Enuncia el principio de la Navaja de Ockham, que cuando dos teorías parten en igualdad de condiciones, aquella que tenga la explicación más sencilla suele ser la correcta. Este Mundial se podría haber desarrollado de otras maneras, pero si hubiésemos escuchado la metodológía desde el principio, lo hubiéramos tenido claro.
La explicación más sencilla en el deporte es que el mejor equipo suele ganar. Y salvo que uno estuviera muy desnortado en su hipótesis inicial, el mejor equipo es el Team USA. Y lo demostraron con creces esta noche.
129 puntos en 40 minutos en una Final, ante el equipo mejor motivado de todo el campeonato, esta juguetona Serbia de Djordjevic. El viernes llegaron a Madrid, el sábado atendieron compromisos promocionales, entrenaron un poco y dieron una vuelta por la ciudad, el domingo conquistaron, y vuelta a casa, fiesta mediante.
Serbia empezó fuerte, con Teodosic tan enchufado como en los dos partidos anteriores, y abrieron con un parcial 15-7 culminado por un 2+1 de Raduljica. Moviendo el balón hasta poner a Teodosic en posición favorable para penetrar, y dejando que este decidiera si soltarla a un cortador solitario o terminar la jugada él, parecía que Serbia había encontrado algo que explotar una y otra vez en USA, que además tenía a Anthony Davis en el banquillo con 2 faltas.
Pero es lo que tiene este rival. Se va Davis pero entra Cousins, y como reconoció Coach K después, ayuda a cambiar el partido «en cinco jugadas buenas«. Más acostumbrado a proteger el aro, su presencia permitió parar en un par de ataques seguidos a los serbios, y además estuvo atento para volver a lanzar al equipo a la contra nada más coger el rebote con pases largos. Hemos comentado alguna vez que una de las maneras de plantar cara a USA es defendiéndoles con un buen ataque, ya que en un intercambio de canastas, ellos no pueden correr. Obviamente, una cosa es decirlo y otra hacerlo, y en cuanto se limitó el acierto serbio, el desmorone en el otro lado de la pista fue inevitable.
Si al impacto de DeMarcus le sumas una racha inconsciente desde el triple de Harden (que forzó la segunda a Teodosic) e Irving, MVP a la postre, pues acabas siendo testigo de cómo se pone en marcha un parcial de 28-4 que acaba con el partido en el mismo primer cuarto.
Serbia siguió defendiendo en individual todo el partido (Djordjevic comentó en rueda de prensa que esa había sido su «identidad» y quería mantenerla), aunque claro, qué vas a poner… ¿una zona a un equipo que está metiendo más triples que los que está tirando? De todos modos, el partido pedía un algo, un cualquier cosa que nunca llegó. Ni siquiera la gresca balcánica marca de la casa que tan bien conocemos. Raduljica montó un conato de trifulca al volver del descanso, pero la distancia era sideral por aquel entonces, y la USA-B ha venido muy concentrada a este campeonato como para perderse en luchas ridículas.
Y todo esto fue con un Curry que no entró en calor, 14 minutos del hombre con una sola ceja que se iba a comer el mundo en esta Copa, el peor partido de lo que llevamos de campeonato de Faried, y un Rose torpón que en cualquier otro equipo que no se lo pudiera permitir habría ido al banquillo. Ganando todos los partidos de más de 20, y con una victoria media de 33 puntos, el dominio ha sido tan insultante que vuelve a traer fantasmas del pasado y preguntas a rueda de prensa sobre si el hueco que ha creado Estados Unidos con el resto del mundo se ha vuelto a agrandar.
Lo cierto es que la mejor versión de Estados Unidos, y esta es lo más parecido que puede haber a ello, vuela tan cerca del sol, que se quema, pero para volver a bajar a la tierra como una bola de luz y destrucción. Los equipos de 2008 y 2012 eran mejores, y practicaban otro tipo de baloncesto más coral, pero no alcanzaron el nirvana durante un partido importante completo como sí lo ha logrado este.
No era estúpido pensar que el combinado español hubiera tenido una gran oportunidad de vencer a USA de llegar a la Final, que ha desperdiciado. Pero ante esta versión de Estados Unidos, que era la fase de flujo de la que habla Gonzalo Vázquez hecha equipo, la pura pulsión de juego, nada podría haber hecho nadie, como mucho el equipo fantástico que se podría formar sólo con aquellos jugadores que decidieron no venir. «En otros partidos dominábamos, pero porque pegábamos acelerones. En este hemos dado un acelerón de 35 minutos» explicaba gráficamente Krzyzewski.
Ganó el mejor. Como suele pasar.
Notas desde la tercera fila
– El MVP a Irving nos pilló totalmente fuera de juego. Como habréis leído en Twitter, el voto de los periodistas se realizaba antes del tercer cuarto, a través de Internet, y en una «papeleta» virtual en la que no aparecía Irving como opción predefinida, había que meterlo de manera manual. Igual infravaloro el número de acreditados, pero en mi pequeña lista de gente cuyo voto conozco, muchos lo hicieron antes del partido-exhibición de Kyrie, otros no estaban «conectados» durante el partido, y sólo uno de los que se esperó al último momento decidió votar por el base. Supongo que la muestra que tengo no era nada representativa.
– Los jugadores de Serbia estaban genuinamente felices con la plata. Todos pasaron por zona mixta con sonrisa de oreja a oreja, que crecía aún más cuando se daban cuenta que nadie les paraba para hablar con ellos. Los protagonistas hoy eran otros.
– Ya me avisó David que los disfrutó en Bilbao: el banquillo USA hace el ganso hasta que Coach K se cansa, pega una voz, baja el brazo, y no se mueve una mosca. Así fue también ayer. Cuando a falta de 30 segundos Serbia empieza el trote cochinero dejando entrever que van a dejar correr la posesión entera, Krzyzewski levanta el brazo, les da permiso, y entonces ya se pueden abrazar.
– Ya vi a Woj, y creo que sabemos el secreto de su éxito. Es imposible distinguirle de un oficinista random que te encuentres por la calle. Si no nos avisa Fran Guillén, y no tuviera una pegatina que pone Yahoo! en el portátil, me voy sin tener el placer. Según bajaba por las escaleras me quedé observándole fijamente por curiosidad, de manera quizá un poco maleducada, debo admitir, y el zar del cotilleo NBA mantuvo la mirada de manera ultra-agresiva. Ahora temo que haya leído lo más profundo de mi alma.
– También pude dar las gracias a Sam Smith por «The Jordan Rules«. Yo soy más de «Playing for keeps«, pero aunque seas de Jordan, es imposible no admirar a Magic. Me dijo que va a sacar otro libro sobre Jordan el próximo mes porque «no se me ha ocurrido otra idea mejor.» Entrañable y genial. Estaremos atentos.
Sofi del día
A todos vosotros, por haber seguido nuestra cobertura del Mundial. No ha sido perfecta, y ha resultado menos espectacular que lo que uno ambicionaba, pero como dijo John Lennon, si no es apócrifo como todas las citas, «la vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes«.
El caso es que la acogida ha sido maravillosa, hemos sentido vuestro cariño, y como recompensa, sólo pensamos en cómo hacerlo mejor cuando volvamos a tener una oportunidad semejante.
Nos llena de orgullo y satisfacción que la FIBA nos haya dado voz y voto para elegir al quinteto ideal, y al MVP de este Torneo, pero como dijo el narrador en los cómics, o el Tío Ben en la serie y las películas, un gran poder entraña una gran responsabilidad, y nos tomamos las cosas en serio, demasiado en serio.
Por ello, vamos a contar lo que hemos votado, y por qué lo hemos votado. En primer lugar: hay que votar antes del final del tercer cuarto. Es decir, si Serbia le liara la Mundial a Estados Unidos con Dios disfrazado otra vez de Milos Teodosic en el último cuarto, nuestras votaciones no lo reflejarían. Entiendo que se quiera saber el resultado nada más acabar el partido, pero la votación es electrónica, no tienen que recontar papelitos.
Como además somos de los que todavía van a los aeropuertos dos horas antes, nosotros queríamos dejarlo hecho en el descanso, o poco más tarde, no vaya a ser que haya susto, que tenemos ilusión por este momento. Lo habríamos hecho antes aún, pero nos parece importante tener en cuenta LA P#*@ FINAL DEL MUNDOBASKET.
Así que en primer lugar… las normas auto-impuestas:
Es un premio a los jugadores: Los equipos tienen ya unos premios que se llaman medalla de oro, plata y bronce. Esto se trata de escoger a los mejores jugadores. Obviamente, cuanto más partidos, y más importantes sean estos, más lo vamos a valorar, y en eso influye mucho el equipo. Pero estamos abiertos a considerar un jugador que se haya quedado eliminado pronto si su actuación fuese superlativa en comparación con el resto. (ESPOILER: no es el caso más allá de semifinales, me temo).
Es un QUINTETO ideal: Queremos que tenga sentido como quinteto. Imprescindible que sea algo que un entrenador pondría en pista de manera habitual, no como recurso puntual. Por tanto hay cierto margen para que haya dos bases, dos jugadores interiores parecidos, utilizar con imaginación un jugador versátil… pero con responsabilidad. No vamos a preocuparnos de que sea el mejor quinteto estrictamente en cuanto a cómo combinan de bien (tiene poco tiro, poca defensa, dos jugadores así no compartirían el balón, etc…) pero sí que sea plausible. ¿En que va a influir esto? Sólo vamos a poner dos altos, y con todo el dolor de nuestro corazón, porque a lo mejor haría las cosas más fáciles, esteDiaw no lo vemos como alero. Tiene que ir por donde los dos hombres altos, con lo que ello conlleva.
Los méritos, los del Mundobasket: El quinteto ideal, dicho así, estaría muy probablemente formado por cinco jugadores de Estados Unidos. Pero se tienen en cuenta los méritos que están haciendo aquí, y sólo aquí. Y si por el motivo que sea, unos quitan parte del espacio y las posibilidades a otros, unos se ven beneficiados por sus compañeros, otros perjudicados… c’est la vie.
La defensa importa: Es mucho más difícil atacar que defender, y las estrellas son los mejores jugadores anotando por algo. Cuando uno tiene en cuenta la defensa, se puede pasar de rosca si le da igual peso a las dos cosas. Pero no tanto como el que sólo se acuerda de una. Su peso tiene, y su peso se le dará.
Así que sin más dilación, así hemos votado.
BASE. Milos Teodosic. Este puesto lo teníamos claro desde las semifinales, y a menos que se hubiera metido 18 puntos en su propia canasta en la primera parte de la Final, es suyo. Sus cuartos y semifinales han podido ser dos de los mejores partidos de su carrera, y es el líder en pista, y parte importante fuera, del mejor equipo mortal de este torneo. Además, la única competencia que tenía es la de un Kyrie Irving que ha tenido mucho menor protagonismo en su equipo hasta que incendió la Final (y que además, podríamos colocar de todas maneras en el quinteto), y Ricky Rubio si el Mundobasket se hubiera acabado la semana pasada con cuatro ganadores y estando como estábamos en España.
