo internet.
Avanza el partido y Bobby Sac comete la 5a falta personal. Los comentaristas de Lakers empiezan a preguntarse que puede pasar si comete la 6a y empiezan a valorar que Cavs le atacará (tranquilos, luego vamos a por los de Cleveland), es decir, todos se empiezan a preguntar aquello de: ‘Va a pasar…‘. Y nada más acabar de pensarlo… pasó, Sacre cometió la 6a falta personal y Lakers se quedaba sin jugadores, es decir, sólo 4 jugadores activos.
Y aquí entro en juego la Regla 3 Sección 1, que dice algo así como: «Todo equipo de la NBA tiene que tener 5 jugadores, si un equipo se queda sin jugadores elegible, el jugador eliminado por faltas puede seguir jugando pero se pitara como falta técnica, todas las faltas que haga«. Así fue, los árbitros después de consultarlo durante muy poco tiempo, dicen tal cual lo que os hemos puesto a los entrenadores y Sacre con una sonrisa en la boca, vuelve a la pista.
Pero aquí no acaba todo lo extraño, a estas alturas, Nash aparece por el banquillo vestido de corto, momento en que todo el mundo se queda con cara de WTF!, ya que Nash estaba descansando después del primer back-to-back, no hubieron más faltas técnicas…y sí, ahora toca el turno de Cavaliers.
Cavs puso su gran granito de arena a este extraño partido con varias decisiones/actos que fueron más de equipo de patio de colegio que de un equipo de la mejor liga de baloncesto del mundo. Vamos por partes también.
En ese momento donde Lakers estaba arrinconado con los problemas de faltas de sus pivots, viendo además que no iba a haber recambios, en ese momento los Cavaliers decidieron tirar más de 3 que nunca, algo extremadamente sorprendente y que oye, los angelinos estaban la mar de contentos con ello, y eso que luego pasó lo que pasó. Pero vamos a ir más allá todavía. Sacre dentro, amnistiado por la Regla 3 Sección 1, los Cavs exactamente le buscaron 0 veces de cara a sacar faltas + posesión y así poco a poco ir recortando la ventaja que Lakers tenía, con lo cual, no aprovecharon para nada la gran debilidad de los dorados y purpuras, algo inexplicable.
Pero vamos a otra, Kyrie Irving, sin lugar a dudas el mejor jugador de los Cleveland Cavaliers y uno de los jugadores más molones de la liga, sólo jugó 27 minutos y no jugó apenas nada en el tramo final del partido…por qué? pues yo no lo se, y probablemente el 94.56% de seguidores de Cleveland tampoco, para que os hagais una idea Deng jugó 24 min, Thompson 20, Varejao 34, Jack 17 (!!!!), Waiters 24, Bennett 22, Dellavenova 23 y Miles 29, es decir, un jugador que tendría que jugar unos 30 y picos minutos y ser 200% protagonista, pues bien, no es así y claro, los Cavaliers son un un desastre.
Todo esto se juntó en un mismo partido, para que os hagáis una idea de lo raro que es adoptar la Regla 3 Sección 1, al cabo de un par de días, el mítico Steve Javie que comentaba el Lakers v Bulls junto con Mike Breen y Van Gundy, decía que él nunca había visto esa norma activada y que habló con los arbitros de ese partido para preguntarles qué tal fue el partido y cómo actuaron, Javie dijo que los árbitros (Jason Phillips, Brian Forte y Marat Kogut) habían hablado antes del partido de la posibilidad de que algo así pasara, ya que vieron que Lakers sólo inscribían a 8 jugadores, con lo cual, estaban preparados y sabían lo que debían de hacer. Igual aquí Mike Brown tiene algo que ver…igual.
Así que ese fue, uno de los partidos más raros que yo nunca he visto con una de las reglas más extrañas que veréis aplicada en un encuentro de la NBA, la Regla 3 Sección 1.
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Los Cavs de este año, con sus diferencias, parecen encontrarse en el mismo lugar que los Warriors de la temporada pasada. Una joven superestrella que puede anotar cuándo y desde donde quiera con alguna duda sobre su salud, un joven escudero que puede ser su pareja durante muchos años, un tweener novato y jugón para cubrir los huecos que haya en el puesto de 3 y 4 y un pívot (Cleveland tiene 2 en realidad) al que si le acompaña la salud, estará entre aquellos con más impacto en la Liga. Ah, claro y Jarrett Jack. Si David Lee fuera negro, canadiense y más joven, lo habríamos clavado.
Los Warriors llegaron a Playoffs el año pasado, y los Cavs esperan hacer lo mismo este en el Este. Pero para seguir los pasos de Golden State, tienen que salir bien unas cuantas cosas. Corregir una defensa que fue de las peores en la Liga el año pasado, ser más solidarios, encontrar más jugadores con recursos en ataque, y mantener la salud serán los principales deberes.
Radiografía de los Cavaliers
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
God save Kyrie
El número de Irvingliebers ha crecido merecidamente este año, y ahora el australiano de nacimiento está en el radar de todo el mundo. Con el bombo en torno a su figura en máximos históricos en torno al All-Star, Curry le robó el protagonismo como anotador joven de moda gracias a los Playoffs y a los partidos que Kyrie se perdió, pero a estas alturas su nombre ya es conocido hasta para el espectador más ocasional.
La mayor preocupación con él es la salud. Contando su año en Duke, Irving se ha perdido al menos un 20% de los partidos en sus 3 años como profesional (sólo dos remunerados). Sus equipos han tratado los problemas con paciencia, y por eso quizá haya perdido más tiempo que en otros casos, y sus dolencias (rodilla, hombro, dedo del pie) parecen desconectadas, pero sigue siendo algo problemático que tener en cuenta.
Otra de las cosas que se le van a pedir, y Mike Brown no lo va a perdonar, es echar una mano en defensa. Con su ataque ya al dente, este es el aspecto del juego de Irving en el cual, una mejora, más ayudaría al equipo. Su protagonismo en ataque y su figura no le convertirán nunca en un seca-rivales, y a los Cavs les faltaba una segunda línea de intimidación detrás, pero al menos se le pedirá atención en las rotaciones e intención de dirigir a los rivales a posiciones menos cómodas.
Y también se espera algo más del Irving distribuidor este año. Está rodeado de mejores anotadores cada vez, y con un equipo con una mayor variedad de opciones, que involucre a más hombres en cada jugada de ataque, puede empezar a repartir la carga con el resto, y tratar de aprovechar su diabólico control del balón para ayudar también a sus compañeros, lo que le ayudará también a reducir las pérdidas.
Debe seguir siendo protagonista en ataque, porque la mejor manera de aprovechar su juego es dejarle anotar, no encorsetarlo con milongas sobre cómo debe jugar un base e historias de dirigir a sus compañeros, pero si ayuda a convertir a algunos de sus acompañantes en amenazas, también acabará ganando a la larga él, ya que cada vez será más difícil de planificar el cómo defenderle, y la manera de quitarle los espacios.
