PO Desde El Sofá (XXIX): Se cumple la profecía

El guión del Este no ha tenido giros argumentales: los Cavs de LeBron James y James Jones despacharon con holgura a los Raptors, y ya están en Los Finales, y en el caso de estos dos, es su sexto viaje consecutivo.

Como ha sido tónica dominante en la serie, dónde sólo el cuarto partido fue disputado, el equipo que se alzó con la victoria ganó todo lo cómodo que se puede en una Final de Conferencia, y ahora Cleveland espera rival para el jueves. Los Cavs volvieron a encontrar acierto desde el triple, y LeBron dominó en un partido que luego paso a Irving, y acabó con minutos de la basura y Drake cambiando otra vez de chaqueta.

Los Raptors encomendaron este vida o muerte a los dos de siempre, y aunque la actuación individual de Lowry y DeRozan fue correcta, cerrando la mejor serie de la temporada para ambos, no fue suficiente. Ayer nadie dio un paso adelante, y se quedaron solos, tratando de defender el terruño por tercera vez, y esta vez fue la vencida. Como el resto de equipos del Este, no tienen la munición necesaria para hacer frente a unos Cavs plenos, y tras 20 partidos les toca irse a casa.

Casey mantuvo a Scola en el quinteto titular, y el partido se les fue desde el principio, con LeBron haciendo lo que quería: anotando mucho, con acierto desde el triple, y alimentando a los tiradores que Toronto ha acabado dejando libres tras mantener la disciplina una buena parte de las series.

El partido se puso feo con una serie de codazos leves y de poca consecuencia, pero que llevaron a una mini-tangana y varias insufribles revisiones arbitrales al principio del segundo cuarto. Una flagrante a Biyombo, que le hubiera dejado fuera del hipotético G7, y más LeBron, que no salió de la pista en la primera mitad, enfriaron a unos Raptors que parecían capaces de hacer la goma, pero nada más lejos de la realidad. Un final en tromba antes del descanso puso a los Cavs con demasiada ventaja por delante, e Irving dio la respuesta a todos los intentos de Lowry en un brillante tercer cuarto de mantener la eliminatoria viva en la distancia. Kyrie hasta nos dejó con canasta desde su propia línea de tiros libres (no contó) para cerrar el cuarto.

Cuando en la entrevista de Doris Burke, Casey contestaba con ojillos y voz lastimosa a la pregunta de qué tenía que pasar para remontar el partido, como si este ya hubiera acabado, era hora de apuntar en el bloc de notas «Partido terminado»,  Gregg Easterbrook style.

Y a por el siguiente, que hay que freír peces más grandes.

Sofi del día: El Jurassic Park y la afición mola, los Raptors son una historia bonita, en el fondo son un equipo que al final ha estado incluso por encima de sus posibilidades… pero yo ya he tenido suficiente Toronto por estos Playoffs. Buenas noches y buena suerte.

PO Desde El Sofá (XVII): Con cien cañones por banda

Los Cavs, en una demostración de músculo, metieron más triples de los que nunca nadie antes había logrado en un partido NBA, 25, y barrieron de la pista a Atlanta. Al pobre Budenholzer sólo le faltó anoche encontrarse al llegar a casa al marido de su hermana, y que este le clavara la rima tras preguntarle que cuántos triples le habían caído.

JR Smith lideró el bombardeo con 7, y hasta 10 jugadores, en 45 intentos totales, mojaron desde más allá de la línea de 6.70yalgo en unos sitios, 7.20yalgo en otros. De los activos en Cleveland, sólo Thompson, Mozgov y James Jones (en dos intentos) se quedaron sin tocar pelo. Hasta LeBron, que estaba sufriendo con el tiro en estos Playoffs, vio ayer una piscina en el aro.

En total, los Cavs están metiendo 16.2 triples por partido (17.9 por 100 posesiones), acertando en el 45.3% de sus intentos en Playoffs, cifras que lideran por mucho la Liga, y a las que ni los Warriors son capaces de acercarse. Y su ataque parece estar funcionando en el momento perfecto.

El asalto empezó prontito: aunque fallaron los 2 primeros triples que intentaron, encadenaron 7 seguidos, los últimos formando parte de una racha de 14 puntos sin oposición que no menguaría en el resto del partido. Y cuando los triples no entraban, ahí estaba Tristan Thompson para bajar el balón y conseguir jugadas extra para Cleveland, y si no, ya se empeñaban los jugadores de Atlanta en perderla, no vaya a ser que pudieran aprovecharlo.

Se vio que Coach Bud le había dado vueltas a cómo frenar a LeBron sin aleros altos y con una rotación interior de tres hombres, y la decisión fue arriesgarse a poner a Bazemore a defender a Love, pero los Cavs no tuvieron ni que plantearse el emparejamiento ya que la cosa se fue por otros derroteros aún más provechosos. Los Hawks se dedicaron a tirar mierda a la pared (¿una zona?), y no se pegó nada. Al menos descongelaron a Kris Humphries, que con lo limitadísima que tienen la rotación por dentro, y lo grande que juegan los Cavs, podría ser útil en una lucha más igualada.

Pero con 74 puntos y 36 de ventaja (casi doblando) al descanso, no se pueden sacar muchas conclusiones. Es una pena porque Atlanta gastó un partido en el que Al Horford parecía motivado para proteger el aro y en el que también estaban encontrando segundas oportunidades. Además, con Teague (la verdadera estrella del equipo, según Reggie Miller) y Schröder, pueden castigar la pareja LoveIrving en defensa una y otra vez, y eso se volvió a ver ayer antes de que el espíritu del partido dejara el cuerpo.

En el próximo partido tendrá que ser.

Sofi del día: A cualquier cosa molona que pasara en el último cuarto que no he visto.

Por qué Pau Gasol no es un All Star

Tras quedarse a 360 votos (guiño guiño) de ser un All-Star, los (ayudantes de los) entrenadores de la NBA, tampoco eligieron a Pau Gasol entre los suplentes. Tres hombres altos (Paul Millsap, Andre Drummond y Chris Bosh) estarán en el banquillo en Toronto, y como imagináis, la decisión no ha sido bien acogida en el Reino de España, que se movilizó con el objetivo de convertir a Pau en All-Star, con una unidad que quizá sólo sea comparable en la historia de este país tan cainita a la que hubo para salvar a Nuria Fergó en la primera semana de Operación Triunfo.

Los análisis más racionales hablan de tongo, alguno se deja llevar un poco por la pasión, e insinúa que detrás de la decisión puede haber quizá un poco de racismo, mientras que los más creativos son capaces de encontrar motivos para la conspiranoia en cualquier lugar de la biografía de los jugadores elegidos. Lo que es plantear que quizá haya habido jugadores que hayan hecho hasta ahora una temporada ya no mejor, que no hace falta, sino, comparable, a la de Pau Gasol, pocos y parias.

Dejando la ironía aparcada, si Pau no es All-Star, es por muy poco. La distancia que separa las temporadas del grupo de los seis mejores hombres altos del Este (añado al ring a Al Horford y Kevin Love) es muy exigua. Y no muy lejos quedarían en méritos individuales tampoco, pese a sus equipos, Brook Lopez y Greg Monroe, y eso sin incluir a la sensación para los estadísticamente impresionables Hassan Whiteside, o el hecho de que Nicolas Batum o Jae Crowder también podían optar a esos puestos que la NBA abre a aquellas tres posiciones que abarcan con la palabra ‘frontcourt‘.

Por tanto, no entiendo la virulencia con la que se ha acogido la decisión, cuando es imposible construir una verdad irrefutable partiendo de que no ha habido tres mejores jugadores interiores que Pau esta temporada, ni de todo lo contrario. Lo que sí podemos, para quien quiera oír un argumento menos reconfortante que echar la culpa al empedrado, es tratar de entender qué han podido ver, o no ver, en Pau Gasol para hacerle semejante desplante. No se trata de restar méritos o de demostrar que no lo merece, porque eso no lo podríamos conseguir. Pero hay un factor que, por realidad o reputación, ha sido determinante.

Y es la defensa. Sí, ya sé que es 5º en tapones en la NBA (parafraseando a Daryl Morey, alguien decidió crear el boxscore, y ese alguien debería ser disparado), 4º en rebotes defensivos y es la última línea del equipo con la 6ª mejor defensa de la Liga. La defensa no parece así un punto flaco de Pau, ¡todo lo contrario! Debería ser otro argumento a favor, como su exquisito juego en cualquier poste, o la posibilidad de conectar un electrizante alley-oop con Jimmy Butler en cualquier momento del partido de las estrellas. Y creo que ha encajado fantásticamente en Chicago, y se siente cómodo, con un sistema que ayuda a sacar su mejor rendimiento. Gasol ha estado fantástico protegiendo el aro en acciones contenidas y muy activo tratando de ofrecer resistencia a cada tiro. Los números lo reflejan, Gasol no ha sido en el conjunto de la temporada una rémora: es posible que sea su mejor actuación en años.

