Con la fantástica temporada de equipos dejándose caer para conseguir un mejor puesto del Draft, ya hay multitud de propuestas para mejorar el sistema, y evitar, o al menos mitigar, que el perder tenga recompensa. Algunas de estas ideas, incluso, semifiltradas por la Liga, como la Rueda que anunciaron, en la que se eliminaba la suerte y el azar, y cada equipo pasaría a lo largo de 30 años, por cada uno de los puestos de elección. Pero os faltaba por oír la más molona de todas.
Por supuesto, la nuestra.
Os ponemos en situación. Para complementar a la propia ceremonia del Draft, que no debería volver a NY, lugar en el que no se puede celebrar sin David Burns Stern, nos movemos a Las Vegas. Al hotel que más pague por patrocinar el evento, que eso le gusta a la Liga, y en caso de duda, pues cualquiera, que son Las Vegas.
Allí juntamos a un representante por cada uno de los 30 equipos de la Liga. Como es Las Vegas, no puede haber menores, y decimos por fin hasta nunca al niño pesado de los cojones de los Cavs. Como veis, hasta ahora, todo son ventajas, y sólo acabamos de empezar.
John Hammond (si sigue teniendo trabajo), o quien quiera que represente a los Bucks, o al equipo con peor récord de la Liga, se acercaría a con dos hermosas mujeres bajo el brazo (u hombres, no tenemos ningún problema) a Craig Sager, que iría de croupier, es decir, por primera vez en la historia de la televisión, no iría disfrazado. Este año, en el caso de que le tocara empezar a Milwaukee, antes que nada, agradecería a nuestro legendario gafe, por decir en Twitter totalmente en serio que los Bucks iban a ganar más de 28 partidos with the dick, y recomendaros que apostarais por ello en las propias Vegas, y se pondrían a ello.
Y aquí viene lo bueno: ese primer equipo, se jugaría su posición del Draft…
Wait for it…
¡A LA RULETA!
¡Y no nos hemos vuelto locos! ¡Lo tenemos todo pensado! El peor equipo empezaría eligiendo uno de los 36 números (sin el cero), el que deseara, y Craig Sager haría rodar la bola. Si aciertan directamente, se llevan el número 1 del Draft. Si hacen semipleno (tendrían que escoger un número contiguo secundario), el número 2. Si la bola cae en uno de los números de la «calle» que el juga… GM escogió, el número 3 del Draft llamará a su puerta. Y así sucesivamente, el cuadro da el número 4, la seisena el 5, la «novena» que nos hemos inventado da el 6, la docena el 7 y acertar el color (rojo/negro) el número 8.
Por ejemplo, supongamos que los Bucks escogen el 34 en honor a Antetokounmpo, una de las pocas alegrías que tienen. Deciden también que de cara al semipleno el número «secundario» será el 31, y para el cuadro, la seisena y la novena, aquí no se puede elegir: por la posición de ese número, tendrán que ser el 31,32, 34 y 35, con el 36 y el 33 para el grupo de 6, y el 28, 29, 30 para el de 9.
Por tanto, Milwaukee se llevaría el número 1 del Draft si cae el 34, el número 2 si cae el 31 (el otro número del semipleno), el número 3 si salen el 35 o el 36 que completan la calle, el número 4 si sale el 32 que completa el cuadro, el número 5 si sale el 33 (que forma parte de la seisena) , el número 6 por la novena si caen el 28, 29 o 30, el número 7 si cayera el 25, 26 y 27 y el número 8 si fuera cualquier otro número rojo. Si no les cae nada, y con esa elección tienen un 32.4% (si la ruleta tiene un único cero) de que así sea, seguramente (dejémoslo ahí), caería a la 9 posición.
Tras hacer juego, vendría el representante del segundo peor equipo, y después el tercero, y después el cuarto… todos a hacer lo mismo, hasta que los 8 números sorteados tengan dueño. Por tanto, hasta el campeón de la NBA podría acabar con el número 1 del Draft… o el peor equipo de la Liga, ganarlo en una ¡segunda vuelta! La ruleta seguiría hasta que esté todo el pescado vendido, fuera cuando fuera. De hecho, es fácil que tengamos una segunda vuelta: hay casi un 44% de posibilidades de que el número 1 no salga en las 30 primeras tiradas. Sería una noche loca, impredecible, en la que que equipos que parecen desahuciados vuelven a mirar a los ojos a la Gloria, otros se quedarían con sabor agridulce, Charles Barkley acabaría con un tremendo pedo retransmitido en televisión nacional, y es posible que si es jugando, Michael Jordan se decida a representar orgulloso a los Bobcats, y haga su verdadero regreso a la competición.
¿Qué ventajas tiene este sistema, además de las obvias? El primero y más visible, que se deja de premiar a la incompetencia. Se da una cierta prioridad a los peores equipos, pero apenas se gana nada por subir una posición: la probabilidad es prácticamente la misma que la del anterior. Sí que hay una diferencia entre el primero y el último, porque se va acumulando, pero esta es muy gradual, no invita a perder partidos para acumular opciones. No os queremos aburrir con matemáticas, al menos no aún, pero echando números se ve cómo la cosa sigue dando más importancia a los equipos pequeños, pero no da regalos.
Y hundir a tu equipo, a diferencia de ahora, sólo te garantiza la novena posición en el peor de los casos, no la cuarta, y las probabilidades de escoger primero en el Draft serían tan sólo de un 3-5%, en lugar del 25% actual.
También se acaba con el tanking secundario, aquel que hacen los equipos que tienen protegida su elección un número concreto de posiciones, y juegan a quedar por debajo. Ahora es casi imposible saber en qué puesto acabarás la noche.
Más cosas buenas: con estas reglas no todos los números de la ruleta tienen la misma probabilidad. Es muy parecida, pero por colocación de los números para el semipleno, los cuadros, etc… podría cambiar un poco. Así nos podemos echar unas risas con los equipos que no escojan la mejor opción matemáticamente, o prefieran tirar de algún tipo de superstición antes que la opción con mayor esperanza.
Y luego, ¿imagináis el juego que daría esto a las teorías conspirativas? ¿En Las Vegas, una ruleta? ¿Daryl Morey contratando a Los Pelayos para que le hagan un análisis estadístico de todas las mesas de la ciudad? ¿La cabeza de Bill Simmons explotando mezclando todas sus cosas favoritas?
Esta idea sólo la pueden hatear las personas que crean que sólo los equipos malos tienen derecho a llevarse a los jugadores buenos (que seguirían teniendo ventaja, pero mucho menos), los aburridos que su postura favorita es el misionero, Risto Mejide, Ciclismo2005 y los terroristas. Al resto os tiene que parecer genial, por lo menos.
Apoyadnos. Hagámoslo. Convirtamos la Lotería del Draft en una puta ruleta.