PO Desde El Sofá (VI): Thomas al rescate

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Tras todo un partido sufriendo con la protección del aro, los Celtics la encontraron en los momentos más decisivos en el lugar más inesperado: sus locos bajitos.

Isaiah Thomas (que acabó con 42 puntazos, anotando en todo tipo de situaciones) y Marcus Smart, detuvieron en los minutos finales bandejas de MillsapHorford respectivamente, en jugadas que acabaron en puntos a la contra en la otra canasta para Boston, y permitieron abrir un pequeño hueco que Atlanta ya no rebajaría hasta acabar con un 111-103 final, que mantiene viva la que pinta como serie más interesante de esta primera ronda.

Tras los problemas con los inicios de partido que se remontan a los últimos partidos de la Temporada Regular, los Celtics esta vez sí salieron como un tiro con los dos cambios en el quinteto titular: dentro Turner y Jerebko por Smart (que cubría la baja de Bradley a su vez) y Sullinger, que contribuyeron con triples en los primeros minutos de tromba céltica.

El acierto desde el perímetro de Boston y las faltas de Korver dejaron a ATL sin respuesta, en el limbo, hasta que les dio vida Schröder, que descubrió que el equipo de Stevens no tenía respuesta a sus penetraciones, y además, espoleó a un equipo adormilado tratando de meterse en la cabeza de Thomas con marrullerías, aunque no lo consiguiera.

Ese pasaje del encuentro en el segundo cuarto, el único en el que los Hawks trataron de aprovechar la ventaja en el poste bajo con Horford, fue lo que impidió que se rompiera el partido, pero los Hawks no cerrarían una ventaja que llegó casi a la veintena hasta finales del tercero.

Los Celtics empezaron muy bien la segunda parte con su nuevo quinteto titular con un parcial de 7-0, pero tras el tiempo muerto de Budenholzer, Atlanta comenzó a ganar terreno hasta hacer desaparecer la ventaja, con triples de Korver, penetraciones de Playoff Teague, y un ambicioso Bazemore, que lideró a Atlanta en posesiones de tiro. A los Celtics se les secó el tiro exterior, que tuvieron disponible toda la noche ante unos Hawks parapetados en la pintura, y vuelta a empezar de cero en el cuarto.

Los Hawks lograron meterse en el partido, pero seguían sin involucrar en ataque a Horford ni a Millsap (mientras en el otro lado, curiosamente, sí lo conseguía Amir Johnson), y el último cuarto se mantuvo en un ritmo alocado en el que el jugador que mejor se lo pasa es el más bajito. Sólo los árbitros podían parar a dos equipos con ganas de correr, con los repetidos parones para revisar faltas flagrantes, que acabaron siendo insufribles. Y todo por poner un estándar demasiado bajo en un partido que fue tenso, como todos aquellos igualados de Playoffs, pero al que hicieron parecer más bronco de lo que en realidad fue.

En la recta final, tras una bonita sesión de intercambio de triples entre los dos equipos, Atlanta empezó a fallar en las proximidades del aro, con las acciones providenciales de Thomas y Smart ya comentadas de por medio, y los Celtics se encontraron con una pequeña ventaja que la ansiedad de Atlanta se empeñó en proteger. Un triple tras bote en un aclarado y un robo poco después del mejor de la noche, pondrían la puntilla, y evitaron que los Celtics cayeran en ese hoyo del 0-3 del que nadie ha podido salir.

Primera victoria de Brad Stevens, Isaiah Thomas o Marcus Smart en Playoffs, y el futuro nos dirá si de muchas. Por lo pronto, tengo el presentimiento que esta no será la última de las crónicas dedicadas a la serie.

Sofi del día: Conozco la NBA demasiado bien como para atreverme a decir que el número 17 recortado y dorado en la nuca de Schröder va a ser indiscutiblemente el peor numerito capilar de los Playoffs, pero hace falta cierto valor para plantarse precisamente en Boston, con un número tan icónico detrás de tu cabeza. Entre unas cosas y otras, normal que le cayeran tantos pitos.

 

Viva la PEPE: Cleveland Cavaliers (2) vs. Boston Celtics (7)

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Este año repasamos las 4 eliminatorias de Playoffs en el Este en nuestra primera Previa Épica de los Playoffs en el Este. Si te has perdido alguna, puedes encontrarlas todas aquí.

Cómo han llegado los Cavs

Tras juntar en verano a LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving, el cielo parecía el límite. Había dudas sobre la defensa y la durabilidad de su único pívot, Anderson Varejao, pero el ataque pintaba tan potente que una pequeña debilidad no podía importar.

