No saber ganar

Siempre se dice en el deporte que lo más difícil de ganar un partido es sentenciarlo, es decir, saber ganar al final. Anoche Oklahoma City Thunder nos volvió a recordar a todos lo jóvenes que son y el miedo que tuvieron anoche a ganar.

Y la verdad es que es raro, ya que los Thunder ganaron aquel séptimo partido a los Grizzlies e incluso remontaron en la misma eliminatoria varias veces, pero ayer el equipo que tenían delante era diferente, no eran los de Memphis y eso realmente se notó cuando Dallas pensaba que lo tenía todo perdido surgió el de siempre para ‘asustar’ a los Thunder y con ello remontar 15 puntos en el último cuarto para llevar el partido a la prorroga.

Pero con Robin Hood nunca hay nada perdido, se puso en modo MVP y empezó a destrozar la que hasta el momento estaba siendo una gran defensa de Thunder, sobre todo de Collinson, pero poco se puede hacer cuando a Nowitzki le da por sacar el tarro de las esencias, poco muy poco.

La prorroga fue un pequeño paseo para los Mavs, Thunder tenía la cabeza aún en el último cuarto donde dejó escapar la victoria y para colmo, Harden, una de las claves del bueno juego de los de OKC cometió la 6a falta antes de acabar el partido, así que sin Harden en la OT y con la cabeza en otro sitio, poco más pudieron hacer.

La serie vuelve ahora a Dallas, con 3-1 para los de Texas y con posibilidades de ganar y esperar… como ya hicieran contra Lakers.

Qué equipo más serio estos Mavs…