Desde el sofá no podemos hablar con el señor Multiple Sources, pero sí podemos coger una copia del convenio y mirar la situación contractual de varios jugadores y equipos para explicaros por qué van a suceder una serie de cosas durante el periodo de agencia libre. Empezamos por los dos mejores agentes libres de la Liga.
Kevin Durant
Desde hace mucho tiempo se está hablando de que la opción más ventajosa para Durant era renovar un añito, y esperar a tomar la decisión junto a Westbrook e Ibaka, que serán agentes libres el próximo año. Serge ya está fuera de la ecuación pero Russ no, y ese año podría resultar en el primer contrato con 200 millones de dólares garantizados de la NBA.
Si Durant firma ya por cinco temporadas en OKC, el contrato sería de 152 millones en total (asumiendo un tope salarial de 94 millones este año, aquí y en el resto del artículo). De esperar al año que viene, Durant no sólo se aprovecha de un tope que crecerá (el contrato máximo es un porcentaje de este tope), sino que además llevará 10 años en la Liga, lo que significa que su máximo puede ocupar un 35% del tope salarial, la franja más alta de las 3 que existen en general (este año, está en la segunda, por lo que el máximo es de un 30%). Utilizando como referencia un tope salarial de 110 millones para el próximo año (también de aquí en adelante), el contrato que podría firmar KD en 2017 es de 207.5 millones, 55 más que el que empezara este año, y un total de 234 millones en las próximas seis temporadas, incluyendo esta. El riesgo obvio de esperar es que sus pies volvieran a darle problemas y nadie quisiera comprometerse por el máximo, pero con la enorme cantidad de equipos con espacio salarial, resulta difícil que en el triste caso de recaída, al menos un par de ellos no peleen por sus servicios.
¿Cuáles son las cifras si cambia de aires? El máximo para este año (unos 26.4 millones aproximadamente) que le puede ofrecer cualquier equipo sería igual al del suyo propio (sólo necesitarían tener ese espacio bajo el tope salarial), pero en futuras temporadas le podrían ofrecer menos dinero y años. De firmar un contrato completo ya con otro equipo, tendría que ser sólo de 4 años, y por 112.9 millones. La diferencia en los 4 primeros años de vida del contrato no es grande con el caso análogo de renovación, unos 5 millones, por lo que de firmar un nuevo contrato máximo en 2020, cuando tenga 31 años, no perdería mucho.
Si firmara sólo por un año fuera de Oklahoma City, el equipo que lo fichase sólo tendría los llamados Derechos No Bird, que no le permitirían añadir 5 años al contrato (4 nada más), y que no le dejarían alcanzar ese 35% del mega-máximo el año que viene (a no ser que el equipo vuelva a tener los 36 millones en espacio salarial por los que saldría la broma libres en 2017). En este caso, Durant, firmando por 1+4 en un nuevo equipo, ganaría 161.9 millones por las próximas cinco temporadas (180.5 si el equipo tiene esos 36 millones de espacio salarial libre el próximo verano), y si firmara un 1+1+4 (opción más arriesgada, porque tendría que jugar dos años con contrato corto), al final del segundo año aprovechando que pasa de tener derechos No Bird a derechos Bird prematuros, las cantidades que podría ganar estarían entre 210 y 215 millones por seis años (la cantidad más alta, si el equipo tiene espacio salarial para darle el máximo en 2017), unos 20 por debajo de los 234 millones que ganaría en Oklahoma City.
Por último está la avenida de firma-y-traspaso, que sería la manera de llegar a un equipo que no tuviera el espacio salarial para su contratación esta temporada, pero con el que OKC esté dispuesto a hacer un intercambio. Aquí Durant estaría obligado a firmar un contrato de entre 3 y 4 años, empezando en el máximo y con subidas del 4.5%, es decir, lo mismo que si firma directamente con un equipo diferente al suyo, con la salvedad que no podría utilizar la fórmula de 1+4 o 1+1+4 años. Por tanto, de una operación de firma-y-traspaso podría sacar un contrato de 4 años y 112.9 millones.
Como veis, hay diferencias grandes entre renovar un año y no hacerlo, y seguir en su equipo o cambiar de aires. Pero, ¿sería suficiente en las cifras que nos movemos, más las que tiene garantizadas KD de otros contratos publicitarios?
LeBron James
LeBron es agente libre este verano, pero tras reconciliarse con ciudad y equipo, todos los signos apuntan a que no se mueve de Cleveland. Cero dramas, siempre smile.