Avance rápido a mediados de enero: Kevin Love no se integra, LeBron se ha tenido que coger dos semanas de vacaciones en medio de la temporada, Varejao está lesionado para lo que queda de año, David Blatt no se apaña en la NBA, sólo hay cuatro equipos en toda la NBA con peor defensa, y son sextos en el Este con más partidos perdidos que ganados. Los Cleveland Cavaliers son carne de meme y mofa.

Pero entonces llegaría el punto de inflexión: LeBron vuelve de descanso, y cambian a Dion Waiters y elecciones de Draft por Timofey Mozgov, JR Smith e Iman Shumpert. Desde el día del regreso de James, los Cavs son el segundo mejor equipo de la NBA (sólo por detrás de los Warriors), cimentados sobre el mejor ataque de la NBA, y una defensa, ya, por lo menos, correcta.

Cómo han llegado los Celtics

Tras ganar solamente 25 partidos, sin dólares que gastar en verano y con Rajon Rondo y Jeff Green, sus mejores jugadores sobre el papel, en último año de contrato, pintaban bastos para Boston, que no habían logrado forjar una identidad en la primera temporada de Brad Stevens.

Entonces, empieza el baloncesto, y nos encontramos un equipo diferente a lo esperado: salían a correr, había más movimiento de balón, y tenían el gatillo más suelto para tirar desde el triple. Jugaban duro, luchaban, competían. Eran un placer de ver, uno de los equipos más divertidos del Este.

Eso sí, seguían sin ganar partidos, muchas veces, viendo como se le escapaban importantes ventajas que obtenían en sus momentos lúcidos. El 12 de enero, día que traspasaban a Green, después de haberse deshecho de Rondo, el registro era de 12-23. Pero eso en el Este significa estar a 3 victorias de los Playoffs. Y un poco después, ademá,s empezaron a ganar.

Los Celtics han sido uno de los mejores equipos desde el All-Star, con un jugador con chispa anotadora como Isaiah Thomas por fin entre sus filas. Hay quien habla de sorpresa o de milagro, pero tal y como habían estado jugando todo el año, entendiendo que las pérdidas de Rondo y Green no son para tanto, y que en el Este no necesitas ganar más partidos de los que pierdes para entrar en Playoffs… lo es menos.

Rotación de Cleveland

Desde que remodelaron la plantilla en enero, Blatt está jugando con una rotación de 8 hombres, con un quinteto inamovible formado por Irving, Smith, James, Love y Mozgov, con Tristan ThompsonShumpert y Matthew Dellavedova como únicos jugadores con minutos importantes desde el banquillo.

El grupo de veteranos que forman James JonesShawn Marion, Kendrick Perkins y Mike Miller han visto reducir tanto su papel, que su contribución apunta a mínima durante los Playoffs, y Joe Harris, el novato que llegó a ser titular a principio de la temporada, ha pasado a tener un rol directamente marginal. El tiro de Jones es la característica más aprovechada por Blatt, y es el mayor candidato a recibir minutos de todos ellos.

El salseo en el reparto de minutos está en los puestos interiores: dos para tres jugadores. Aunque Mozgov sea el titular, Thompson juega más minutos, y suele adelantar al ruso también en los momentos decisivos de partidos igualados. Blatt usa casi siempre a dos de ellos en pista, es decir, James apenas está jugando de ala-pívot, pero cuando lo hace, suele ser con Thompson como cinco, nunca con Love. Si destapara en Playoffs un quinteto con cinco tiradores, con LeBron y Kevin como juego interior, estaríamos viendo algo prácticamente inédito.

Otro detalle importante: Blatt escala los cambios para que Irving o LeBron estén siempre en pista, sustituyendo a LeBron por Shumpert en los cuartos impares para que este vuelva al principio de los pares con los no titulares (DellavedovaThompson y el propio Shumpert).

Rotación de Boston

Los Celtics son seguramente el equipo con la rotación menos definida de cualquier equipo de Playoffs. 10 jugadores deberían ser parte importante, y eso sin contar las últimas apariciones de Gigi Datome, y el hecho de que a un equipo que mira al futuro, quizá les interesa foguear un poco a James Young. Con un entrenador protagonista y valiente como Stevens, cualquier cosa es posible.

Desde el All-Star, momento en el que Jared Sullinger dejó de jugar, el quinteto titular lo forman, si están sanos, Marcus Smart, Avery Bradley, Evan Turner, Brandon Bass y Tyler Zeller, pero sólo Bradley llega a los 30 minutos por partido esta temporada.

Isaiah Thomas es el sexto hombre en el sentido más clásico de la palabra y juega poco menos que los exteriores titulares, y Jae Crowder el hombre para todo, que igual sirve para cubrir necesarios minutos de alero en una plantilla partida por la mitad, que para hacer al equipo más pequeño jugando de 4, algo que sucede en una buena cantidad de minutos. Además, ambos han desarrollado algo de química en el dos-contra-dos, y se han convertido en habituales para cerrar los partidos, cuando Stevens no duda en aprovechar las oportunidades para hacer cambios ataque/defensa y sacar todo el jugo a su plantilla.

