Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.
Cuando Leonard empezaba fallando un triple completamente solo en una de las primeras posesiones del partido, parecía que San Antonio volvía a la mortalidad, regresando a la media después de un partido memorable e histórico, como Baumgartner de la estratosfera. Pues parecía mal.
Los Spurs volvieron a llevarse por delante a Miami, y aunque quizá estuvieran algo menos brillantes que en el partido anterior, en este destrozaron la voluntad de Miami por completo. LeBron metió 19 puntos en un cuarto, en un partido de las Finales, y los Spurs, ni cosquillas.
Estoy seguro de que podríamos ver los dos últimos partidos de las Finales con la pista de sonido sacada de Trainspotting, y quedaría perfecto. Mientras cuadres la euforia de la heroína con las posesiones de San Antonio, y los efectos devastadores con las de Miami, las frases adaptadas para el cine de Irvine Welsh, funcionarían aún mejor que las de Breen (que ya sabemos que no viste de Tommy), Van Gundy y Jackson.
Los Heat no hicieron absolutamente nada mejor que San Antonio. Nada. No ganaron ni en la estética de las jugadas destacadas, que está vez también va del lado de los Spurs con el mate tras rebote ofensivo y el casi poster a Birdman de Leonard y los pases de Diaw. Es más, si no lo supiéramos, y no enfocaran de vez en cuando a Boris hombro a hombro con LeBron, sería hasta difícil determinar, después de lo visto ayer, quién tiene la ventaja en capacidad atlética.
San Antonio selló la pintura a prueba de LeBron, retó al resto del equipo a batirle, ellos no pudieron, y mientras, la máquina de movimiento perpetuo y pase extra estaba a tope de gasolina. Cuando nos quisimos dar cuenta ya había pasado un cuarto y algo, los de Pop ganaban de 20 y esto había durado menos que cinco duros cuando probabas una máquina nueva en las recreativas.
San Antonio y James han vuelto al pasado durante dos noches, a las Finales de 2007 más concretamente. Nadie más de Miami se presentó a jugar. Si no fuera por las camisetas blancas y los ricachones pitando y yéndose del partido poco después del descanso, podríamos pensar que esto era Cleveland. Tanto los Spurs como James son una versión más bonita y mejorada de lo que teníamos por entonces, pero el desarrollo de los acontecimientos ha seguido el mismo patrón, repetimos una vez más… las dos últimas noches.
Porque no olvidemos que, jugando un poquito a la ciencia ficción, en un universo paralelo en el que MacGruber no se carga el aire acondicionado, esto podría ir 2-2, o peor aún, con San Antonio sufriendo el golpe moral que ahora ha dejado malherido a los de Florida si se hubieran puesto 2 abajo en su campo. O los Heat estaban ya barridos, y Daimiel pasándoselo pipa en el Bongos Cafe en lugar de camino de San Antonio.
Pero como Greg Oden no tiene ruedas, y no es una bicicleta, en estas nos encontramos. San Antonio tiene la mesa puesta. Eso sí, si Miami se levanta de esto, sería la remontada más épica en la Historia de la NBA. Eso es lo que está en juego.
Sofi del día: Jeff Van Gundy hablando del Mundial de fútbol. Los únicos momentos en cuatro años en los que un americano se interesa por el soccer.