Enuncia el principio de la Navaja de Ockham, que cuando dos teorías parten en igualdad de condiciones, aquella que tenga la explicación más sencilla suele ser la correcta. Este Mundial se podría haber desarrollado de otras maneras, pero si hubiésemos escuchado la metodológía desde el principio, lo hubiéramos tenido claro.
La explicación más sencilla en el deporte es que el mejor equipo suele ganar. Y salvo que uno estuviera muy desnortado en su hipótesis inicial, el mejor equipo es el Team USA. Y lo demostraron con creces esta noche.
129 puntos en 40 minutos en una Final, ante el equipo mejor motivado de todo el campeonato, esta juguetona Serbia de Djordjevic. El viernes llegaron a Madrid, el sábado atendieron compromisos promocionales, entrenaron un poco y dieron una vuelta por la ciudad, el domingo conquistaron, y vuelta a casa, fiesta mediante.
Serbia empezó fuerte, con Teodosic tan enchufado como en los dos partidos anteriores, y abrieron con un parcial 15-7 culminado por un 2+1 de Raduljica. Moviendo el balón hasta poner a Teodosic en posición favorable para penetrar, y dejando que este decidiera si soltarla a un cortador solitario o terminar la jugada él, parecía que Serbia había encontrado algo que explotar una y otra vez en USA, que además tenía a Anthony Davis en el banquillo con 2 faltas.
Pero es lo que tiene este rival. Se va Davis pero entra Cousins, y como reconoció Coach K después, ayuda a cambiar el partido «en cinco jugadas buenas«. Más acostumbrado a proteger el aro, su presencia permitió parar en un par de ataques seguidos a los serbios, y además estuvo atento para volver a lanzar al equipo a la contra nada más coger el rebote con pases largos. Hemos comentado alguna vez que una de las maneras de plantar cara a USA es defendiéndoles con un buen ataque, ya que en un intercambio de canastas, ellos no pueden correr. Obviamente, una cosa es decirlo y otra hacerlo, y en cuanto se limitó el acierto serbio, el desmorone en el otro lado de la pista fue inevitable.
Si al impacto de DeMarcus le sumas una racha inconsciente desde el triple de Harden (que forzó la segunda a Teodosic) e Irving, MVP a la postre, pues acabas siendo testigo de cómo se pone en marcha un parcial de 28-4 que acaba con el partido en el mismo primer cuarto.
Serbia siguió defendiendo en individual todo el partido (Djordjevic comentó en rueda de prensa que esa había sido su «identidad» y quería mantenerla), aunque claro, qué vas a poner… ¿una zona a un equipo que está metiendo más triples que los que está tirando? De todos modos, el partido pedía un algo, un cualquier cosa que nunca llegó. Ni siquiera la gresca balcánica marca de la casa que tan bien conocemos. Raduljica montó un conato de trifulca al volver del descanso, pero la distancia era sideral por aquel entonces, y la USA-B ha venido muy concentrada a este campeonato como para perderse en luchas ridículas.
Y todo esto fue con un Curry que no entró en calor, 14 minutos del hombre con una sola ceja que se iba a comer el mundo en esta Copa, el peor partido de lo que llevamos de campeonato de Faried, y un Rose torpón que en cualquier otro equipo que no se lo pudiera permitir habría ido al banquillo. Ganando todos los partidos de más de 20, y con una victoria media de 33 puntos, el dominio ha sido tan insultante que vuelve a traer fantasmas del pasado y preguntas a rueda de prensa sobre si el hueco que ha creado Estados Unidos con el resto del mundo se ha vuelto a agrandar.
Lo cierto es que la mejor versión de Estados Unidos, y esta es lo más parecido que puede haber a ello, vuela tan cerca del sol, que se quema, pero para volver a bajar a la tierra como una bola de luz y destrucción. Los equipos de 2008 y 2012 eran mejores, y practicaban otro tipo de baloncesto más coral, pero no alcanzaron el nirvana durante un partido importante completo como sí lo ha logrado este.
No era estúpido pensar que el combinado español hubiera tenido una gran oportunidad de vencer a USA de llegar a la Final, que ha desperdiciado. Pero ante esta versión de Estados Unidos, que era la fase de flujo de la que habla Gonzalo Vázquez hecha equipo, la pura pulsión de juego, nada podría haber hecho nadie, como mucho el equipo fantástico que se podría formar sólo con aquellos jugadores que decidieron no venir. «En otros partidos dominábamos, pero porque pegábamos acelerones. En este hemos dado un acelerón de 35 minutos» explicaba gráficamente Krzyzewski.
Ganó el mejor. Como suele pasar.
Notas desde la tercera fila
– El MVP a Irving nos pilló totalmente fuera de juego. Como habréis leído en Twitter, el voto de los periodistas se realizaba antes del tercer cuarto, a través de Internet, y en una «papeleta» virtual en la que no aparecía Irving como opción predefinida, había que meterlo de manera manual. Igual infravaloro el número de acreditados, pero en mi pequeña lista de gente cuyo voto conozco, muchos lo hicieron antes del partido-exhibición de Kyrie, otros no estaban «conectados» durante el partido, y sólo uno de los que se esperó al último momento decidió votar por el base. Supongo que la muestra que tengo no era nada representativa.
– Nosotros votamos a Faried, y en el quinteto pusimos a Teodosic, Harden, Batum, Faried y Diaw. Os contamos durante el partido por qué además, transparencia absoluta.
– Los jugadores de Serbia estaban genuinamente felices con la plata. Todos pasaron por zona mixta con sonrisa de oreja a oreja, que crecía aún más cuando se daban cuenta que nadie les paraba para hablar con ellos. Los protagonistas hoy eran otros.
– Ya me avisó David que los disfrutó en Bilbao: el banquillo USA hace el ganso hasta que Coach K se cansa, pega una voz, baja el brazo, y no se mueve una mosca. Así fue también ayer. Cuando a falta de 30 segundos Serbia empieza el trote cochinero dejando entrever que van a dejar correr la posesión entera, Krzyzewski levanta el brazo, les da permiso, y entonces ya se pueden abrazar.
– Ya vi a Woj, y creo que sabemos el secreto de su éxito. Es imposible distinguirle de un oficinista random que te encuentres por la calle. Si no nos avisa Fran Guillén, y no tuviera una pegatina que pone Yahoo! en el portátil, me voy sin tener el placer. Según bajaba por las escaleras me quedé observándole fijamente por curiosidad, de manera quizá un poco maleducada, debo admitir, y el zar del cotilleo NBA mantuvo la mirada de manera ultra-agresiva. Ahora temo que haya leído lo más profundo de mi alma.
– También pude dar las gracias a Sam Smith por «The Jordan Rules«. Yo soy más de «Playing for keeps«, pero aunque seas de Jordan, es imposible no admirar a Magic. Me dijo que va a sacar otro libro sobre Jordan el próximo mes porque «no se me ha ocurrido otra idea mejor.» Entrañable y genial. Estaremos atentos.
Sofi del día
A todos vosotros, por haber seguido nuestra cobertura del Mundial. No ha sido perfecta, y ha resultado menos espectacular que lo que uno ambicionaba, pero como dijo John Lennon, si no es apócrifo como todas las citas, «la vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes«.
El caso es que la acogida ha sido maravillosa, hemos sentido vuestro cariño, y como recompensa, sólo pensamos en cómo hacerlo mejor cuando volvamos a tener una oportunidad semejante.
Muchas gracias, de corazón.