Pero a sus 35 largos, y pese a la pericia acumulada, a Gasol le puedes buscar las cosquillas en algo que se está convirtiendo en imprescindible en la NBA que se está jugando en 2016: defender en movimiento, con los pies. Hemos hablado mucho durante estos últimos años de protección del aro, que es efectivamente interesante, pero con tanta acción ocurriendo a 7 metros de la canasta, y el baloncesto de 4 ó 5 jugadores exteriores estirando hasta la rotura la defensa Thibodeauniana, la mezcla de agilidad, resistencia, gracia e inteligencia para cubrir todo ese terreno y tener un impacto positivo, es clave. Este es el motivo por el que Whiteside, pese a taponar más que nadie hace peor a la defensa de Miami, y Noah y Marc, sin esos números tan aplastantes, han sido jugadores defensivos del año en el pasado reciente. Hace 3 años, Hibbert y Asik era lo que todo equipo andaba buscando, deidades de la verticalidad que valían su peso en oro. Una explosión de tiro y velocidad en la NBA los ha convertido en bloques de cemento inalineables.

Los problemas para defender en movimiento en un espacio abierto, más que la falta de protección del aro (o en algunos casos, unido a), son lo que aleja de mayor gloria y relevancia a otros candidatos al All-Star con unos méritos ofensivos similares a Pau, como Love, Monroe, Lopez o Vucevic. Y lo que está empujando prácticamente fuera de la Liga a jugadores con un pasado tan exitoso como David Lee, Zach Randolph o Carlos Boozer. En el momento que sus habilidades ofensivas, que todavía son superiores a las de muchos jugadores que les quitan el puesto, se ha ido acercando a la media, deja de compensar tenerlos en pista.

La mayoría de estos jugadores serían más que capaces de hacer un trabajo aceptable ante cuatros y cincos que jugaran de espaldas, y bases que raramente penetraran. Algunos tienen la suerte que el personal y cuerpo técnico del equipo que les rodea hace un trabajo brillante desactivando la velocidad para que puedan ser efectivos, y en todo caso, su propia habilidad ofensiva es superior a lo que conceden en el otro lado. Pero en los enfrentamientos ante los mejores y más preparados equipos, estas carencias se ponen de manifiesto: te da la sensación de que no podrías ganar cuando importa con ellos.

Tomemos como ejemplo el partido del pasado viernes frente a los Celtics. Emparejado con un pívot que habita buena parte del tiempo en el perímetro (Jared Sullinger), y con un base incisivo y rápido como Isaiah Thomas, Pau pasó posesiones y posesiones defensivas en tierra de nadie. Thomas se ha aprovechado de muchos hombres altos, no obstante, también es un All-Star con mucho merecimiento, y Stevens y los Celtics, una de las franquicias mejor organizadas de la Liga, llevan toda la temporada tendiendo trampas a los rivales, no ocurre sólo con Pau. Pero durante una noche pusieron en evidencia como se puede aprovechar su falta de velocidad. En jugadas como esta, Gasol no es capaz de ofrecer ninguna resistencia a la bandeja de Thomas, que no puede ser más fácil.

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Este es el tipo de partidos (me viene a la cabeza también el del día 26 de diciembre ante Dallas, en la segunda noche de un back-to-back a domicilio tras una actuación brillante en la victoria del día de Navidad en Oklahoma, o el 9 de enero en Atlanta) que hace que en los informes de los entrenadores visitantes, aparezca como objetivo atacar a Pau, sacarlo de la canasta, ir cuesta abajo contra él. Ese ayudante que tiene que votar en el All-Star a los jugadores para completar el banquillo viene de hacer la semana pasada un informe en el que pide a sus jugadores que pongan a Gasol en cuantos más y más lejanos bloqueos posibles mejor, mientras que al día siguiente da la orden de evitar a alguno de esos otros jugadores que sí fue elegido. Esas cosas acaban pesando en la percepción del jugador, y ante candidaturas parecidas, acaban inclinando la balanza.

Y Pau está siendo atacado: por los números de SportsVU nadie hace frente a más tiros por partido (10.5) cerca del aro que él, estadística que es un arma de doble filo, porque no sabemos qué lleva a ello, ¿cómo diferenciar a esos jugadores que están en el punto de mira constantemente del ataque, de aquellos que llegan a la acción aunque no estén invitados a estropear la fiesta? Eso sólo se puede hacer viendo los partidos, y observando lo que sucede, y creo que con Gasol estamos en el primer caso. Lo curioso es que en general, ir a por él, no está funcionando: tiene uno de los mejores porcentajes defendiendo cerca del aro, pero al tener que estar envuelto en tantas acciones, el equipo es vulnerable en los tableros. Pese a sus buenos números individuales, a los Bulls les cogen rebotes de ataque por encima de la media con Pau en pista.

Esta reputación de Pau es real, de hecho, y aunque yo lo crea injusto y exagerado, analistas NBA como Zach Lowe, Nate Duncan o Jonathan Tjarks, han propuesto más de una vez principio de temporada, con Chicago jugando un baloncesto muy templado, que los Bulls debían sacar a Pau con la segunda unidad, dándole más protagonismo como anotador, y descargándole de carga defensiva. El tiempo y las circunstancias les ha quitado parte de razón, pero sobre el papel, a principio de temporada, era fácil creer que la pareja interior más versátil de Chicago la podrían formar un Mirotic mejorado en su segundo año, y un Noah sano y recuperado de sus molestias. Ninguna de las dos premisas se ha cumplido, y con los dos fuera además ahora mismo, Gasol está siendo el mejor interior de los Bulls esta temporada, aunque los enfrentamientos más desfavorables le puedan hacer quedar mal en partidos puntuales.

Y si dejamos la defensa y su reputación, que creo que ha sido la principal desventaja para Pau en la mente de los votantes, hay que tener en cuenta que en ataque tampoco se ha destacado del resto. Chicago, pese a lo que se esperaba de Hoiberg ha decepcionado en ese aspecto, y de hecho, en cantidad de puntos por posesión y la eficiencia con la que estos se consiguen, hay mejores actuaciones en el Este que la de Pau.

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Hay más cosas en un ataque, por ejemplo, las asistencias, entre las que Pau está con los mejores, pero algo que Gasol no hace tan bien como muchos candidatos es abrir el campo con triples, algo que puede ayudar tanto o más a un equipo que la circulación de balón. Podríamos tirarnos toda la tarde ordenando datos, y cada vez saldríamos con un escalafón distinto, es el problema de comparar jugadores diferentes.

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El caso es que aunque sea igual de imposible y subjetivo elegir de manera conclusiva entre peras y manzanas, tampoco está garantizado asegurar que Gasol ha sido uno de los tres mejores hombres en altos en ataque en el Este en la temporada de 2016.

Y la coda final, saliéndonos de argumentos de puro juego, que se debería rebatir sola, pero veo que no: otra de las piruetas para desacreditar concretamente la elección de Bosh sobre Gasol, es preguntarse cómo va a tener Miami, sexto equipo a día de hoy en el Este, dos All-Star, mientras que los Bulls, terceros, se presentan en Toronto sólo con uno. La idea podría sonar bien hasta que te das cuenta que , a) la relación de proporcionalidad All-Star de un equipo y victorias no es exacta, no hay ni habrá nunca una regla para ello, b) Bosh no tiene la culpa que Wade, jugando peor y contribuyendo menos que él, ya fuese incluido por los fans como titular, c) los Bulls han ganado los mismos partidos que Miami para ocupar esa posición (aunque hayan perdido dos menos), y sólo 4 victorias les separan de la 10ª posición  que ocupan los Hornets; en el Este hay un gran empate técnico en esas plazas y las posiciones son circunstanciales, de hecho, por margen de victorias, Chicago sería séptimo, siendo adelantado por Celtics, Pacers y Hawks, justo encima de Miami, octavo y d) que, por ese criterio de registro de equipos ∝ número de All-Stars, estarían fuera los dos, y Kevin Love acompañaría a LeBron James, único elegido del mejor equipo del Este. Y a lo mejor hasta Al Horford, ya que los Hawks también estaban por encima cuando se cerraron las votaciones, con lo que ello supone de cara a esa inventada prioridad.

