Verano 2017, momentos antes del Draft. Lakers con el segundo pick. Era un secreto a voces, pero Lonzo Ball se iba a convertir en el nuevo base del equipo de Luke Walton, días antes, la franquicia ya había hecho ese camino con el trade que llevaba a D’Angelo Russell (y Mozgov) de camino a Brooklyn. Magic le daba las llaves del equipo.
A partir de ese momento, los niveles de optimismo en LaLaLand subían hasta niveles donde algunos se aventuraban a hablar hasta de los PO, en algo que al cabo del tiempo se ha visto que ni por asomo.
Acabamos 2017 y Lakers se encuentra siendo actualmente uno de los peores equipos en la NBA y además, sin pick, pero todo el mundo se pregunta, ¿qué está pasando en LA?
La respuesta es fácil y a su vez extremadamente compleja. Debido a las movidas salariales y demás, Pelinka & Magic han confeccionado una plantilla este año no pensando en esta misma temporada, sino en qué va a pasar en verano de 2018, con todo el riesgo que ello conlleva.
La idea que tienen es sencilla, tener todo el margen salarial posible para poder atraer a dos agentes libres por el máximo, los rumores hablan de LeBron James y Paul George (JASDJFSDHFJHSGJHSHJFJHFJSDFJHASJHDFJHSDF….), pero claro, para hacer semejante hueco hay que hacer una buena limpieza antes. Esa limpieza pasa por liquidarse los contratos de Mozgov y Deng, las últimas herencias de la era Ketchup, uno ya lo has hecho, y el otro sigue en el equipo, aunque no aparezca por ningún lado. Por otra parte, un par de fichas clave en estos jóvenes Lakers tienen su futuro difícil para seguir con el plan: Jordan Clarkson y sobre todo Julius Randle.
Además y para seguir cuadrando números, este año has firmado a Kentavious Caldwell-Pope por un mega pastizal y diciendo que va a ser tu referente en defensa, además de un movimiento más para hacer un guiño a James, ya que ambos pertenecen a la misma agencia de jugadores. También, López llega en el último año de su contrato, otro más que no estará.
Con ello, te encuentras con una plantilla dónde realmente la gente de los despachos no está pensando en este año, sino en el próximo dónde quitando de los Rookies/Sophomores y Larry Nance, el resto van a ser carne de otro equipo. Mal tema.
Obviamos todo esto, pero no lo perdáis de vuestra cabeza y nos metemos en el inicio de temporada, dónde el ritmo alto que quería ya Walton desde que llegó a Lakers le viene como anillo al dedo a Ball y sus alegrías en ataque con el movimiento de balón.
Con esto, Lakers se ha convertido en este inicio de temporada en un equipo alegre, molón de ver en pista, ya que no aburre y encima tiene el toque irreverente de los jóvenes, con Kuzma a la cabeza, Ball con su ritmo frenético y con un Ingram creciendo de forma notoria en este su 2o año de profesional.
Pero una temporada NBA es muy larga y como siempre llegan los bajones, las lesiones, las derrotas y la cosa ya no fluye como antes y el jijijajaismo de hace unos meses se empieza a convertir en frustración y un mal ‘body language’ en pista que llaman los americanos. Llegan los rumores de traspaso de Randle, un jugador del cual se esperaba mucho y que no se sabe muy bien cada vez se le ve más estancado y habiendo declarado que va a salir a la agencia libre, con lo cual, no sabemos si por estos rumores o simplemente por su bajo rendimiento, sus minutos disminuyen en pista y de nuevo hay caras y malos rollos. KCP ahora es Convict-Pope y básicamente sólo juega los partidos de casa porque está en una especie de arresto domiciliario y sus partidos son lamentables. López fuera un mes. Clarkson bajando sus porcentajes de tiros. Kuzma se le ve cansado…
Para colmo se lesiona Ball. Lesión menor, una semana de descanso, pero en ese momento se ven todas las carencias de Lakers, quién lo iba a decir!!! Toda la prensa, fans de otros equipos y Twitterfauna en general rajando del 2 de Lakers por sus malos (sí, lo son) números en cuanto a tiro y de repente sale de la rotación lacustre y todos, absolutamente todos lo echan en falta y ya Lakers no juega a nada, recordando a otros tiempos donde el Capitán General Superior del Tanque Lacustre era entrenador del equipo.
La gota que definitivamente ha derramado el vaso ha sido esa reunión que ha tenido toda la plantilla donde parece ser se han dicho cosas bastante claras entre ellos y sobre la franquicia y su futuro, vamos, recordad lo que decíamos al principio del post, sí, eso justamente, jugadores alegando que el año que viene no van a estar, que tal jugador va a ocupar su posición, etc etc. Vamos un caldo de cultivo maravilloso para de nuevo sacar los tanques un año más… pero este año no hay pick y ya no se saca tanque, se pierde un año.
Entre todo este desaguisado extraño que ha surgido en LA hay una figura que de momento, a pesar de alguna que otra extraña decisión en cuanto a las rotaciones, nadie toca ni pone en duda, y ese es Luke Walton, lo cual me parece perfecto, ya que cargarle las culpas al entrenador de una mala planificación no tiene ningún sentido y más cuando el equipo está medianamente sano y centrado, da muestra de que se está cociendo algo interesante para el futuro.
No tengo ni idea cómo va a seguir la temporada, ni cuántos partidos le quedan a Lakers por ganar o Randle jugando de amarillo/purpura, pero lo que si tengo claro es que el equipo ni es tan malo como parece ahora, ni tan bueno como la gente pensaba, lo que si tal vez se debería hacer es dejar las cosas claras y potenciar aquello que quieres mostrar a esos futuros agentes libres, vamos, tienes que venderte bien, y queda media temporada para hacerlo, porque sino, acabará Lakers pagando un pastizal por el Amaré Stoudemire de turno y habiendo perdido otro año más.