Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá (hasta que dure) cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
Si le das para ver un partido al League Pass y la primera imagen que te sale es conforme llegó Russell Westbrook al Toyota Center (más sobre esto en el Sofi Del Día), sabes que algo grande va a pasar.
Oklahoma City Thunder empezó muy bien el partido, saliendo del vestuario con la idea clara de lo que querían hacer, con todo el equipo sorprendentemente aportando y con un Westbrook que hoy sí que quería ser el de la temporada regular. Además, si a esto sumábamos que James Harden estaba algo fallón y que el tiro exterior de Houston no entraba, lo agitamos todo y nos sale una diferencia que llego a ser de 15 puntos para los de Donovan.
Pero, si hay un equipo con el cual no te puedes confiar con las ventajas en la NBA, ese es Rockets, su MoreyBall hace que en menos de un minuto, al más puro estilo Warriors, te puedan hacer un parcial de 15 puntos y no te has dado ni cuenta, con una aportación del banquillo por parte de Gordon y Louuuuuuuuu, Rockets hizo que la diferencia nunca se fuera a números ya no remontables. Aún así, Westbrook iba a la suya tirando, tirando y tirando.
El cambio del partido llegó al final del 3Q.
Aquí Donovan sentó a Westbrook como viene haciéndolo en casi toda la temporada, para aprovechar ese tiempo, más el descanso entre cuartos, aquí D’Antoni hizo una jugada, no se si decir maestra, pero sí muy inteligente. Con Westbrook en el banquillo, Rockets salió con un arsenal por fuera que ni en un concurso de triples, con Lou Williams, Eric Gordon, Trevor Ariza y Harden. Y claro, esto se notó, ya que Rockets metió un parcial de 12-3 en ese tiempo y se fueron al inicio del último cuarto con sólo 3 puntos de desventaja. La balanza había cambiado.
El último cuarto fue todo lo que a priori pensábamos que iba a pasar en esta serie, además, con todos los detalles. Por una parte, el tiro exterior que ni a Harden ni a la mayoría de Rockets le estaba entrando, empezó a funcionar y por otra la fuente de alimentación de puntos de Thunder era solamente el número 0, algo que estaba en todos los análisis, y que se vio 100% en este cuarto final.
A falta de 8 minutos Houston se puso por encima para ya no dejar esa ventaja, aún así, un Westbrook desatado y con un Harden totalmente enchufado ya al partido, para hacer un final que estuvo más apretado de lo que realmente pudo parecer.
Al final, se cumplió lo que se esperaba, y ni el enésimo triple doble de Russ pudo con el poderío ofensivo del equipo de D’Antoni, que cuando se pone a enchufar, es una máquina de meter canastas. 2-0 y todo como se esperaba…
Sofi Del Día: La entrada triunfal de Russell Westbrook en el pabellón. Por todo, por el baile, por la ropa, por las pintas…todo.