La cerveza X es tu favorita y la Y es una puta mierda (donde Y tiende a Cruzcampo) si les ves las etiquetas, pero si te las juntaran en una cata a ciegas con otras 10 del mismo estilo, acabarías escogiendo cada vez es una distinta, posiblemente alguna vez, hasta aquella que dices odiar. Aquí pasa un poco lo mismo, entre un grupo como el propuesto antes no hay respuesta mala. Todos tienen sus fortalezas y sus debilidades, sus luces y sombras, y una producción parecida plasmada en los números de toda la vida. Para mí sólo sería «intocable» Paul Millsap, que se ha distanciado del grupo con un juego al que no encuentras puntos débiles, y creo que Bosh, con el plus que le da ser el candidato que más alterna con diferencia y éxito las dos posiciones interiores, también ha estado un peldañito por encima de la competencia. Pero sí creo que la temporada de Pau ha sido superior a un Drummond que vive de la locura de sus cifras reboteadoras, y no me parece ni siquiera el jugador con más méritos de su propio equipo. Por otro lado, Love y Horford han hecho para mí tantos méritos como Gasol, y me costaría mucho otorgar entre ellos esa tercera plaza de hombre alto en el Este.

El caso es que Pau está fuera del All-Star, pero no ha sido ninguna injusticia, hay más gente con méritos similares que plazas se otorgan. Si Gasol estuviera dentro, alguien con tan buenas credenciales como él se habría quedado fuera. Así es la vida, ahora uno elige si la va a pasar llorando o mirándole a las ojitos.

Viva la PEPE: Cleveland Cavaliers (2) vs. Boston Celtics (7)

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Este año repasamos las 4 eliminatorias de Playoffs en el Este en nuestra primera Previa Épica de los Playoffs en el Este. Si te has perdido alguna, puedes encontrarlas todas aquí.

Cómo han llegado los Cavs

Tras juntar en verano a LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving, el cielo parecía el límite. Había dudas sobre la defensa y la durabilidad de su único pívot, Anderson Varejao, pero el ataque pintaba tan potente que una pequeña debilidad no podía importar.

Avance rápido a mediados de enero: Kevin Love no se integra, LeBron se ha tenido que coger dos semanas de vacaciones en medio de la temporada, Varejao está lesionado para lo que queda de año, David Blatt no se apaña en la NBA, sólo hay cuatro equipos en toda la NBA con peor defensa, y son sextos en el Este con más partidos perdidos que ganados. Los Cleveland Cavaliers son carne de meme y mofa.

Pero entonces llegaría el punto de inflexión: LeBron vuelve de descanso, y cambian a Dion Waiters y elecciones de Draft por Timofey Mozgov, JR Smith e Iman Shumpert. Desde el día del regreso de James, los Cavs son el segundo mejor equipo de la NBA (sólo por detrás de los Warriors), cimentados sobre el mejor ataque de la NBA, y una defensa, ya, por lo menos, correcta.

Cómo han llegado los Celtics

Tras ganar solamente 25 partidos, sin dólares que gastar en verano y con Rajon Rondo y Jeff Green, sus mejores jugadores sobre el papel, en último año de contrato, pintaban bastos para Boston, que no habían logrado forjar una identidad en la primera temporada de Brad Stevens.

Entonces, empieza el baloncesto, y nos encontramos un equipo diferente a lo esperado: salían a correr, había más movimiento de balón, y tenían el gatillo más suelto para tirar desde el triple. Jugaban duro, luchaban, competían. Eran un placer de ver, uno de los equipos más divertidos del Este.

Eso sí, seguían sin ganar partidos, muchas veces, viendo como se le escapaban importantes ventajas que obtenían en sus momentos lúcidos. El 12 de enero, día que traspasaban a Green, después de haberse deshecho de Rondo, el registro era de 12-23. Pero eso en el Este significa estar a 3 victorias de los Playoffs. Y un poco después, ademá,s empezaron a ganar.

Los Celtics han sido uno de los mejores equipos desde el All-Star, con un jugador con chispa anotadora como Isaiah Thomas por fin entre sus filas. Hay quien habla de sorpresa o de milagro, pero tal y como habían estado jugando todo el año, entendiendo que las pérdidas de Rondo y Green no son para tanto, y que en el Este no necesitas ganar más partidos de los que pierdes para entrar en Playoffs… lo es menos.

Rotación de Cleveland

Desde que remodelaron la plantilla en enero, Blatt está jugando con una rotación de 8 hombres, con un quinteto inamovible formado por Irving, Smith, James, Love y Mozgov, con Tristan ThompsonShumpert y Matthew Dellavedova como únicos jugadores con minutos importantes desde el banquillo.

El grupo de veteranos que forman James JonesShawn Marion, Kendrick Perkins y Mike Miller han visto reducir tanto su papel, que su contribución apunta a mínima durante los Playoffs, y Joe Harris, el novato que llegó a ser titular a principio de la temporada, ha pasado a tener un rol directamente marginal. El tiro de Jones es la característica más aprovechada por Blatt, y es el mayor candidato a recibir minutos de todos ellos.

El salseo en el reparto de minutos está en los puestos interiores: dos para tres jugadores. Aunque Mozgov sea el titular, Thompson juega más minutos, y suele adelantar al ruso también en los momentos decisivos de partidos igualados. Blatt usa casi siempre a dos de ellos en pista, es decir, James apenas está jugando de ala-pívot, pero cuando lo hace, suele ser con Thompson como cinco, nunca con Love. Si destapara en Playoffs un quinteto con cinco tiradores, con LeBron y Kevin como juego interior, estaríamos viendo algo prácticamente inédito.

Otro detalle importante: Blatt escala los cambios para que Irving o LeBron estén siempre en pista, sustituyendo a LeBron por Shumpert en los cuartos impares para que este vuelva al principio de los pares con los no titulares (DellavedovaThompson y el propio Shumpert).

Rotación de Boston

Los Celtics son seguramente el equipo con la rotación menos definida de cualquier equipo de Playoffs. 10 jugadores deberían ser parte importante, y eso sin contar las últimas apariciones de Gigi Datome, y el hecho de que a un equipo que mira al futuro, quizá les interesa foguear un poco a James Young. Con un entrenador protagonista y valiente como Stevens, cualquier cosa es posible.

Desde el All-Star, momento en el que Jared Sullinger dejó de jugar, el quinteto titular lo forman, si están sanos, Marcus Smart, Avery Bradley, Evan Turner, Brandon Bass y Tyler Zeller, pero sólo Bradley llega a los 30 minutos por partido esta temporada.

Isaiah Thomas es el sexto hombre en el sentido más clásico de la palabra y juega poco menos que los exteriores titulares, y Jae Crowder el hombre para todo, que igual sirve para cubrir necesarios minutos de alero en una plantilla partida por la mitad, que para hacer al equipo más pequeño jugando de 4, algo que sucede en una buena cantidad de minutos. Además, ambos han desarrollado algo de química en el dos-contra-dos, y se han convertido en habituales para cerrar los partidos, cuando Stevens no duda en aprovechar las oportunidades para hacer cambios ataque/defensa y sacar todo el jugo a su plantilla.

A los minutos de Crowder y el juego interior titular por dentro, hay que sumarles los de Kelly Olynyk y Jonas Jerebko, que además compiten por un mismo papel, el de hombre alto raza blanca tirador. Por si fuera poca competencia, además, la vuelta de un Sullinger que en principio estaba fuera para el resto de la temporada, contribuye en el atasco. Será interesante ver si en Playoffs los Celtics siguen la política de repartir los minutos más o menos equitativamente, o maximizan los minutos de los mejores jugadores en el contexto del enfrentamiento.

Los Cavs en ataque

El éxito del excelente ataque de los Cavs reside en su talento individual. Cuentan con tres jugadores que pueden anotar cerca y lejos de la canasta, con poca ayuda y sin importar mucho a quien tengan delante. Además, tienen dos piezas complementarias como son Smith y Mozgov, que tienen habilidades (el tiro del primero, la habilidad para continuar hacia canasta del segundo) que obligan a las defensas a respetarles, y a mantener un espaciado impecable.

Ningún equipo en la Liga utiliza más el aclarado, y es habitual ver también a sus estrellas sacar petróleo de un bloqueo y continuación o del juego al poste bajo. Es increíble la cantidad de veces que salen con canastas de jugadas como esta o esta o esta otra o muchas más sin prácticamente esfuerzo colectivo. Este equipo no necesita un libro de jugadas tan grande como el de otros, pero lo tienen. Más pequeño de lo que a Blatt le gustaría, pero más grande de lo que los haters creen.

Esto es lo que los rivales ven en un simple bloqueo y continuación lateral, James cuesta abajo contra tu 2.16 con Smith, Irving y Love abiertos, sabiendo que si osas ayudar, LeBron no dudará en encontrarlos, y Mozgov continuando hacia el aro, preparado para coger el alley oop si se lo tiran. Por si fuera poco, defiendes con uno menos.

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En este caso, Chandler frena a LeBron en mitad de la zona, Nowiztki se desplaza lateralmente para negarle el aro a Mozgov… pero se lo regala a Love que corta desde la esquina. Mate. 2 puntos.