A los minutos de Crowder y el juego interior titular por dentro, hay que sumarles los de Kelly Olynyk y Jonas Jerebko, que además compiten por un mismo papel, el de hombre alto raza blanca tirador. Por si fuera poca competencia, además, la vuelta de un Sullinger que en principio estaba fuera para el resto de la temporada, contribuye en el atasco. Será interesante ver si en Playoffs los Celtics siguen la política de repartir los minutos más o menos equitativamente, o maximizan los minutos de los mejores jugadores en el contexto del enfrentamiento.

Los Cavs en ataque

El éxito del excelente ataque de los Cavs reside en su talento individual. Cuentan con tres jugadores que pueden anotar cerca y lejos de la canasta, con poca ayuda y sin importar mucho a quien tengan delante. Además, tienen dos piezas complementarias como son Smith y Mozgov, que tienen habilidades (el tiro del primero, la habilidad para continuar hacia canasta del segundo) que obligan a las defensas a respetarles, y a mantener un espaciado impecable.

Ningún equipo en la Liga utiliza más el aclarado, y es habitual ver también a sus estrellas sacar petróleo de un bloqueo y continuación o del juego al poste bajo. Es increíble la cantidad de veces que salen con canastas de jugadas como esta o esta o esta otra o muchas más sin prácticamente esfuerzo colectivo. Este equipo no necesita un libro de jugadas tan grande como el de otros, pero lo tienen. Más pequeño de lo que a Blatt le gustaría, pero más grande de lo que los haters creen.

Esto es lo que los rivales ven en un simple bloqueo y continuación lateral, James cuesta abajo contra tu 2.16 con Smith, Irving y Love abiertos, sabiendo que si osas ayudar, LeBron no dudará en encontrarlos, y Mozgov continuando hacia el aro, preparado para coger el alley oop si se lo tiran. Por si fuera poco, defiendes con uno menos.

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En este caso, Chandler frena a LeBron en mitad de la zona, Nowiztki se desplaza lateralmente para negarle el aro a Mozgov… pero se lo regala a Love que corta desde la esquina. Mate. 2 puntos.

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Cuando el bloqueo lo hacen Irving y James te encuentras en una situación igual o peor, ¿con quién ayudas la penetración de Kyrie?

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¿En qué cosas fijarnos en el ataque de los Cavs además de lo obvio e improvisado? Cuando el pívot rival es intimidatorio en defensa, al principio del partido comienzan moviendo el balón a través de Mozgov un poco más, haciéndole subir al poste alto y dándole a sus compañeros opción de pase o de bloqueo y continuación.

Quizá pueda parecer que utilizan demasiado en ataque a Mozgov, siendo el jugador con menos capacidad del quinteto, pero el problema es que si no lo implicas en la acción, corres el riesgo de que sí se convierta en un problema para tu espaciado, por lo que los Cavs le buscan cada poco, para recordar a las defensas que no puedes olvidarte de él.

Utilizan mucho los dobles bloqueos, tanto los escalonados como directos. Estos últimos les son muy útiles en bloqueos laterales en los que uno de los bloqueadores es Love y sirven para hacer más difícil la decisión a la defensa, y dar opción de bote al base cuando Kevin caiga al tiro de tres. Splitter tiene que decidir aquí si se queda a detener la penetración de Irving o presta atención a Love.cavs_blo

Lo hacen muchas veces con un jugador de perímetro que llega un poco después, así su defensor llega tarde a la jugada y sin tener muy claro qué hacer.

  • Pese a que durante gran parte de la temporada Kevin Love ha servido simplemente para estar escondido en la esquina, y dar más espacio y oxígeno al ataque de Cleveland, poco a poco le han ido haciendo más partícipe del juego, y utilizando una de sus mejores cualidades, la de pasador.
  • Cleveland es devastador cuando juntan a Irving, Love y James en la misma opción, y una de las jugadas más espectaculares viene cuando tras un bloqueo y continuación de los dos exteriores en un ala, el balón llega a Kevin, que está abierto como tirador en el otro ala, y suelta un pase instantáneo a LeBron cortando.

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Y con Dellavedova en pista el equipo desempolva alguna de las jugadas de la Princeton Offense que a Blatt le hubiera encantado instalar… pero que no ha podido.

Los Cavs en defensa

Después de empezar el año defendiendo como Miami, con hombres altos agresivos en el bloqueo directo, para atrapar al conductor del balón, el fracaso absoluto del esquema hizo que los Cavs se movieran a un sistema más conservador, negando los bloqueos y llevándoos a la banda, incluso antes de que llegara Mozgov, que ya hizo imprescindible este sistema.

