Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.
Decía Jay-Z en ‘D.O.A.’: «This ain’t a number one record, this is practically assault with a deadly weapon», y lo mismo podríamos decir de este partido. Miami borró a Indiana temprano, sin esperar a que pusieran las calles, y por fin pueden respirar tranquilos, certificando que la hegemonía en el Este la mantiene el equipo más al sur.
No es que la versión irregular de los Pacers que ha llegado a Playoffs diera en algún momento la impresión de poder aguantar una serie completa poniendo buena cara, pero hasta el rabo todo es toro, y los mimbres que tan difíciles le han puesto las cosas en otras ocasiones, ahí están. Pero sin continuidad, Indiana se va al hoyo con más preguntas que respuestas, pese a quedarse a dos meros partidos del pase a las Finales.
Como ya dijimos, esto se acabó muy pronto, y de manera muy expeditiva. Vogel colocaba a Stephenson sobre LeBron desde el principio, y este siguió con la provocación innecesaria, el toqueteo a destiempo, y la poca deportividad, que esta vez no funcionaron (si es que alguna vez lo han hecho). Al menos, Lance era el único que producía algo en ataque, donde la peor versión de los Pacers no era capaz de crear separación, generar movimiento, ni plantarse en la pintura, y con tan poquitas ideas, quedaban a merced de acertar los más complicados y defendidos tiros. George lo hizo en la segunda mitad del pasado partido, Stephenson al comienzo de este, pero esa estrategia suele tener una esperanza de vida corta.
Conocemos ya demasiado a los Pacers como para saber que el problema es endémico, pero por supuesto, también hay que reconocer los méritos de Miami. Cuando Indiana logró por fin hilvanar una preciosa jugada de movimiento e inversión del balón por todo el perímetro, Miami llegó justo a tiempo en el último suspiro en todas las rotaciones, forzando una pérdida por agotar los 24 segundos de posesión. Las caras de George y Vogel en ese momento eran reveladoras: si aun cuando hacemos lo que tenemos que hacer, estos tíos nos desactivan…
Miami por su parte, se lo tomó con calma. No hicieron lo que pide el cuerpo con el emparejamiento favorable en altura, y siguieron buscando a LeBron en posiciones lejanas al aro, en lugar de forzar su juego de espaldas, que seguramente habría tenido a Hibbert como invitado sorpresa en la cueva. Abriendo el campo con el resto de jugadores más allá del triple en la zona débil, LeBron se enfrentó a Stephenson de frente, con bote, para poder ver de dónde soplaba el viento. Tardó Miami unas pocas posesiones en buscar la grieta, pero cuando lo hicieron, ya con Allen o Birdman en pista, golpearon mucho y rápido, y la pared se vino abajo dejando escombros para el resto del encuentro.
Y por si acaso, Bosh limpió los restos, gustándose ante un equipo ya pensando en bajarse en las Bermudas. No había llegado el descanso, y ya estaba el punto final puesto. El Este más feo de la última década ya ha sido tomado por el único equipo que quedaba dominante, y esto supone un respiro para todos.
El día 5 empiezan las Finales, a las que Miami llega sin ventaja de campo, pero con más reposo que nunca. Disfrutad.
Sofi del día: ¡ODEN! Su debut en Playoffs con Miami fue gracias al tiempo de la basura… pero fue, ¿no?