ESCOLTA. James Harden. Aquí teníamos a Klay Thompson hasta el descanso de la Final. Fijaos cómo estaban en minutos, puntos por partido, y puntos por tiro antes de esta noche, los exteriores más importantes USA:
Kyrie Irving: 24:30 minutos, 10.4 puntos por partido, 1.19 puntos por tiro
James Harden: 22:14 m, 13.1 ppp, 1.27 ppt
Steph Curry: 20:08 m, 10.8 ppp, 1.23 ppt
Klay Thompson: 23:52 m, 12.8 ppp, 1.28 ppt
Derrick Rose: 17:07 m, 5.4 ppp, 0.69 ppt. ¡Oops!
A empate técnico, Klay Thompson ganaba por su defensa. Y entonces, llegó la final, e Irving y Harden metieron 18 puntos uno, y 17 otro al descanso, pese a un dubitativo inicio de Estados Unidos, y nos hicieron replantear todo, hasta si Irving no tendría que pasar a Teodosic, o Thompson al otro alero que incluimos.
Como además, se vota antes, y sabemos que mucha gente ya lo ha hecho incluso el día anterior, y no hay opción para votar a HARDEN E IRVING, los dos (no aparecen en la lista, y sólo hay una opción de añadir un nombre fuera de ella), suponemos que muchos habrán optado por Thompson por defecto, que sí sale. Así que, pese a la defensa, y que él también ha hecho lo suyo en la primera parte de la Final (cuando votamos llevaba 7 puntos con 2 de 3 en triples, más un +1), nos quedamos con uno de los otros dos… y consultando con la parte de La Crónica que vivió esto desde Bilbao, me ha dicho que Harden ha sido más regular. Que así sea. Y así también sabéis por qué sale Klay Thompson, cuando salga Klay Thompson, como sospecho que va a pasar,
ALERO. Nicolas Batum. En nuestra crónica-epílogo-homenaje a Francia, damos muchos de los motivos y las razones, por los que Batum merece este reconocimiento. Fue el jugador más destacado en la pírrica derrota frente a Serbia, y volvió a liderar al equipo en anotación frente a Lituania. Ha metido 62 puntos en 37 posesiones en 20 horas en sus dos últimos partidos del Mundial defendiendo al mejor jugador del rival con un labio partido. No hubiera estado en el quinteto ideal de la primera fase, pero cuanto más importantes han sido los partidos mejor ha sido. Está dentrísimo, pese a la liada Final que nos ha hecho USA.
Resto de alas: Empezamos por el resto de exteriores en USA: para Irving, Klay y Curry vease la explicación dada al nominar a Harden. Aunque jugara de 4, sí que hubiéramos estado dispuestos a hacerle hueco como 3 a Nemanja Bjelica en esta posición, y quizá deberíamos haberlo hecho, aunque a una escala parecida de reparto coral, nos quedamos con los jugadores de USA. Y lo mismo ocurre con Bogdan Bogdanovic, cuya actuación no ha estado muy lejos de las de los americanos, pero sí lo suficiente, y más en la Final. Es una pena que incluyamos sólo un jugador de Serbia en el quinteto cuando hemos ponderado poner a 3 de USA, o 2 de Francia, pero ya dijimos, que esto va de jugadores, y gran parte de Serbia ha sido el e-qui-po. Bojan Bogdanovic ha sido quizá el mejor exterior desde un punto de vista puramente de la producción individual (lo que define muy bien a Croacia), pero quedó fuera demasiado demasiado pronto, y Emir Preldzic un poquito más tarde. Gana puntos además por ser extra-clutch pero es el más intermitente de todos los candidatos. Dario Saric es buen candidato tempranero para 2019, pero ahora, ni cerca. Goran Dragic habría sido una buena opción pre-torneo, pero no sé si llevaría siquiera el MVP en casa de sus padres después del Mundial. Y finalmente, JJ Barea ha sido el máximo anotador por partido del Torneo, pero votaríamos antes a la botella de agua de Solán de Cabras que tenemos aquí al lado.
ALA-PÍVOT y MVP: Kenneth Faried Mejor jugador del mejor equipo según crítica y público, su energía infecciosa ayuda un montón a poner el tono a un equipo que más cómodo se siente cuanto más rápido vaya. Su porcentaje de acierto en tiros de campo es imposible (67.6% llegando a la Final, aunque habrá bajado un poco), está metiendo los tiros libres, y gana por un pelo a Anthony Davis en casi todo aquello en lo que se les pueda comparar. Además, una defensa de caos y agresión le ayuda a potenciar sus fortalezas y ocultar sus carencias. Las reglas FIBA y la posibilidad de barrer el aro le han venido genial, y se ha convertido, contra todo pronóstico, en el mejor del Mundial en este equipo, por todo el trabajo hecho hasta hoy.
PÍVOT: Boris Diaw. La del segundo interior a elegir, ha sido, la decisión más difícil sin duda. Pero con las reglas que nos hemos impuesto, nos hemos dejado convencer de ponerlo como cinco. Hemos dado media final a Anthony Davis para que nos demostrara lo contrario, pero nos ha obsequiado con 3 faltas en 3 minutos, y siendo el único con +/- negativo el día que Cousins lleva un +26. Así que, en el momento de votar, la respuesta a la pregunta «¿Por lo que hemos visto en este Torneo, a qué jugador incluirías antes en tu equipo?» es Diaw antes que Davis, Valanciunas o el resto de candidatos. Puede ser una opción más romántica que pragmática. Pero el baloncesto también es pasión.
Resto de pívots: Este se suponía que iba a ser el MundoBasket de Anthony Davis. Ha estado bien, y todavía le quedó tiempo en la segunda parte para rebozárnoslo, pero le han acabado adelantando por la derecha en su propio equipo, aunque fuera por poco, y su actuación esta noche no ha ayudado frente a Diaw. DeMarcus Cousins ha sido por minuto, incluso mejor que sus compañeros (aunque contra rivales teóricamente inferiores), pero llega a la Final con tan solo 13.5 minutos por partido. Eso no lo podemos perdonar ni aunque nos haya dado la imagen del torneo, cuando le puso un enema a Jonas Valanciunas. Un Jonas Valanciunas por otra parte, absoluto merecedor de este reconocimiento, que también ha tenido que cargar un increíble peso anotador en una Lituania que ha jugado 9 partidos, y lo ha tenido que hacer con el peor acompañamiento en el puesto de base de todos los candidatos. Discriminar entre Diaw, Davis y él me ha levantado un mayor dolor de cabeza que la vecina del cuarto.
A partir de aquí nos quedan aquellos jugadores que hemos dejado fuera del corte mucho antes. Pau Gasol ha estado sensacional, y fue casi la única nota positiva del equipo ante Francia, pero ya había muchos candidatos como para compensar que no le hayamos visto en semifinales y la Final. También, pese a los highlights en forma de tapón, le han dejado ejercer de líbero en defensa demasiado como para tenerlo en cuenta. Miroslav Raduljica es un nombre que nos habéis propuesto en Twitter, pero lo veo más como una cara reconocible en Serbia que como un candidato serio para esto. Bjelica también podría haber entrado por esta vía, pero al igual que en el caso de los alas, me parece que, simplemente, él ha sido bueno, divertido y elegante, pero los ha habido mejores. Luis Scola es una leyenda de esto de los Mundiales, pero se fue muy pronto y en un muy mal partido individual. Gorgui Dieng, Hamed Haddadi y Gustavo Ayón, tienen mucha producción individual, que se ve tan perjudicada (pocos partidos) como ayudada por sus malos equipos. Y lo mismo para Andray Blatche, salvo que seas un boxscorista desatado filipino, no puedes decirlo en serio.
El final llega y con él la última jornada del grupo C de la FIBA Basketball World Cup, con todo por decidir y con un primer partido en plan final: Nueva Zelanda v Finlandia, el que gane dentro y el otro a casa.
Las gradas como siempre estaban a reventar, una de las claves sin duda en el BEC ha sido la afición finlandesa y como no podía ser de otro modo, no fallaron en el partido decisivo de su selección. Nueva Zelanda tenía la lección bien aprendida, había visto bien a los lapones y tenían claro que lo que había que evitar a toda costa era el tiro exterior.
Así fue. El partido empezó con muchísima igualdad, pero Finlandia apenas podía tirar de 3 debido a la aguerrida defensa maorí, dicha estrategia hizo que Finlandia empezara a desesperarse y que los Tall Blacks poco a poco se fueran en el marcador con un Fotu que partido a partido ha ido a más.
+20. Esa fue la diferencia másixima que consiguió Nueva Zelanda con una sensación de que Finlandia hizo ya todo lo que tenía que hacer, pero… surgieron los nervios, el verse ya con todo hecho y la heroica de los Susijengi empezó a tomar fuerza.
De nuevo la tuvo. Koponen pudo clasificarlos ante Turquía y pudo hacerlo ante NZ, pero no fue así y falló las 2 ocasiones que tuvo para igualar el partido y mandarlo a la prorroga. La Haka se va a BCN, para disgusto de Fratello.
Esta victoria sentenciaba el grupo: República Dominicana y Turquía estaban dentro y sólo se jugarían la segunda plaza. Fratello y sus HUF debían ganar a USA… y así empezaron. Durante 10:16 minutos Ukrania estuvo por delante de una USA que daba la sensación que iba de muy menos a más y que en cuanto quisieran apretar en defensa, todo se acabaría.
Tal cual sucedió. En el momento que USAB quiso apretar, se acabaron los HUF y de la mano de Harden y como no Faried, USA ganó fácil a Ukrania y se iba de Bilbao con el objetivo cumplido, 5-0 y sin sobresaltos, bueno… Irving abandonó el partido tras una tremenda caída abandonó dolorido la pista. Al acabar el partido me acerqué a él y le pregunté qué tal, su respuesta fácil: ‘I’m good, I’m playing saturday‘.
El partido que acababa con estos 605 minutos de baloncesto en el BEC fue un partido de lo más tranquilo, ya que Turquía salió a luchar por la 2a plaza y la República Dominicana estaba ya pensando en BCN y festejando su pase (excepto Garcia…que querría ganar hasta al parchís). Así que el partido careció de historia y los turcos lograron aquello que estuvieron a 4 segundos de perder.
Se acaban las Kronikas desde el BEC y es hora de agradecer a toda la gente que durante estos días en Bilbao nos ha ayudado y hemos charlado con ellos: a Iñigo, a Manuel, Juan y Mario desde la Rupública Dominicana!!, a Sekou, a Mika y Marko, a todos los voluntarios (Martín, Iker…), a la gente de organización/prensa (Naya, Juan, Oliver…), la gente de seguridad y en general a toda la gente de Bilbao. Gracias!
Notas desde la primera fila
– Fratello era un finlandés más durante el primer partido mientras lo veía en el tunel de vestuarios.
– Las caras del público finlandés al acabar el partido eran un auténtico poema. Lo tuvieron muy cerca.
