La mejor noticia para Memphis es que no hay basket-average, ni bonus, ni ganar de 20 vale por 2 victorias… por mucho que la apisonadora te haya aplastado, sólo han ganado un partido nada más.
Aunque haya mucho boxscorista emperrado con mandar balones al poste bajo a Gasol y Z-Bo, y si tienen el día esplendido, ciertamente se puede ganar basándote en ellos, tratar de batir a San Antonio así es ponerte el 2K13 en nivel Hall of Fame. Los Spurs son el equipo que menos puntos por posesión concede en cortes a la canasta, y el segundo mejor cuando son posteados, por lo que dejarlo todo a la estrategia del big-ball es irte a echar un paintball vestido de domingo.
Lo que más hace sufrir a San Antonio, es tener enfrente a quien juega como ellos. Un base que saliendo del bloqueo directo, pueda tirar o pasar (sobre todo tirar y finalizar, porque evitan ayudar en la medida de lo posible) en cualquier punto entre la salida de la pantalla y el aro. Hace más falta Conley que Randolph.
Pero el problema de ayer, fue, sobre todo, que no pudieron parar a los Spurs. Los Grizzlies metieron los dos primeros puntos, y ya no volvieron a estar por delante. Sólo cuando la segunda unidad, con triples de Pondexter, acercó al equipo a 6 puntitos al final del tercer cuarto, parecía que podía haber partido. Pero tiempo muerto de Popovich, al poco triple de Manu, los Grizzlies un rato sin anotar, y adiós otra vez.
Un 30% (28) de las jugadas de los Spurs acabaron con tiro tras pase, una cifra extraordinaria. Memphis venía de jugar contra Clippers y Thunder, dos equipos prolíficos con los aclarados y menos generosos en el reparto, y ahora tienen que cambiar la mentalidad al perpetuum mobile de San Antonio. Son partidos como este, en los que pierden gran parte de la baza de Tony Allen en defensa, que es un bozal para las estrellas, no un perseguidor de pases y no pueden ser físicos con un equipo que no conduce el balón.
Los Spurs también tuvieron un día de esos de los que los pases circulan sin problemas, la sincronización es absoluta y los tiros entran. No siempre es así, y como cualquier otro equipo, cuando fallen, dejarán de confiar en la idea que les llevó hasta allí. Los Grizzlies tienen que volver a darse a cuenta que ahora están en un cinco contra cinco, y que tienen que ser agresivos hasta con los que no llevan el balón. Dar esos empujones a destiempo, unos encontronazos de los pívots con los jugadores que cambian de lado a lado… toca estar pendiente de todo.
Este partido no tuvo mucha historia, ni espero que lo que veamos de aquí en adelante guarde mucha relación. Pero los Spurs ya han dejado un cuarto del trabajo hecho.
El detalle: Los sentimientos encontrados que provoca ver a T-Mac convertido en el puro humano de la victoria… en San Antonio