Con la mala pinta que tenía el calendario navideño vamos llegando al final del mismo con un récord semi-pasable. Hemos añadido dos victorias con las que no deberíamos contar, las de Atlanta, y hemos perdido en dos partidos en los que deberíamos haber competido y ganado si aspiramos a estar en post-temporada, Boston y Orlando. Analizando los últimos 8 partidos se podría decir que la cosa no ha acabado tan mal, aunque todavía falta por jugar contra Heat y Spurs.
La rotación se ha ido reduciendo hasta quedarnos con gente que funciona en lugar de jugar con 5 de inicio y 5 para la segunda unidad. De esta manera, como hacen bastantes equipos serios, quitas piezas clave a los 6-7 minutos de juego para volver a introducirlas en la segunda unidad a final del primer cuarto. Lo que no tenía sentido era jugar con Vujacic, con O’Queen o con Seraphin si estos no están siendo capaces de sacar el trabajo adelante. Entre los elegidos para seguir jugando minutos esta Derrick Williams que parece que ha subido algo su nivel, estancándose por encima de la mediocridad y por debajo de un nivel que deslumbre, con lagunas y aciertos pero en general en una linea positiva y aceptable.
La cohesión entre los jugadores se va notando, Carmelo estadísticamente ha bajado su aportación en puntos pero reparte más asistencias y anoche en Atlanta fue determinante con el penúltimo tiro anotado. López ha subido su nivel, si es capaz de aguantar en esos 10 puntos, 8 rebotes y 2 tapones empezará a justificar su salario. El único jugador que sigue chirriando es Grant, un chico que se suponía que llegaba preparado a la NBA, con el ciclo universitario completado y que como segundo base se queda bastante escaso. Sería interesante peinar el mercado a ver si sale algún base suplente mejor y que ayude a completar una plantilla aún en formación.
Como contrapunto se empieza a leer que a Porzi le ha llegado el rookie wall y todas estas historias. Algo ha bajado su estadística pero creo que ha sido más por necesidad del equipo que por incapacidad del jugador. Contra Atlanta en el tercer cuarto del segundo partido dio un recital y el chico sigue su progresión. Evidentemente antes o después le llegará un bajón físico importante, lo suyo sería que para esas fechas las demás piezas carburen para que no se note tanto.