– Vimos a Drummond caminando por Bilbao. Grande…y tal vez algo pasadito de peso.
– Nuestros seguidores Fermín y Ekaitz vieron el último partido en la SOFASUITE. El amigo Fermín y Olaia, su novia, salieron ambos en la Kiss Cam. E hicieron lo que tenían que hacer.
– Feldeine se pasó un tiempo muerto entero viendo la actuación del niño Michael Jackson y las cheerleaders.
Sofi Del Día
El último Sofi del BEC se lo lleva Nenad Vucinic, el entrenador de los Tall Blacks, por el gran planteamiento de partido en la ‘final’ contra Finlandia.
Segundo día de la FIBA Basketball World Cup y ya poco a poco nos vamos acotumbrando al ritmo de la competición y a todo lo que pasa alrededor, así que vamos a ello, que es lo que realmente queréis.
El primer plato nos traía a nuestros amigos los dominicanos jugándosela claramente contra los Tall Blacks, haka incluída soportada con respeto máximo (luego iremos con ello…) por los jugadores caribeños. El partido comenzó, como en la primera jornada, con una Nueva Zelanda super motivada y enchufando cosa mala de la mano de Abercrombie que metió 13 de los 14 primeros puntos.
En el 2Q despertó Sisco, Francisco García que empezó a meter canastas seguidas (y apretando en defensa con un par de tapones) y fue el que cogió el carro al cual Jack Martínez y demás se subieron para llevar a los dominicanos hacia una victoria clave.
Fue el Francisco Garcia’s Show, con un 73% en tiros de campo (11/15), 6 rebotes, 2 asitencias y otros 2 tapones y con una sensación de suficiencia insultante que daba gusto. El único que intentó seguir su ritmo fue Abercrombie, pero de lejos, de lejos.
Al acabar el partido estuvimos un rato con el gran Jack Martínez el cual dijo que el partido ‘importante es el siguiente, la meta es Barcelona, queremos ir a visitarla‘. Sobre la Haka, Martínez lo tenía claro, ‘ese ritual es admirable, nos quedamos locos, quiero que me enseñen ese baile! En serio, no nos lo tomamos personal, ya hablamos sobre ello antes en la caseta y que no es nada personal. Viene del rugby, todos lo hacen y es respetado‘. Como no podía ser de otra forma, le pregunté sobre el show que García había montado en pista… ‘espectacular, ha aprendido el juego FIBA y eso es genial para nosotros y para él mismo para aplicarlo en NBA el año que viene. Cada noche va a haber un jugador, tenemos que darnos cuenta quién es, para jugar con él, hoy fue Francisco. Es un lider. Está tomando decisiones y lo necesitamos‘.
El segundo plato hacía que el pabellón se llenara en el partido con más público de la jornada, sí, un Finlandia v Ukrania con casi 15000 personas de los cuales 8000 finlandeses no paraban de chillar y animar. Ya lo dijimos ayer, pero realmente hay que vivirlo de dentro para sentir y ver lo que han montado los Susijengi (manada de lobos en el idioma lapón) en esta FIBA World Cup.
Vamos de nuevo al partido, donde Finlandia salió a tirar y tirar de 3 y claro, cuando vives y mueres del triple, cualquier cosa puede pasar y aquí pasó la buena y los ukranianos no sabían como parar el ataque de Finlandia. Así fue el partido hasta que Fratello se dio cuenta que algo debía hacer y metió esa defensa con presión a toda cancha más características de otro continente que de este.
El movimiento tuvo su efecto y acortó diferencias, pero al final Finlandia hizo historia consiguiendo su primera victoria en una fase final de un Mundial. Se montó la fiesta y el BEC se convirtió en el Helsinki Arena una vez más. Fiesta que se vino aumentada fuera del pabellón donde el equipo salió a celebrarlo con los jugadores. Tremendo.
Para el final del día nos quedaba la reedición de la anterior final del Mundial: Turquía v USA. Y la verdad es que el partido no defraudó para nada.
Ataman, el seleccionador turco, realizó un planteamiento de partido perfecto: Realizar un pressing en toda la cancha, plantar una defensa en zona desde el inicio y cada vez que USA salga rápido a la contra, intentar pararlo rápido con falta. Si a esto sumamos un ritmo lento en ataque, todo lo lento que se pueda o más, es decir FIBA europeo al 200% buscando un marcador bajo, agítalo bien fuerte y tienes una buena forma de tocarle las narices a USAB.
USA no podía meterse en la maraña que había tejido Ataman y finalmente todos nos preguntábamos hasta donde podía llegar esta intensidad turca, las respuesta tardó en llegar: 3 cuartos. Ese fue el tiempo que tardaron los turcos en agotar sus pilas y energías para aguantar la intensidad que habían planteado desde el primer momento. A partir de aquí y de un triple bandejero de Curry, fue lo que acabó de sepultar el tremendo partido de los turcos. USA vio como se acercó el lobo… y esta vez supo reaccionar a tiempo.
El último cuarto fue un paseo para los americanos que de la mano de Davis y Faried finiquitaron el mejor partido visto hasta el momento en el BEC y con muchas cosas que otros equipos deberían de apuntar para una posible final…y no miro a nadie en particular…o sí.
Notas Desde La Primera Fila
– Durante el primer día la gente de los fondos se quejó de no ver el marcador. Hoy a primera hora, marcador en el suelo puesto encarado para verlo perfectamente.
– El rato que pasamos con Jack Martínez fue de lo más cordial, totalmente lo contrario a lo que aparenta en pista.
– El ‘uyyyyyy‘ en finlandés suena igual que en castellano.
– Los finlandeses haciendo la ola.
– Al acabar el partido, Francisco García iba caminando de forma que no sabías si estaba muerto o si bien iba en plan ‘soy mejor que el resto de la galaxia’. Hoy estuvo más cerca de la galaxia.
– Las cifras de público de las notas de prensa son de entradas vendidas: 14637 en el partido de USA, 14427 en el de Finlandia, pero nuestro oji-metro nos decía que había más gente viendo el Finlandia vs Ukrania, que el de USAB.
– Nos acercamos a ver los estiramientos previos de USAB. Lo que hizo Curry lo hace una persona normal y tarda un par de años en recuperarse.
– En las últimas jugadas del partido de USA, el público silbó a Rose. Increíble. No entiendo como se puede silbar así, simplemente por bajar el ritmo y querer que pase el tiempo para acabar. No lo entiendo de verdad.
Sofi del Día
Se lo damos a Francisco García con una tremenda actuación, pero sobre todo con esa sensación de jugonismo dentro de la pista que como sabéis, nos encanta.
Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:
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Después de batir el récord de partidos ganados por la franquicia en la NBA y finalizar terceros en el Oeste, los Nuggets se estamparon en primera ronda de Playoffs, y de repente, son un equipo diferente. Ya no está el entrenador que llevaba más de 8 años en esta franquicia, ni su General Manager (el titular y el asistente), ni su jugador de mayor perfil. Además, también perdieron al pívot titular y, para empezar la temporada, a una de las piezas más brillantes del equipo: el que empezaba los partidos de alero y los acababa de ala-pívot, que se lesionó el ligamento cruzado y el menisco de la pierna en abril, y no volverá, como mínimo, hasta diciembre.
A pesar de todo, mantienen una buena parte de lo que era un equipo joven y en progresión, que tiene una serie de singulares ventajas y un estilo claro de juego. Los Playoffs que parecían seguros salvo catástrofe para la temporada 2013-2014 hace cinco meses, son un reto ahora, pero tampoco extrañaría que lo consiguieran sin muchos problemas.
Radiografía de los Nuggets
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En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
De Karl a Shaw
Tras ocho años en el equipo, la salida por la puerta de atrás en Playoffs y alguna otra diferencia más (como el tiempo de juego de McGee o la renovación de su contrato que acababa el próximo verano) provocó que los Nuggets cortaran su relación con Karl un año antes de tiempo.
George dotó a este equipo de una identidad, aprovechó la altitud de Denver para basar todo en la carrera, y sabía convertir a jugadores desconocidos o rebotados de equipo en equipo en piezas útiles para una franquicia. Pero su random basketball, el baloncesto aleatorio, no servía en Playoffs donde siempre le entra el pánico y es el primer entrenador en renunciar a su estilo y corregir cuando no debe. A la hora de la verdad, acaba quitando el liderazgo de los jóvenes, y tirando de la vieja guardia que siempre esconde en cada plantilla (de Anthony Carter a Andre Miller pasando por Ed Najera) y la falta de estructura del ataque lo colapsa sobre sí mismo cuando le cierran la vía del caos.
Pero ahora, el rey ha muerto, viva el rey, y que entre Brian Shaw. Uno de los nombres que sonaban verano tras verano en cantidad de equipos, con un currículum impresionante pese a la falta de experiencia como entrenador principal, que le llevó por muchos sitios, incluido Europa, como jugador, y le forjó al lado de Phil Jackson en los Lakers, y más recientemente, Frank Vogel en una organización modelo como es Indiana.
Era la esperanza negra de volver a ver el triángulo en la Liga, pero ya ha dicho que no cree que vaya a ser lo que utilice en los Nuggets, con buen criterio a mi gusto. Pese a las muchas virtudes y cantidad de posibilidades que ofrece el sistema de Tex Winter, requiere que prácticamente todos los jugadores tengan una habilidad de crear juego, ser capaces de abrir posibilidades con su bote, pase y tiro. En un repaso rápido a la plantilla, Denver es probablemente una de las plantillas peor preparadas para hacer algo de esto, en un equipo falto de acierto exterior y con muchos finalizadores y pobres pasadores. Además, fueron uno de los peores equipos de la Liga posteando, tanto por cantidad como efectividad.
Así que, aunque utilice alguno de los conceptos (quizá la obligación de mantener unos 5 metros aproximadamente de espacio entre jugadores al moverse) tendrá que pensar otra manera de utilizar este ataque, sabiendo que a mitad de temporada, con la vuelta de Gallinari, tal vez tenga que volver a cambiar el enfoque.
Y en defensa, Shaw viene de uno de los mejores equipos de la Liga, y aquí sí tiene sentido aplicar un sistema con el de los Pacers… con jugadores muy inferiores. Con Karl, los Nuggets siempre han sido un equipo con problemas en la retaguardia, en parte por la plantilla que siempre ha habido, en otra por el sistema. La constante con George era aplicar la rapidez, también al otro lado de la cancha, y tratar de contener las acciones rivales con una alta presión: cambios en casi todos los bloqueos directos, envío de dos-contra-uno’s… como el propio Karl confesó a Matt Moore este año, ha tenido que oír como la gente, medio en serio, medio en broma, insinuaba que los equipos de Karl mandarían dos jugadores a defender a una máquina dispensadora de Coca-Cola.