El gigante ruso ya venía de sufrir en sus propias carnes un esquema de alta intensidad en Denver, y tuvo la suerte de que al llegar aquí se encontró algo para lo que está mucho más preparado.

La defensa de los Cavaliers de los bloqueos directos ha mejorado considerablemente, también porque Love no es un defensor tan terrible como su reputación indica. Es indiscutible que necesita jugar con un pívot que le ayude, y que necesita un sistema poco especulativo. Él no puede sostener una defensa ni ser un factor en toda la pista, pero defendiendo con otro al lado es inteligente para canalizar a los rivales a la zona adecuada, y aguantar con fuerza las continuaciones de los interiores. Ahora mismo no es una debilidad que los ataques rivales puedan explotar, salvo quizá, aquellos equipos con un exterior de élite con muy buen tiro.

La asignatura pendiente de los Cavs es prestar atención constante a lo que ocurre sin balón. Todos sus jugadores exteriores se toman jugadas de descanso en defensa, cuando no tienen una predisposición más bien dudosa hacia ella. Si te tomas tu tiempo pasando alrededor de la defensa de Cleveland, puedes sacar rédito.

Otra diferencia con Miami, y consecuencia directa del cambio de tono, es que los Cavaliers no fuerzan muchas pérdidas. No son un grupo intenso en defensa, y el cuerpo técnico les prefiere no arriesgando. Con Shumpert y Dellavedova en pista sí que tienen que andar con más cuidado los conductores de balón rivales.

Los Celtics en ataque

Boston es uno de los equipos que se ha sumado últimamente al carro del baloncesto fluido, dando libertad y espacio a sus jugadores en un sistema que más que jugadas concretas, pide de ellos que lean la defensa y la posición de sus compañeros, y reaccionen. Hay que decidir y moverse rápidos, ser solidario, y tener todo el tiro posible, para que el espacio haga las cosas más fáciles.

Una posesión normal de los Celtics puede encadenar bloqueos (directos e indirectos), pases a la mano e inversiones del lado del juego, hasta que se encuentran con un tiro o una oportunidad de atacar la zona. Habitualmente lo primero, porque Isaiah Thomas aparte, los exteriores del quinteto inicial son muy poco incisivos. En cuanto se abre la oportunidad de tirar de media o larga distancia, la toman, tanto tras pase, como tras bote: no tienen la paciencia de los grandes equipos de la Liga que predican el movimiento, pero también encuentran menos oportunidades.

Por ello quizá tenían problemas para cerrar partidos y mantener ventajas a principios de año, por la falta de un jugador que se metiera al corazón de la defensa y obligara al rival a que lo manden a la línea. Los mejores argumentos de este equipo para sacar faltas hasta la llegada de Thomas no podían ser menos ortodoxos: dependían de los tumbos de Bass y el manejo de balón al borde de la pérdida de Turner.

Los hombres altos juegan muy arriba, para lanzar con sus pases y pantallas a los exteriores hacia una zona lo más libre posible. Zeller y Bass no son especialmente buenos pasadores ni conductores, por lo que, a diferencia de otros interiores que reciben en el mismo codo de la zona, no manejan opciones como el pase preciso a un cortador, o atacar de frente con el bote a su defensor. Ellos están en constante movimiento, pendientes de qué bloqueo van a poner casi antes de entregar el balón, y de leer la defensa para saber si les conviene más continuar al aro (la especialidad de Zeller), o abrirse al tiro (la de Bass).

La funcionalidad de los interiores titulares en muchas posesiones queda recogida en la siguiente imagen: Bass recibe el pase tras poner un bloqueo directo a Turner que no lleva a nada, e inmediatamente busca la siguiente opción de ataque, pendiente de darle el balón a Smart en el momento y lugar más adecuado para poder molestar a Vasquez. Hansbrough cambia, dejando la opción de tiro abierto para Bass.

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Otro detalle que se puede ver en la anterior secuencia es como los exteriores de los Celtics intentan entrar al bloqueo con la mayor velocidad posible, aprovechando todo el espacio que da el campo para coger aceleración, sobre todo Smart y Bradley.

Turner es un jugador más metódico y sútil, y utiliza más el manejo de balón y el bote corto que la explosividad. Pese a que debería ser el alero del quinteto, funciona como el base de facto, porque es sin duda el mejor del quinteto en encontrar a sus compañeros. Pero pese a las llamativas estadísticas que de vez en cuando consigue, sigue siendo desesperante con su propia anotación. En la siguiente captura acaba de salir de un bloqueo directo de Zeller y sin poner a prueba la defensa (la ayuda de Chalmers de hecho, es un farol, recupera inmediatamente a Bradley), recoge el bote y tira de dos, fallando.