El año pasado en este mismo rincón ya contamos todo lo bueno, y ahora que todo el mundo le conoce, recordamos lo menos mejor como contraste. Pero nos sigue pareciendo un jugador excepcional y uno de nuestros favoritos en el League Pass. ¡Larga vida a Kyrie!
El escudero de lujo
Su pareja de baile, Dion Waiters, no tuvo un año de novato tan brillante como el de Irving, pero fue bastante bueno, y muy satisfactorio si tenemos en cuenta que una de las dudas del verano pasado era si Dion podría ser alguna vez algo más que un microondas que sale del banquillo.
Empezó la temporada con un grandísimo y sorprendente acierto con sus tiros en suspensión, pero el tamaño de los jugadores interiores de la NBA le molestaba bastante: se le hacía de noche en la pintura, donde tendía a tomar malas decisiones por su indecisión para atacar las ayudas. A lo largo del año recortó bastante las pérdidas, y ha sido efectivo saliendo del pick’n’roll (me aventuro a decir que ya es de los mejores en la Liga dividiendo un bloqueo), pero no finaliza bien, ni saca muchas faltas, en parte por todo lo que conlleva ser novato, y eso es algo que un jugador con fama de inefable penetrador necesita sí o también en la NBA.
Sobre todo, porque si decide no atacar el aro, la alternativa puede ser fatal. Sus porcentajes tirando tras bote son bastante feos, y es algo que Waiters debería mejorar inmediatamente, o desterrar del repertorio, ya que si se acostumbra a hacerlo sin ser eficaz, no tendrá un buen futuro. A cambio, ha sorprendido favorablemente su rendimiento en tiros de media y larga distancia tras pase, algo a lo que con Irving como compañero, sí se puede dedicar, aunque debería practicar más desde las esquinas, donde su acierto fue bastante escaso.
De todos modos, el de Waiters no es el conjunto de habilidades típico del jugador acompañante. Hay muchos ejemplos de escoltas, que sin llegar a ser grandes tiradores, ni hábiles en el manejo de balón, utilizan su capacidad atlética para ser efectivos con una tercera vía. Si tiras lo suficientemente bien como para que el defensa, aunque no te respete y juegue a varios pasos de ti, cierre duro cuando el pase llega a tus manos, te vas al lado débil campo, y se te abrirá una opción, además de la de tirar, si el defensa llega tarde: fintar y dirigirte al aro en una línea recta y de manera autoritaria. Waiters ahora mismo se encuentra en una posición en la que no está preparado para aprovechar los close-out desesperados de manera consistente. Está sobrecualificado como conductor del balón para realizar los sencillos ataques rectos desde el lado menos poblado del campo, pero no se atreve, porque todavía no se le da bien, a atacar el aro si ve tráfico. Esta temporada hemos visto grandes mates con su nombre, pero en casi todos se aprovecha de una pintura más o menos abierta y un jugador interior que duda o decide no cerrarle el paso al aro.
Durante el año fue aprendiendo a utilizar mejor su cuerpo en el aire, protegerlo, y sacar faltas, y de seguir la progresión que vimos a lo largo de la temporada, Dion puede ser un anotador explosivo, pero de momento, es un jugador con un potencial especial, relegado a un papel de comparsa para el que no estaba preparado, pero en el que cumplió. Y en defensa, se le aplica lo que dijimos antes de Irving, sumándole que tiene una pequeña desventaja de tamaño para su posición.
Comparando estadísticamente la producción global de su temporada con otros novatos tras dos años de NCAA, para hacernos una idea sobre el valor de lo que ya ha conseguido Waiters, los números por posesión sacan una comparación que roza la coincidencia: Jerry Stackhouse. El de North Carolina tiró algo más eficientemente porque lograba sacar bastantes faltas (es más grande que Waiters), y la perdió con más frecuencia con una mucho mayor carga de minutos (jugó 37.5 por partido aquel año 1996 en Philadelphia), pero en el resto de aspectos sus temporadas iniciales son clavadas. ¿Quiere esto decir algo? No mucho, porque Stacky y Waiters son muy diferentes y no hay dos carreras iguales, pero pone en contexto un año rookie del que pese a muchas críticas, es para estar más que satisfecho.
Y por último, no nos podemos resistir al chiste malo. Esperábamos que un tío que se apellida Camareros, lo haga mejor con las bandejas: no llega al 50% de acierto.
La tercera pieza
Si Irving se lesionara o Waiters tuviera un bajón de segundo año, los Cavs este año tienen un jugador que puede sustituirlos, o simplemente darles descanso si todo va bien. Mejorando mucho las alternativas de la temporada pasada, Jarrett Jack es el tercero en discordia del perímetro del equipo de Ohio, y ayuda a añadir al vestuario al clásico buen tío, respetado, gran profesional, amigo de media liga y que siempre puede animar el cotarro haciendo playback de alguna canción de Ne-Yo.
Ya comentamos las similitudes de este equipo con los Warriors de la temporada pasada y tal vez Jack pueda ayudar a la nueva gran pareja de base-escolta como hizo el año pasado con los Splash Brothers. Además, para un equipo que este año, después de pasar tres tanqueando de manera más o menos disimulada, quiere empezar a ganar ya, seguro que han visto con buenos ojos sus estadísticas a falta de poco tiempo en partidos igualados (a falta de 30 segundos, con una diferencia de +/- 3 puntos, los Warriors con él tienen un registro de 14-7 con muchos puntos y buenos porcentajes a su cargo).
Pero yo no tengo tan claro que tenga el mismo impacto en los Cavaliers. En primer lugar, empezando por el final, y como solemos decir, los números en los minutos finales rara vez guardan relación de año a año, y su efectividad en el pasado no tiene porque continuar este. Y en segundo lugar, porque habría que preguntarse si más que ayudar a hacer mejores a Thompson y Curry, no sucedió al contrario. Jack tuvo su mejor temporada desde 2010, y mucha fama la ganó gracias a sus buenas actuaciones en los últimos cuartos en los que compartía pista con los Klay y Steph.
Pero ni Irving ni Waiters tienen el tamaño para jugar de aleros (Thompson le saca unos 8 centímetros a Dion) y eso significaría que los Cavs tendrían que poner en pista 3 jugadores de 1.93 o menos, algo que los rivales podrían castigar si Brown tiene el atrevimiento. Además, aunque Irving quizá tenga poco que envidiar a Curry como tirador (el trofeo que acredita al ganador del Concurso de Triples está en su casa, después de todo), no está tan acostumbrado a jugar sin balón, ni Cleveland tiene la cantidad de jugadas en el libreto, con magníficos entramados, que los Warriors prepararon para liberarle, al menos que algo cambie (podrían robárselas, incluso).
Jack es un buen jugador, uno de los mejores en la Liga en la media distancia, y un jugador con nivel de titular de bajo postín dispuesto a ser un sexto hombre, algo que otros en su situación no tolerarían tan bien (es verdad, eso sí, que cobra generosamente). Puede ocupar dos posiciones, tiene personalidad y es un líder en el vestuario. Ayudará a Cleveland, pero el rol en el que triunfó en su último trabajo, no lo tendrá tan claro aquí.