El mayor reto del nuevo entrenador para construir una buena defensa, que pase de ser una de las que menos tiros en la media distancia y más en triples desde la esquina otorga a lo contrario, es conseguir un jugador que intimide y cierre el aro en la última línea de la defensa, como Roy Hibbert en Indiana. Los Nuggets tienen un jugador enorme y atlético, líder en tapones por minuto/posesión en la Liga el año pasado, con todas las condiciones físicas para tener ese papel, y al que además, los directivos estarían encantados de ver en pista después de la inversión que han hecho en él. El único problema es que ese jugador es… JaVale McGee. La clave de tu defensa va a ser un tipo que, si pones su nombre en YouTube, los tres primeros vídeos que te aparecen son uno en cuya descripción hablan de «stupidity«, un recopilatorio de bloopers, vamos, metidas de pata, y un especial sobre su figura en el Shaqtin’ a Fool.
Lo cierto es que su RAPM defensivo (+/- ajustado y normalizado) sin estar en la élite, siempre ha sido bastante bueno, aunque los números de su equipo con él y sin él en pista muestran algo de diferencia negativa. Difícil saber qué nos vamos a encontrar, porque un papel que le obliga a caer más atrás en la zona, explota sus defectos y virtudes a partes iguales.
Poniéndonos en el mejor caso, en el que Shaw consiguiera cerrar el espacio aéreo con McGee, e intimide lo suficiente para defender sin ayudas, de manera que el resto de jugadores no dejen nunca a los tiradores solos, especialmente a los lados (algo que Karl jamás consiguió… o intentó siquiera) obteniendo un balance positivo de JaVale pese al ocasional desliz, aún hay más problemas. Los Pacers tratan de dictar con sus defensores de perímetro a dónde se dirigen los bloqueos directos, mandando a los rivales a la banda y contra Hibbert, algo para lo que se necesita una cierta dureza que los Lawson, Miller, Robinson, Fournier, Foye y compañía no tienen. La baja de Iguodala como defensor en unos-contra-uno, o de la estrella rival, creo que puede ser suplida con ciertas garantías por Chandler (el año pasado, con los mismos 4 jugadores completando el quinteto, los Nuggets tenían el mismo índice defensivo con Wilson y Andre), pero la falta de fuerza en el perímetro puede estropear alguno de los planes de Shaw en las tareas de defensa colectiva y redireccionamiento de jugadas.
Otro problema para los Nuggets fue el rebote defensivo, en el que fueron 27º, concediendo multitud de oportunidades al rival, y es algo que también tendrán que mejorar este año, y puede que no sea fácil. Los números individuales y parte del sentido común invitaban a echar la culpa en la sangría al hecho de que Gallinari, 4º peor reboteador de la Liga (y 2º italiano de la lista) midiendo más de 2.07 jugara más de mil minutos de ala-pívot, teniendo en cuenta que pese a esta ventaja, además tiene peor tasa de capturas que muchos aleros a tiempo casi completo: Deng, Ariza, Gay, George, Durant, Leonard, Pierce, Wallace, Beasley, Kidd-Gilchrist,Turner o su propio compañero Wilson Chandler entre otros. Pero es con él en pista con quien los Nuggets rebotean mejor colectivamente, y los números con small-ball no fueron malos tampoco.
Así que habría que mirar en otra dirección. La tasa de rebote defensivo con McGee en pista es horrible (los tapones o su intento a destiempo son un filón para el reboteador en ataque rival) y no ayudaba tampoco que Brewer, que a cambio da una rápida salida a la contra, estuviera en pista. Aunque Connelly ha traído al equipo a JJ Hickson, 4º mejor reboteador por posesión con más de 1000 minutos el pasado año (aunque los números a lo largo de su carrera son peores) y Brewer se marchó rumbo a Minnesota, el cambio de personal ha sido un movimiento más lateral de lo que parece. Corey será sustituido por el peor reboteador de la Liga la temporada pasada con más de 1000 minutos en pista, Randy Foye, y Hickson llega a ocupar más o menos los minutos de Koufos, sólido en la tarea, y con unas tasas de rebote comparables a las del nuevo fichaje el resto de su carrera, y lo que esperaríamos de él si regresara a la media.
Así que la mejora tendrá que ser tarea del entrenador y del desarrollo de McGee (recordemos, todavía 25 años). Quintetos más tradicionales con dos hombres altos siempre ayudan (aunque repetimos, el small-ball no fue el problema en Denver) y con Shaw seguramente veremos a los hombres altos más cerca del aro, en lugar de perseguir bases a las salidas del bloqueo, que también tiene incidencia en el rebote.
En definitiva, Shaw tiene una gran tarea por delante, pero es un reto apasionante. Él cita su pasado reciente en Indiana como ejemplo de lo que puede hacer un equipo joven y sin super-estrellas, pero aquí la tarea será bien diferente. En los Pacers, la diferencia entre titulares y banquillo eran claras, los roles estaban definidos, y los jugadores se complementaban bien. La situación en Denver es mucho más nebulosa, con una profundidad mayor, y muchas direcciones por explorar antes de decidirse por una. Veremos cómo se maneja.
Mejorar el tiro
El tiro exterior de los Nuggets ha sido un drama desde que Carmelo, Smith y Billups se fueron, y uno de los motivos por los que este equipo no podría construir un ataque efectivo a media pista. 22º en triples intentados (ajustado a posesiones) y 26º en porcentaje, los aficionados de los Nuggets tuvieron que comprobar como el segundo jugador que más lanzaba desde el perímetro no llegaba al 30% de acierto (Oppa Brewer Style), y su mejor hombre en volumen es el lesionado Gallinari.
Alguno de los refuerzos vienen a tratar de cubrir este problema. Si entre Corey Brewer e Iguodala, metieron 182 triples en 594 intentos (30.6%), eso lo compensarían más que de sobra con lo que Randy Foye hizo en Utah el pasado año: 178 canastas, pero necesitando sólo 434 lanzamientos (41%). A medida que el nuevo escolta ha ido subiendo sus intentos por partido durante su carrera, ha mejorado su acierto, y ya lleva un par de años entre los mejores tiradores de la Liga. Unido a Nate Robinson, Evan Fournier (y su preciosa forma de tiro) y Wilson Chandler, los Nuggets tienen 4 jugadores con un acierto por encima del 40% la pasada temporada en más de 4 intentos por 36 minutos, y de repente, parece que un tiro exterior está tomando forma al pie de las Rocosas.
Eso sí, luego te das cuenta que hablamos de tres jugadores irregulares, que vienen de hacer el mejor año desde el perímetro de sus respectivas carreras, y que en 17 temporadas conjuntas, sólo habían pasado de esa línea mágica del 40% una vez, y el otro, Fournier, lleva sólo 52 intentos en la Liga. Si todos estos regresaran a la media, el tapado aquí puede ser Jordan Hamilton, que tuvo pocos minutos con George Karl, pero los aprovechó bien, y pese a la fama de tirador a rachas con la que llegó a la Liga, ha sido mucho más regular de lo esperado.
Los Nuggets también han añadido algo más de tiro a su rotación de hombres altos, en la que ni McGee, ni Faried, ni Koufos, tenían nada parecido a un juego a media distancia, y era Gallo cuando jugaba de 4 el único en ofrecer el recurso. Entra en escena JJ Hickson, que con un 47% de acierto fuera de la pintura el pasado año, puede tirar tras poner el bloqueo directo (pick’n’pop) o esperando en las líneas de fondo (buenos porcentajes desde ambos lados) que ningún hombre alto tradicional daba en Denver el pasado año.
El que me convence bastante menos es la otra solución a este problema, Darrell Arthur. En lo del tiro es verdad que es impecable, con un monstruoso (de bueno) 62.8% en tiros desde la bombilla (que no es sostenible, pero aunque baje, sigue siendo excelente), pero si es algo más que el cuarto o quinto hombre alto de la rotación, Denver tendrá problemas.
Los Grizzlies fueron 5.2 puntos peores por 100 posesiones con él en el quinteto (y no es el clásico caso de diferencia entre titulares y banquillo, jugó bastantes minutos con Z-Bo o Marc), y su RAPM (+/- ajustado y normalizado) es de los peores de la Liga, más concretamente el tercer peor en jugadores con 970 minutos o más (no llegó a 1.000 por 30). Además, es el 18º peor jugador en rebote de todos aquellos por encima de 2.05 y 500 minutos (casi todo el resto de jugadores peores que él pasaron minutos jugando de alero), su porcentaje de tiro verdadero a lo largo de su carrera es un bajo-par 49.2% (47.7% el año pasado) y aunque abre la oportunidad de pick’n’pop, no acaba de estirar el rango completamente porque no tira de tres. Como además, es un habitual de la enfermería (tras perderse la temporada entera en 2012, el año pasado no apareció en 23 encuentros), su prometedor temporada en 2011 no ha visto continuidad y ahora mismo no parece un jugador que vaya a pasar de ser un parche de emergencia o un recurso puntual.
Vaya papeleta…
Decíamos antes, y ya es otra seña de identidad de este equipo casi tan grande como la altitud, que la plantilla de los Nuggets es de las más profundas de la Liga. Y esto, que es una bendición y ayuda a ganar muchos partidos, puede ser un problema a la hora de gestionar una plantilla. Karl navegó con mucha mano izquierda en la complejidad del entramado diplomático que es repartir los minutos, un aspecto infravalorado de su mandato, pero Shaw tiene una auténtica papeleta por delante.
Los únicos puestos fijos a día de hoy parecen el de Ty Lawson y el de Kenneth Faried (aunque su candidatura casi entra a la lista de puestos seguros, no incluimos de momento a Gallinari cuando vuelva de la lesión, ya que si Wilson Chandler empieza la temporada contra los titulares al nivel que acabó la anterior frente a las unidades suplentes, no tiene nada garantizado) y tratar de adivinar cuál será la distribución de puestos y tiempo en pista de los Nuggets es un ejercicio con el que corres el riesgo de ver explotar tu cabeza.
Sin el italiano las cosas parecen un poco más claras, con Wilson Chandler como alero titular, y el puesto de pívot a repartirse entre McGee y Hickson, con el incumbente por delante si por los que mandan en Denver fuera, con Mozgov esperando su oportunidad. Hickson es mejor ala-pívot, y tendría también ventaja en la lucha por los minutos de suplente en esta posición.
El puesto de escolta y base suplente va a ser un polvorín todo el año que se puede poner peor si Chandler viene a pegar un bocado a los minutos de la posición tras la vuelta de Gallinari, que seguramente también recorte un poco de tiempo a los hombres altos.
El trabajo en el puesto de escolta seguramente vaya a quien tire mejor sacrificando lo menos posible la defensa. Por altura, y con el resto de candidatos muy bajitos, y más para acompañar a Lawson, ese sería Fournier, aunque si no ha ganado cuerpo y por su bisoñez, tampoco es una opción perfecta. Nate Robinson es seguramente la posibilidad más popular, tras un buen año en Chicago, y habernos dejado alguna que otra heroicidad en Playoffs. Con otro base diferente a Lawson, alguien más alto, aguerrido, y efectivo en defensa, podría ser el favorito, pero en estos Nuggets, se antoja muy complicado. De su papel, esperamos que sea microondas, y poco más, aunque tiene a otro jugador que está en su misma situación, con la misma problemática y amenazando sus minutos, incluso desde el banquillo: Randy Foye.