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Cuando el bloqueo lo hacen Irving y James te encuentras en una situación igual o peor, ¿con quién ayudas la penetración de Kyrie?

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¿En qué cosas fijarnos en el ataque de los Cavs además de lo obvio e improvisado? Cuando el pívot rival es intimidatorio en defensa, al principio del partido comienzan moviendo el balón a través de Mozgov un poco más, haciéndole subir al poste alto y dándole a sus compañeros opción de pase o de bloqueo y continuación.

Quizá pueda parecer que utilizan demasiado en ataque a Mozgov, siendo el jugador con menos capacidad del quinteto, pero el problema es que si no lo implicas en la acción, corres el riesgo de que sí se convierta en un problema para tu espaciado, por lo que los Cavs le buscan cada poco, para recordar a las defensas que no puedes olvidarte de él.

Utilizan mucho los dobles bloqueos, tanto los escalonados como directos. Estos últimos les son muy útiles en bloqueos laterales en los que uno de los bloqueadores es Love y sirven para hacer más difícil la decisión a la defensa, y dar opción de bote al base cuando Kevin caiga al tiro de tres. Splitter tiene que decidir aquí si se queda a detener la penetración de Irving o presta atención a Love.cavs_blo

Lo hacen muchas veces con un jugador de perímetro que llega un poco después, así su defensor llega tarde a la jugada y sin tener muy claro qué hacer.

  • Pese a que durante gran parte de la temporada Kevin Love ha servido simplemente para estar escondido en la esquina, y dar más espacio y oxígeno al ataque de Cleveland, poco a poco le han ido haciendo más partícipe del juego, y utilizando una de sus mejores cualidades, la de pasador.
  • Cleveland es devastador cuando juntan a Irving, Love y James en la misma opción, y una de las jugadas más espectaculares viene cuando tras un bloqueo y continuación de los dos exteriores en un ala, el balón llega a Kevin, que está abierto como tirador en el otro ala, y suelta un pase instantáneo a LeBron cortando.

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Y con Dellavedova en pista el equipo desempolva alguna de las jugadas de la Princeton Offense que a Blatt le hubiera encantado instalar… pero que no ha podido.

Los Cavs en defensa

Después de empezar el año defendiendo como Miami, con hombres altos agresivos en el bloqueo directo, para atrapar al conductor del balón, el fracaso absoluto del esquema hizo que los Cavs se movieran a un sistema más conservador, negando los bloqueos y llevándoos a la banda, incluso antes de que llegara Mozgov, que ya hizo imprescindible este sistema.

El gigante ruso ya venía de sufrir en sus propias carnes un esquema de alta intensidad en Denver, y tuvo la suerte de que al llegar aquí se encontró algo para lo que está mucho más preparado.

La defensa de los Cavaliers de los bloqueos directos ha mejorado considerablemente, también porque Love no es un defensor tan terrible como su reputación indica. Es indiscutible que necesita jugar con un pívot que le ayude, y que necesita un sistema poco especulativo. Él no puede sostener una defensa ni ser un factor en toda la pista, pero defendiendo con otro al lado es inteligente para canalizar a los rivales a la zona adecuada, y aguantar con fuerza las continuaciones de los interiores. Ahora mismo no es una debilidad que los ataques rivales puedan explotar, salvo quizá, aquellos equipos con un exterior de élite con muy buen tiro.

La asignatura pendiente de los Cavs es prestar atención constante a lo que ocurre sin balón. Todos sus jugadores exteriores se toman jugadas de descanso en defensa, cuando no tienen una predisposición más bien dudosa hacia ella. Si te tomas tu tiempo pasando alrededor de la defensa de Cleveland, puedes sacar rédito.

Otra diferencia con Miami, y consecuencia directa del cambio de tono, es que los Cavaliers no fuerzan muchas pérdidas. No son un grupo intenso en defensa, y el cuerpo técnico les prefiere no arriesgando. Con Shumpert y Dellavedova en pista sí que tienen que andar con más cuidado los conductores de balón rivales.

Los Celtics en ataque

Boston es uno de los equipos que se ha sumado últimamente al carro del baloncesto fluido, dando libertad y espacio a sus jugadores en un sistema que más que jugadas concretas, pide de ellos que lean la defensa y la posición de sus compañeros, y reaccionen. Hay que decidir y moverse rápidos, ser solidario, y tener todo el tiro posible, para que el espacio haga las cosas más fáciles.

Una posesión normal de los Celtics puede encadenar bloqueos (directos e indirectos), pases a la mano e inversiones del lado del juego, hasta que se encuentran con un tiro o una oportunidad de atacar la zona. Habitualmente lo primero, porque Isaiah Thomas aparte, los exteriores del quinteto inicial son muy poco incisivos. En cuanto se abre la oportunidad de tirar de media o larga distancia, la toman, tanto tras pase, como tras bote: no tienen la paciencia de los grandes equipos de la Liga que predican el movimiento, pero también encuentran menos oportunidades.

Por ello quizá tenían problemas para cerrar partidos y mantener ventajas a principios de año, por la falta de un jugador que se metiera al corazón de la defensa y obligara al rival a que lo manden a la línea. Los mejores argumentos de este equipo para sacar faltas hasta la llegada de Thomas no podían ser menos ortodoxos: dependían de los tumbos de Bass y el manejo de balón al borde de la pérdida de Turner.

Los hombres altos juegan muy arriba, para lanzar con sus pases y pantallas a los exteriores hacia una zona lo más libre posible. Zeller y Bass no son especialmente buenos pasadores ni conductores, por lo que, a diferencia de otros interiores que reciben en el mismo codo de la zona, no manejan opciones como el pase preciso a un cortador, o atacar de frente con el bote a su defensor. Ellos están en constante movimiento, pendientes de qué bloqueo van a poner casi antes de entregar el balón, y de leer la defensa para saber si les conviene más continuar al aro (la especialidad de Zeller), o abrirse al tiro (la de Bass).

La funcionalidad de los interiores titulares en muchas posesiones queda recogida en la siguiente imagen: Bass recibe el pase tras poner un bloqueo directo a Turner que no lleva a nada, e inmediatamente busca la siguiente opción de ataque, pendiente de darle el balón a Smart en el momento y lugar más adecuado para poder molestar a Vasquez. Hansbrough cambia, dejando la opción de tiro abierto para Bass.

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Otro detalle que se puede ver en la anterior secuencia es como los exteriores de los Celtics intentan entrar al bloqueo con la mayor velocidad posible, aprovechando todo el espacio que da el campo para coger aceleración, sobre todo Smart y Bradley.

Turner es un jugador más metódico y sútil, y utiliza más el manejo de balón y el bote corto que la explosividad. Pese a que debería ser el alero del quinteto, funciona como el base de facto, porque es sin duda el mejor del quinteto en encontrar a sus compañeros. Pero pese a las llamativas estadísticas que de vez en cuando consigue, sigue siendo desesperante con su propia anotación. En la siguiente captura acaba de salir de un bloqueo directo de Zeller y sin poner a prueba la defensa (la ayuda de Chalmers de hecho, es un farol, recupera inmediatamente a Bradley), recoge el bote y tira de dos, fallando.

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Está pasando el balón más que nunca en su carrera, y tirando menos, y este tipo de jugadas cada vez son más infrecuentes. Entiendo que de vez en cuando tiene que tirar, porque le cuesta mucho llegar el aro y hay que mantener a las defensas preocupadas por al menos mostrar ayuda, como en el caso anterior, cuando se acerque a los codos de la zona. Pero cuando hay secuencias de dos o tres tiros de este tipo consecutivos, salvo que tenga el día de meterlos, la impresión que deja es muy mala.

Y no todo es culpa suya. Lo malo de la unidad titular de los Celtics es que pese a que hagan lo posible para estirarlo, el espacio no se puede inventar. Cuando el mejor tirador de tu quinteto es Avery Bradley, te vas a encontrar defensas así al ejecutar un bloqueo directo central.

bosmem1Los rivales no tienen miedo de poblar la pintura cuando los titulares de Boston atacan, y hacen muy difícil llegar al aro. Smart es mejor tirador de lo que parecía, pero no llega a lo que necesita una unidad con déficit, y sus hombres altos pueden tirar de media distancia, algo que algunas defensas están inclusos dispuestas a conceder, pero no de 3.

Trabajando con las unidades con mejor espaciado, Thomas ha sido fantástico en Boston, como en el resto de su carrera, en realidad. Puede llegar hasta el aro siempre que quiera pese a su tamaño, y tampoco le puedes dejar que se ponga cómodo desde el triple.