Un último apunte en el perímetro
La rotación exterior, rookies aparte, la completa CJ Miles, del que tenemos dos apuntes que hacer: su handle en Twitter es un Top 5 de la Liga muy fácilmente (@masfresco), y es la prueba viviente de que el corolario «Nunca subestimes a un tirador, aunque parezca regular, si viene de Utah» sigue viviendo más allá de Sloan. 38.4% en 5 intentos por partido, muchos más de los que se había atrevido a tirar nunca, así lo atestiguan. Aunque al ver los números de Foye y Hayward este año, quizá haya acabado la auto-impuesta maldición.
El banquillo en general ha mejorado bastante. Las llegadas de Jack y Earl Clark son interesantes, Tyler «el malo de los» Zeller estará menos superado y podría ser útil si sale con la segunda unidad, y los Cavaliers quizá encuentren oro en sangre nueva (Karasev, Felix o Dellavedova) en lugar de darle los últimos puestos de la plantilla a gente que viene ya rebotada como Pargo o Sloan.
Miles podría incluso llegar a ser titular en el puesto de alero si Mike Brown tiene paciencia con los novatos o prefiere otro perfil distinto. Gee, Bennett, Karasev o Clark son el resto de opciones, y no nos sorprendería que para empezar el año apostara por el tiro exterior de CJ. Lo cierto es que hay minutos por repartir, jugadores diferentes y más competencia, veremos quién los aprovecha.
La verdadera clave
Para mí, las opciones de que Cleveland entren en Playoffs este año, y que incluso, sean incómodos en la primera ronda a algún equipo que venga despistado, pasan inexorablemente por Anderson Varejao y Andrew Bynum.
Varejao lleva tres años jugando 31 partidos o menos y cerró la temporada tras serle detectado un coágulo en el pulmón y Bynum por su parte no pisó la pista en toda la pasada campaña, con múltiples operaciones y tratamientos diversos en ambas rodillas. Se esperaba que el brasileño jugara con su país el Campeonato FIBA Americas, algo que al final no hizo, pero estará participando a tope en el Training Camp de los Cavs. El que seguro no lo hará es es Andrew, que no participará en ningún partido de la pretemporada, no tiene fecha de regreso y parece que no se encuentra muy cerca de está preparado.
Si estuvieran bien, ambos son dominantes, uno en defensa y otro en ataque (además de ser buenos en las dos direcciones, ninguno de los dos deja la otra parte del juego descuidada) y complementarios (Varejao ha sido ala-pívot una buena parte de su carrera, y Bynum está acostumbrado a jugar con Pau Gasol o Lamar Odom). El reparto de minutos entre ellos podría ayudar a mantenerlos frescos, pero aún así, los problemas de salud que tienen suelen ir más allá de la frecuencia con la que juegan.
Si entre los dos pudieran dar los 2.400 minutos habituales de un pívot titular, los Cavs seguramente estén luchando por los Playoffs en abril, tan sencillo como eso. Si no, habrá otra vez mucho Tyler Zeller, una defensa absolutamente plana, y será mucho más difícil. Y última pregunta…¿quién llevará el 17?
El tercero en discordia
Si Bynum y Varejao están a buen nivel, los Cavaliers irán mucho mejor, pero el damnificado podría ser Tristan Thompson, que pese a su mejoría la pasada temporada, ve como esta le ha crecido la competencia por arriba y por abajo, con la elección de otro canadiense, Anthony Bennett como número 1 del Draft.
Aunque no hay ningún otro ala-pívot en la plantilla ahora mismo, y por tanto hay minutos para repartir por detrás de él sin comerle terreno, y Bynum ya por lo pronto no empieza, habrá que ver dónde decide Mike Brown utilizar a Bennett, porque si lo ve como 4 del futuro del equipo, la lucha podría empezar ya.
A diferencia del nuevo novato, un jugador con buen tiro de media distancia y rango que se extiende a la línea de 3, y que por tanto puede cumplir en el papel de ala-pívot abierto, Thompson apenas sale de la pintura en ataque. Con la intención de cambiar esto, esta pretemporada estuvo probando a utilizar la mano derecha para tirar, en lugar de la izquierda, al comprobar que su tiro con esta era más fluido, así que quizá veamos añadir las suspensiones a su repertorio este año. Al menos, en los tiros libres, tiene pinta de mejorar. En el Torneo FIBA Americans, acertó un 78.7% en 47 intentos, mucho mejor que su 60.8% de la pasada campaña en la NBA. No es normal que un jugador añada las suspensiones a su repertorio de manera drástica, pero esto es un caso tan singular y radical… que hasta podría funcionar. Algo en lo que fijarse cuando empiece el curso.
La única habilidad en la que Thompson ha destacado hasta el momento, es el rebote ofensivo (13º cogiéndolos entre aquellos con más de 1000 minutos) y además tiene olfato para anotar tras la captura. También se ha encontrado con un equipo poco organizado y muy orientado al perímetro (Cleveland está entre los equipos de la Liga con mayor número de jugadas resueltas con un aclarado, un bloqueo directo utilizado por el hombre bajito o pase a la mano) que no se ha preocupado de buscarle en posiciones ventajosas, y cuando le tocaba atacar, en muchas ocasiones, lo tenía que hacer en uno contra uno, de frente, donde se ha desenvuelto bastante bien (su manejo de balón está muy bien para ser un hombre alto) teniendo en cuenta la situación y su falta de tiro.
En defensa tampoco está nada mal, aunque quizá es lo contrario a lo que se espera de un jugador con su cuerpo. Pese a no ser de los ala-pívots más altos, es bastante sólido manteniendo la posición y molestando en el poste bajo, pero sus ayudas a los tiros de media distancia dejan que desear para lo rápido que es. Parte del problema es el caos conjunto que tenía el equipo el año pasado, con un quinteto titular formado por jugadores de primer y segundo año (junto al poco experimentado Alonzo Gee), que podía ser fácilmente despistado tras una serie de pases o pillado a la contra.
En definitiva Tristan Thompson es un jugador interesante, que está progresando, pero en los Cavaliers actuales, su presente es peor que el de un Bynum o Varejao en buena forma (que sí, que a lo mejor es mucho pedir) y su techo parece más limitado que el de Anthony Bennett. Supongo que los Cavs experimentarán un poco este año con el novato (otro que llega justo tras lesión, pero está listo para el Training Camp), aprovechando para probarle en las dos posiciones, y por tanto Thompson tiene un año más para demostrar que puede ser titular a largo plazo en este proyecto ganador. Si no lo hace, un cambio de aires en su caso me extrañaría más bien poco.