Lo que me sorprendería ver de nuevo es a Andre Miller en esa posición. No puede tirar de tres lo más mínimo (su 21% de acierto a lo largo de su carrera es, como su juego, cosa de otras épocas) y Karl lo hacía en parte para tener la correa de Lawson bien apretada en la pista, pero no creo que Shaw se ande con los mismos juegos psicológicos utilizando al veterano jugador (que cumplirá 38 años al final de la temporada), que además, si hacemos caso a la rumorología, estuvo en el mercado este verano.
Poner dos bases en pista fue habitual en la Liga el pasado año (con mis clasficaciones personales de quién es base y quién no, encontramos 9 parejas que coincidieron más de 500 minutos, con resultados dispares) y la de Denver, con 866 minutos, fue la quinta con mayor presencia. Con ellos dos en pista el resultado es positivo (+5.2 puntos por 100 posesiones) pero algo menor que la diferencia que conseguían los Nuggets en general (+5.6), así que el Lawson–Miller va directo al grupo ni fu ni fa. Mejor en ataque que en defensa, pese a los problemas de espacio, puede ser una solución a momentos en los que el equipo esté atrancado, pero si sigue siendo la pareja a la que acudir en los momentos finales del partido, significará que ninguna otra de las opciones para el puesto funcionó en Denver.
Último adiós a Iggy
Los Nuggets perdieron a Iguodala tras tenerlo en préstamo durante un año, y le echarán de menos. Andre tenía el mejor RAPM del equipo (que estimaba que su presencia hacia mejor al equipo en 3.3 puntos por cada 100 posesiones en defensa) y el segundo mejor entre los escoltas de la Liga tras Tony Allen, y acercó a los Nuggets al Top 10 en defensa de la Liga.
Pero no es sólo aquí donde el equipo le echará de menos. Iguodala es un excelente pasador, que dio 5.4 asistencias por partido el año pasado, siendo el 6º en cantidad por minuto entre los no bases, sólo detrás de Ginobili, Luke Walton (!!!), LeBron, Monta y Kobe.
Los Nuggets seguirán saliendo a la contra y tirando de rapidez porque su base es un rayo, los hombres altos tienen una enorme capacidad y energía para adelantar a los rivales y coger un pase imposible a su espalda, y la altitud juega a su favor. Y otra de las cosas en las que este equipo destacó en ataque es con un fantástico rebote ofensivo. Por eso, su necesidad de tener jugadores que creen tiros para sus compañeros no es tan acuciante como en otras franquicias, porque Denver hace las cosas de otra manera. Pero la falta de jugadores solidarios que puedan conseguir ventajas a partir del pase empieza a ser alarmante, sobre todo si este equipo quiere ser mejor a media cancha. Veremos si la imaginación de Shaw y un poquito más de espacio y tiro en ataque sirven para compensar, pero creo que este equipo echará mucho de menos ese aspecto tan infravalorado del juego del gran Iggy.
Tras ser terceros hace un año en Índice Ofensivo, anotando 109.2 puntos por 100 posesiones, los Nuggets son decimosextos este año promediando tan solo 103.8.
Con Faried y McGee a tiempo completo son el equipo que más rebotes de ataque coge de la Liga, y han reducido el número de pérdidas, por lo que si el acierto se hubiera mantenido igual, los Nuggets deberían ser un ataque aún más potente, porque son el equipo que, ajustado a ritmo, más tira de la Liga. Por 100 posesiones, tiran (bien de campo, bien desde la línea) 7 veces más que la media.
Y gracias a crear más oportunidades que nadie, se están manteniendo a flote, y no han pasado a ser un horror de ataque, porque en puntos por jugada, han caído aún más, del tercer puesto… al vigésimoséptimo según Synergy.
A Denver este año le está costando anotar una barbaridad. Se le echa mucha culpa a la falta de acierto desde el triple tras perder a Harrington y a Afflalo, y aunque ha habido un descenso en en el acierto, ya que han pasado del 33.2% al 30.0% con el mismo volumen (24.3% y 24.4% del total de los tiros), la diferencia no llega a un punto por partido. Ya el año pasado fueron un equipo muy flojo desde el exterior, e Iguodala está prácticamente reproduciendo el acierto de Afflalo. El porcentaje de AI, aunque parezca un poco peor, sería igual si hubiera metido un solo triple más, y tira más por partido. La culpa es de alguien que ya estaba en el equipo, Gallinari, que tras acertar con el 36.8% de aciertos en su carrera, está metiendo solo el 22.2%, múltiples airballs incluidos, y por su alto volumen, es sobre todo él, el que está marcando la diferencia negativa, pero su reputación se mantiene lo suficientemente alta para seguir siendo una amenaza desde el exterior que los equipos deben defender, y el espacio en el ataque de Denver no se ha reducido.
En lo que han visto un descenso dramático los Nuggets, es en el número de tiros libres que intentan. A lo largo y ancho de la Liga se ha reducido el número en este comienzo de la temporada en un séptimo, como estudiaron en la ESPN, pero para los Nuggets la diferencia es mucho peor ¡Han pasado de ser 3º a 28º en la ratio tiros libres/tiros de campo intentados! Este descenso en el tiro más eficiente que puedes tener en una pista de baloncesto (salvo para algún pívot del Geppetto Brothers Club) hace que el ataque de los Nuggets haya pasado de potente, a uno de los más inofensivos de la Liga.
Han reducido tanto la frecuencia con la que van a la línea, donde han pasado de ser 2º y tirar dos tiros libres por cada seis de campo, a ser 26º, y cobrarse dos lanzamientos de falta personal por cada ocho. Además, tienen el peor porcentaje de acierto de la Liga, un 64.7%, un balance, que de mantenerse a lo largo de toda la temporada, sería el más bajo visto en la NBA desde el año 1968.
Según Kevin Pelton, si todos los jugadores de los Nuggets estuvieran metiendo los tiros libres al ritmo previsto para ellos, teniendo en cuenta la distribución por jugadores, los Nuggets deberían estar metiendo el 73.7% de sus tiros libres, una diferencia de 9 puntos porcentuales, y que les daría 2 puntos más por partido. Como cada punto por partido supone, a lo largo de la temporada, unas 3 victorias, los Nuggets perderían unos 6 partidos esta temporada, sola y exclusivamente por su (des)acierto en la línea, si mantuvieran todo el año este nivel.
Pero los Nuggets no están siendo solo 2 puntos peores por partido que el año pasado en ataque, sino unos 4.6, por lo que no solo es el retroceso desde el triple y la línea, hay algo más.
El uso del pick’n’roll cuando lo finaliza el bloqueado ha sufrido un gran descenso en su eficacia. El año pasado, lo utilizaron en el 10% de sus jugadas y metían 0.81 puntos cada vez que lo utilizaban, en media. Este año, recurren más a él (11.9%) pero peor, 0.62 puntos por posesión. Todos los jugadores que lo ejecutan en Denver (Lawson, Miller, Gallinari e Iguodala) lo hacen con menos eficiencia que el año pasado, y especialmente paupérrimo es el rendimiento de Gallinari que ha sacado 7 puntos de 16 intentos.
Pero no solo Danilo ha retrocedido este año: Ty Lawson está teniendo un principio de temporada un tanto complicado. Ha reducido sus porcentajes en todo tipo de tiro: tanto en el aro, como la media distancia, como desde la línea de tiros libres, como en el triple (su 25% rivaliza con el 22.2% de Gallo) y aunque viéndole jugar da la impresión que está sin ganas de lanzar, y que se está dejando oportunidades en la mesa, lo cierto es que está tirando tanto como el año pasado: incluyendo tiros libres, 14.2 intentos por los 14.1 del año pasado, aunque en 3 minutos por partido más. Así que ese bajón de los 16,4 a los 12 puntos por partido, es cosa del acierto, no del volumen.
Y luego, para terminar, Karl, tampoco está ayudando mucho. En el último partido de los Nuggets, contra Heat, Denver entró en el último cuarto 13 puntos abajo. McGee entró en ritmo, anotando 3 canastas casi seguidas (con un triple de Miller por el medio), y con un parcial 13-4 se pusieron a 4. ¿Qué hace George tras una preciosa canasta y un tapón de McGee culminando 6 canastas seguidas de su equipo? Sienta a JaVale porque en la recta final del partido no se fía de la pareja que hacen Faried y él en defensa, y prefiere quedarse con Manimal.
Aunque el razonamiento es más que lógico, y sobre todo ante un rival como Miami, posiblemente el peor enfrentamiento para una pareja tan tramposa, ¿no podría haber esperado un poco más, al menos hasta el primer fallo? Los 4 minutos que estuvieron los dos juntos solo permitieron 4 puntos, McGee había anotado 9 de 12 tiros de campo durante el partido, y estaba claro que Miami no tenía respuesta para él… hasta que se la dieron desde el banquillo de los Nuggets.
Como no es normal que los Nuggets mantengan un ritmo de anotación negativo desde la línea inédito desde a la unión ABA-NBA, y que sus máximos anotadores parezcan Cory Higgins y Toney Douglas, es fácil pensar que los Nuggets solo pueden mejorar, y su mal comienzo lo vamos a calificar de truco.
Repasando el vídeo, no parece que los Nuggets tengan un problema estructural en su ataque, al menos comparado con el año pasado, sino que la bola, no está entrando. Les vendría bien algo más de tiro exterior, para que Lawson y Miller vieran menos ayudas penetrando, pero el año pasado supieron sobrevivir con idéntico espacio, e Iguodala quizá paraliza un poco el ataque en alguna ocasión, pero no hasta el punto de coagularlo. El rebote ofensivo, mientras Faried, McGee y Koufos sigan jugando se va a mantener, por lo que aunque los Nuggets no puedan repetir el éxito de ser 3º en puntos por jugada, sí deberían estar mucho más arriba en el ránking de Índice Ofensivo en el futuro próximo.
El otro día una conversación en Twitter, en la que se comentaba que Faried demostraba que tenía la cabeza amueblada en contraposición, por ejemplo, con Blatche, me hizo pensar como atribuimos la culpa de lo que no cumple nuestras expectativas a lo que no la tiene.
Desde aquella conversación, Faried retiró 2 puntos del marcador de su equipo (en un partido que acabaron perdiendo… de 2) por colgarse del aro con el balón en el aire, ha fallado un mate en un partido posterior, le han taponado 238 tiros (cifra aproximada), ha demostrado no tener ningún tipo de temor o consciencia por su integridad física, sigue estando totalmente perdido en defensa cuando el movimiento va más allá del simplismo más absoluto y vete tú a saber cuántas cosas más. Faried no tiene una inteligencia (baloncestística) especial, desde luego.
Pero no nos preocupamos de su cabeza, ni nos parece un problema, porque produce. Faried sabe hacer algo, y lo sabe hacer realmente bien. Rebotea como si la vida de toda su familia, amigos y el resto del estado de Colorado dependiera de ello. Rebotea, rebotea y vuelve a rebotear. Delante de cualquiera, no importa con quien juegue a su lado, y lo haría, tanto si le entrena Karl en Denver, como si lo hiciera Mike Brown en… oh, no importa.