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Está pasando el balón más que nunca en su carrera, y tirando menos, y este tipo de jugadas cada vez son más infrecuentes. Entiendo que de vez en cuando tiene que tirar, porque le cuesta mucho llegar el aro y hay que mantener a las defensas preocupadas por al menos mostrar ayuda, como en el caso anterior, cuando se acerque a los codos de la zona. Pero cuando hay secuencias de dos o tres tiros de este tipo consecutivos, salvo que tenga el día de meterlos, la impresión que deja es muy mala.

Y no todo es culpa suya. Lo malo de la unidad titular de los Celtics es que pese a que hagan lo posible para estirarlo, el espacio no se puede inventar. Cuando el mejor tirador de tu quinteto es Avery Bradley, te vas a encontrar defensas así al ejecutar un bloqueo directo central.

bosmem1Los rivales no tienen miedo de poblar la pintura cuando los titulares de Boston atacan, y hacen muy difícil llegar al aro. Smart es mejor tirador de lo que parecía, pero no llega a lo que necesita una unidad con déficit, y sus hombres altos pueden tirar de media distancia, algo que algunas defensas están inclusos dispuestas a conceder, pero no de 3.

Trabajando con las unidades con mejor espaciado, Thomas ha sido fantástico en Boston, como en el resto de su carrera, en realidad. Puede llegar hasta el aro siempre que quiera pese a su tamaño, y tampoco le puedes dejar que se ponga cómodo desde el triple.

Casi no necesita ni bloqueos, es un maestro dividiendo la defensa o yendo de costa a costa en un abrir y cerrar los ojos. Pero aún así los Celtics hacen algún esfuerzo por liberarle aún más, como esta jugada en la que le dan una vuelta de tuerca al motion loop.

Los Celtics comienzan con dos jugadores apilados al lado derecho del ataque, y otro al izquierdo, Thomas con el balón en un ala, y Crowder en lo alto de la bombilla. Isaiah se la pasa a Crowder, y se dispone a girar de lado a lado de la pista (1), pasando por los dos bloqueos del lado débil (2). La novedad de la jugada en comparación con otras versiones aparece justo en ese momento, cuando Bradley, después de bloquear a Thomas, vuelve a bloquear a Jerebko, que va del poste medio izquierdo al alto derecho a poner el tercer bloqueo a Isaiah en ese lado, este ya directo porque ya tiene el balón (3). Así, Pizza Guy enfila la zona de Toronto sin que nadie pueda llegar a ayudar.

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Este tipo de jugadas también funcionan porque al contrario de lo que vimos antes, con Jerebko, Crowder y Olynyk, la pista sí está abierta. La atención que los rivales tienen que prestar al tiro actúa como un Vicks VapoRub en la zona, limpiándola de incómodos rivales. La mejor versión en ataque de los Celtics aparece cuando tiene múltiples tiradores en diferentes posiciones.

Otra cosa que en la que están funcionando muy bien los quintetos de Crowder y Jerebko concretamente: el rebote ofensivo. Están limitados con sus rivales habituales en altura y peso, pero lo suplen con esfuerzo y habiendo creado un pequeño tag-team en el que Jonas lucha por palmea los rebotes hacia fuera, si es en las inmediaciones de Jae mejor, y este hace el resto.

Por último, una parte clave del ataque de los Celtics, es la brillantez de Stevens con la pizarra. Sus jugadas tras tiempo muerto o en los finales de los partidos están siendo muy interesantes, y momentos como el tiempo muerto, más cambio de jugada como el que le dio la victoria al equipo frente a Toronto el otro día ya son pequeños clásicos de esta Liga. Os dejamos con un vídeo muy reciente repasando muchas de ellas.

Los Celtics en defensa

Pese a que gran parte de la historia durante todo el año ha sido que los Celtics no tenían ni un protector del aro, y por tanto, no podían defenderse, desde el All-Star son la 8ª mejor defensa de la Liga por índice y durante el resto de la temporada un equipo del montón, no un desastre.

Cierto es que los Celtics no tienen a nadie que intimide a los rivales, y que si les ganan la zona están condenados, pero Boston pone de su parte para que eso no suceda con una excelente defensa exterior. Capitaneada por Avery Bradley y Marcus Smart, más Jae Crowder desde el banquillo, y Evan Turner que a veces tiene ventaja de tamaño contra el atacante más flojo rival, los Celtics ponen una gran cantidad de presión en los exteriores rivales, forzando pérdidas.

Pasan los bloqueos por delante, niegan pases a la mano y hacen un grandísimo esfuerzo de desgaste para que los rivales prefieran no adentrarse en la zona.

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Como todos ellos pueden defender varias posiciones Stevens va cambiando las asignaciones. Aún cuando Smart y Bradley son dos perros de presa, al entrenador le gusta colocar al jugador más grande que tenga en el base, y no es difícil ver a Turner o Crowder defendiendo al 1 rival. Y a veces los emparejamientos se resuelven solos: cuando encajan una contra por ejemplo, se quedan con el hombre más cercano.

