Mucha gente esperaba el segundo partido de la serie Bulls-Pacers como agua de mayo, teníamos que ver si Bulls ajustaba,… y sí, lo hizo.
De esta serie esperábamos pocos puntos, mucha defensa, muchas faltas y juego poco brillante y nada de eso vimos en el primer partido, más bien todo lo contrario, pero lo de ayer ya fue algo más normal. Pocos puntos, poca brillantez y una igualdad extraña, es decir, esa que sabes que al final se decantará por el mejor.
Pacers tuvo su oportunidad, como en el primer partido, pero la lesión de Collinson truncó todo esto e hizo que hasta el defenestrado TJ Ford tuviera que tomar las riendas del equipo, con triple desde más de medio campo sobre la bocina para igual el partido antes de entrar en el último cuarto.
Pero como el otro día, el 4Q fue territorio de Rose, el cual se estaba limitando a ver y hacer jugar a su equipo (y también perder muuuuuchos balones), volvió a coger las riendas del partido y a decir, aquí estoy yo para acabar con 36 puntos, 6 asistencias y 8 rebotes y con una sensación de dominio aplastante. Korver volvió a surgir con su triplito que sellaba la victoria y poco más.
Esta vez no hubo factor extraño en los Pacers, que fueron los Pacers que todos esperábamos, tal vez muy afectados por la lesión de Collinson a mitad del partido.