Una banda
No entiendo gran parte del cariño que se le tiene a Byron Scott en la NBA, sobre todo después de ver a este equipo la pasada campaña. Sí, fueron los segundos más jóvenes de la Liga, tras New Orleans (aunque los Hornets ganaron 3 partidos más, y en el Oeste), y su quinteto titular a la postre, estaba formado por jugadores sacados del Rising Stars challenge (cuatro lo jugaron este año), pero sólo Sacramento les puede disputar el puesto en lo más alto de la pirámide del caos, la desorganización absoluta en ataque y defensa.
Tal vez haya sido muy didáctico dejar que los jugadores se peguen de morros contra la realidad NBA, y hayan tenido que hacer la guerra ellos solos frente al mundo, y a gente como Kyrie parece que le ha servido, pero si quieren empezar a ganar partidos, necesitan un propósito general, y hacer las cosas, todos juntos, como un equipo de verdad.
Mike Brown, vilipendiado tras su paso por la picadora de Los Angeles, logra un buen equilibrio entre la cercanía a los jugadores y la construcción de un colectivo. En los Lakers, rodeado de estrellas, quizá no le respetaron como es debido, pero este es un grupo con menos egos, que no necesita de tanto mantenimiento, debería hacer un buen trabajo.
Cierto es que por tierras angelinas se es muy propicio a los dramas, pero lo que está pasando este año en Los Angeles Lakers es digno de peli, y lo peor de todo, no parece que haya solución.
Vamos primero a los hechos, a los números que dicen que no mienten. A día de hoy, y después de caer estrepitosamente ante los Grizzlies en Memphis el otro dia con los padres de Gasol viendo al hijo bueno, Lakers tiene un record de 17-25, es decir, ha jugado ya 42 partidos, lo que podríamos decir que está a mitad de temporada. De estos 42, 5 se jugaron siendo Mike Brown entrenador (1-4), otros 5 con Bernie Bickerstaff (4-1… We Want Bernie!!!!) y el resto con Mike D’Antoni, con lo cual, el bueno de Mike tiene un record de 12-20. Interesante, pero seguimos con los números… resulta que a Lakers le quedan 40 partidos por jugar y revisando otros años, el octavo del Oeste ha entrado el PO con unas 45 victorias, con lo cual Lakers tiene que ganar unos 23 partidos más o menos de esos 40, o lo que es lo mismo, y haciendo unos números no muy complicados, el 57.5 % de lo que queda por jugar…y ojo el equipo angelino aún no ha hecho el mítito Grammys Road Trip.
Estas son las matemáticas, pero vayamos a las sensaciones. Estas son peores para que nos vamos a engañar, vamos a jugar a algo y nos vamos a poner en la piel del GM de Lakers, nuestro amigo Mitch Kupchak aka Ketchup, ya estáis en el papel? pues vamos allá:
Qué cojones pasa?, hemos cambiado al entrenador que ya no queríamos el año pasado…mmmm, encima han pasado un poco de mi que quería al Tio Phil y Jimmy ha traído a D’Antoni, pero ahora resulta que con el nuevo Mike, la máquina no carbura…. Tengo a Pau mosqueado, pero bah, en nada lo voy a tradear, así que una cosa menos, pero mmmm qué traigo? o mejor, qué busco? mmmm y ahora Howard nos quiere hacer la del año pasado y empieza el rumor que no le gusta el entrenador, vaya tela…y si no renueva a final de temporada??? igual es mejor traspasarlo antes… pero estamos en las mismas, qué traigo? o mejor, que me van a ofrecer??… uffffffff Adam Morrison está sin equipo y es tirador, igual a Mike le gusta…y si hablo con los Kings para ir a por Freddette…uff voy a tener que poner a cargar el móvil… pero….. y si me voy yo?…
Y así estaríamos días y días intentando averiguar que pasa por la cabeza, creo que actualmente muy liada, de Mitch.
Sigamos con las sensaciones. El equipo no va, obvio, pero los jugadores? hacen por ir? tenemos a Kobe Bryant haciendo una de sus mejores temporadas personales en cuanto a números, pero y el resto? Gasol creo que ya ha cumplido su ciclo como Laker (lo mismo que ya pensaba el año pasado…y que la propia franquicia pensaba cuando aquel no-trade de Paul…y a todo esto, qué sería de Lakers ahora con Paul…. ufffff, quita quita…sigamos…) y eso se nota en su forma de jugar y de actuar en pista. Para colmo ahora D’Antoni lo saca desde el banquillo, algo que no le ha molado un pelo al 16 y ya ha dicho que se plantea solicitar el trade, tremendo. Luego tenemos a Howard, un tio que por cualidades podría hacer un 20-10 sin sudar en cada partido, pero no sabemos muy bien por qué, no lo hace, mi teoría es que aún no está al 100% del tema de la espalda, por mucho que él diga, pero es que la sensación es que no está ni al 60%, y creo que no me vale lo del entrenador y el sistema, leñe que tienes a Nash!!!! Vamos con Nash también… soy el único que lo ve este año…mayor! es decir, sí, tiene una edad, pero el año pado en Suns le veías jugar y era el mismo Nash que siempre… ahora con ese pelo rockabilli, parece que se le han ido las fuerzas y el jugonismo… algo raro. El amigo Ron Ron sí está haciendo un buen año, con licencia para tirar y eso le mola, cierto es que de vez en cuando suelta cada mandarina digna de Gepeto Brothers, pero bien, lo poco salvable con Kobe.
Y el banquillo? ufffff ahora ha salido de la nada Clark, u n buen pivot, con buen físico y que todo el mundo quiere que sea el nuevo Garnett, pero no nos equivoquemos, no deja de ser un buen suplente. Jamison, otro que parece que está con Pau, es decir, en Belén con los pastores… el resto, como le mola a la NBA decir: DNP.
Y así está el panorama, Lakers va a la deriva y lo más triste de todo es que no se ve nada en el horizonte que de algún tipo de esperanza… tal vez un trade, pero ufff está muy lejos, aún así, uno que es lacustre desde tiempos inmemoriables, espera que un buen día todo esté en su sitio y la máquina empiece a carburar y con un poco de suerte se alcancen los PO, entonces ya será otra historia, otra estación, la primavera, esa que la sangre siempre altera…
Tiempo para repasar, como siempre a nuestro modo, cómo va el primer mes y algo de la NBA, donde han pasado muchas cosas, tal vez demasiadas o tal vez demasiadas pocas, ahí ya cada uno, pero vamos por conferencias…
Primer nos vamos al Este que es lo que más cerca nos queda y simplemente nos vamos a echar las manos a la cabeza: Knicks y Nets dominando?!?! (con Miami ya ni contamos, está a otro nivel, al nivel de cuLebron claro…), es algo inaudito pero la Batalla de la Gran Manzana parece que va a ir más allá de los partidos en el MSG y en el Barclays, y nos gusta, la verdad es que no hay nada mejor como un pique de los buenos. Ya se pudo ver en el partido de Brooklyn, que el ambiente de PO era tremendo… habrá que estar atentos… y también atentos a cuando vuelva Amaré… jur jur jur.
