PO Desde El Sofá (XXVIII): Apisonadora

San Antonio Spurs

Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.

El ambiente en el AT&T era de fiesta. Nadie quería perderse el partido donde la venganza podía cumplirse. Toda la ciudad de El Alamo apoyando a los Spurs para finiquitar Las Finales y llevarse así el 5o anillo. Todo estaba en orden y el guión fue el previsto…incluso mejor.

Para aquellos que ven el baloncesto sólo un rato o el último cuarto (sí, los hay), seguramente el partido de ayer sería otro más, una victoria clara del equipo local y la fiesta del Larry O’Brien. Pero el partido fue de todo menos aburrido.

Miami movió una pieza que seguramente nadie esperaba, desconocemos si por soltar una medida desesperada o creyendo 100% en ello. Ray Allen saltaba de titular siendo (Wario) Chalmers el sacrificado. Miami salía sin bases puros. La jugada salió bien.

El equipo de Spoelstra y sobre todo Lebron James fue el primero en dar, y encima lo hizo a lo grande con un parcial de salida casi escandaloso y metiendo una diferencia de 16 puntos a favor de los playeros. James a sus anchas, a lo G2, mientras que la defensa apretando desde siempre con James unido a Parker en un emparejamiento que el francés no pudo superar. Las cosas pintaban bien para Heat. Hasta que se demostró que el banquillo de Spurs es algo más.

Mills, desde las antipodas con amor y junto a un ETERNO Ginobili, supieron contrarrestar la salida en tromba de Heat, para al final acabar con un marcador de 29-22 el cuarto con 17 de Lebron.

No sabemos si este fue el último cartucho de Miami, pero esa pinta tuvo. A partir de este momento, la máquina engrasada de Popovich empezó a funcionar. Duncan destrozaba una y otra vez a Haslem, mientras que Leonard empezaba a poner su candidatura al MVP encima de la mesa y encima a lo grande, tanto en un lado, como en el otro de la pista, ya que James nunca volvió a ser el mismo.

El mate de Ginobili levantó a todo el mundo de sus asientos, a un servidor incluido, uno de esos mates que cambia tempos de partido, que levanta aficiones y que enciende al público de cara a ese objetivo común llamado anillo. San Antonio lo quería ya. Ahora mismo.

La segunda parte fue la prolongación de lo que habíamos visto en los G3 y G4, la apisonadora Spurs en pleno funcionamiento, ayudado (o provocando) un atasco en Miami que ya nunca supieron remontar. Splitter se saciaba del tapón que le metieron el año pasado, con uno similar a Wade. Misma jugada y Mills metía otro triple más. Otro más de nuevo. Ginobili de 3. Fin. Game Over.

Spoelstra hizo una de Popovich sacando de forma totalmente desesperada a los defenestrados Chalmers y Beasley, pero no salió. Mientras El Aborigen Mills seguía enchufando de todos colores y encima Oh La La Parker, sin enchufar hasta el momento, se unía a la fiesta, para que ésta fuera ya perfecta. Leonard MVP y dejando de ser promesa.

Pocas cosas quedan por decir de estos Spurs o tal vez sí y lo hagamos en un futuro cercano. La NBA tiene un digno campeón, el mejor equipo del mundo es campeón…y mientras Popovich sonrie maliciosamente y piensa: Vengados

Sofi Del Día: Para Adam Silver, que dijo una frase que fue perfecta para definir a Spurs… «You show the world how beautiful this game is». AMEN.