Canción triste de Hill Street

En Cleveland no existe la calle Hill St. En su condado, sí. Dentro de Cuyahoga, al que pertenece la Ciudad Bosque, está la localidad de Maple Heights. Y allí, un callejón residencial que desemboca en las vías del tren, comparte nombre con la calle de la serie policíaca de melancólico título, que se desarrolla en una ciudad imaginaria del noreste de los Estados Unidos, que bien podría ser, Cleveland.

Maple Heights y su Hill Street están a medio camino entre la ciudad de Cleveland y Akron, donde nació LeBron Raymond James. Ahora mismo, sirve para separar como un abismo dos mundos, en los que, para variar, el que llora es el vecino del Norte.

Los Cleveland Cavaliers perdían ayer para toda la temporada a Anderson Varejão, «tal vez, su mejor jugador», Byron Scott dixit, y seguían distanciándose como peor equipo de la Liga. De sus últimos 21 partidos, solo han ganado 1.

A los pocos minutos, su indiscutiblemente mejor jugador hace seis meses, despedazaba a los Trail Blazers para seguir haciendo historia. De los últimos 22 partidos, Miami Heat solo ha perdido 1. El contraste en toda su crudeza.

Cuando el capítulo empezó, parecía que iba a ser diferente. Miami empezó con un un 9-8 y Cleveland con un 7-9 que les ponía parejos en la competición. Nadie esperaba que los Heat terminaran la temporada así, pero había cierta expectación por ver si los Cavaliers aguantaban en puestos bajos de Play-Off, de tal manera que se pudieran cruzarse con los Heatles en una de las series con más tensión de la Historia de la Liga.

Y entonces el hijo prodigio volvió a casa. Cruzó Hill Street hacia arriba, Miami ganaba de 30 puntos en el Q al finalizar el tercer cuarto, y las trayectorias de los dos equipos se dispararon en direcciones opuestas a velocidad Mach 3.

Acuciados por las lesiones, Byron Scott tuvo que poner ayer en pista contra Phoenix un equipo que parecía más bien los elegidos para representar al Oeste en el All-Star de la D-League. Manny Harris, rookie no drafteado de Michigan, fue titular y jugó 40 minutos. También lo fue Christian Eyenga, otro jugador de primer año que este año lleva jugados muchos más minutos en los Erie Bayhawks que en los Cavs. Desde el banquillo, 20 minutos para Samardo Samuels, otro que ha pasado más tiempo como halcón de bahía que como caballero, y que tampoco fue drafteado, y otros 20 para el undrafted con experencia NBDL que faltaba, Alonzo Gee que ya ha pasado por tres equipos NBA… esta temporada.

Uno de los consuelos puede ser el Draft, para el que se están posicionando bien. Pero aún suponiendo que las juguetonas bolas de ping-pong no les releguen hasta, incluso, la cuarta posición, ningún diamante espera a priori. Los dos jugadores más apetecibles a principio de temporada eran el base de Duke Kyrie Irving, que va a estar lesionado todo el año y puede decidir no entrar en el Draft, y Harrison Barnes alero que se ha presentado en La Fábrica de Churros, North Carolina, con tal empanada encima, que le tiene de caída libre en las previsiones para el Draft.¿La agencia libre? Sin traspasos, que no los descartamos, no tendrán espacio salarial este verano, sino en 2012. Y luego hay que saber gastarlo.

El propietario de los Cavs, Dan Gilbert prometió que Cleveland iba a ganar un Larry O’Brien antes que Miami. Tal vez su promesa se cumpla. Pero de momento, no depende de su equipo. Él solo puede entonar, el Blues de Hill Street.