Por ejemplo, los Celtics vienen de defender una posesión a media pista con Bradley en Dragic, Thomas en Chandler, Crowder en Deng, y Turner en Ennis. Tras un tiro fallado de Bass, Miami monta una contra, y los Celtics se defienden cambiando las cuatro asignaciones de una jugada a otra. Por eso son uno de los mejores equipos de la Liga defendiendo a la contra.

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El único problema que tienen es que el exceso de celo al ayudar les hace conceder triples desde las esquinas. Aquí los cinco Celtics tienen un pie en la pintura o casi, y sí, efectivamente logran contener la penetración de Dragic, pero han dejado a tres tiradores solos, y Ennis, en la parte baja de la imagen, meterá un triple bastante cómodo.

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Las tramas

  • LeBron vs. Celtics Esta será la quinta vez que LeBron se cruce con Boston en Playoffs y la que rompa el empate. Aunque el equipo en la pista sea muy diferente, todos los seguidores de Boston y el propio James tienen presente la rivalidad.
  • Kyrie Irving vs. Isaiah Thomas Aunque estén en dos universos diferentes en cuanto a estatus, desde que en algún partido clandestino el año pasado sacaron este gráfico…
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  • Desflore generalizado: Primera serie de Playoffs de, esperemos muchas, para Love, Irving, Thomas y Smart. Cuatro jugadores que son un placer para el aficionado.
  • Los pívots vuelven Zeller regresa al equipo que en verano prácticamente lo regaló. Y vuelve a Boston el Campeón de la NBA Kendrick Perkins, el primero en salir del equipazo de 2008, y el segundo en juntarse con LBJ en el lado oscuro (o claro, según por donde se mire).

El enfrentamiento

Los dos equipos llegan en racha, habiendo estado entre los mejores del Este en la segunda mitad, y con todos los jugadores importantes (salvo por Sullinger en Boston) en buenas condiciones.

Pese a su grandísimo final de temporada, tengo miedo de que los Celtics sean un equipo demasiado explotable si tienes tiempo para prepararte contra ellos, y elegir cuidadosamente a qué jugador atacar, o qué jugador no defender de su quinteto. Cuando estudias a los Celtics ves que en realidad, el tiro que parece que tienen es más que amenaza que realidad, que la pintura está bien defendida porque otra zona está despoblada, o que si tapas las oportunidades de pase, algunos jugadores tienen argumentos individuales muy pobres.

Probablemente veamos mucho y pronto a Jae Crowder e Isaiah Thomas. El primero es el mejor emparejamiento para tratar de detener a LeBron, y como el equipo necesite coger en anotación a los Cavaliers, el diminuto base va a ser muy necesario.

La profundidad de Boston durante la temporada regular no les servirá de tanto frente a Cleveland, ya que siempre tendrán que lidiar con Irving o LeBron en pista, pero mantener la rotación larga puede tener la ventaja de exigir un poco más físicamente a Cleveland.

No tengo duda de que van a jugar con garra y esfuerzo, pero es una eliminatoria muy complicada para ellos. Y por muy bueno que sea un entrenador, hay cosas contra las que poco se pueden planear. Los Cavaliers son simplemente demasiado buenos.

Avance de temporada: Detroit Pistons

Pinta a que este será el cuarto año que los Pistons pasan en ese purgatorio en el que son lo suficientemente buenos para no hundirse en los peores puestos de la Liga, y lo bastante malos para no entrar en Playoffs. El equipo sigue rejuveneciendo, añadiendo cinco novatos, y por los movimientos que (no) ha hecho, Joe Dumars ha decidido que este no es todavía el año para competir.

A pesar de ser un grupo joven, en el núcleo principal nos encontramos a gente veterana y con reducido o ningún margen de mejora ya como Bynum, Prince, Maxiell, MaggetteStuckey y Villanueva, y con los jovenes estancados como Jerebko y Daye, los Pistons solo pueden contar a priori como segura la mejoría de Monroe, uno de los mejores anotadores interiores de la Liga ya, con todavía espacio para ser mucho más, y la de Knight que se vio eclipsado por el fabuloso año de Irving o incluso Rubio y Lin como casi rookie, y debería seguir progresando este año.

Detroit necesita defensa, algo que acentúa incluso la marcha de Ben Wallace, y tiro exterior, y todos los novatos que han traído aportan una cosa o la otra. El problema es que a pesar de que no haya indiscutibles más allá de Monroe, hay demasiados jugadores competentes con talento suficiente en este equipo para taparles el paso.

Los Pistons este año huelen a equipo mediocre, por la primera acepción de la RAE y sin querer ser despectivos. Por talento individual, colectivo y concepción de la plantilla. Pero al menos es un aroma al que ya llevan unos años acostumbrados.

