La clave para un nuevo título de Los Angeles Lakers podría estar sentada en su banquillo. Y ser vital sin siquiera quitarse el chándal. Porque aunque su segunda elección en segunda ronda en 2010, Derrick Caracter, no juegue con ellos, tampoco lo hará en contra. Caracter es el prototipo de ala-pivot pequeño que apenas rebasa los dos metros y pasa gustosamente de los 100 kilos, que lleva apareciendo sistemáticamente en los últimos años en segunda ronda, o incluso sin draftear, y por el que luego tantos equipos derraman lágrimas de cocodrilo por no haber sabido reconocer su aportación potencial a tiempo. Pero llega al año que viene, y hete aquí que el barrilete de la camada, vuelve a caer.
Caracter, nativo de New Jersey, apuntaba a estrella en el instituto. Los dos nombres que encabezaban la lista de mejores hombres altos del país en 2006 eran el de Greg Oden y el suyo. Después de ser reclutado por unas cuantas universidades, acabó en Louisville con Rick 15 segundos Pitino que no supo aguantar a un joven insolente al que le sobraba su apellido, y que no paraba de meterse en problemas. Ni en McDonald’s. Ni en Taco Bell. Ni en Pizza Hut. Donde quiera que fuera.
En esas dos temporadas en L’ville jugó en 18 partidos y estuvo sancionado 16. La gota que colmó la paciencia de Pitino fue el anuncio de que se iba a la NBA justo después de quedar eliminados en la ronda Elite 8 (los cuartos de final) del torneo de la NCAA. Rick tuvo que claro que a la NBA tal vez no iría, pero continuar en su equipo, tampoco. Viendo como las franquicias de la NBA no estaban por la labor de malgastar una elección de Draft en un joven inmaduro que no era capaz siquiera de cuidar de si mismo, tuvo que quitar su nombre de la lista de elegibles, y buscarse un nuevo destino.
Eligió la Universidad de Texas-El Paso, esperó un año como mandan las reglas de la NCAA, y regresó al parquet para la temporada pasada, cambiando un equipo que todos los años aspira a lo más alto, por una mid-major en la que llegar al Baile de marzo se considera todo un éxito. Y el éxito no fue esquivo con él, ya que logró liderar a los Mineros, y llevarlos hasta el Torneo de la NCAA. Perdieron con la cenicienta, Butler, ese equipo de Indiana con aroma hoosier que llegó a la final, pero eso era lo de menos. Caracter había conseguido su redención, volver a recordar los momentos en los que disfrutaba del baloncesto. El chico creció en New Jersey, cerca de los focos y el ajetreo, de la party and bullshit de la Gran Manzana y continuó su carrera en Kentucky donde el baloncesto universitario es religión, lo que le convertía en apóstol por accidente, por lo que a buen seguro que cambiar todo eso por la vida diaria en El Paso, fronteriza con Ciudad Juárez y con un 80% de población latina, un lugar donde la gente se levanta con problemas mucho más importantes que la canastita, le ayudó a despertar y a valorar el trabajo duro.
Hagamos recopilación: desde que Brandon Bass fuera elegido en la posición 33 del Draft en 2005, todos los años hemos tenido uno o más de estos: Paul Millsap y Leon Powe (49) en 2006 (elección 47), Carl Landry (31) y Glen Davis (35) en 2007, Joey Dorsey (33) en 2008, DeJuan Blair (37) en 2009, y llegamos ya en este 2010, a Caracter, que se fue hasta el 58. De toda esa lista, sólo Dorsey (y Powe por culpa de las lesiones) no tiene un papel importante en su equipo.
El problema para Lakers, es que, quitando los bases rivales, este es quizá el prototipo de jugador que más daño hace al equipo angelino, especialmente en Play-Off. Millsap mejoró sus promedios de 11.6/6.8 en la Temporada Regular a un 19/7.3 en la serie contra Lakers. Y seguro que Pau Gasol aún se acuerda de los 21 puntos en 15 minutos de Powe en el segundo partido de las Finales en 2008 o el 18-5 saliendo desde el banquillo de Big Baby Davis (al que Caracter se parece hasta en la cara) en el cuarto de este año.
Para los que lleváis la cuenta, este modelo de ala pivot undersized le ha costado a Lakers prácticamente dos partidos en las dos series finales contra Celtics. Lo que puede ser la diferencia entre llevarse a casa el Larry O’Brien o no. Por eso, no sé si Caracter jugará mucho o poco esta temporada. Tal vez nada. Pero lo que parece seguro es que al menos no estará en la Final de Conferencia en Oklahoma aprovechando que la defensa de los Lakers se centra en Durant y Westbrook para darles un disgusto. Ni podrá salir del banquillo de Miami en junio y hacerse camino entre palmeos y dos-más-unos hasta la veintena de puntos cuando a Bosh le falte el aire. La clave del three-peat podría estar sentada al lado de Jack Nicholson. Caracter puede ser el arma secreta. Tan secreta, que nunca sabremos lo que podría haber pasado, si LA lo tuviera enfrente.