Hay una frase muy usada en el deporte en general, que, varía en la versión literal, pero se reduce a un «Lo único que importa es la victoria» en la literaria. En la NBA, y no solo aquí, pero es de lo que hablamos, también importa mucho de cuanto ganas.
El margen de victoria (o diferencia de puntos, o +/-), la media por la que acabas ganando a tus rivales, tiene un valor predictivo igual o mayor que el de contar lo más sagrado en el baloncesto, las victorias, simplemente. No es algo que me esté inventando, está documentado en múltiples lugares, como por ejemplo, en el capítulo 30 de Mathletics, de Wayne L. Winston, a lo largo de todo el Basketball on Paper de Dean Oliver, o en The Wages of Wins de Dave Berri. También han aparecido numerosos artículos en blogs del New York Times, en 82games.com o en Little White Statistics por poner algunos ejemplos, y casi todos los sistemas de estadísticas avanzadas de evaluación de jugadores se basan en este concepto.La bibliografía es extensísima y seguro que podrías encontrar muchos más y mejores.
En la última década, en Playoffs, ya ha sucedido varias veces que el margen de victoria ha identificado mejor al campeón que mirar simplemente al número de partidos ganados. En los últimos tres años ambos sistemas han fallado bastante, pero si nos vamos atrás, nos encontramos con el poder predictivo de usar la diferencia de puntos. En 2004, los Pistons, tuvieron el 2º mejor margen de victoria tras San Antonio, pese a ser el 6º en la clasificación. En 2005, los Suns ganaron 3 partidos más que los Spurs, pero fue San Antonio, con mejor margen de victoria, el campeón final. En 2006 nadie vio venir a Miami, y en 2007 San Antonio, 3º en victorias, pero 1º en margen superando a Dallas y Phoenix, volvió a resultar ganador. Los Celtics dominaron la NBA y el margen de victorias en 2008, y en 2009, ambos métodos hubieran dado como ganador a Cleveland (fallos), pero ambos colocarían a Lakers por encima de Celtics (acierto).
Alguien puede pensar que el margen de victoria es injusto, porque si un equipo gana a uno malo de 30 y otro a uno bueno de 1, la diferencia no refleja la realidad. Pero como la NBA tiene 82 partidos, y todos juegan un número parecido de encuentros contra equipos malos y buenos, al final se acaba compensando.
Y también, aunque parezca que ganar de mucho es una tarea fácil, no lo es en absoluto, los que más ganan con amplios márgenes de victoria con regularidad, lo hacen precisamente porque son buenos, no al revés. La idea es muy sencilla: en partidos muy igualados, los pequeños detalles marcan la victoria. Los dos equipos se suponen igualados en fuerzas, pero el casillero de victorias reflejará al final el todo para uno, y la nada para el otro, mientras que el +/- contará la verdadera historia de la equidad. Por otro lado, las palizas representan el dominio absoluto de un equipo, y una diferencia en muchos casos mayor a la simple unidad, algo que el margen de victoria es capaz de capturar.
El coeficiente de correlación R² entre el número de partidos ganados por más de 10 puntos (un baremo arbitrario, pero hay que poner uno) y el de victorias a final de temporada fue de 0.71 el año pasado. Si nos vamos un año atrás, para evitar los efectos del cierre patronal, R² sube a 0.82. Es decir, los equipos que más ganan de paliza, lo hacen porque son los mejores. No debe extrañar mucho como concepto, ni cuantitativamente, porque en el fondo, el número de victorias por paliza es un subconjunto del total de los partidos ganados, pero la relación es verdaderamente fuerte.
Si miramos el margen de victorias completo, su correlación con el número de partidos ganados es enorme (R² de 0.93 en 2012, 0.95 en 2011), para que veáis que es una diferencia reducida (el margen de victorias no va a decir que los Bobcats fueron buenos, o los Spurs malos), pero esa pequeña desigualdad, suele ser de una gran utilidad para predecir el comportamiento futuro de un equipo.
En basketball-reference.com miraron un poco más allá y trataron de buscar una relación entre equipos que ganan en Playoffs con el tipo de victorias de Liga Regular. Y descubrieron por ejemplo que desde que se unieron la ABA y la NBA, es un mejor indicador de éxito en la post-temporada, haber ganado de mucho (9 o más puntos) a equipos malos (menos del 50% de victorias) que de poco (menos de 5 puntos) a equipos buenos (con más 50% de victorias). Los equipos que habían obtenido más palizas a los peores de la Liga ganaban el 59% de los partidos en las Finales, y los que tenían ventaja en victorias ajustadas solo el 48%
Por eso el +/- sirve para poner la situación de los Lakers en un contexto mejor que el que sus 3 únicas victorias indica. La historia y los números parecen apuntar a que si llegan a las Finales de Conferencia, tienen una mayor probabilidad de ganar a su rival si han tenido más diferencias como la del partido de Detroit (29), o la del de Sacramento (13) que ellos, que batiéndoles con las de tipo pírrico como la que pudieron conseguir ante los Spurs.
Por supuesto, esto tampoco quiere decir que los fans de los Lakers tienen que ir sacando los billetes de avión para ir a ver a su equipo en las Finales a Charlotte, y menos con solo 8 partidos en este curso. Pero el hecho de que cuando han ganado, lo hayan hecho con semejante autoridad, pinta bien de cara al futuro.
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