¿Existe el Basket-BABIP?

En béisbol, donde el análisis estadístico del deporte está a años luz del baloncesto (y siempre lo estará, porque es mucho más sencillo de modelar), en 1999, Voros McCracken, un geek de Internet que luego acabó trabajando para los Red Sox, propuso algo que el llamó DIPS, acrónimo de Defense Independent Pitching Statistics, o estadísticas de lanzamiento independientes de la defensa.

Según su teoría, un pitcher solo puede controlar el contacto del rival con la pelota y el número de home-runs: una vez que este la pone en juego bateándola en el campo, el resultado no depende de él, y cambia de año a año.

Esto se mide con el BABIP, de nuevo otro acrónimo, que esta vez significa promedio de bateo en bolas en juego, es decir, de todas las veces que una pelota es bateada dentro del campo, cuantas acaba en un hit y el bateador puede correr las bases, y cuantas en un out, y por tanto, es eliminado.

El BABIP, tanto de los lanzadores como de los bateadores, salvo en algún caso excepcional, no se correla de año a año, y su aleatoriedad se transforma en una herramienta para intuir la buena o mala suerte que está teniendo cada jugador. Simplificando, si el BABIP está por encima de lo habitual, eso indica que las estadísticas del bateador están infladas para bien, y las del pitcher para mal, y los números no están reflejando su verdadera habilidad, y viceversa.

Ahora bien, en el baloncesto, ¿hay algo parecido al BABIP? Recuerdo como al principio de esta temporada tras 4 partidos, los Hornets lideraban la Liga en Índice Defensivo, y al ver sus jugadas, te podías dar cuenta de la enorme cantidad de tiros que los rivales, pese a estar solos, habían fallado frente a ellos. Ahora mismo, los Hornets tienen la peor defensa de la Liga, y si el Basket-BABIP existiera, en esos 4 partidos, el de sus rivales hubiera sido bajísimo.

Otro ejemplo: hace apenas dos semanas analizamos a los Hawks, mejor defensa de la Liga entonces, y notamos como, también estaban teniendo una cierta suerte con los tiros mal defendidos, especialmente en el caso de Kyle Korver, que aparecía en los números de Synergy como 18º mejor defensa de la Liga en puntos permitidos a su par por jugada, y los rivales solo habían metido 6 de 32 triples defendidos por él, pese a que se quedaba en bloqueos, o era superado en el bote. Ahora, la defensa de los Hawks ha caído un poco, a la 4ª posición, Korver es el 60º jugador en puntos por jugada en defensa, el acierto en triples frente a él ha pasado a 12 de 42 (todavía bajo para lo esperado en total, pero 6 de 10 desde la última vez que hablamos de ello) y de ser el segundo equipo que peor porcentaje de triple permitía al rival (31.6%), han bajado a la 15ª posición en tan solo 5 partidos, permitiendo el 35.4% en el total de la temporada y un 42.9% en estos últimos 5, pese a jugar contra equipos que están 15º, 16º, 25º y (dos veces contra el) 20º en la clasificación de acierto.

Por tanto, ¿existe el Basket-BABIP? Aunque a otra escala y con diferencias respecto del béisbol, yo diría que sí.

El primer intento intuitivo de identificarlo, es pensar en los tiros no defendidos, o abiertos que se conceden al rival. Al terminar de ver un partido, a veces se tiene la sensación de que un equipo ha creado buenas opciones de tiro, de las que normalmente mete, pero muchos de ellos no han entrado.

Aunque el acierto en tiros de este tipo puede ser consistente en equipos o jugadores en ataque (los porcentajes son más o menos consistentes de año a año a la larga), en defensa, teniendo en cuenta que un equipo más o menos se enfrenta a todos los rivales, a los buenos y malos, tiene pinta de que podría ser independiente. Puede que haya equipos algo más inteligentes, que solo dejen abiertos a los peores tiradores, y otros que jueguen con fuego dándole facilidades a los mejores (al igual que hay pitchers que controlan un poco mejor su BABIP porque por su estilo, fuerzan más bateos al cuadro interior) pero en la gran mayoría de los casos, un porcentaje extremo (ya sea demasiado alto o demasiado bajo) en tiros no defendidos probablemente indique que ese equipo va a tender a regresar a la media. El porcentaje en tiros no defendidos se contabiliza, pero por desgracia, no es público. La versión más avanzada de Synergy (a la que no tenemos acceso), lo recoge, pero solo podemos especular.

Pero, ¿con la información pública podemos generar un Basket-BABIP? Además, la suerte no está solo en los tiros mal o no defendidos. Mirando los números de las últimas 12 temporadas, el Índice Defensivo (número de puntos que encaja un equipo por 100 posesiones), suele correlarse de un año a otro, con un siempre en torno a 0.4. Este índice no es muy fuerte, pero teniendo en cuenta los cambios de personal, tanto en jugadores como en cuerpo técnico, más si nuestra teoría es correcta, una cierta dosis de suerte, me parece una cantidad adecuada a lo esperado

¿Qué otra cosa se correla en la misma proporción de un año a otro? El procentaje que un equipo permite al rival en el área restringida.En los últimos 12 años, la de un año a otro ha estado siempre de 0.25 a 0.68, con un promedio de 0.4, al igual que el Índice Defensivo. Siempre existe el riesgo de caer en la falacia de implicar causalidad a partir de la correlación, pero la habilidad de proteger el aro parece que se mantiene de un año a otro.