En su mismo equipo, tiene a otro de esos jugadores, a los que como a Blatche, se le ha acusado de no «tener cabeza», JaVale McGee. Pero, ¿es un problema de la cabeza? ¿No será que las cosas que McGee hace no son sostenibles simplemente a lo largo del tiempo como las de Faried? Le atribuimos la culpa a la cabeza, al entrenador a los compañeros, sin querer reconocer que si el talento para hacer algo no se puede demostrar de manera consistente, tal vez sea porque simplemente no está ahí. Incluso, si es una cosa verdaderamente de la cabeza, ¿qué nos hace pensar que puede o vaya a cambiar?
Cualquier jugador de la NBA puede encadenar un par de partidos en el que le entran más tiros de lo normal. Hay a quien sus movimientos más estéticos, les funcionan esporádicamente. En Playoffs, incluso, cuando se repite contra un rival cuyo emparejamiento es bueno para ti, y hay más prensa y audiencia, aún es más fácil la situación y su repercusión. En jugadores ya consagrados no nos afectan esos días de actuaciones más sensacionales que de costumbre, son otra muestra más de lo buenísima que es la estrella. Pero en proyectos y jugadores que nunca fueron, siempre parecen ser la demostración de que hay un potencial oculto todavía por descubrir.
«Si pudiera hacer esto todos los días…» Al igual que Kobe no anota siempre 81, ni Love coge 30 rebotes, Andray Blatche no va a ser con consistencia el de sus mejores partidos. Un jugador puede mejorar y cambiar de un año para otro por muchos motivos. Ponerse en forma, cambiar de aires, un nuevo sistema, diferentes compañeros, un cambio en la mecánica de tiro, un recurso nuevo que ha aprendido… Pero esto son excepciones. Con todos los factores externos con los que se quiera contar, cada vez que un jugador sale al campo, va a ganar y a jugar lo mejor posible, y cuando tira, o postea o pasa, esa situación particular está en un vacío en el que podemos extraer todo lo demás, menos su talento real.
Lo mismo pasa con la selección de tiro de los anotadores de volumen. Puede haber y hay algún caso flagrante en especial, pero en otros… ¿tienen peor cabeza para ello que Kobe o Durant? Estos dos también se tiran cosas que harían vomitar a una cabra, pero ellos las meten. La diferencia no es la selección, es la ejecución. O puedes, o no puedes. Si es de vez en cuando, es que no.
En las previas de cada principio de temporada se lee lo de «y si explota», «y si por fin», «y si este año»… La locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Einstein, cuando lo dijo, hablaba del método científico, y el baloncesto, por suerte para nuestra diversión, no se acaba de regir por las mismas normas. Pero si no es una locura por completo, sí lo es en parte. No hay que confundir el progreso real que muestran muchos jugadores, especialmente a temprana edad, con esperar que alguien al que llevamos 8 años viendo fallar muchos más tiros de larga distancia de los que mete, o tomando malas decisiones, deje de hacerlo.
No es su cabeza la que está mal entonces, es la nuestra.
La franquicia de Colorado estuvo entre las mejores la pasada temporada, y con un núcleo lleno de jugadores de 25 años o menos (Lawson, Chandler, Gallinari, Faried o McGee) es un buen grupo destinado a mejorar. De todos los equipos que están rondando los Playoffs en el Oeste son los más jóvenes tras Oklahoma City y cuentan con una de las mejores ventajas de campo, traducida en estilismo, de la Liga. Por si fuera poco, también son un equipo profundo y versátil que puede encontrar en su plantilla todo tipo de perfiles, salvo, en principio, un anotador de espaldas a la canasta.
Potencial de aspirante legítimo, realidad de animador. Veremos en dónde acaban al final.
Altas: Andre Iguodala (Philadelphia 76ers), Anthony Randolph (Minnesota Timberwolves), Evan Fournier (Draft), Quincy Miller (Draft)
Bajas: Arron Afflalo (65.0% de los minutos), Al Harrington (23.7%), Rudy Fernandez (22.1%), Chris Andersen (15.1%)
Empezamos:
Denver Nuggets en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.O.
3º
3º
23º
3º
18º
12º
Wishing on a star
La mayor objeción a los Nuggets el año pasado era el que les faltaba una estrella. Y no sé por qué me da, que el discurso va a ser el mismo tras la llegada de Iguodala.
Iggy (diminutivo que no le gusta, por cierto) fue, el año pasado, casi por cualquier medida que se elija uno de los 30 mejores jugadores de la Liga. Estadísticamente, se fijen en lo que se fijen (+/- de su equipo, los números del boxscore…), prácticamente todas las métricas le colocan en ese rango. En Wins Produced fue el 5º mejor jugador la temporada pasada. En ezPM fue 20º. Por Win Shares, 21º y en ASPM 23º. Solo el EWA, la conversión a victorias del PER de Hollinger, que le coloca 43º, disiente.
Para los que gusten de valoraciones más subjetivas, estuvo entre los 24 elegidos para ir al All-Star y la ESPN lo ha nombrado 28º mejor jugador en su #NBArank, y CBS Sports lo coloca 27º en su lista Elite 100. Habiendo 30 equipos en la NBA, Iguodala es un jugador franquicia.
Pero esto no será suficiente, porque cuando la narrativa tradicional habla de estrella, se está refiriendo a un jugador que lleve el peso de los puntos, sobre todo sacando las castañas del fuego al equipo en los minutos finales y que se pueda creer su propio tiro. ¿Por qué lo llamas estrella, entonces, si quieres decir anotador de volumen? Los Nuggets ya fueron el tercer mejor ataque la temporada pasada, y lo hicieron precisamente basándose en un estilo opuesto al que tendrían si un jugador parara su balón en ataque. Chris Paul, con su estilo yo-yo, sería miserable en estos Nuggets. Durant sí que los mejoraría en ataque, Howard en defensa y LeBron en los dos sitios. Pero, vamos, que hay 27 equipos que no tienen a ninguno de estos tres, no es cosa solo de los Nuggets. Por ejemplo, tengo muchas dudas que mejoraran en absoluto en ataque con Kobe. Al fin y al cabo, este equipo atacó mejor que los Lakers. Luego, cuando los resultados fueran iguales o peores, los mismos que ahora piden a gritos una estrella para este equipo, desempolvarían el libro de clichés para sacarse un «La defensa es lo que gana campeonatos», o «El manejo de los egos también es importante» o una soplapollez similar.
Veamos el mito de la caverna. ¿Ayudan las estrellas en finales apretados? Si miramos unos cuantos registros, no lo tengo muy claro. En partidos perdidos o ganados por 3 puntos, los Nuggets tienen 6 victorias y 6 derrotas. Otros equipos con estrellas como Miami (5-2), Oklahoma City (5-4), Los Angeles Lakers (9-4) o los New York Knicks (6-3, 4-3 sin Carmelo) fueron algo mejores, pero no parece muy significativo. Si lo subimos a partidos decididos por 5 puntos, el récord de los Nuggets es 12-9 por el 8-3 de Heat, 11-8 de Thunder, 18-8 de Lakers y 8-9 (6-8 con Carmelo) de los Knicks. Ahora están casi a la par con Oklahoma City y mejor que New York.
Los Nuggets no han sido muy diferentes a otros equipos con estrellas, pero no es ese el único argumento que quería explicar con estos resultados. Si miramos los números de otra forma, nos damos cuenta que el 70-80% de los partidos acaba en una diferencia de más de 5 puntos. En las Finales, en las que se supone igualdad máxima, los márgenes de victoria fueron 11, 4, 6, 6, 15. En las Finales de Conferencia del Este, 4 de 7 partidos se decidieron por más de 10 puntos o más. En el Oeste, 5 de 6 por 5 o más. Es decir, en los 18 enfrentamientos que cerraron la temporada, en 13 hubo una diferencia de 5 o más puntos y en 7 la diferencia pasó los 10. En la mitad de los encuentros cumbres, los minutos finales apenas importaron.
Las estrellas no se esperan al último minuto para ganar un partido. Para algo tienen 48.
Afinemos un poco más, personalizando en jugadores. La definición de qué son los minutos decisivos, qué es el clutch, y demás es muy subjetiva. ¿5 minutos, 2 minutos, los 24 segundos de reloj? ¿Separación de más menos 5 puntos, 3 puntos, tiros para empatar y ponerse por delante? Dependiendo de lo que elijas, tendrás unos resultados u otros. Nosotros vamos a hacer el ejercicio con 2 minutos o menos en el reloj, y tiros para ganar o ponerse por delante. En ese espacio, los Nuggets como equipo, metieron 59 puntos en 61 tiros, un 48.4 EFG%. Esta cifra es mejor que las individuales en el mismo periodo de Wade (46.4%), Durant (38.6%) o Westbrook (38.5%) y ligerísimamente por debajo del 50.0% justo de Bryant, Rose o Pierce.
Reduzcámoslo a la última posesión: 24 segundos o menos en el reloj, tiro para empatar o ponerse por delante. 17 puntos en 22 intentos, el EFG% de los Nuggets baja a 38.6%. Wade, Durant y Rose ahora están por encima, pero unas cuantas estrellas siguen por debajo: Kevin Love, 37.5% en 8 intentos. Pierce, 25.0% en 6. Kobe, 23.3% en 15. Westbrook, 0 de 4.
¿Existen las estrellas en el clutch? vamos a hacer una tabla con las estadísticas de trece jugadores que se han ganado la reputación, o se han jugado bastantes balones en los instantes finales, durante los últimos 3 años.
2012 eFG%
2012 FGA
2011 eFG%
2011 FGA
2010 eFG%
2010 FGA
eFG% a 3 años
Correlación
-0,02
Correlación
-0,04
Carmelo Anthony
68,8
8
55,6
9
44,4
9
55,8
Rudy Gay
50,0
5
45,0
10
70,0
5
52,5
Dirk Nowitzki
43,8
8
50,0
6
57,1
7
50,0
Kobe Bryant
23,3
15
62,5
8
70,8
12
48,5
Chris Paul
40,0
10
0,0
4
80,0
5
42,1
Deron Williams
100,0
1
36,4
11
40,0
5
41,2
Dwyane Wade
50,0
6
37,5
4
31,3
8
38,9
Derrick Rose
61,1
9
43,8
8
16,7
12
38,0
Steve Nash
100,0
3
20,0
5
16,7
6
35,7
Kevin Durant
44,7
19
21,4
14
17,9
14
29,8
LeBron James
75,0
2
12,5
8
30,8
13
28,3
Paul Pierce
25,0
6
25,0
4
0,0
3
19,2
Russell Westbrook
0,0
4
20,0
5
12,5
8
11,8
LeBron y Durant, que posiblemente son las mayores estrellas en la NBA ahora mismo, tienen un eFG% menor del 30% en tiros para empatar o ponerse por delante los últimos 24 segundos del partido durante los últimos tres años. Si cambiáramos la definición por minutos, márgenes de victoria y demás, cambiarían los personajes y los porcentajes, pero no la idea: el cuento del jugador decisivo no existe. Las estadísticas en los momentos finales son muestras pequeñas, que no se correlan de un año para otro, y muy fuertemente influenciadas por nuestra percepción y nuestra memoria selectiva. Si ampliáramos la prueba a más jugadores y más años, la cosa iría dando bandazos de un lado a otro.