Casi no necesita ni bloqueos, es un maestro dividiendo la defensa o yendo de costa a costa en un abrir y cerrar los ojos. Pero aún así los Celtics hacen algún esfuerzo por liberarle aún más, como esta jugada en la que le dan una vuelta de tuerca al motion loop.

Los Celtics comienzan con dos jugadores apilados al lado derecho del ataque, y otro al izquierdo, Thomas con el balón en un ala, y Crowder en lo alto de la bombilla. Isaiah se la pasa a Crowder, y se dispone a girar de lado a lado de la pista (1), pasando por los dos bloqueos del lado débil (2). La novedad de la jugada en comparación con otras versiones aparece justo en ese momento, cuando Bradley, después de bloquear a Thomas, vuelve a bloquear a Jerebko, que va del poste medio izquierdo al alto derecho a poner el tercer bloqueo a Isaiah en ese lado, este ya directo porque ya tiene el balón (3). Así, Pizza Guy enfila la zona de Toronto sin que nadie pueda llegar a ayudar.

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Este tipo de jugadas también funcionan porque al contrario de lo que vimos antes, con Jerebko, Crowder y Olynyk, la pista sí está abierta. La atención que los rivales tienen que prestar al tiro actúa como un Vicks VapoRub en la zona, limpiándola de incómodos rivales. La mejor versión en ataque de los Celtics aparece cuando tiene múltiples tiradores en diferentes posiciones.

Otra cosa que en la que están funcionando muy bien los quintetos de Crowder y Jerebko concretamente: el rebote ofensivo. Están limitados con sus rivales habituales en altura y peso, pero lo suplen con esfuerzo y habiendo creado un pequeño tag-team en el que Jonas lucha por palmea los rebotes hacia fuera, si es en las inmediaciones de Jae mejor, y este hace el resto.

Por último, una parte clave del ataque de los Celtics, es la brillantez de Stevens con la pizarra. Sus jugadas tras tiempo muerto o en los finales de los partidos están siendo muy interesantes, y momentos como el tiempo muerto, más cambio de jugada como el que le dio la victoria al equipo frente a Toronto el otro día ya son pequeños clásicos de esta Liga. Os dejamos con un vídeo muy reciente repasando muchas de ellas.

Los Celtics en defensa

Pese a que gran parte de la historia durante todo el año ha sido que los Celtics no tenían ni un protector del aro, y por tanto, no podían defenderse, desde el All-Star son la 8ª mejor defensa de la Liga por índice y durante el resto de la temporada un equipo del montón, no un desastre.

Cierto es que los Celtics no tienen a nadie que intimide a los rivales, y que si les ganan la zona están condenados, pero Boston pone de su parte para que eso no suceda con una excelente defensa exterior. Capitaneada por Avery Bradley y Marcus Smart, más Jae Crowder desde el banquillo, y Evan Turner que a veces tiene ventaja de tamaño contra el atacante más flojo rival, los Celtics ponen una gran cantidad de presión en los exteriores rivales, forzando pérdidas.

Pasan los bloqueos por delante, niegan pases a la mano y hacen un grandísimo esfuerzo de desgaste para que los rivales prefieran no adentrarse en la zona.

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Como todos ellos pueden defender varias posiciones Stevens va cambiando las asignaciones. Aún cuando Smart y Bradley son dos perros de presa, al entrenador le gusta colocar al jugador más grande que tenga en el base, y no es difícil ver a Turner o Crowder defendiendo al 1 rival. Y a veces los emparejamientos se resuelven solos: cuando encajan una contra por ejemplo, se quedan con el hombre más cercano.

Por ejemplo, los Celtics vienen de defender una posesión a media pista con Bradley en Dragic, Thomas en Chandler, Crowder en Deng, y Turner en Ennis. Tras un tiro fallado de Bass, Miami monta una contra, y los Celtics se defienden cambiando las cuatro asignaciones de una jugada a otra. Por eso son uno de los mejores equipos de la Liga defendiendo a la contra.

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El único problema que tienen es que el exceso de celo al ayudar les hace conceder triples desde las esquinas. Aquí los cinco Celtics tienen un pie en la pintura o casi, y sí, efectivamente logran contener la penetración de Dragic, pero han dejado a tres tiradores solos, y Ennis, en la parte baja de la imagen, meterá un triple bastante cómodo.

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Las tramas

  • LeBron vs. Celtics Esta será la quinta vez que LeBron se cruce con Boston en Playoffs y la que rompa el empate. Aunque el equipo en la pista sea muy diferente, todos los seguidores de Boston y el propio James tienen presente la rivalidad.
  • Kyrie Irving vs. Isaiah Thomas Aunque estén en dos universos diferentes en cuanto a estatus, desde que en algún partido clandestino el año pasado sacaron este gráfico…
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  • Desflore generalizado: Primera serie de Playoffs de, esperemos muchas, para Love, Irving, Thomas y Smart. Cuatro jugadores que son un placer para el aficionado.
  • Los pívots vuelven Zeller regresa al equipo que en verano prácticamente lo regaló. Y vuelve a Boston el Campeón de la NBA Kendrick Perkins, el primero en salir del equipazo de 2008, y el segundo en juntarse con LBJ en el lado oscuro (o claro, según por donde se mire).

El enfrentamiento

Los dos equipos llegan en racha, habiendo estado entre los mejores del Este en la segunda mitad, y con todos los jugadores importantes (salvo por Sullinger en Boston) en buenas condiciones.

Pese a su grandísimo final de temporada, tengo miedo de que los Celtics sean un equipo demasiado explotable si tienes tiempo para prepararte contra ellos, y elegir cuidadosamente a qué jugador atacar, o qué jugador no defender de su quinteto. Cuando estudias a los Celtics ves que en realidad, el tiro que parece que tienen es más que amenaza que realidad, que la pintura está bien defendida porque otra zona está despoblada, o que si tapas las oportunidades de pase, algunos jugadores tienen argumentos individuales muy pobres.

Probablemente veamos mucho y pronto a Jae Crowder e Isaiah Thomas. El primero es el mejor emparejamiento para tratar de detener a LeBron, y como el equipo necesite coger en anotación a los Cavaliers, el diminuto base va a ser muy necesario.

La profundidad de Boston durante la temporada regular no les servirá de tanto frente a Cleveland, ya que siempre tendrán que lidiar con Irving o LeBron en pista, pero mantener la rotación larga puede tener la ventaja de exigir un poco más físicamente a Cleveland.

No tengo duda de que van a jugar con garra y esfuerzo, pero es una eliminatoria muy complicada para ellos. Y por muy bueno que sea un entrenador, hay cosas contra las que poco se pueden planear. Los Cavaliers son simplemente demasiado buenos.

Nuestros picks para el All-Star 2014

All-Star 2014

David Chanzá

All-Star Picks

Este año para hacer los picks lo he tenido creo que más complicado que nunca, sobre todo por el Este, donde en esta temporada es complicado hasta elegir los All-Star.

Por un lado me he ido a los fijos, es decir cuLebron James y Paul George y a partir de aquí viene el show. La verdad es que la temporada en la conferencia de la costa atlántica está siendo un poco desastre, entre lesiones de estas que nos matan a todos (Rose & Lopez) y grandes decepciones de jugadores de los cuales esperábamos mucho más (cómo me estás jodiendo la Fantasy amigo Deron…), nos quedan 3 huecos para no saber muy bien a quien dárselos.

El nombre de Irving siempre viene a la mente, pero claro los Cavs este año dan hasta pereza de verlos jugar, y eso que está él, pero uffffff se hacen difíciles de digerir. Por otro lado está Wade, el cual este año está en modo ‘mirameynometoques’ (lo cual también me está jodiendo la Fantasy…), es decir, descansando casi más que el que anota las canastas metidas por Ricky. Y finalmente tenemos a Wall, el cual ya acabo la pasada temporada regular a un nivel tremendo y que parece que poco a poco se va cogiendo a ese nivel, además es de esos bases jugones que nos molan. Así que, teniendo en cuenta que Wade llega fresco y Wall está molón y doliéndome infinitamente, Irving fuera. Aquí tengo que añadir que por algunos segundos pensé en Jeff Teague, el cual casi sin hacer ruido está aportando mucho más de lo que parece a los Hawks.

Luego para el puesto final, entre Hibbert y Melo, he tirado por la parte del grandullón, más que nada para tener un quinteto al uso con un jugador grande y no jugar a un ultra mega small ball, además, creo que se lo merece más que el 7 de los Knicks, todo sea dicho.

Por el oeste tenemos varios puestos bastante fijos, como es el de Durant que merece poca discusión, a partir de aquí todo un abanico de posibilidades y de gente que podría estar sin lugar a dudas en ese quinteto inicial del Oeste.