Luego tenemos a los Wizards, que a pesar de no tener mal equipo, están con un record ridículo, aunque creemos que cambiará cuando Nené se acople y vuelva Wall. Bobcats va ganando, también era de esperar la verdad, pero sobre todo vamos al caso de los Cavs con un Varejao a nivel All-Star y un base que ya es una realidad y que es uno de nuestros favoritos dentro de la NBA, apenas ha ganado partidos y tiene pinta de que vaya a ser una de las decepciones de la liga… pero ojo, un equipo que tiene 2 jugadores que serían titulares en el resto de 29 franquicias… un caso curioso la verdad y digno de estudio.
Por el Oeste la gran noticia son los Lakers, guste o no, se cargaron a Mike Brown y sin Nash los Lakers de D’Antoni aún los estamos buscando, a pesar de que han hecho apariciones esporádicas en un par de partidos, pero no, no están. Y parece raro, ya que con Howard la cosa iba a cambiar, pero no, el equipo ahora no se sabe que es y la clave sigue estando en la defensa, lo peor de todo es que aún no se sabe cuando vuelve Nash. San Antonio sigue buscando a Lupita y cuando lo hace son los mejores, ojo al equipo de Popovich que promete algo parecido a lo del año pasado, esperemos al menos que no acabe igual.
Sorprende y gratamente los Grizzlies. Mola ver jugar al equipo de Memphis, parece que con Randolph sano y sin OJ Mayo todo fluya mejor, pero lo realmente sorprendente es un banquillo con jugadores, entenderme, del montón, produce casi lo mismo que los titulares, pero Hollins ha conseguido un equipo, un conjunto… algo parecido a lo que tiene Popovich en SA, tal vez por eso mole tanto verlos jugar… También sorprende Warriors, sin Bogut, que vete tú a saber cuando vuelve, pero con un Lee que está muy serio y un equipo que parece que se lo pasa bien jugando a esto del basket… y eso que tienen el entrenador que tienen, extraño. Otro dato destacable: Lillard, va para rookie del año de largo y que es una gozada verlo jugar… algo parecido a Irving el año pasado…
Estamos viendo menos basket del que nos gustaría ver, eso siempre nos pasa, siempre queremos más, pero así estamos viendo las cosas y no os olvidéis que seguimos viéndolas día a día en nuestro Twitter donde hacemos esto que acabáis de leer, pero con menos caracteres y tal vez con algo más de mala leche… la justa.
El otro día hablamos de que algo pasaba en LA y justo a las pocas horas, todas las sospechas de que algo pasaba se vieron confirmadas con la salida de Mike Brown de Lakers. Con todo esto, enseguida la maquinaria en LA se puso a carburar y después de un más que acercamiento a Phil Jackson, Lakers se decidió por otro Mike, D’Antoni para dirigir la nave lacustre los próximos 3 años (con otro opcional), pero cómo van a ser los Lakers de este otro Mike?.
Para empezar a ver que puede pasar con estos Lakers hay que ver que ha hecho D’Antoni anteriormente y claro, nuestra mente se va a Phoenix y aquellos Suns del ‘Corre corre que te pillo y tira a canasta ya leñe!‘, que es un poco la traducción del ‘Seven Secods Or Less‘ de los Suns. Allí Nash mandaba y junto a Amaré dominaban el Pick & Roll como nadie, con Shawn Marion y Joe Johnson en las alas tirando brutalmente de 3, esos eran los Suns que estuvieron a nada de las finales si no llega a ser por aquellas sanciones extrañas en SA… Luego vino la época en Knicks, unas temporadas raras, con el equipo intentando hacer hueco para un Lebron que nunca llegó y con un Melo que puso mucho de su parte para que fracasase el proyecto D’Antoni en la Gran Manzana, aún así, aquellos Knicks de Amare, Felton, Gallinari,… era un equipo molón de ver y después del Melodrama fue otra cosa…
Si hablamos de la defensa o de la poca defensa que pueden tener los equipos de D’Antoni, tenemos que empezar a decir que esto es un poco tontería y vamos a ver el por qué… El ideal del nuevo entrenador de Lakers es como el de los concursantes de cierto programa que hacen en cierta cadena con un 5 es decir, meter, meter y meter. Con lo cual, si a tu equipo le meten 115 puntos pero tu llegas a 120… qué más da? además, estos Lakers van a tener algo que no tenían aquellos Suns y es el poder intimidatorio y la defensa de Howard, otro plus más.
Otro punto para desmontar la teoría de la defensa de D’Antoni, es que sus equipos siempre han estado en la zona media en cuanto a defensas, es decir no eran desastrosos como mucha gente quiere hacer parecer, así que Lakers seguirá siendo un agujero defensivo (más o menos) pero todo parece indicar que vamos a ver muchos puntos en el equipo angelino ya que sin duda D’Antoni es un entrenador de ataque y eso es lo que demostró en Suns, pero de un ataque bastante alejado de lo que Lakers pretendía hacer con la famosa Princeton Offense, este ataque es más para Nash… y Howard.
Y donde deja esto a Kobe & Pau? pues donde ellos quieran, así de claro. Creo que Kobe va a ser inteligente y viendo la muy buena temporada que lleva a nivel personal, es de esperar que deje hacer a D’Antoni, el cual ya ha entrenado a Kobe en los dos últimos JJOO. Pau va a tirar más… para que os hagáis una idea, tiene pinta que será el Diaw de aquellos Suns, pero con un cobertura inferior al francés.
No olvidemos una cosa, este movimiento es un movimiento para esos 3/4 años y no para la inminencia que era el de Phil Jackson, algo extraño en estos Lakers que siempre se mueven en el ahora, pero la apuesta de Ketchup y los Buss es clara, quieren de vuelta algo de Showtime y D’Antoni es el perfil que puede darles eso.
Así que eso es lo que hay o mejor dicho, lo que puede haber, por que no os olvidéis que todo esto (y lo que leáis por ahí de diferentes gurus y demás…) son todo especulaciones porque hasta que no lo veamos no sabremos como son estos Lakers de Mike… D’Antoni.
Seguro que todos habéis visto la mítica película de Cameron Díaz y Ben Stiller, Algo Pasa Con Mary, en ella Ben Stiller se enamora perdidamente de algo que parece que es un amor imposible, Cameron Díaz, todo muy raro y con situaciones extrañas, pero al final acaban todos felices, perro incluido.
En LA podríamos irnos perfectamente a escenificar la película, pero no sabemos quien es Ben Stiller y quien es Mary y quien es el mítico perro, pero algo pasa en LA.
Lakers partía con el mega cartel de favorito, después de hacerse con Howard y Nash todo parecía que iba a ser un coser y cantar, pero no, a día de hoy el equipo está sin Nash (lesión corta, pero lesión) y con un record de 1-4 que nadie esperaba.