Lo que mejor se correla con victorias no es el rendimiento en los últimos minutos, es el margen por el que se gana. Los buenos equipos no tienen que ganar finales apretados, porque (casi) no los tienen, y esto no se hace solo anotando, también hay que defender. Quieres una estrella contigo, no por lo que pueda hacer al final por ti, sino por lo que aporta durante todo el partido.
Iguodala es un gran jugador, que además va a ayudar donde más lo necesitan en Denver, que es en la defensa. Los cuentos de estrellas los dejamos para cuando toque hablar de vender zapatillas.
Corred, malditos
Los Nuggets fueron 2º tras Sacramento en ritmo de juego y número de posesiones finalizadas en 10 segundos o menos, y al mismo tiempo lograron llegar a ser el 2º mejor equipo por eFG% en esas jugadas tan rápidas: solo San Antonio tuvo un porcentaje mejor que su 57.6% cuando llegan a la carrera. Lideran la Liga en mates junto a Clippers y Thunder y todo esto les permite ser los mejores con diferencia en la Liga en la estadística de la que os hablábamos ayer, que mide la calidad de los tiros lanzados, el XeFG%.
El XeFG% es la esperanza de puntos de un ataque en la media, de acuerdo a como se distribuyen los tiros por zonas. Esta medida da una idea de que equipos tiran más eficientemente, en función de la distancia a la canasta, y los Nuggets, gracias a sus estilo de contraataque están primeros pese a que anotan por debajo de la media en general.
Y con eso, y yendo a la línea, que es una relación directa en muchas ocasiones, es como un equipo que no es bueno en el rebote ofensivo, no es especialmente cuidadoso con las pérdidas y está en el vagón de cola tirando de 3, tienen el tercer mejor ataque de la Liga.
Los Nuggets este año van a correr como demonios. Los momentos en los que se junten a una milla de altura Lawson, Chandler, Iguodala, Faried y McGee, todos entre los más atléticos y rápidos en su posición, va a ser un frenesí. La falta de aire y el ritmo de Denver siempre ha molestado a los rivales, pero este año va a ser odio directamente lo que sientan en el Pepsi Center. Alguno va a salir con el juramento de que solo beberá Coca-Cola de ahora en adelante.
Un ejemplo claro de que los equipos no quieren seguir el ritmo de Denver, y que prefieren tomárselo con calma, es que si bien los Nuggets son el 2º equipo que más posesiones acaba en 10 segundos o menos, son los 3º a los que menos posesiones en contra les generan en ese primer periodo de tiempo. Nadie quiere correr con ellos (y eso que tiene premio: permiten el 4º mayor eFG% en contra en los 10 primeros segundos tras Charlotte, Sacramento y New Je…Brooklyn), porque saben que ese juego lo tienen perdido. Aunque los Nuggets habitualmente tengan la defensa mal plantada, los equipos prefirieron pausarse contra ellos. Este dato me parece muy significativo para validar algo que ya sabíamos, por otra parte, pero que siempre es interesante comprobar. Por otro lado, la temporada acortada también habría tenido un mayor efecto en sus rivales, que en ellos, equipo joven y ya acostumbrado al fino aire de Denver, y es posible que con una diferencia tan extrema se mitigue el año que viene.
Karl adora el correr casi tanto como nosotros queremos la pizza del Papa John’s, y este año tiene el mejor entorno que ha disfrutado jamás para ello. Que no os extrañe ver bombonas de óxido nitroso en el vestuario de Denver.
El rebote ofensivo puede ser dominante
El año pasado los Nuggets acabaron 12º en rebote ofensivo, nada especial, pero la temporada que viene podrían ser, ya no digo de los mejores, el mejor directamente. La manera que tuvieron de acabar el año y atacar los tableros en Playoffs fue impresionante. En los 7 partidos contra los Lakers, cogieron un 33.0% de los rebotes ofensivos, que hubiera sido registro líder en Temporada Regular, por delante del 32.6% de Chicago. Y esto fue en 7 partidos contra Los Angeles, el 5º mejor equipo en los tableros en defensa de la Liga.
Los que auparon a los Nuggets en la fase final de la temporada fueron Faried y McGee. Manimal fue ganando minutos, y acabó el año líder en ORB% con el 16.5%. Eso quiere decir que uno de cada 6 fallos de los Nuggets cuando Faried estaba en pista, volvió a sus manos. McGee por su parte acabó la temporada rondando el Top 25 y además, cogió casi el doble de rebotes que el hombre al que vino a sustituir, Nene. Además Kosta Koufos, fue 6º entre todos los jugadores con más de 500 minutos y Andre Miller fue el 5º mejor base de la Liga.
Este año, van a aumentar considerablemente los minutos de esos dos sementales de los tableros, Faried y McGee, y además lo hacen a costa de los de Nene, un pobre reboteador ofensivo, y Harrington, mucho más pobre aún y que estuvo disputando minutos hasta en los Playoffs, con un ORB% del 4.9%, el mismo que Marcus Thornton y su 1.93 de altura. Y aunque Andre Iguodala no llegue a la media de su posición siquiera en este aspecto, el hombre del que más minutos se lleva, Afflalo, era peor que él.
Entre que el estilo de agresión al tempo de los Nuggets, principal motivo de que fueran uno de los mejores ataques de la Liga, no va a cambiar, y que cuando les fuercen a jugar en estático podrían cargar el rebote con la mejor batería de la Liga, los de Denver son el tapado a convertirse en el mejor ataque de la Liga la próxima temporada. Ni más ni menos.
En aquel momento no parecía una buena idea
Cuando George Karl empezó a utilizar a Ty Lawson con Raymond Felton me llevé las manos a la cabeza. «Ya está Georgy Porgy enchufando a sus chicos de North Carolina como sea…». En serio, ¿qué NO podía salir mal? Juntar a uno de los 5 jugadores más pequeños de la NBA con con otro base que anda por el 1.95. ¿Really?
Pero el experimento fue bueno, qué digo bueno, fue un éxito rotundo (la mejor pareja por +/- del año 2011 de este equipo y con muchísima diferencia), y por cosas como estas George Karl es un entrenador NBA y yo escribo sobre él después de trabajar, tomando café en un McDonald’s.
Al traspasar el pasado verano a Felton por Miller, la cosa parecía que quedaría ahí. Felton había anotado el 45.9% de sus triples en Denver, pero Miller no sabe tirar, y semejante cifra no la iba ni a oler. Además llegaba con 35 años, el mismo peso y con un 1.90 pelao, y ponerle delante de escoltas podría ser pedirle mucho.
Pero Karl lo volvió a hacer. Lo de ponerlos juntos, y lo de que le saliera bien. En total, Lawson y Miller han compartido 887 minutos en pista (unos 14:30 por los 61 partidos que han coincidido) y su +/- es de +147, la tercera mayor diferencia en Denver. Efectivamente, Andre Miller es un pobrísimo tirador (21.7% en triples, y quedó 169 de 177 jugadores con más de 100 posesiones en tiro tras pase, con solo 0.72 puntos por jugada) pero de alguna forma esta pareja sigue dando resultados. Su margen de victoria por 48 minutos de 8.0 es muy superior al 2.8 total de los Nuggets, y lo hacen siendo mejores en defensa y ataque a la vez: el Índice Ofensivo pasa de 107.9 a 112.3 puntos (una mejoría de 4.4) y el Defensivo cae de 107.0 a 103.9 (3.1 de diferencia a su favor) cuando comparten tiempo de juego. Lo destacable en este caso además, es que el resto del tiempo, casi siempre uno de los dos está en la pista, no es que sean reemplazados por un director de juego inferior. De los 2321 minutos sin doble base, 2159, el 93%, fueron con Miller o Lawson.
Si esta pareja funcionó bien ya de por sí, al unírsele Gallinari, es una locura. La muestra de minutos se reduce mucho, a 322, pero el Índice Ofensivo pasa a 116.3, el defensivo a 98.0 y el margen de victoria por 48 minutos a 17.3. ¿Tal vez sea el mover a Gallinari al puesto de ala-pívot, que fue el que habitualmente ocupó con esta pareja, y no tanto juntar a los dos bases? Puede.
Otra razón es que Andre Miller, tal vez con la ayuda del equipo, parece encontrarse más cómodo defendiendo a los escoltas. Cuando ha jugado de 2, el eFG% de su rival ha sido del 49.5%, algo por encima de la media, pero no está mal. Sobre todo si tenemos en cuenta que en los 921 minutos que pasó de base, su par anotó con el 53% de eFG%.
Miller ya no tiene (y eso si alguna vez la tuvo…) la velocidad para andarse peleando con los bases, pero pese a la falta de talla, la experiencia le ayuda un poco más con los escoltas. Su saber hacer consigue que a pesar de la diferencia de altura, los rivales no se sientan cómodos posteándole y no sean capaces de llevarlo hacia dentro con facilidad. En las dos posiciones permitió más puntos a su par que la media de la Liga, pero la diferencia fue menor cuando jugó junto a Lawson.
Esta temporada creo que no los veremos juntos tanto porque la edad ya se empieza a notar en Miller, que aunque es un hombre de hierro todo se acumula. Solo se ha perdido 6 partidos en 13 años de carrera. Sí, habéis leído bien, 6, y uno de ellos fue en medio del traspaso que le mandó a Philly. 9 de esas 13 temporadas las ha jugado completas, y aunque no se lesione, supongo que el hombre se irá cansando. De hecho, el año pasado fue el primero desde su año de novato que jugó menos de 30 minutos por partido. Sus minutos deberían caer aún un poco más, y con Julyan Stone como tercer base, es más probable que Karl prefiera quitar minutos al doble-base que dárselos al de UTEP. Y el otro gran motivo para el cambio es que con el cambio de Afflalo por Iguodala, uno de los alas que mejor pasan de la Liga (el PPR de Hollinger lo coloca como el mejor y en AST% está solo detrás de LeBron, Ginobili, Wade, Pierce y Turkoglu), George puede mantener dos playmakers en pista sin que tengan que ser necesariamente los dos bases.
Por cierto, y siguiendo el tema Iguodala y el ataque. El mayor problema de los Nuggets es probablemente su tiro exterior: 23º desde el triple en la Liga y pierden a Afflalo, su mejor tirador, un hombre que ha metido el 40.0% en su carrera, y prácticamente la única ventaja en teoría que AAA tiene sobre Iguodala, (33.1% tirando de 3 como profesional), en un área de necesidad además. No creo que los Nuggets mejoren, pero tampoco descarto la sorpresa: el año pasado, Iguodala tuvo un porcentaje clavado al de Afflalo (39.4 en 3.1 intentos vs. 39.8 en 3.6) y metió 1.16 puntos por jugada tras pase, por los 1.08 del nuevo jugador de Orlando. De hecho, fue 13º entre esos 177 con más de 100 posesiones, y nadie acertó mejor en Philly, ni Meeks, ni Williams, ni Turner.