He querido quitarme el sombrero hacia los Blazers por la sorpresa, por la temporada que están dando y que leches, porque tienen 2 jugadores a nivelazo All-Star como son Aldridge y Lillard, el cual he metido por delante de Curry, sí, lo he hecho….pero que conste que esta fue la última GRAN duda, pero ese toque clutch y parecerse de forma brutal a Irving en esa veteranía que no tiene, ha hecho que sea mi elegido. Luego y siempre con Curry presente, se me planteó la duda de Chris Paul, el cual ahora mismo está out, pero no deja de ser EL BASE, con lo cual, lo quiero para este partido y para ver si hace cosas molonas como el año pasado en Houston.

Para el puesto que me falta, en lugar de coger a Robin Hood, me he ido a por otro MEGA CLÁSICO como es Duncan, el cual en los últimos (o no) coletazos de su carrera parece que está viviendo unas 82734782478 juventud demostrando que probablemente sea el mejor PF de la historia (ale ahí!) y que se merece estar en este partido de las estrellas, aunque le toque mucho la moral a Pops.

Los 10 elegidos!

Mario Maruenda

All-Star Picks

Para mí el All-Star es una mezcla de reconocimiento y diversión. No se trata de elegir a los 10 jugadores más divertidos, ni a los mejores, ni a aquellos en los equipos de más éxito, sino algo entre medias, con un criterio un tanto difuso, lo que me apetezca en el momento.

Para este año, el infame Comité de 3 tenía claros cuatro jugadores que cumplían todos los requisitos: ser los mejores indudablemente en su posición, estar en equipos en los mejores puestos de la Liga, y ser terriblemente entretenidos para disfrutar de ellos en la cancha. Chris Paul (veremos que ocurre con su lesión), Kevin Durant, Paul George y LeBron James, estáis dentro.

Los dos siguientes nombres que más me atraen: Kevin Love y Steph Curry. La marcha regular de los Wolves y la durísima competencia en el backcourt del Oeste, que se llenaría ya con CP3 y StephDios, hacen que me lo piense… pero si estos dos me llaman la atención, no voy a perder mucho tiempo. You’re fucking in.

Ahora para cerrar el Oeste tengo un puesto de hombre alto, y varios candidatos. El jugador más reconocible del equipo sorpresa del Oeste, Aldridge. El jugador que en su segundo año se ha convertido en luz, fuego y destrucción, Anthony Davis. El mejor hombre alto anotador exterior de la Liga, y leyenda del baloncesto, Dirk Nowitzki. El mate a punto de suceder, el Mr. 20-10 del Siglo XXI, Blake Griffin. El vilipendiado, pero siempre productivo y divertido, Dwight Howard. El comodín de los Spurs, Duncan en este caso, que siempre me los dejo fuera. Y el todavía desconcertante, pero entrañable DeMarcus Cousins, que ya asoma en el máximo nivel con todas las consecuencias. Siete candidatos, un puesto, he pensado en sortearlo, pero al final me lavo las manos y caigo en la que supongo elección de consenso: LaMarcus Aldridge.

Vayamos ahora a por los exteriores del Este. Allí destacan para mí tres nombres: Irving, Wade y Wall, ya que se me quedan cortos por unos motivos u otros, pero reciben mención DeRozan, Lowry, Kemba, Carter-Williams, Teague, Afflalo o Raymond Felton. El problema de Wade es el mismo que su ventaja: descansado y al 100%, es el mejor. Irving ha empezado algo decepcionante para lo que se espera de él, y aunque no me gusta castigar a un jugador por lo que hace el equipo, el mojón de Cleveland es demasiado grande como para apartar la mirada. Aún así, cuando se pone, lo hace facilísimo. Y Wall, me parece un poco menos jugador que sus dos compañeros, pero seguramente es el que más está dando de sí. Seguimos de lavada de manos, y vamos con Wade, Wall.

Y queda un último puesto, el que cierra el frontcourt del Este, que está para repartir entre Carmelo y Hibbert, lo que obliga a elegir entre el tocino y la verticalidad. Vamos a terminar la «pilatada» eligiendo a Hibbert, para tener un hombre alto clásico en el equipo, que siempre hace más gracia que esto parezca un equipo de baloncesto de toda la vida. Además, si Miami tiene dos jugadores, Indiana no va a ser menos, y como estoy haciendo esto después que David, y ya sé lo que ha elegido, nos quedan equipos gemelitos en el Este.

Pues ya están. Ahí tenéis mis diez. Gracias de hantebraso.

Avance de temporada 2013-2014: Minnesota Timberwolves

Recuerda que puedes hacerte con esta previa (y todas las de la temporada, juntas, en PDF) en La Primera (y quizás última) Mega Guía de La Crónica Desde El Sofá para la temporada 13/14. Es totalmente gratuita, tan sólo os pedimos que hagáis una mención por Twitter o compartirla por Facebook mediante este botón:

O si insistís, no os vamos a decir que no tampoco, podéis comprárnosla sin tener que poner tuits ni likes…

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Los Wolves vuelven a afrontar la temporada con aspiraciones de Playoffs, algo que llevamos oyendo un par de años, para que después, las lesiones, y el bajo rendimiento de alguno de sus fichajes, acaben tirándolo todo por la borda.

Cuando parecía que todos los importantes iban a empezar sanos Chase Budinger se lesionó para una buena temporada, pero si este es el único contratiempo, con otra ronda de incorporaciones interesante (Kevin Martin, Corey Brewer, los novatos Shabazz Muhammad y Gorgui Dieng), el trío sobre el que se asienta el equipo (Ricky, Love y Pekovic), y un gran entrenador como es Rick Adelman, los Wolves vuelven a ser candidato teórico a seguir jugando a finales de abril, y acabar con la peor racha activa de una franquicia (ya van 9 años sin entrar en Playoffs).

Si no lo consiguieran, sería una de las 4 sequías en la historia de esta bendita Liga que ha llegado a 10 temporadas. Glups.

  • Radiografía de los Timberwolves

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    En la radiografía intentamos recoger una amplia información estadística de cómo funcionó cada equipo el año pasado, en ataque y en defensa, comparando en que percentil (porcentaje de equipos mejor/peor que ellos) se encuentran respecto al resto de la Liga.
  • Devastados por las lesiones

Si os hacéis una pizza en el horno, con el precalentamiento adecuado que indican en las instrucciones (que nos conocemos), os da tiempo para ver todas las jugadas de Ricky, Love y Pekovic juntos en la última temporada, y aún os sobra algo para poner un videoclip de Miley Cyrus. 13 minutitos disfrutaron los Wolves a su columna vertebral, que se perdió 109 partidos (25, 64 y 20 respectivamente), que unidos a los 18 que también faltó Kirilenko, los 59 sin Chase Budinger y que Brandon Roy no estaba para jugar (esto era más previsible), dejaron a Luke Ridnour como líder en minutos del equipo más castigado por los lesiones el año pasado, pasando incluso a los Lakers. Pero a diferencia del equipo de Los Angeles, todos (salvo Budinger) empiezan sanos esta temporada.

El año anterior, el trío Rubio/Love/Pekovic sí que pudo juntarse, en 23 partidos y 458 minutos y los resultados fueron interesantes: una ventaja de 6.7 puntos por 100 posesiones ante los rivales, y un registro de 13-10 para el equipo, pese a que la colección de alas de aquella época era lo que era (Webster, Beasley, Wes Johnson, Ellington, Tolliver y un novato Derrick Williams). Por tanto es comprensible el optimismo que rodea a las posibilidades de este equipo, al igual que lo era el anterior, por cierto.

Este año, salvo Budinger, empiezan todos sanos y listos, y no me apetece releer las declaraciones del Media Day para saber quién dijo (o lo comentaron de él) que «está en la mejor forma de su vida», que seguro que habrá unos cuantos. La plantilla no está mal en cuanto a profundidad, así que sobre el papel, claro que este equipo podría aspirar a Playoffs. A ver qué pasa.

  • Kevin es Amor

El año pasado no pudimos apenas ver a uno de los mejores ala-pívots y jugadores blancos americanos de la Liga, Kevin Love, así que esperamos disfrutarlo este año al 100%.

La mayor carta de presentación de Love, como ya sabéis, es el rebote: líder en capturas por partido en 2011 y segundo en 2012, es uno de los mejores de este aspecto en la Liga. Aunque a veces se pueda pensar que es un acaparador, y un jugador que maquilla las estadísticas, lo cierto es que con él en pista, los Wolves cogieron el 55.2% de los rebotes, que sería la mejor marca de la Liga con mucho (Indiana cogió el 52.9%), y junto a Pekovic, la tasa subía un poco, al 55.6%. El año anterior, en el que jugó la temporada casi completa, los Wolves con él en pista capturaban el 51.9% de los fallos, que sería la tercera mejor marca de la Liga, aunque entre los 11 partidos que se perdió y lo que pasa cuando se va al banquillo, los Wolves fueron 15º ese año con un 50.2%. Así que por si alguien tenía duda, el impacto de Kevin Love en el rebote de los Wolves es verdadero e importante.

