PO Desde El Sofá (XIV): Cajón de sastre

Hoy saltamos la estructura original de las crónicas para soltar unos cuantos pensamientos deslavazados sobre los dos primeros partidos de los Finales de Conferencia.

  • Empezamos por la primera, la del Este, que tiene hoy su reanudación. Los Cavs han mostrado en estos Playoffs sus dos caras (sobre todo en ataque, en defensa este año es la del hermano feo de los Calatrava permanentemente), y esta vez toco la mala. Y si Indiana casi se la pinta, que no harán con ella los Celtics, un equipo con todos los atributos positivos de los Pacers, y alguno más. Al igual que su primer rival en estos Playoffs, si hubiera que destacar algo de Boston, sería para mí también la versatilidad de su ataque (sobre todo sin Baynes). Todos los jugadores de su quinteto titular son una triple amenaza: pueden pasar, tirar o botar sin problemas, y están dispuestos a ello. Ninguno tiene una debilidad acuciante ni miedo de utilizar sus armas. Puede que no haya un tirador de élite o un creador de tiro perfecto entre ellos, pero a ninguno le va a dar vergüenza de iniciar o acabar una jugada como buenamente pueda. Esto les hace impredecibles por un lado, y peligrosos atacando emparejamientos o eslabones débiles: no puedes esconder un defensa en ninguno de ellos. Esta claro que preferirás forzar a ciertos jugadores a hacer ciertas cosas, y hay ciertos momentos que se congelan un poco, pero cuando hay un nivel de competencia mínimo en todos los aspectos, y no hay opción verdaderamente mala para el ataque rival, tienes un problema. En defensa también tiene un planteamiento similar al de Indiana, con una vuelta de tuerca: físicos, peleones, luchando los bloqueos y cambiando sólo cuando es necesario e inevitable, volviendo a cambiar incluso detrás de la jugada si el emparejamiento en el poste bajo es demasiado desfavorable. Defendiendo a LeBron con un sólo hombre, pero con ayuda alerta y bien posicionada, para cuando sea estrictamente necesario. Y sabiendo que James encontrará al hombre libre en cuanto vea venir el segundo defensor, por lo que más vale que haya alguien en camino cuando el pase llegue allí. LeBron tomó la decisión correcta rápidamente siempre que los Celtics le tiraron el dos contra uno, pero ese atacante nunca tuvo un tiro liberado, porque alguien apareció en todo momento para ponerle las cosas difíciles.
  • Además de un talento aún mayor y de la diferencia entre McMillan y el mago Stevens, Boston es mucho más peligroso que Indiana, porque su baloncesto sí puede ser verdaderamente aposicional. Los Pacers, con Collison por abajo y Sabonis y Turner por arriba, no podían ser 100% intercambiables. El quinteto titular del G1 de los Celtics, añadiéndole a Smart como sexto hombre, está cerquísima de ese ideal. Además son un equipo mucho más democrático en ataque: Indiana dependía demasiado al final de Oladipo, pero Boston no es el equipo de nadie. Sólo en un par de ocasiones un jugador ha alcanzado la barrera de los 30 puntos, pero raro es el día que tres o cuatro de sus jugadores no lleguen a los 20. Pueden permitirse un mal día de cualquiera porque nadie es imprescindible, y todos están enchufados y con ritmo. En ese sentido la baja de Irving no se acusa tanto como debería.
  • Otra cosa que es diferencial y les da ventaja en comparación con Indiana es que tienen muchos más jugadores de tamaño similar al de LeBron para tirarle encima en defensa. Poder emplear varios pares en el mismo atacante siempre es útil, para repartir cansancio y faltas. Pero además con James, la defensa por comité tiene un valor extra. Extremadamente analítico, como demostró en la rueda de prensa,  una de sus mayores virtudes es su tremenda habilidad para entender el juego y saber lo que va a pasar. Mantenerle en continúa rotación de defensores, mientras todos ellos estén capacitados, hace más difícil para él encontrar puntos débiles y patrones que explotar. El mejor defensor de James es y será siempre él mismo, pero los Celtics están en una posición para enfrentarse a él en la que muy pocos se han encontrado.
  • Marcus Morris, dos faltas en tres minutos. Stevens le deja en pista. Finaliza el partido con 34 minutos jugados y tres faltas. McMillan pudo costar a su equipo un partido en una eliminatoria que fue a 7, por sentar a Oladipo en la misma situación. Los Celtics no van a cometer el mismo error.
  • Parece que los Cavs van a salir con Thompson de inicio, en parte, para obligar a que Baynes esté en pista, y que los Celtics no sean esa entidad polimorfa indestructible que les machacó en el primer encuentro. Con el australiano en pista los Celtics tuvieron un +17 bastante reshulón en el primer partido, pero comparado con el resto de principales de la rotación de Boston es a lo mejor que pueden aspirar. La esperanza de los Cavaliers, si los Celtics no pican en hacerse grandes y prefieren mantenerse versátiles, es atacar el rebote ofensivo, una antigua debilidad de Boston, que este año parece mucho más controlada. Veremos si surte efecto esta argucia táctica, y cuándo ajusta Stevens: si lo hace de inicio, o espera a ver qué ocurre.
  • Vaya pedazo de Playoffs se está cascando Al Horford, haga lo que haga, parece imposible que salga mal, y es la encarnación personal de los dos atributos que hemos destacado en este equipo: lo versátil y lo impredecible viven en El Estabilizador. Y Jayson Tatum es increíble: los Celtics pueden tener dos estrellas y muchos millones en cabestrillo en el banquillo, pero en pista tienen otras dos indiscutiblemente.