Viendo los partidos te das cuenta de que algo no carbura, la tan famosa Princeton Offense de momento se ve a pinceladas o directamente ni se ve, con Nash (lo poco que ha jugado) y Howard perdidos y lo que es más peligroso, con Gasol totalmente desaparecido en combate cual Chuck Norris. World Peace como siempre a lo suyo, pero es el único que hace algo en defensa (ahora iremos a la defensa…), con lo cual hay veces que te compensa… y Kobe siendo un Kobe algo diferente, sabiendo que en el equipo ya no está sólo él, pero al final acabando desesperado viendo que nada ni nadie intenta hacer algo para solucionar el problema.
El banquillo es nulo. Así de claro, Blake que ahora está jugando más por el tema de la lesión de Nash, parece también revolucionado, Jordan (Hill), aporta ganas y garra, pero poco más. Jamison aún está en Cleveland y el resto… pues ahí, en el banquillo y cuando salen, pues porque hay que jugar con 5.
Pero vamos al gran problema: la defensa. O mejor dicho, la no defensa. Si el año pasado se fichó a Mike Brown para apuntalar este aspecto y vimos que nanai, este año todo se está elevando al máximo. El caos defensivo de Lakers es de aupa, pivots que están solos haciendo bandejas, picks & rolls sin ayudas, puertas atrás más solas que Claver en el banquillo de Blazers…. es tremendo el coladero que es Lakers y claro, los rivales lo saben y se aprovechan. Cualquier equipo con un mínimo de ataque es una amenaza total para Lakers, incluso en el partido contra Pistons, cuando parecía que todo estaba encarrilado, Pistons tuvo un arreón final que hizo que Kobe & cia aún tuvieran que salir un rato.
Entonces, viene la gran pregunta… qué hace Mike Brown? pues eso es una grandiosa pregunta. Personalmente tenía mi confianza, sí lo sé, tal vez sea el único que confiaba en él, pero este año, partido a partido la voy perdiendo a ritmos endiablados. El equipo no juega a nada, ni defiende nada, Kobe se le ve desesperado y leñe, la excusa de conjunto sin conjuntar, no me vale, mira a Mavs o a Magic, que apenas han jugado un rato juntos y parece que lo lleven haciendo mucho tiempo. La excusa del físico, vale, esta puede valer, ni Kobe, ni Howard, ni por supuesto Nash están al 100%, pero tampoco se ve recursos en el banquillo para hacer ALGO diferente y sumar.
Qué excusa nos queda? pues pocas o bien pensar en los Heat de la llegada de LeBron que empezaron bastante mal y que luego ya todos habéis visto a donde han llegado. El problema aquí es que esos Heat eran para el futuro y estos Lakers son para 2 años, los años que le quedan a Kobe, es decir, son unos Lakers para ya, para ahora y no se si los Buss y Ketchup aka GMOFTHECENTURY van a tener la paciencia suficiente para esperar a estos Lakers de Mike Brown….
Pero volvemos a Algo Pasa Con Mary, al final, todos acaban contentos y la pareja unida, estos Lakers huelen a eso, a que van a pasar cosas, sí, tal vez Mike Brown se tambaleé o lo pase mal (como el perro de la peli) o incluso sea cesado, pero estos Lakers huelen a final feliz, no se si este año o el siguiente, pero los mimbres son buenos, ahora sólo hace falta saber si el director de la película se aclara con tantos personajes extraños y diferentes entre sí, para ponerlos todos a hacer su papel o bien hay que buscar a otro director…
La dinastía continúa. Cuando tu cuarto mejor jugador sería el franquicia en muchos otros equipos… solo se puede pedir una cosa: que cuando presenten a tu equipo en el Staples, suene la Marcha Imperial.
Altas: Dwight Howard (Orlando Magic), Steve Nash (Phoenix Suns), Antawn Jamison (Cleveland Cavaliers), Jodie Meeks (Philadelphia 76ers), Chris Duhon (Orlando Magic), Earl Clark (Orlando Magic), Robert Sacre (Draft), Darius Johnson-Odom (Draft)
Bajas: Andrew Bynum (65.7% de los minutos), Matt Barnes (44.8%), Troy Murphy (29.8%), Josh McRoberts (22.3%), Ramon Sessions (21.8%), Andrew Goudelock (21.8%), Christian Eyenga (0.6%)
Empezamos:
Los Angeles Lakers en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
10º
13º
25º
8º
20º
7º
Lo que diga el Alubio
El mejor anotador, el mejor pasador y el mejor reboteador de la última década están contigo. Hay tiro exterior, hay juego interior, hay habilidad para pasar en los dos postes, tanto por altos como por bajitos, hay defensa, hay inteligencia, hay altura, hay peso, hay historia. Lo tienen todo.
Pero el baloncesto es holística: el todo es diferente a la suma de sus partes.Y la parte más voluble se llama Kobe Bryant.
Que Kobe no está ya para meterse 28 puntos por partido a su rollo, y con los compañeros que tiene, es algo de lo que ya se ha dado cuenta todo el mundo, menos él y sus fans. Se quedó a una décima de punto de coger a Durant como máximo anotador, con una sutil diferencia: que en 8 partidos menos, falló 108 tiros más que él. En eso sí que lideró la Liga, claro está. Su TS%, un 52.7, estuvo por debajo de la media de la Liga, y su porcentaje de triples es el peor desde que tenía 23 años. Teniendo a Bynum o Gasol como compañeros, semejante volumen es imperdonable.
Pero sería aún peor con Howard y Nash en el barco. Bryant todavía tiene la calidad para ser un magnífico jugador sin tener que dominar el balón. Anota puntos saliendo de un bloqueo indirecto al mismo ritmo que Durant, siendo 5º en la Liga entre aquellos con más de 100 sucesos, y en estático está bastante por encima de la media también. Y nadie le pediría que abandonara por completo su estilo.
Pero el potencial de este equipo es tan temible (para el rival) que no se pueden permitir que el 25% de los puntos que mete su estrella, se hagan por debajo del ritmo medio. Y lo que más enerva de Kobe, a diferencia de otros tirazapatillas, es que él no es un inconsciente. Vive en una burbuja de ego que de vez en cuando le puede distorsionar la realidad, pero es inteligente para saber cuando está haciendo daño al equipo. Su avaricia no es fruto de un onanismo rampante, sino de su competitividad.
Y lo cierto es que no ha tenido ningún compañero comparable a Nash en el perímetro durante toda su carrera. No sería difícil pensar que Kobe puede ver su juego desconectado al de los grandes interiores que le acompañaban, y pensar que la tarea de creación era una misión exclusivamente suya, y que esa disfunción le haya llevado a abarcar más de lo que debería. Pero ya no tiene esa excusa.
El éxito de los Lakers será proporcional a cuanto gravite la cantidad de tiros de Kobe hacia las 25 posesiones por 36 minutos. Por lo menos ya se ha dado por aludido.