Altas: Corey Maggette (Charlotte Bobcats), Andre Drummond (Draft), Kim English (Draft), Kyle Singler (Draft 2011), Vyacheslav Kravtsov (BC Donetsk), Khris Middleton (Draft)

Bajas: Ben Gordon (43.8% de los minutos), Ben Wallace (30.7%), Damien Wilkins (28.9%), Walker Russell (11.2%), Vernon Macklin (4.2%)

Empezamos:

Detroit Pistons en ataque 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.O.
27º 28º 15º 12º 28º
  • Se buscan: canastas

Los Pistons fueron uno de los peores equipos de la Liga en general, y también anotando. No fueron eficientes, y perdieron la pelota con mucha facilidad. En triples, aunque tuvieron un porcentaje en la media, fueron 26º en intentos, y pese a que atacaron mucho el aro (fueron segundos tras Denver en intentos a menos de un metro de la canasta) su porcentaje de acierto allí fue el tercer peor de la Liga (58.5%). De hecho, no están por encima de la media de acierto en ningún rango de tiros de 2 (son 20º, 22º y 28º  al ir aumentando la distancia).

El problema de los Pistons no es por tanto que se conformaran con malos tiros por distancia (su XeFG% estuvo por encima de la media y además también fueron a la línea a un buen ritmo, aunque les habría ayudado tirar más de tres), sino que no hubo el suficiente talento para meterlos. Solo Monroe, Gordon y Jerebko tuvieron un eFG% por encima de la media y al añadirle los tiros libres, solo Stuckey pasa la barrera en TS%. Lo malo es que tuvieron a algunos jugadores realmente ineptos en ataque. Austin Daye tuvo el peor eFG% de la Liga, con un mísero 35%, y solo Speedy Claxton en Atlanta en 2007 y aquel robo inverso del Draft que fue Tskitishvili en su año de novato han tirado más a canasta con ese porcentaje en la última década.

Will Bynum y Ben Wallace fueron 14º y 15º por la cola con su 39.9 y 40.1 eFG% respectivamente, entre todos aquellos jugadores con más de 500 minutos. Sumando a Damien Wilkins y Tayshaun Prince, los Pistons tuvieron 5 jugadores con un eFG% por debajo del 45%, solo por detrás de Charlotte, que tenía 6 jugadores en ese grupo. Teniendo en cuenta que solo 70 personas hicieron la gesta, en estas dos franquicias se encontraron el 15% de los anotadores destroyer. 3 de esos 5 siguen el año que viene, y por cierto, uno de los 6 de Charlotte, Maggette (en su descargo, primer año en su carrera que le pasa), va camino de Michigan, a cambio de Gordon, uno de los que mantuvo a flote al equipo.

No solo Maggette, lo de Daye o lo de Prince, no se corresponde con el resto de su carrera y lo normal sería que regresaran a la media y mejoraran el año que viene. Por otro lado, salvo la recuperación de Villanueva, y un grupo de novatos con mucha destreza, pero que vienen de la 2ª ronda del Draft (Singler, English y Middleton) el equipo no ha añadido tiro exterior para aliviar la presión en el poste bajo, es más, se les ha marchado Gordon.

Aunque todos los movimientos que no han hecho en verano puede que los hagan durante el curso y que este equipo sea diferente (deshacerse de Maxiell o Maggette, reducir el número de jóvenes para dar más minutos a los que se queden…) los Pistons en principio van a sacar una rotación muy parecida a la del año pasado, donde las piezas no encajaban bien. Confiar solo en el crecimiento de Monroe y Knight para mejorar el ataque puede ser peligroso.

Y lo de las pérdidas tiene pinta de continuar el año que viene. De los 11 jugadores que formaron la rotación del equipo (más de 500 minutos jugados) dos de los que más la perdieron ya no están: Ben Wallace fue el que más, y Ben Gordon el 4º tras Bynum Knight, del que es de esperar que mejore en su segundo año. Pero los dos veteranos que lleganMaggette y Villanueva tienen un promedio bastante regular, y los novatos aunque puede que no entren mucho en juego este año, serían motivo de preocupación, especialmente Andre Drummond. Deberían reducirlas ligeramente, pero tampoco habría que esperar una gran mejora.

  • Invitado sorpresa

Como los Pistons vuelven con un equipo muy parecido, podría ser interesante echarle un ojo a su +/- para ver qué funcionó el año pasado. De los 11 quintetos que jugaron más de 48 minutos juntos, solo 4 tuvieron un parcial positivo, y casi la única conclusión que se puede sacar es que cuando Stuckey y Jerebko coinciden (en 3 de los 4 casos) el equipo siempre es mejor que el rival, y en los 6 con rédito negativo no aparecen ellos dos juntos. Los dos tienen además el mejor +/- para una pareja de este equipo con +87 en 556 minutos juntos,y suben (por 48 minutos) si le añadimos a Prince: con los tres al mismo tiempo, los Pistons superan al oponente en 70 puntos por 341 minutos, 9.9 cada 48 minutos, un muy buen registro, y más aún para un equipo cuyo margen de victoria (o de derrota, más bien) fue de -4.8.