  • Dicho todo esto, y habiendo echado todas las flores posibles a Boston… si hay un equipo del que no me preocupa si pierden por 1 ó 35, ese es Cleveland. Han vivido entre la espada y la pared con demasiada frecuencia, tienen tendencia a desconectar ante la adversidad presente para preparar la oportunidad futura, y han hecho callo con derrotas vergonzantes en batallas de guerras que finalmente ganaron. El golpe psicológico del primer partido lo vería mucho más preocupante de ser al revés. Además, no hemos de olvidar que los Celtics están intratables en casa (8-0 estos Playoffs), pero se hacen mucho más pequeños fuera (1-4, y en el único partido que ganaron hubo confetti en el suelo celebrando prematuramente la victoria de su rival), cuando se cambian las tornas en el acierto con el tiro y las jugadas más complicadas. Se me antoja imprescindible un 2-0 que mantenga la ventaja de campo para Boston, mientras que para los Cavaliers un 0-2 sería el típico déficit manejable con el que están acostumbrados a lidiar, con la eliminatoria volviendo el sábado, con tres días de descanso, a su terreno. Muy poco importará la soba del primer partido si roban este segundo, y el verdadero golpe Boston no lo daría hasta que ganara uno en Cleveland. Para mí, por simple respeto a los mayores, aunque jueguen peor y se vea que lo tienen crudo, los Cavaliers siguen siendo favoritos. Ahora bien, sí vuelven a Boston con un 3-1, para mí sí habrán cambiado las tornas y me bajaría de ese barco más rápido que el capitán Schettino. Los Celtics tienen que no perder la eliminatoria esta noche, y ganarla en uno de los dos próximos encuentros.
  • Cojamos el avión a la otra costa: con qué poco aparentemente los Warriors ganaron claramente a Houston. Durant y Thompson lo hicieron parecer fácil, la defensa de Houston sin balón de por medio fue atroz, y los secundarios de los Rockets no dieron la talla. Queda mucho por jugar, pero este primer partido es la típica apertura de serie corta.
  • El plan de los Warriors pareció bastante claro: no nos preocupa que Paul y Harden jueguen uno contra uno, incluso les vamos a dejar que apunten a quien quieran (Looney y Curry, por orden de preferencia), pero no nos van a desorganizar, ni vamos a dejar que sus compañeros nos den la puntilla. Que la defensa individual lo haga lo mejor que pueda, y si no está Capela en pista, Draymond Green (partidazo el suyo) aparecerá bajo la canasta, pero el resto, que no suelte un tirador para ayudar. Houston sacó buen rédito de los aclarados, pero no lo suficiente para seguir el ritmo de Golden State. Sin el extra de eficiencia de los triples desde la esquina o de los mates de Capela, los Rockets no van a llegar a anotar como los Warriors, especialmente si no son capaces de defenderles de manera precisa.
  • Las canastas de Durant (imperial) fueron prácticamente inevitables. Así es la vida, aplaudes y te vas. El verdadero problema, y así lo reconoció D’Antoni, fueron las de Klay Thompson. No puedes dejar que se te pierda por la pista uno de los mejores tiradores de la Historia como si fuera Marcus Smart. La defensa de cambios de los Rockets puede ser impecable sobre el balón, pero ayer estuvieron terribles lejos de él, con errores de esfuerzo y comunicación durante todo el partido. Durante la temporada regular puedes flojear en el lado débil, que la gran mayoría de las noches nadie te va a castigar duramente por ello. Pero esto es el jefe final del videojuego, así que o espabilan, o Harden puede volver prontito a hacerlo llover con Travis Scott en el Dreams.
  • Tampoco sobre el balón estuvo bien Harden, que dejó que un Curry mermado le rebasara como un runner pasa a las abuelas por la calle. Entiendo que guarde energía, y está claro que acabó el partido habiendo dado todo lo que tenía, pero quizá tendría que reservar un poco más en ataque, que para eso trajeron a Paul. No tengo acceso al número exacto de jugadas que protagonizaron cada uno, pero 40 finalizaron con tiro, asistencia o pérdida suya, por tan sólo 24 de CP3, y me da la impresión de que si añadimos a la ecuación las asistencias potenciales (tiros fallados) y jugadas con más pases posteriores, la diferencia sería aún mayor. Estuvo más efectivo y eficiente que el base, pero en defensa y al final del partido pagó el precio.
  • Los Rockets estuvieron también flojísimos con los tiros rápidos de los Warriors: no es cosa sólo de la defensa de las contras, donde es comprensible que pierdan emparejamientos y sucumban en la confusión, y en la estuvieron indudablemente flojos. También en situaciones que deberían ser ataques a media pista, los Warriors lograban tiros cómodos (para su nivel de excelencia), tras bote o con un simple pase, sin tener siquiera que poner un pie dentro del arco. Es Golden State: Durant, Thompson y Steph son una amenaza tan pronto como pisan la línea de medio campo, nada de esperarles atrás plácidamente.
  • Prácticamente la única jugada «elaborada» que ejecutaron con éxito los Rockets fueron los pick’n’roll con un jugador exterior, en los que Harden penetraba con fuerza y obligaba a Green a dar un par de pasos adelante, dejando espacio para el pase a Capela cerca del aro. Apenas jugaron el 2 contra 2 con Capela directamente, lo que me da que pensar que tienen miedo de que Green lo destruya. O simplemente, consideraron mejor seguir aprovechando los aclarados favorables que los Warriors estuvieron dispuestos a concederles toda la noche. Aunque te debería mosquear cuando el equipo rival se queda en una situación aparentemente perjudicial toda la santa noche, y parece importarle bien poco.
  • Como ocurre con el LeBronSistema, el HardenSistema y el CP3Sistema necesitan un mínimo de apoyo para llegar a puerto a estas alturas de la temporada. Gordon no se entonó hasta el final, Anderson tiene que ser capaz de calentarse en la única ventana que parece que le van a dar (los minutos de West en pista) y Mbah-a-Moute fue un desastre, fallando triples y bandejas por igual. Houston tuvo la buena idea de atacar con bote el closeout desesperado las (pocas) ocasiones en las que generaron un triple desde la esquina, pero no culminaron, y al final es meterlas o irte a casa.
  • Mucho se ha hablado, tanto en Cleveland y Houston de cómo tanto aclarado puede suponer que los jugadores secundarios estén sin ritmo y confianza cuando les llega su turno, mientras que en Golden State y Boston, al estar mucho más implicados, pueden ser más eficaces. Cavaliers y Rockets llevan toda la temporada, incluso años atrás, jugando así, y siendo de los mejores ataques, no sólo de la temporada, sino de la Historia. Aunque haya noches que les suceda esto, por regla general, no ha resultado un impedimento. Houston estuvo mucho peor en defensa que en ataque, si perdieron por algo el partido fue por esto, no por tanto aclarado.

