Lo que en los últimos años ha sido una casa de putas, literalmente, se esta convirtiendo en una franquicia NBA. Evidentemente ninguna franquicia NBA esta libre de cometer errores. Salvo San Antonio, todas las franquicias fallan y no todos los movimientos son acertados. En esa dinámica se encuentran ahora mismo los Knicks, franquicia característica por ser el hazmerreír en los últimos 15 años cortesía del amigo Jimmy Dolan. Con aciertos esperados, fallos coherentes y, sobre todo, algún acierto inesperado como el de el bueno de Kristaps, nos hemos movido en los primeros 14 partidos. El mencionado rendimiento y la adaptación de Robin López así como de la irregularidad de muchos y la cohesión de muchos otros son cosas normales en un equipo NBA. Por fin los New York Knicks parecen un equipo.
A estas alturas de temporada, con 14 partidos a las espaldas, ya habría sucesos suficientes como para empapelar la Catedral de Burgos. Por el contrario se agradece ver que ganamos con Carmelo Anthony desaparecido entre las faltas y Trevor Ariza en Houston, al igual que fuimos capaces de ganar en Oklahoma City con un último cuarto dantesco y agarrándonos a la defensa y el desacierto del rival. La optimización de recursos debería ser el principal objetivo de Derek Fisher, si un jugador no esta jugando bien va automáticamente al banco puesto que tienes profundidad para que otro intente cumplir con la tarea. En este sentido hay luces y sombras, nadie sabe porque dejó que Batum nos abriese literalmente el culo jugando bastantes minutos contra Galloway, pero en general esta manteniendo a todos los jugadores enchufados y recompensando buenas actuaciones con minutos.
A día de hoy y según el calendario las derrotas en Houston y en Oklahoma eran fijas por diferencia de plantilla y cohesión de la misma; a día de hoy en ambas canchas hemos ganado aprovechándonos de lesiones del rival sumado a la intensidad de los chicos y la fe en la victoria. Hemos ganado más partidos que ‘deberíamos haber perdido’ de los que hemos perdido que ‘deberíamos haber ganado’ y eso es un punto de partida genial. Hay que mejorar muchos aspectos lógicamente pero aparentemente si las lesiones nos respetan hay mucho margen de mejora, los automatismos aún no están pulidos.
Ya llegarán las giras por el Oeste con una o cero victorias, como es lógico por otra parte. Lo interesante es cerrar una gira con derrotas lógicas y victorias coherentes. Si rascas una victoria en San Antonio nadie se va a quejar, si por el contrario pierdes es algo que nos esperamos todos. El problema llega cuando vas a Utah y palmas, o vas al Staples y los de amarillo también te la pasan por la chepa. Para llegar a Playoffs vamos a tener que rozar el 50% de victorias y los partidos que en principio son asequibles hay que asegurarlos, por eso dio rabia la derrota contra Hornets. Mucha gente estaba preocupada al ver que estando por encima del 50% de victorias aún estábamos fuera de los ocho primeros. A día de hoy la clasificación no es realista, no se han realizado suficientes giras por el Oeste, no se puede decir que el calendario haya sido parejo para todos los equipos, el que más ha jugado ha sido Atlanta con 15 partidos.
Nada más se debería decir en estos momentos sobre la franquicia, hay que dejarlos trabajar, jugar y entenderse. Pocos años llegamos a Diciembre sin pensar en la agencia libre. Calderón funciona, Afflalo funciona, Carmelo funciona, el rookie esta funcionando por encima de sus expectativas, Galloway confirma que aspira a un contrato de 10 kilos… Es momento de abrir una bebida y unas aceitunas a gusto del consumidor, sentarse en el sofá y disfrutar de la tranquilidad.