¿Qué no lo hace? El porcentaje de acierto del triple rival. La de un año para otro entre el acierto en el triple del equipo contrario, salvo en el paso de la temporada 2005-2006 a la 2006-2007, que fue de 0.21 (todavía débil), no supera el 0.07 en ninguna de las otras 11 temporadas, y tiene un promedio de 0.04. Si separamos los triples en 2, los de la esquina, y el resto, sucede lo mismo: desde la esquina, el máximo es 0.15 y el promedio 0.03, desde más allá, el maximo es 0.09 y la R² promedio es también 0.03. Es decir, el porcentaje de acierto en triples en contra de un equipo es independiente de un año a otro, como se puede ver en el siguiente gráfico:

De nuevo, aunque hay que ser cuidadosos en las conclusiones, parece que los equipos no pueden controlar del todo el acierto del rival, y esta estadística tiene una posibilidad de ser independiente de la defensa. O tal vez no es independiente de la defensa en sí, pero como los equipos tienden a corregir los problemas, y a ajustar en los fallos, lo acaba siendo en la práctica.

Si nuestra teoría es correcta, hay margen para la esperanza en los equipos que peor están defendiendo el triple, y debería moderarse el optimismo en los que mejor lo están haciendo. Es importante no caer en la falacia del jugador, que un equipo lo esté haciendo mal, no quiere decir que esté obligado a mejorar, podría incluso a ir a peor. De hecho, aunque todos regresen a la media, a final de temporada hay un hueco, (de 8 puntos porcentuales el año pasado) entre los mejores y los peores. Pero curiosamente, la desigualdad es menor que con el acierto, en el que existió una diferencia de casi 10 puntos entre el mejor y el peor. Si retrocedemos un año, para descartar el efecto lockout, salvo por los Cavaliers, peor equipo defendiendo el triple de la Historia (¡41.1% en contra!), los otros 29 se agrupan en 5 puntos porcentuales, del 32.6% al 37.6%. En ataque, la diferencia entre el mejor y el peor es de 8.1, sin ningún resultado atípico. Y así sucesivamente.

Por tanto, esto podrían ser buenas noticias para los Suns y los Hornets, equipos que están permitiendo porcentajes ridículamente altos. El de los Suns (42.5%) superaría incluso al de los Cavaliers 2011 como el más lamentable de la Historia, y el de los Hornets (40.7%) sería el tercer peor, después de, atención, haber sido los segundos mejores la temporada pasada. De nuevo, repetimos, que la tendencia fuera la regresión a la media, no significa que estos dos equipos tengan que hacerlo, ya hemos visto, como en el caso de los Cavs, los outliers suceden. Y además, con estos dos equipos, su filosofía está llevándoles a este punto. El exceso de celo en proteger el aro y los cambios en los bloqueos son frecuentes, y si la mantienen, serán susceptibles al acierto del triple toda la temporada.

Por otra parte, Bulls (30.1%), Indiana (32.1%) y San Antonio (32.2%) son los que mejor lo están haciendo, lo cual debería encender la alarma amarilla, de momento. Ninguno de esos porcentajes en contra es histórico, como en el otro caso, pero en la última década solo 8 equipos han permitido menos que un 32.2%, y el registro de los Bulls sería el mejor desde los 90, temporadas en las que el porcentaje medio de la Liga solía ser inferior al actual. De nuevo, no está garantizado que vayan a empeorar, pero si hubiera que apostar, es más probable hacerlo en su contra.

Y ya para finalizar, los números sugieren que el Basket-BABIP podría tener otra aplicación a corto plazo en esta temporada. Ya os hemos enseñado que el porcentaje de acierto en la zona restringida, cerca del aro, parece tener una pequeña, pero cierta, correlación entre temporadas, y en los últimos 12 años, la no ha bajado de 0.25 como mínimo. Pues bien, a día de hoy, está en 0.11. Por enésima vez, esto no son 2+2, y estamos comparando con un año con lockout, lo que cambia algo la muestra, pero la tendencia del pasado sugiere que los porcentajes actuales deberían parecerse más a los del año pasado que lo que hasta ahora estamos viendo.

Esto podría ser el comienzo de buenas noticias para Boston (su porcentaje es 5.4 puntos porcentuales peor que el año pasado), Cleveland (5.3 más) o Chicago (4.9) y malas para Detroit (han mejorado en 4.6), Indiana (4.9) o Phoenix (6.7 mejor que el año pasado).

O no, porque como vemos, en el caso de Chicago y Phoenix, los dos equipos que marcan los extremos en la defensa del triple, su porcentaje de defensa en el aro ha empeorado/mejorado en la dirección opuesta. Hay equipos que cambian el enfoque en su defensa de un año para otro, y con los Bulls y los Suns puede que estemos ante un caso de diseño, no de suerte o aleatoriedad.

En conclusión, el único hecho demostrable es que el acierto del rival desde el triple es independiente de un año para otro. En un deporte tan complejo de analizar como el baloncesto no se puede ser conclusivo, y por tanto, toda teoría que extienda la idea es una simple hipótesis. Pero los valores más extremos en este apartado pueden ser un buen indicador de que una defensa está siendo sobre/infravalorada y es otro elemento de juicio, ni más ni menos, complementario a cualquiera, para juzgar el rendimiento de un equipo.

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