PO Desde el Sofá (II): Menos a más

Durante muchos minutos fue difícil de ver: dos equipos incapaces de anotar a media pista, muchos errores y poca claridad de ideas. Pero el desenlace del partido compensó todo lo anterior: Boston ha logrado proteger la ventaja de campo en la prórroga, en un final en el que Milwaukee se resistió a caer más de lo esperado.

Un triple de Middleton desde la firma de Red Auerbach con décimas de segundo en el reloj, empataba un partido que Boston parecía tener ganadísimo cuando Terry Rozier ponía a los Celtics por delante con un triplazo con pasito atrás, después de mandar a Bledsoe lejos de él, muy lejos, con su bote. Canasta de superestrella, puñalada en el corazón del estado de Wisconsin… pero no era el final todavía.

Y es que el partido estuvo muy vivo siempre, en muchos momentos, por los motivos equivocados. Este duelo entre un equipo con mucho talento, pero que no sabe muy bien qué hacer con él, y su reflejo en el espejo, otro equipo que parece estar siempre por encima de su capacidad, fue durante buena parte del encuentro un ejemplo de lo peor de cada cual. A Boston le cuesta dios y ayuda conseguir canastas fáciles, pese a que parecen ser capaces una y otra vez de acertar con las más complicadas.

Milwaukee tiene un arma infalible, un jugador que altera la geometría de la pista como los arquitectos de Origen, pero al que no saben, o no pueden darle el espacio que necesita para dominar. Además, en defensa, pese a su capacidad atlética, tamaño y longitud en casi todos los puestos, se siguen empeñando en cometer errores que no deberían, y ayudar mucho más de lo necesario. Los Bucks ponen un examen difícil, y se dejan por la otra cara las respuestas.