El Princeton de Bel-Air
Aunque el ataque Princeton no es mala idea para este equipo, tanto desde el punto de vista de aprovechar sus recursos lo mejor posible, como el del espectáculo para el espectador, mientras Nash siga siendo el mejor distribuidor del mundo, me gustaría ver a los Lakers haciendo bloqueos directos en el poste alto (o como Steve los suele hacer, altísimo) en bucle. Hablábamos el día del avance de Dallas de las posibilidades de un doble bloqueo directo (que Orlando tiene en su libro de jugadas, aunque no con los dos hombres altos) con Gasol y Howard, y decíamos que el de Dallas podría ser aún más impredecible por el mayor rango de Kaman comparado con Dwight. Borren lo dicho, porque se nos había olvidado que Bryant, el mejor exterior en el poste bajo de la Liga, se podría unir también a la fiesta, y hacerlo de manera fantástica.
Cuando empiezas a sumar bloqueos y diferentes jugadores, es verdad, que al final acabas convergiendo a la Princeton Offense. Pero la diferencia es que en una Nash es el dueño y señor que ve todos los cortes y elige quién acabará la jugada (o da el pase extra), y en la otra, puede perder la pelota al principio. Lo de Gasol pasando desde el poste alto está muy bien, y es genial y se puede y debe seguir utilizando, pero eso era para el año pasado, cuando estaba Fisher y cuando estaba Sessions, ahora debería ser un recurso nada más.
Repetimos, tienes a Stephen John Nash en plantilla, que se montó un mejor ataque con Gortat y Frye, que el que los Lakers tenían con Bryant, Gasol y Bynum (información, no opinión, es un dato objetivo, 2 puntos por 100 posesiones más).
Dale las llaves del coche a él, hazlo fácil.
La mujer barbuda
Pese a la llegada de Antawn Jamison y Jodie Meeks y el buen hacer de Jordan Hill al final de la temporada pasada, el banquillo de los Lakers sigue siendo la parte del equipo que más dudas crea, pese a que solo ha perdido a un jugador efectivo, Matt Barnes.
Jamison no es de los que ha logrado desafiar al tiempo, y sus 35 años ya se le están notando. Lleva un tiempo dando un pasito atrás temporada a temporada y si bien ya hace tiempo que no está para llevar el peso anotador de un equipo, su rendimiento el año pasado (44.7 eFG%) hace cuestionable que pueda ser siquiera la segunda o tercera opción. Viendo las aptitudes ofensivas del resto del banquillo Laker, se le pedirá un trabajo de Atlas, así que aunque se enfrente más a jugadores de nivel inferior, y los minutos que se necesitan de él se reduzcan (y tal vez más descanso le ayude y sea lo único que necesite), el protagonismo y la necesidad no van a cambiar, de hecho, su papel debería ser mayor porque aquí no hay nada remotamente parecido a la versión suplente de Kyrie Irving. Y Jamison fue aún peor (39 FG% y 32 3P%) en los minutos sin el base, cuando él, y solo él, estaba al mando. Como previsiblemente le tocará hacer en LA.
El fichaje de Meeks me da la impresión de que tiene tanto o más de garantía para aportar tiro exterior en el quinteto titular en caso de que perdieran a World Peace para la causa, que de dinamo de la segunda unidad, porque él no es un creador, y los Lakers siguen sin tener uno en el perímetro saliendo del banquillo, y más después de que ayer cortaran al único con potencial para ese papel, Goudelock. Un tirador que sabe defender nunca sobra… pero necesitan algo más, algo diferente.
Si yo fuera entrenador de los Lakers (y ahora vais a entender porque no lo soy), probaría una cosa. Kobe Bryant de pseudo-sexto hombre. No se me ocurre quitarle la titularidad, y al final tiene que estar, pero… ¿y si fuera el primero en irse al banquillo y regresara cuando salga Nash? Así los Lakers se asegurarían tener a uno de los dos siempre en cancha, de forma que hubiera un creador siempre en el equipo, y darles a los dos minutos en solitario para que puedan hacer sus cosas. Y, ¿por qué Kobe jugando con la segunda unidad y no Nash? Prefiero ver a Nash trabajando para los grandes que a Kobecon ellos, el banquillo Laker necesita más alguien que tire que alguien que se la pase a Ebanks o a Hill, le puedes marcar el territorio a Bryant de cuando puede y cuando no puede, y prefiero a Meeks y su repertorio, antes que a Blake/Duhon con los titulares.
Nash jugó 33 minutos el año pasado, Bryant 38. Seguiría coincidiendo con los titulares 23-28 minutos por partido (8 para empezar, 8 tras el descanso, los 8 finales), con otros 10-15 en la segunda unidad dando rienda suelta a sus fantasías más salvajes lo de siempre. Yo creo que le podría hasta gustar.
Pero en fin, otra de esas muchísimas ideas que nunca sabremos si funcionaría o no.
Una larga pretemporada
No nos engañemos, en el fondo, lo de los Lakers va a ser una pretemporada de 82 partidos, o casi, y en tanto tiempo lo habrán probado todo, y ya sabrán qué les funciona o qué no, o al menos, deberían. El caso es que este equipo está hecho para los Playoffs.
Y parece que pensado para enfrentarse a Miami. Sobre el papel, tienen un juego interior potente, que la alineación de bajitos de los Heat sudaría tinta para defender. El otro punto débil de Miami es como defienden a los bases, y ellos se plantan con Steve Nash. Nadie puede parar a LeBron, pero World Peace, con su fuerza es de los que más le podrían incordiar. Y las debilidades Laker, que son defender a los bases más rápidos, y el banquillo, no pueden ser explotadas por Miami, porque están en la misma situación. Miami tiene al mejor jugador y el equipo ya hecho. Pero en teoría, los Lakers les podrían dar un dolor de muelas mayor que cualquier otro en unas Finals.
Eso sí, si salen del Oeste, donde con OKC y San Antonio sucede al contrario: por configuración parecen haber sido ensamblados como mataLakers.Tony Parker y Russell Westbrook han bailado a Nash en Phoenix y a los Lakers en repetidas y variadas ocasiones. Sus juegos interiores están mucho más preparados para enfrentarse a Gasol–Howard. Y con Ginobili, Harden (apunte post-traspaso, la cosa se le ha puesto un poco más bonita a los Lakers. Lo que dijimos de la Marcha Imperial, es lo más serio de todo el análisis), Kevin Martin, Collison o Splitter desde el banquillo, obligarán a los titulares de los Lakers a abrir brecha, o ir a remolque. Hasta Denver, que aunque con un juego interior más flojo, tienen a Lawson, su profundidad y la amenaza del Pepsi Center para darles un susto.
Cuando llegue abril, los HoF Lakers solo van a tener opciones si tienen todas las piezas del puzzle. Así de caro está.
¡A robar carteras!
Los Angeles Lakers en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
13º
7º
14º
1º
30º
6º
Los Lakers, pese a hacer casi todo bien en defensa, acabaron por el medio del pelotón porque la temporada pasada batieron un récord negativo: fueron el equipo que menos pérdidas forzó en toda la Historia de la NBA. El equipo rival solo la perdió ante ellos 1 de cada 9.3 con jugadas, quitándole el honor a los Celtics del 90. Ya sabéis, Los Angeles, Boston, son como niños.
