Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…
OKC ya está en semis de Conferencia, camino de San Antonio, y los Mavericks, a regañadientes, por fin pueden disfrutar de descanso e irse todos a operar tras una temporada que ha parecido un ejercicio sádico de hasta dónde se pueden arrastrar las lesiones. Anoche se quedaban fuera Williams, Lee y Mejri, y la movilidad de Matthews fue horrible (y eso que se supone que era el más sano del grupo). No pudieron parar a los Thunder en toda la noche, pero al menos se encargaron de que no dejaran de sentir su aliento hasta el final.
Con un Shakespeare Arena con la energía (y las MILF’s) de las grandes ocasiones, los jugadores de los Thunder, que no necesitan demasiado ya de por sí, salieron con el pedal en el acelerador desde el principio, y no lo levantaron hasta el final. Empezaron atacando por dentro, con Steven Adams haciendo mucho daño en la pintura contra Powell, y poco a poco el papel protagonista pasó a Durant, para que lo acabara recogiendo Westbrook, que quizá estaba un pelín motivado con las palabras que le dedicó Mark Cuban.
El partido fue 100% Conferencia Oeste, un tiroteo, una huida constante hacia delante, que enfrentó a un equipo que jugó con rabia y con ira (los Thunder, más cabreados que nunca) a otro que quería frenar el partido pero no podía. OKC estableció el juego interior, y después, cuando Dallas se acurrucó cerca de la pintura para protegerse, bombardeó con éxito desde fuera, con un Westbrook muy efectivo tras bote en la media distancia.
Los Mavericks fueron escarbando puntos de donde podían, y ayer cargaron más su juego en los hombres altos: si pudieron seguir el ritmo fue por la excelencia de Dirk, el oportunismo de Powell en los tableros y la lectura de juego de Pachulia, haciendo pagar las faltas de atención de la defensa de OKC. Pero tras ponerse a tan solo 4 puntos (tras manejar distancias en la decena la mayor parte del partido) a falta de poco más de 4 minutos para el final con un triple de Dirk, quién sino, un rebote en ataque providencial de Roberson tras una posesión Thunder que casi resulta ahogada por el reloj, y los cambios en defensa de OKC pusieron la puntilla a unos Mavs que anotarían 1 puntito nada más en el resto del partido, entregando la cuchara con dignidad en el cómputo global, pero sin brillo final.
Si buscásemos buenas noticias en el epílogo de Dallas, además del bienestar mental que da saber que tu organización es seria, competente, y quedará en buen estado pase lo que pase, las encontraríamos en el buen partido y carácter de su novato Justin Anderson, que con un poco de suerte y algo más de mano puede como mínimo hacer carrera como secundario 3&D, y en la cuerda que todavía le queda a Dirk. Y el futuro ya se escribirá solo.
De OKC volveremos a hablar.
Sofi del día: Cameron Payne, que por fin salió un poco de la perrera de Donovan, se ha convertido en un animador de élite con sus bailes y cucamonas varias. Cuando un jugador de OKC salía a la contra con todo el campo por delante para matar, la realización de TV estaba casi más pendiente de lo que fuera a pasar con Payne, que en el aro. La cámara lo adora, y él devuelve el amor.