No hubo cambios sobre los quintetos titulares habituales, con Baynes y Henson, que desaparecerían a la hora de cortar el bacalao, lo que hizo que el partido empezara con Giannis contra Horford como enfrentamiento estrella, pero con otra línea de ayuda para ambos por detrás. Los primeros asaltos fueron para Al, con Henson convertido prácticamente en defensor a ambos lados de la pista. Tatum fue el jugador de los primeros compases del partido, con estruéndoso mate incluido, mientras los equipos aún se tentaban y tomaban lo que el otro dejaba: así vimos cosas como fallidos tiros a media distancia de Baynes, o pases a Henson, para que resolviese.

Pero poco a poco Boston asentó su defensa, aprendió desde dónde mandar la ayuda, y los Bucks y Giannis se encontraban una pared de hombres cada vez que ponían un pie en la zona: las pérdidas empezaban a agolparse, y los Celtics, podrían anotar fácilmente por fin a la contra. Así se cerró el primer cuarto con un rotundo parcial 15-0 para los de casa, y 12 puntos de ventaja en el marcador.

Los Bucks no anotaron a la contra hasta el segundo periodo, y lo hicieron gracias a que Boston entró en un bucle similar de pérdidas: cuatro en cinco posesiones con Larkin al volante, y cuando Antentokounmpo volvió a pista se encontró con un equipo lanzado en el que por fin pudo empezar a despertar. Milwaukee era entonces quien alcanzaba la decena de puntos de ventaja, y con las tornas cambiadas, eran los Celtics los que no veían manera de crear un tiro cómodo. Tuvieron que llegar los regalos de Milwaukee en defensa, esas boludeces que hacen que lo que parece una defensa de élite lo sea de chichinabo, para que Boston mantuviera el partido controlado al descanso.

En la reanudación vinieron los minutos más duros: de nuevo con los quintetos titulares en pista, el baloncesto era feo, trabado y poco acertado. Sólo brilló la agresividad de Jaylen Brown, que lanzó al equipo en otra gran racha de 10-0, y que Prunty tuvo que sofocar jugándosela con un Giannis de pívot, que tardó casi 8 minutos de segunda parte en ver aro.

Va a ser un gran dilema para el entrenador de los Bucks, cuánto y cuándo utilizarlo ahí, porque, sobre todo en defensa, su enfoque de la posición no es natural, y especialmente ante Horford, que sabe aprovecharse de él a ambos lados de la pista, concede demasiado. Pero al mismo tiempo, con menos obstáculos puestos por su propio bando, es como más fácil y felizmente patina por la pista, cuando es capaz de atacar defensas cerradas como si se tratara de un contraataque. En días como hoy, en los que sólo Middleton es capaz de anotar con volumen (no fue la noche de Bledsoe), no parece haber otra opción que dejarle volar.

Y más cuando en el otro lado, prácticamente todos suman. Horford, Brown, Tatum, Morris y Rozier anotaron todos canastas difíciles e hicieron jugadas importantes. Finalizaron todos entre 19 y 24 puntos anotados y con un reparto de posesiones muy equitativo.

Y tuvieron que recurrir a la épica, porque dejaron ir una ventaja de 10 a falta de 4 minutos: con Middleton y Giannis echándose el equipo a la espalda, los Bucks empataban con un triple de Brogdon en una jugada tras tiempo muerto en la que se escurrió solitario frente a la zona Celtic, dejando tiempo para un último tiro de Boston (o eso creíamos).

De todos modos, los titulares de los Celtics (más Morris) siguieron anotando cuando más se necesitaba en la prórroga, un gris Bledsoe se despedía del partido al llegar a su sexta falta, y poco después lo haría también Giannis, y esta vez sí, no dejaron que se escurriera el partido cuando tocó cerrarlo desde el tiro libre.

La serie sigue abierta porque la estrella griega brilla demasiado, y en los Celtics falta eso precisamente, pero no hay ninguna duda, y esta vez se ha vuelto a demostrar, de qué equipo es mejor colectivamente.

Sofi del día: Las dos canastas que cerraron el tiempo reglamentario, pero especialmente la de Rozier. En una repetición desde la línea de fondo contraria se ve claramente como engaña a Bledsoe, con un bote en el que parece que va a mandarlo a estrellarse de bruces contra un bloqueo, y en cuanto el hercúleo base rival gira el cuello para buscar ese rival que nunca viene, le cambia el ritmo, la dirección y el suelo que pisa. El movimiento es más de media canasta, y otra muesca más para un jugador que está cerrado la temporada con su mejor versión.