Con la más mejor serie de la historia de la televisión (decidido por el comité de 3 que formamos yo mismo y mis dos coj… consejeros), Arrested Development, volviendo este domingo tras 7 años de parón, el primer partido de las Finales del Este fue un homenaje a una de las frases míticas del show, el «I’ve made a HUGE mistake» de G.O.B. Bluth.
Por lo que veo, todo el mundo está encantado con la emoción del partidazo de anoche… pero para mí fue uno de los más anticlimáticos de la temporada. El ritmo y los errores no estuvieron a la altura del duelo de canastas ganadoras (o que parecían que iban a acabar siéndolo) de George y LeBron. Las bandejas finales de la prórroga de James se las puso Vogel en ídem, al quitarle del medio a Hibbert, único protector del aro ante un equipo que sólo necesitaba dos puntos, y en la falta que le da tres tiros libres a George confluyen los desaciertos de Wade y algún árbitro con exceso de celo.
Porque sí, los Pacers, se dejaron escapar el partido… pero no más que Miami antes. Ya sabéis, la juventud, la inexperiencia y los tópicos sólo valen para unos. Ray Allen falla el tiro libre que les podía haber puesto 4 arriba. Después, ganando de 3, Miami no hace falta (opción tan válida como otra, y larga de discutir en este momento, esto no es lo que se recrimina) pero, según van cayendo los segundos, hay que defender más allá de la línea de tres, no como si fuera la mitad del segundo cuarto. Y luego, la falta de tres tiros de Wade, que sea o no sea, si no te pones en esa posición de casi hacerla, no te la pueden pitar.
En 192 posesiones, hubo 98 faltas o pérdidas. De Indiana más o menos se esperaba, pero en Miami, forzados con la lesión de Chalmers a utilizar muchos minutos al Cole playmaker, tuvieron esta vez su peor versión. Si es que, hasta nos metieron a Reggie Miller, que añade a su inoperancia habitual una muy cantosa afición por el equipo en el que jugó toda su carrera, entre la perfecta pareja Marv Albert–Steve Kerr.
Pero hablemos de lo bueno… de LeBron, al que mencionamos menos de lo que merece, pues, por no aburrir, y porque lo suyo ya es business as usual. Tiene siempre sincronizados a la perfección los mandos del grifo de la ducha que controlan las suspensiones y las entradas a canasta, para no quemarse ni pasar frío. Sabe que cuando no está Hibbert tiene abierta la puerta, y 6 de los 9 tiros cerca del aro de anoche, los intentó en los 9 minutos sin el gigante en pista. La selección de tiro de LeBron es tan maravillosa, porque es condicional, depende del entorno y el contexto que marcan los otros nueve jugadores en la pista. Es una pena que a veces no se sepa apreciar.
Y al otro lado del espejo, PAUL GEORGE! La sangre fría que demostró durante todo el partido, pero especialmente en la recta final demuestra que el jugador más mejorado, sigue en ello en los Playoffs. Está aquí para quedarse.
También muy importante Chris Andersen, que descubrió la puerta por detrás de Hibbert, que nadie en New York intentó abrir. Con el patinazo del resto del banquillo de Miami (2 de 16 anoche), su anotación fue imprescindible. Wade, no acumuló unos números espectaculares, pero hay que reconocer la cantidad de trabajo sucio que está asumiendo. No todos los jugadores franquicia estarían dispuestos a tener su papel, aunque signifique acercarse al anillo. Si además, no está al 100%, más mérito aún.
Y Hibbert y West, que mantuvieron a los Pacers en el partido. Desde la marca de los 9:37 minutos restantes en el primer cuarto, hasta una canasta de Stephenson a 6 de que acabara el segundo, hubo un periodo de más de 15 minutos, en los que, salvo tres tiros libres de técnicas, sólo West y Hibbert anotaron, 24 puntos entre los dos en ese segmento, para Indiana. Miami intentaba negarles el balón, intentándolo prácticamente todo: defender por delante, ayudas suicidas, cambios de personal… pero cuando Indiana no anotaba directamente, Roy cogía el rebote en ataque rodeado de pigmeos, y la regresaba al aro.
Al final, Miami acabó cogiendo prácticamente el mismo número de rebotes que Indiana, pero al descanso, los Pacers se habían quedado con el 40% de los balones que devolvía el tablero de los Heat, y el 81.3% en defensa, y así se fueron con cinco puntos de ventaja en un partido en el que nadie puso más de siete de diferencia en ningún momento.
Al final, este cara o cruz cae del lado de Miami. Indiana ha cometido un graaaaaan error.
El detalle: No podía ser otro… Las tomas de #DondeEstáJimmy Goldstein sentado en primera fila entre el banquillo de Indiana y la mesa.