Ahora lo importante es el resto de cosas que puede hacer. En los 18 partidos que jugó el último año su acierto con el tiro fue horrible, pero en sus primeras 4 campañas en la Liga, Love fue mejorando su número de puntos por posesión año a año, y el porcentaje de tiro… prácticamente también (del tercer al cuarto año bajó, pero teniendo en cuenta el increíble aumento en su utilización, del 22.9 al 28.8%, no podemos decir que fuera peor, teniendo en cuenta que además lanzó más de 3, que es mejor para un ataque). Si es el viejo Kevin, puede anotar con suspensiones y rango de 3, de espaldas, continuando… va a la línea un montón, y es buen pasador. A tope es uno de los 10 mejores jugadores de la Liga (como certifica su aparición en el segundo equipo All-NBA en 2012), y su defensa, pese a la regular fama, acaba en positivo, gracias a que la inteligencia, la economía de movimientos, y el rebote camuflan otras debilidades.

Un pedazo de jugador que sólo necesita que su equipo le dé estabilidad.

  • Rubio todavía tiene espacio

Ricky Rubio, entra en su tercera temporada, al final de la cual puede recibir la extensión de su contrato, con una serie de incógnitas que resolver sobre su juego. Bueno, más bien una, porque todo el resto de cosas depende de cómo estornuda su tiro. Tuvo el segundo peor eFG% de jugadores con más de 1.000 minutos, sólo por delante de Draymond Green, con un 38.6%, después del 39.8% de su primer año. Eso quiere decir que Ricky metió 0.77 puntos por tiro de campo, cuando la media de la Liga está en 0.99.

Como fue mucho a la línea (el 19º jugador con más tiros libres por minuto, con un 20% más de tiros libres intentados respecto al año anterior), y acierta un 80%, en realidad, su efectividad anotadora es algo mayor. Si miramos a su porcentaje de tiro verdadero, ha mejorado ligeramente sobre la temporada anterior, y sube bastantes puestos, dejando a 27 jugadores por detrás de él, pero de nuevo, su 48.2 TS%, que equivale a 0.96 puntos por tiro, está a una buena distancia del 1.05 que marca la media.

No son sólo los problemas con el triple, en el que ha estado peor está temporada, pasando de un acierto razonable, 34%, a un paupérrimo 29.3%: fue también el jugador con peor porcentaje en tiros dentro del semicírculo de no-carga, vamos, al lado del aro, con un 44.1%, y tercer peor por encima de 50 intentos, justo por encima de otro jugador que sufrió su misma lesión: Iman Shumpert. Conviene no olvidar esto: Ricky salió de una rotura de ligamentos en la rodilla, y la recuperación es dura y lleva su tiempo. Si cogemos los números de sus últimos 27 partidos, los de marzo y abril, el acierto en el triple mejora: 35.9% de los triples acertados, y nos da una razón para el optimismo.

Por supuesto, que además, no es sólo su tiro. Ya lo comentaremos después pero los Wolves fueron de los peores equipos desde el perímetro de la pasada década, y eso afecta al espacio en ataque, y a todo el resto del juego.

Aún así, aunque Ricky no corrija la anotación en todas sus vertientes, es un jugador magnífico. El RAPM (+/- ajustado y normalizado) le considera el segundo mejor base defensivo (técnicamente empatado con Conley), donde su tamaño, entendimiento del juego y habilidad para robar el balón causa estragos en los rivales. No es habitual ver un RAPM positivo en ese lado de la cancha en un novato, especialmente si es base, ya que desde 2001 sólo lo han conseguido, además de él el pasado año, Chris Paul (de milagro), Rondo, y, lo vais a flipar, Chris Duhon (que no volvió a ser un «plus» en defensa en el resto de su carrera).

Y pese a los pobres números individuales en ataque, el RAPM le asigna una pequeña contribución positiva que le coloca como 39º mejor jugador de la NBA la pasada campaña. Aunque mide precisamente cosas distintas a la producción personal del boxscore, muy poquitos jugadores que no lo hacen bien por sí mismos, y están en la parte baja de la lista en puntos por tiro, logran compensarlo con otras cosas y acaban con un impacto positivo.

Rubio no es de esos. 4º en asistencias por minuto (tras Rondo, Paul y Vásquez), sólo el profesor Andre Miller y CP3 dan más pases para anotar cerca de la canasta, quizá las más interesantes, ya que tiene mucho más valor poner un balón ahí, que simplemente sacarla a la media distancia y esperar que la suspensión entre. Además, en su caso, puede que esos números estén desinflados en su contra debido al pobre talento anotador y tirador que tenía alrededor. De todos modos, aún con todas estas reservas sobre el resto de Wolves, tener a Ricky en pista, tampoco les ha servido para salir de la lista de los 10 peores equipos en ataque, así que su contribución es tan positiva como modesta hasta ahora.

Como ya hemos anotado en alguna otra previa y más artículos en la molona página web que regentamos, aunque se habla mucho de que los hombres altos necesitan «desarrollarse», son los bases los que más tardan en destaparse. Muchos no rompen la crisálida, o desarrollan esa habilidad que les convierte en excelentes hasta el 5º o 6º año de sus carreras, así que Ricky todavía tiene tiempo. No es ni mucho menos una temporada decisiva en su progresión o su carrera, por mucho que estemos ansiosos de verle hacer más. Los Wolves le podrían ofrecer una extensión hasta octubre de 2014, han guardado el contrato de 5 años, el de jugador designado para él,  y es muy razonable pensar que alguien en la Liga pagaría el máximo por su conjunto de habilidades tal y como están ahora mismo. Mientras no vaya para atrás, esta temporada lo que marcará es su avance en el escalafón, no su situación financiera.

Rubio necesita pegar un buen salto todavía, parece que tiene las herramientas para hacerlo, pero lo que no debería tener es prisa.

  • El Padrino tuvo recompensa

Pekovic firmó un contrato este verano de 5 años y 60 millones de dólares, rango de dinero en el que es habitual encuentran a los terceros espadas de equipos aspirantes al título. Lo cierto es que tras un año revelación en 2012 en el que se destapó como uno de los mejores anotadores interiores en la NBA, y nos enseño que ya podía salir a una pista NBA sin cometer una falta inmediatamente, el Nikola de 2013 fue prácticamente el mismo que nos sorprendió: las manos un poco más seguras, recortando las pérdidas tras pase, mejor en la defensa colectiva en los bloqueos directos… y casi ya. Lo que, teniendo en cuenta que el de este año era peor equipo, tenía más protagonismo, jugaba más tiempo, y no perdieron muchos partidos más, no tiene que ser una mala noticia: confirmarse también es un triunfo.

Cumplirá los 28 en enero, así que era evidente que la progresión no iba a ser eterna, pero este año con toda la caballería y (puede que…) por fin tiradores, tendrá menos dos-contra-uno’s en contra, y más espacio para hacer su numerito de entrar avasallando al pobrecito que le tenga que esperar en la pintura. Por eso no sería una locura esperar mejores números personales

Y por último, la defensa, sigue un poco peor de lo que su monstruosa y tenebrosa figura insinúa. La falta de vuelo juega en su contra, ya que apenas aporta intimidación en las ayudas, y los jugadores con toque a unos pasos de la canasta no pierden el tiempo tratando de meterle bajo el aro: en su lugar tratan de explotar la falta de capacidad vertical. A ver si este año jugar con un ala-pívot fijo, después de muchos minutos con Williams y Kirilenko, le puede ayudar en algo, aunque Love tampoco puede corregir el problema.

  • Punto de mira desviado

El mayor problema de este equipo la temporada pasada en pista está clarísimo: el tiro exterior. Los Wolves metieron tan solo el 30.5% de sus lanzamientos de 3, y fueron 22º en intentos (como para tirar más…) y penúltimos en triples anotados. Tuvieron el 2º peor acierto de los últimos 10 años, sólo «superado» por los Bobcats de las 7 victorias. De los 57 jugadores con 100 triples o más, ninguno juega en Minneapolis.

Cortefiel Saunders, el nuevo General Manager de los Wolves, encendió la bat-señal y encontró la respuesta en Kevin Martin, que ha acertado un 38.5% de los triples durante su carrera, un 42.6% el pasado año, y que coincidirá por 3ª vez con Rick Adelman. También renovaron a Chase Budinger (parecía que iba ser buena idea…), que con un 35.8% desde que llegó a la Liga no es exactamente Reggie Miller, pero mejoraba ampliamente lo que hay si es que se recupera en algún momento, y regresa Corey Brewer, con un paupérrimo porcentaje de 29.8% en general, pero con una muy buena marca (si la mantiene) de 41.2% en la esquina izquierda.