Ahora bien, su contrato también tendrá algo de miga, y es algo diferente a lo que ya he visto comentado y rebotado por Internet: LeBron no va a firmar por menos dinero por seguir en Cleveland. O al menos, si lo hace, sería una decisión voluntaria, y al no tener espacio salarial en Cleveland, no serviría mucho para hacer mejor al equipo, sólo más rico a Gilbert. Lo que sí es posible es que este año no cobre el máximo al renovar, pero no sería por puro altruismo, sino para salir al mercado el año que viene. Los Cavs se lo podrían ofrecer, pero ganaría más dinero a largo plazo rechazándolo.
Al firmar como agente libre el verano de 2014, los Cavs todavía no tienen sobre él los llamados derechos Bird, que permiten renovar a un jugador por el máximo sin importar si te pasas del tope salarial, y que se adquieren tras tres años. Como su contrato tiene dos temporadas, los derechos de Cleveland sobre él son de tipo Bird Prematuro (early Bird, un juego de palabras tan intraducible como vosotros ya sabéis cuál), y con esos derechos, los Cavs podrían oferecerle un contrato por el máximo este año, y subidas de 7.5%, pero… tendría que firmar por dos años, por lo que no podría salir al mercado el año que viene, cuando el tope y el máximo vuelven a subir.
Además, para complicar la situación del contrato de LeBron, por su edad le empieza a afectar el año que viene la regla Over-36, pensada para que los jugadores que firman contratos que se extenderán más allá de los 36 años no tengan incentivos por firmar acuerdos demasiado largos, ya que las últimas temporadas no se cobran. Esta medida, pensada para evitar que los jugadores y equipos difuminen las cantidades a lo largo de los años en contratos de veteranos hasta llegar a temporadas que el jugador puede que no cumpla, no tenía en cuenta a los superhombres.
Con estas consideraciones, el contrato que LeBron podría firmar este mismo año, con derechos Bird Prematuros, y empezando en el máximo (es decir, sin perder dinero por seguir en Cleveland) sería de 137.2 millones por cuatro años.
Si en su lugar, firma otro contrato de un solo año sin utilizar derechos Bird Prematuros, como su equipo no tiene espacio salarial, utilizarían los derechos No Bird, que le permiten cobrar 27.6 millones esta temporada (20% más que el año anterior), en lugar de los 30.8 que son su máximo. Pero entonces, el año que viene tendría derechos Bird completos, lo que le permitiría ahora ya sí, cobrar el máximo de 2017, y firmar cuatro años más (no son 5 por la regla Over-36). Utilizando esta estrategia de 1+4, LeBron podría firmar 188 millones por 5 años o 144 por 4 (más que los 137.2 por los que firmarían con derechos Bird prematuros).
La diferencia no es grande a 4 años, pero ese quinto año por 44 millones, que llegaría cuando LeBron tendría 35 años, sería difícil de alcanzar si no hay otra subida de un tope que se estima permanezca plano (o incluso baje ligeramente), a partir de 2018.
Otra opción sería utilizar los derechos Bird prematuros y firmar por dos años, volviendo a salir al mercado en 2018, pero por la regla Over-36, sólo tendría sentido renovar 4 más, lo que le daría unos 225 millones (estimación con tope plano a 110 millones en 2018) en 6 años. Esta cifra sí sería bastante interesante, pero si LeBron sigue en posición de ganar más de 35 millones en 2021 con 36 años (lo que sería el equivalente al contrato final de Kobe Bryant) y el invierno núclear provocado por Donald Trump y sus aliados Boris Johnson y Pdr Sánchez no acaba con la NBA, la opción 1+4 le permite, por una cantidad parecida, asegurar un año antes tanto la firma del contrato largo como la nueva salida futura al mercado como madurito interesante.
A diferencia de KD, al permanecer en el mismo equipo, y no tener esa subida de los 10 años de antigüedad acompañando a la del tope salarial en 2017, la horquilla en la que se mueve LeBron es más pequeña, y con un contrato zapatillero vitalicio, no es que se tenga que preocupar mucho. Por tanto, aunque la 1+4 me parezca la mejor opción en teoría para maximizar las ganancias minimizando el riesgo, ninguna opción me extrañaría, ni siquiera la de firmar ya 4 años (con alguno opcional), y olvidarse de todo. Pero en todo caso, no sería perdonar pasta por seguir en Cleveland: simplemente habrían echado cuentas y un vistazo a las reglas para sacar el mayor beneficio a largo plazo.
Y máximo o no, LeBron está en posición de lograr algo que nunca había conseguido: ser el jugador mejor pagado de la Liga. Los únicos que le podrían superar (o igualar si él firma finalmente con derechos Bird Prematuros este año) son agentes libres con más de 10 años de experiencia. Por lo que salvo que alguien ofrezca el máximo a Dwight Howard, Dwyane Wade, Dirk Nowitzki o Pau Gasol (ojo a la posibilidad de contratos locos a los dos primeros por uno o dos años), James sería el mejor pagado en la NBA, incluso aunque firmase por un año nada más.