Los números del resto de su carrera hacen pensar que este último año pueda ser más la excepción que la norma, pero su 3P% lleva 4 años creciendo, al tiempo que su porcentaje de utilización baja. Poco a poco, según toma un papel más secundario en ataque, parece estar convirtiéndose en un mejor tirador de lo que nadie damos crédito. Si realmente le sienta tan bien alejarse un poco del protagonismo desde el punto de vista de los porcentajes, esto es de nuevo una magnífica noticia para un equipo tan cargado como Denver, que necesita más eficiencia que volumen.
¿Gallo de pelea o de corral?
Tras el traspaso de Anthony, los Nuggets tenían la esperanza de que Gallinari explotara, y convirtiera la salida de Melo un robo histórico a mano armada, y aunque no lo ha hecho todavía, no se pueden quejar del rendimiento hasta ahora. De hecho, en los 25 primeros partidos hasta que se lesionó, estuvo a un nivel que lo metía en el debate del All-Star. Después, con molestias incordiándole toda la temporada parecía otro jugador. Y una de las mayores incógnitas del futuro de este equipo es esa. ¿Cuál de esos dos es Gallo? ¿O tal vez, es el jugador intermedio? . Veamos sus números en los dos periodos.
Partidos
Minutos
Puntos
Rebotes
Asistencias
TS%
3P%
FTA/FGA
Antes de la lesión
25
33.0
17.0
5.2
2.6
59.7
31.2
49.5
Después de la lesión
18
29.3
11.2
4.0
2.8
50.2
35.2
37.0
La mayor diferencia fue en anotación. Pese a mejorar su acierto tirando de 3 en la segunda parte de la temporada, acercándose más al nível que ha mostrado en su carrera, metió casi 6 puntos menos por partido y con una diferencia de 9.5% en la eficiencia, principalmente porque dejó de ir a la línea. Los 5.8 intentos que promedió por partido en los 25 primeros encuentros le hubieran colocado 16º en toda la Liga. Y su 89.0% de acierto durante ese periodo sería el 2º mejor del Top 25, solo por detrás de Dirk Nowitzki. De hecho, Gallinari fue básicamente Dirk yendo a la línea antes de lesionarse: 5.8 vs 5.7 tiros por partido, 89.0 vs. 89.6 de acierto. Incluso un poco mejor, porque lo hacía en menos posesiones.
Ya comentamos que los Nuggets son mucho mejores cuando Lawson y Miller están juntos y juegan con el quinteto de small-ball, y esto no es cosa solo de estos dos: los Nuggets en general y Gallo en particular son mejores cuando el italiano está de ala pívot. Ha defendido bien a los 4 con los que le emparejaron y creó problemas en ataque al rival.
Con 24 años le quedan 3 para llegar al punto álgido de su carrera, y tal vez todavía no hayamos visto todo lo que Gallinari es. Pero con mezclar el nivel del principio de la temporada pasada y el acierto desde el perímetro del final, ya sería suficiente para estar contentos.
El verdadero talón de Aquiles
Denver Nuggets en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones
EFG%
3P%
TL/TC
% Pérdidas
% Reb.D.
21º
27º
30º
4º
7º
8º
Lo que realmente separa a estos Nuggets de ser un equipo de élite no es una estrella, sino la defensa. Es muy habitual atribuir a esta fase del juego todos los males de Denver (si cogéis análisis previos e incluso posteriores a temporadas pasadas, se lo veréis hacer a más de uno) y no siempre ha sido así. Desde la temporada 2002-2003, Año I antes de Melo, en el que solo ganaron 17 partidos con un pútrido ataque acompañado de una sólida defensa, hasta 2009, han estado 7 años por encima de la media, llegando incluso a ser la sexta mejor de la Liga, pero llevan 3 años en retroceso. Fuerzan pérdidas, rebotean bien, no hacen faltas… pero les meten mucho, mucho, mucho. Son el equipo club de carretera por excelencia.
En principio, aquí es donde la llegada de Andre Iguodala y también, no nos olvidemos, una temporada completa integrado en el equipo de Wilson Chandler, excelentes defensores en el perímetro, deberían ayudar, sustituyendo a un Afflalo que según fue teniendo más oportunidades de anotar, se fue olvidando de defender.
Iguodala viene de ser el corazón de la tercera mejor defensa del campeonato, pero la cabeza se quedó en Philly. Aunque todo sean alabanzas al Otro AI o a Brand, hace 2 años, cuando los 76ers fueron el 24º equipo en Índice Defensivo, también estaban, y liderando al equipo en minutos. Que la misma columna vertebral de aquel equipo de Eddie Jordan subiera 21 posiciones en 2 años podría significar que el verdadero Jugador Defensivo del Año en los Sixers fue Doug Collins.
Pero indudablemente Iggy es un gran defensor. Los jugadores a los que se emparejó la pasada temporada fuera del poste bajo (lo de ponerle de ala-pívot no fue un buen experimento en Philly, veremos si lo intentan en Denver) anotaron con un eFG% del 40.4%, un 8-9% menos que el escolta-alero medio, y Chandler también ha mantenido a lo largo de su carrera a los escoltas rivales por debajo de la media (con los aleros ha sufrido un poco más). Por su parte Afflalo permitió anotar un 54.0 y un 52.0 eFG% a los escoltas y a los aleros a los que se enfrentó, lo que supone una diferencia de entre 11 y 14 puntos porcentuales con Iguodala. Evidentemente el resto del equipo también tiene que ver en esa discrepancia, y los Sixers eran mejor que los Nuggets como bloque, pero si Iguodala redujera un 10% la eficiencia del rival, tendría un impacto de Estrella, así, con mayúsculas en los Nuggets. Haga lo que haga en el último minuto de un partido igualado.
Los Nuggets el año pasado permitieron el mayor porcentaje de tiro de 3 rival, un escandaloso 38.3%, acompañado además de ser el equipo al que más tiraron desde downtown. Si los minutos de Chandler e Iguodala logran frenar la hemorragia, el impacto se va a notar en la defensa y el número de victorias. No es transferible, y los Sixers tienen otros excelentes defensores en el perímetro como Holiday, pero Philly fue la 6ª franquicia que peor porcentaje de 3 permitió al rival, y los Knicks con Chandler también estuvieron arriba. Pero al mismo tiempo los Sixers de 2010 en el annus horribilis con Jordan fueron los peores de toda la Liga. Iguodala jugó casi 3200 minutos ¿cuánto puede hacer un hombre solo?
Se pueden mantener entre los equipos que menos faltas hacen, incluso con la llegada de McGee, porque Faried será un año menos pardillo e Iguodala es excelente en este aspecto, uno de los mejores de la Liga sin duda alguna, y también es magnífico en otro apartado en el que Afflalo era el peor del equipo: forzando pérdidas. Denver estuvo entre los mejores en estos dos aspectos, y por ahí se mantendrá gracias a su nuevo fichaje.
Donde no deberían mejorar en principio, y tal vez hasta den un paso atrás, es en el rebote defensivo. El año pasado fueron 9º, y hemos dicho que este año podrían convertirse en el mejor equipo de la Liga en el ofensivo, pero son precisamente las razones que convierten a este grupo en una amenaza en ataque, las que nos hacen dudar atrás. El estilo agresivo y atlético de Faried y McGee en un lado de la pista es demasiado peligroso en el otro. Arriesgan mucho para poner tapones, se olvidan por completo de bloquear (perdieron un partido entre los Grizzlies porque en uno de los primeros encuentros en los que Karl dejó al Manimal hasta el final, Faried dejó a Cunningham palmear el balón plácidamente por encima suyo sobre la bocina) y en muchos bloqueos directos no salen, para gorronear el rebote o el tapón. Bueno, esto última en realidad les ayuda un poco a apilar rebotes en el box-score, pero no al equipo. Si la diferencia de esta pareja con Nene y Harrington en los tableros de ataque se medía en años luz, aquí están a la par, y los dos jovenzuelos además lo consiguen de manera un poco sospechosa.
Todavía son jóvenes y Karl puede convencerles de que se apliquen un poco más y sacrifiquen números por el equipo, y como sucedia con el triple en contra o con las pérdidas, el cambiar a Afflalo, peor reboteador defensivo del equipo el año pasado (por detrás de Lawson, Rudy o Miller incluso) por minutos de Andre Iguodala y Wilson Chandler (un excelente reboteador, y no solo para su posición, en su carrera promedia un 14.6 DRB% y en los 857 minutos que lleva en Denver repartidos en dos temporadas ha subido el promedio al 16.7%, número comparable al de Bargnani, Leonard, Blair, Bass o… Iguodala precisamente) que rebotean justo el doble que él minimizaría el impacto, pero este equipo seguirá siendo Top 10 si y solo si se aplica.
La mejoría en defensa también podría sufrir un grandísimo empujón con McGee. Las cualidades están casi todas ahí, y sustituye a Nene, que defendía bien pero también un poco a lo Afflalo, cuando le apetecía, y a Harrington que conoce uno y solo un movimiento en defensa, quitarle la silla al rival. Pese a ser el segundo mejor taponador, motivo que algunos esgrimirían para que fuera subcampeón en la clasificación de mejor jugador defensivo (Oh… wait! A lo mejor al no ser ÑBA con él lo de los tapones no vale) y tener ese cuerpo de armario ropero, todavía no es un buen defensor. Y en realidad, eso es buena noticia para el futuro en Denver, supongo. 24 años, y solo puede ir a mejor.
En conclusión
Estuvieron entre los mejores ataques del año pasado, mantienen un bloque de los más jóvenes, y por tanto, con margen de mejora, y solo les separan un par de cosas de la élite: la defensa de la anotación (¿se entiende?), sobre todo en el perímetro, y el tiro exterior. Y esta temporada han dado un paso de gigante para solucionar el primero trayendo al que es, en teoría, uno de los mejores en el negocio en ese aspecto, y si nos fijamos en su última temporada, podría ser también una gran ayuda para el segundo.
Me mantengo en la predicción de que Denver es el gran tapado para ser el mejor ataque de la Liga, si es que tras serlo ya en 2011 se les puede considerar así, y acabarán por los 112.1 puntos por 100 posesiones. Y en defensa, Iguodala y la extenuación rival les va a ayudar a rebasar la media, pero McGee y Faried no están preparados todavía para meterles en el Top 10. 106.6 puntos de Índice Defensivo en contra, una esperanza de 55 victorias, más que ayer pero menos que mañana, y probable factor cancha a favor en la primera ronda de Playoffs. Muy mala noticia para el que le toque el partido extra en el infierno. Que ya no está bajo tierra, está a una milla sobre el nivel del mar.