Hablábamos antes del lamentable porcentaje de 3 de Corey Brewer (29.6% la pasada temporada) pero no comentamos que muy tímido para tirar tampoco es: 307 intentos el año pasado, 3.75 por partido. Sólo 32 jugadores en la historia de la NBA han lanzado semejante cantidad de bombas por partido sin llegar al 30% (uno de ellos lo hizo en los Wolves 2013, Alexey Shved) así que hay que ponerle bien la correa para que no se emocione, y a media cancha, seguramente, no deba estar en otro sitio diferente a la esquina izquierda. En los Nuggets no lo veían así, ya que viene de batir su récord de tiros por minuto, con 17.6 por 36 (incluyendo tiros libres), lo mismo que Dirk Nowitzki (!) pese a que su porcentaje de tiro verdadero (50.6%) no llega a la media, y por alguna extraña razón, él o George Karl pensaron que su carga debía ir a mas en Playoffs, y su porcentaje de utilización en la post-temporada fue plusmarca personal. Y sí, los Nuggets ofrecen muchas opciones a la contra para inflar número, y fue el 2º jugador que más jugadas finalizado en transición de la Liga (un 29%), pero, ¿sabéis qué? Deberían haber sido aún más.

Dicho esto, siempre y cuando no ponga el balón en el suelo con un rival delante, Brewer puede ser un jugador muy útil para redescubrir precisamente el juego al contragolpe, que pensábamos ver antes en Minnesota atendiendo al personal que han juntado. Love llegó a la Liga como el candidato a recuperar el outlet pass, el pase de contraataque nada más coger el rebote, a ser el Wes Unseld de nuestra generación. Ricky es un jugador electrizante a campo abierto, un mago en ver la pista a toda velocidad. Adelman, por su parte, dirigió a la franquicia que lideraba la Liga en ritmo a principios de la década pasada, aquellos Kings que enamoraban. Todas las piezas para tener un equipo aplastante a la contra están puestas.

Sólo les hacía falta alguien que corriera la pista, que se dejara ir en cuanto el rebote vuela, y pocos o nadie en la Liga lo hacen como Corey Brewer. Los Wolves utilizaron la contra por debajo de la media el pasado año, pero con todos sanos no deberían tener excusa. La pareja LovePekovic puede asegurar el rebote sin mucha ayuda a mayores, lo que seguramente permita salir al menos a un hombre en cada jugada y Kevin Martin siempre puede hacer el papel de tirador rezagado que llega a la contra secundaria. Budinger era otro jugador preparado para correr el campo desde las alas, (Shabazz Muhammad quizá también), y Adelman tenía la opción de haberlos juntado y mandar a toda la caballería a correr. Incluso, puede añadir a Derrick Williams de 4 en una unidad de pequeños junto a Love que podría ser espectacular en transición, y revolucionar partidos. Es una propuesta arriesgada, y que tendría problemas a media pista y en defensa, pero supondría un cambio de ritmo inmediato.

Sin Chase, no nos extrañaría ver a Brewer insertado en el quinteto titular por ofrecer esa posibilidad de echar a correr constantemente, y porque es un buen contrapunto a Kevin Martin en defensa. Tener sus brazos y los de Ricky en un mismo quinteto podría causar caos en las líneas de pase rivales, que iban a estar en tensión constante moviendo el balón. Siempre y cuando, a media cancha, no le saquen de la esquina, por favor.

  • Competencia feroz

Lo cierto es que el puesto de compañero de Kevin Martin (él habló en términos de titularidad cuando firmó por este equipo) y los minutos en las alas están caros. Como la nueva incorporación ofrece la posibilidad de jugar de alero o escolta, se abren muchas alternativas: Brewer, Shved, Williams o el novato Muhammad, están en el ajo, y hay que sumar el hecho de que Barea, aunque no será titular porque es el único suplente de Ricky, si puede acabar con minutos de escolta en una combinación junto a K-Mart y Rubio. No hay un favorito claro, y todos tienen sus pros y unos cuantos contras. El rendimiento, y visto lo visto en este equipo, las lesiones, ayudarán a Adelman a decidir

Y por dentro, Greg Stiemsma ofrecía buena defensa en el puesto de pívot suplente, pero Dieng quizá pueda tener un impacto parecido, añadiendo además un nivel mínimo de competencia en ataque, y ojo porque tiene tiro desde la bombilla y pasa muy bien, si cristaliza en la NBA sería un robo del Draft fácilmente, y hay precedente: Roy Hibbert. Jugadores muy diferentes, pero trayectorias parecidas. Y si no funcionara el experimento del novato, Turiaf puede más o menos ofrecer lo mismo que el rubio teñido (porque… ese pelo horrendo que tenía Greg no es suyo, ¿no?).

Y cerramos con Derrick Williams. Debido a todos los jugadores interesantes que había en los puestos exteriores, y a que ya el año anterior pasó todo el tiempo prácticamente en la posición de 4, Williams parecía candidato a ser ala-pívot, y por tanto, poco más que simplemente suplir a Love y esperar por si causa baja. Pero la lesión de Budinger puede haberle comprado un tiempo más de alero. Habrá que estar atentos de aquí al día 31, para ver si Minnesota extiende la opción de su cuarto año de contrato (el siguiente, este todavía pertenecerá al equipo), por 6.3 millones. De no hacerlo, Williams será agente libre sin restricciones el verano que viene, y estará jugando ya por un contrato.

El número 2 del Draft de 2011 es la viva prueba que pese al cacareado cambio de la Liga al small-ball, siguen existiendo los tweeners, ese adjetivo un tanto despectivo para definir a aquellos jugadores, que ni son un 3, ni un 4. Creo que le mantendrán en plantilla porque aún es joven y mostró mejoría (su porcentaje de triple ya es interesante para un ala-pívot) y una mayor seguridad en el segundo año, pero todavía tira demasiado, para lo que puede hacer en ataque, donde es poco más que un finalizador, y está por debajo de la media como defensor interior. Él sí que tiene algo más de presión este año por demostrar cosas (aunque la decisión sobre su continuidad se tome antes de empezar la temporada, lo que significa que también tiene un Training Camp muy importante por delante), porque si su techo va a ser el de típico sexto hombre alto… no vale lo que cuesta.

361º Kevin Love 1.5

Este verano cuando hacíamos el repaso de las zapatillas del USA Basketball veíamos que Kevin Love vestía Nike, pero luego le vimos con las 361º, de nuevo una marca china que sale a la palestra.

El año pasado ya jugó con ellas, y esta temporada cuando vuelva de su cutre lesión al hacer flexiones con los nudillos, Love seguirá vistiendo 361º y encima este nuevo modelo que lleva su nombre.

La verdad es que la zapatilla tiene un aspecto raro, no se, parece muy ortopédica, pero vamos… suponemos que si Love lo ha elegido, a parte de por un puñado de dolares, será que se siente cómodo con ellas…

Es sorpredente como las marcas chinas se están haciendo hueco en la NBA…

Lo Que Quiero Ver: La vuelta de Rubio

Al igual que nos pasaba con Kyrie Irving queremos ver que tal va a estar este año el segundo mejor Rookie del pasado año: Ricky Rubio.

El año pasado fue un año raro, muy raro para Rubio. Llegaba a la NBA después de más tiempo del que todos pensábamos y una vez decide ir, va y se encuentra con un lockout que redujo en casi 20 partidos de liga… pero luego llegó la lesión, justo cuando empezaba a pasarlo bien…

Rubio nos contaba el año pasado que se lo iba a pasar mejor en la NBA, todos lo teníamos claro y de lo poco que pudimos ver en el rato que estuvo jugando se vió claramente que sí, que se lo está pasando bien.

Por eso hay ganas de ver a Rubio en una temporada de 82 partidos, ver que ese binomio con Love sigue dando grandes tardes por Minnesota, en unos Wolvs que este año van a ser los White Wolves

Pero habrá que ver como absorbe la vuelta de Roy a las canchas. Ricky en Roy va a tener a su tirador, ya que la llegada del ex-blazer va a hacer que Rubio tenga menos responsabilidades en ataque, cosa que le va a venir de perlas, para que no se hable mucho de su tiro y convertirse en un base 100% de pase, algo que el amigo Love y Kirilenko (y probablemente también Roy) van a agradecer.

Además, Rubio en este segundo año ya no será novato, algo obvio, pero algo clave en este nivel, ya sabrá que es NBA, que es el ritmo NBA y ya sabrá jugar en ese ambiente/ritmo que tanto cambia del basket FIBA.

Va a ser divertido este año ver jugar a los Wolvs, pero creo que más va a ser ver a Rubio pasarselo bien…