Por ponerlo en perspectiva, hubo tanta diferencia entre su porcentaje de pérdidas forzadas (10.7%) y el del 29º clasificado (Minnesota con 12.2%) como entre los Wolves y la media de la Liga. Cuando un resultado es tan extremo, suele suceder por diseño, no por ineptitud, pero salvo por el hecho de no arriesgar y no salir a cortar las líneas de pase, el forzar pérdidas no es algo de lo que por lo general, te tengas que cohibir.
Gracias a 82games.com que clasifica el tipo de pérdidas, separándolas en 3 grupos (faltas en ataque, malos pases y manejo de balón) los Lakers están entre los 5 últimos en las tres categorías, siendo los peores interceptando malos pases. Que haya tanta unanimidad en situaciones tan separadas hace más difícil que sea una casualidad, y parece que solo queda la opción de elegir si es por decisión del entrenador, o falta de lucha. Y como en 2011, con un equipo muy similar, fueron 21º, y salvo Blake, el porcentaje de robos ha disminuido en todo el resto de la plantilla de un año para otro, la sequía pinta a decisión de Mike Brown.
Aunque el arriesgar menos pueda ayudar al equipo, los extremos rara vez funcionan en la vida y en el baloncesto (en el fútbol, el balonmano y en el heavy-metal a lo mejor sí) y los Lakers deberían considerar volver a tasas más normales. Howard lleva dos años con un buen promedio de robos, triplicando el de Bynum y empezando por él, y la mayor protección que proporciona su presencia en el poste bajo, este equipo tiene motivos para animarse un poco más.
El rebote defensivo mejoró mucho la temporada pasando de ser el 22º al 5º de la Liga, gracias a la aportación de todo el equipo, sin que ningún jugador tuviera un aumento de su producción especial. Con Howard, 2º mejor reboteador defensivo de la Liga la pasada campaña, cogiendo en Orlando unos 7 de cada 100 rebotes más que Bynum, y una temporada completa de Jordan Hill, es posible que ningún equipo vaya a conceder menos segundas oportunidades que los Lakers.
Otro buen augurio es que lo de no hacer faltas (o que no se las piten) ya lleva un tiempo funcionando en este equipo. En 2010 fueron 2º y llevan dos temporadas liderando la Liga en este apartado. Bynum es el pívot que menos faltas hace de todos los que jugaron más de 20 minutos por partido, al menos 20 minutos, empatado con Bargnani, y Pau Gasol es 39º de 45 entre los ala pívots. Howard hace 1.2 faltas más por partido que Bynum, y será interesante comprobar si sus respectivos ritmos de faltas se mantienen cambiando el Amway, por el Staples, y el Grapas por el Wells Fargo. Sirva de descargo que la tasa de faltas por minuto de Gasol es idéntica en Memphis y en Los Angeles, por lo que el buen hacer de Bynum puede ser real. Sea como fuere, como no mandan a la línea al rival, no conceden segundas oportunidades y además no permiten un buen porcentaje de tiros de campo, los Lakers son el equipo que concede el 4º peor TS% a los rivales. Y aún así, fueron la 14ª peor defensa. Para los que digan que forzar pérdidas no es también importante.
Los Lakers hicieron dos fichajes importantes este año, y de cara a la defensa son una de cal y otra de arena. Pero en proporciones distintas. Empezamos por Nash y su fama de ser un colador en defensa. Lo cierto es que los bases rivales anotaron al ritmo de la media ante él: permitió 18.1 puntos por 48 minutos en 16 tiros de campos intentados, cuando la esperanza es de 19.4 puntos en 16.6, pero estos números están algo bastante coloreados porque en Phoenix a veces, el suyo no era el base, sino el exterior menos amenazante. Por su parte, ante Sessions en Los Angeles los rivales promediaron 21.5 puntos en 20.5 tiros, frente a Blake 18.8 en 17.9 y contra Fisher 18.6 en 16.6 intentos. En conclusión, Nash debería ver como los bases le atacan aún más en Los Angeles, pero los Lakers ya están acostumbrados a un desempeño similar en defensa, así que para el equipo será business as usual.
Así que aunque lo de Nash sea (por suerte) un movimiento casi lateral, de Howard sí se espera un impacto, y positivo. Ya hemos hablado como puede mejorar aún más al rebote defensivo y lo bien que le vendría a los Lakers su ayuda forzando pérdidas, pero Dwight Howard es mucho más.
Para empezar es la mayor fuerza intimidatoria de la Liga. Orlando lleva ya años estando entre los equipos que menos intentos y porcentajes permiten a 3 pies de la canasta, y eso es gracia al respeto que le tienen a Howard. Mientras que ese efecto no se observa en los equipos de otros taponadores de élite, con Dwight sí, porque es mucho más que un defensor de ayudas y de lado ciego. El nuevo fichaje no es un saltafintas, sino un completísimo defensor. Como todos aquellos jugadores de físico hercúleo, está estigmatizado como jugador poco técnico, y aunque eso tenga algo de verdad (pero poca) en ataque, sus movimientos en defensa tienen una carga de fundamentos formidable.
Pocos jugadores utilizan tan bien la línea de fondo como defensor extra, y las manos y los pies, para no solo cerrar la opción de tiro, sino hacer difícil cualquier otro tipo de maniobra. Una vez que el defensor rival se acerca a la zona protegida por Howard, ya no se trata de anotar, sino de salir de ahí. Tras compartir juego interior con dos stretch-4 como Anderson y Lewis, o un jugador bajito como Bass, Dwight tendrá el mejor compañero de poste bajo que podía imaginar con Gasol.
Los Lakers estuvieron en torno a la media de la Liga en porcentaje de tiro permitido en el aro, pero con Dwight, esa cifra, o la de intentos de tiro, debería bajar a lo grande. En el siguiente gráfico vemos el porcentaje de intentos a 0.9 metros del aro (3 pies) y el acierto de los rivales de Orlando en las últimas temporadas, comparado con la media de la Liga:
Si desde que Howard llegó los rivales ya atacaban el aro por debajo de la media, tras liderar la Liga permitiendo el menor porcentaje de acierto en 2009 y quedar segundos en 2010, el ajuste en 2011 los convirtió en el equipo al que menos osaban profanar su canasta. A Orlando, o le tirabas poco cerca del aro (como ha sucedido los dos últimos años), o lo hacías con poco acierto (los dos anteriores) pero las dos cosas no se permiten.
En conclusión
Aunque dependerá de cuan en serio se tomen esto de la Temporada Regular y cuanto se acoplen, los Lakers deberían mejorar a ambos lados del campo. En nuestra previsión les tenemos con el 5º mejor Índice Ofensivo de la Liga, 111.2 puntos por 100 posesiones, y 5º también en defensa con 104.1 en contra, una esperanza de 59 victorias y el 2º récord en el Oeste, pero no nos sorprendería llegar a ver a San Antonio y Denver por arriba.