El más beneficiado al mirar estos números es evidentemente Jerebko. Los números tradicionales no respaldan mucho esta valoración, e incluso perdió la titularidad frente a Wallace (aunque luego acabó el año Maxiell) por un comienzo de temporada algo dubitativo. La defensa tampoco es su especialidad, ni los números le respaldan en este fase del juego por lo que los aparentes buenos resultados de este equipo con el sueco en pista son casi un Expediente X. Comparado con Maxiell, habiendo jugado los dos prácticamente la misma cantidad de minutos, su producción es un empate técnico. Jerebko anota un poquito más y mejor porque la llegada de Monroe ha hundido la eficiencia de Maxiell, pero el veterano ya ala-pívot consigue que su hombre en defensa anote algo peor.

El éxito de las unidades con Stuckey, Prince y Jerebko en pista, se debe principalmente al ataque, ya que el equipo mete 115.5 puntos por 100 posesiones cuando se juntan ellos tres. A la vista de esto, la mejora seguramente esté en una de esas cosas en las que tanto hincapié se está haciendo en la NBA recientemente: espaciar la pista. Stuckey, aunque cada año se prodigue más, y Prince, tirador más que respetable, sobre todo desde la esquina izquierda del ataque, no lanzan mucho de tres y el juego de Monroe está prácticamente restringido al área más cercana al aro.  Añadir otro jugador en ataque que no sea temido ni con el balón, ni como tirador, ni más allá de la pintura como Maxiell hace más fácil defender a este quinteto. Abriendo el campo algo más sin embargo, Monroe lo tiene más fácil para ir a trabajar y desde las dos esquinas puede haber ahora una amenaza.

El éxito de este quinteto abre para mi gusto una posibilidad interesante que pasa por utilizar en el puesto de 4 titular… a Charlie Villanueva. Pese a haber sido difamado, en parte con razón, en parte por un contrato desorbitado del que él no tiene culpa, si la clave de ese grupo de Detroit es la posibilidad de abrir la cancha extendiendo a los jugadores por el perímetro, hace dos años, metió el 38.7% de los triples intentando 4.3 por partido. Su defensa es horripilante, pero bueno, en fin, vendría a sustituir a Jerebko.

Se puede optar por, y para el futuro de la franquicia seguramente sea mejor, utilizar a los jóvenes, tanto a Jonas, como intentar recuperar al una vez prometedor Daye, o dar más minutos a Drummond moviendo a Monroe al puesto de ala-pívot. Pero probablemente, el año que viene, colocar a Villanueva en el quinteto titular es lo que más posibilidades de victoria daría a los Pistons. Es relativamente joven: con 28 recién cumplidos, está prácticamente en el mejor momento general del arco de la carrera de un jugador NBA (y en la mejor forma de su vida, como dicen todos por estas fechas) y como los dos años de contrato que le quedan parecen inamovibles, ¿por qué no utilizarlo? Su valor solo puede ir a más, y eso no va a suceder si se pudre en el banquillo. Si juega, mete triples y al equipo le va bien, quizá pueden colocarlo, librándose de pagarle un año más y obteniendo algo, aunque sea poco, a cambio. O simplemente utilizarlo ellos mismos.

  • Torres mellizas

Cuando Andre Drummond, jugador de potencial descomunal, pero futuro incierto, caía a los brazos de los Pistons en este Draft, la posibilidad de que formaran el tándem que dominará el juego interior de la Liga de aquí a un lustro se empezó a forjar. Drummond, en mi opinión, está ya preparado, pardilladas de novato aparte, para impactar en partidos con su defensa. Es en ataque donde se necesita más trabajo con él, porque su tiro es absolutamente inexistente. En su primer y único año en UConn, metió el 29.5%… de los tiros libres.

Y aquí viene uno de los grandes problemas para él y para este equipo. En una Liga que migra inexorablemente hacia el small-ball, un tándem de hombres altos solo tiene su justificación cuando los dos pueden castigar al contrario imponiendo sus centímetros en ataque. De Monroe, sabemos que puede hacerlo, Drummond ahora mismo no. Su defensa le puede mantener toda una carrera robando de aquí y de allá, a lo Kwamé, pero será su desarrollo anotando lo que le puede convertir a él en una estrella, y a los Pistons en una franquicia con futuro.

Ya hemos visto con el ejemplo de Jerebko y el mal porcentaje cerca de la canasta, que este equipo lo que necesita es expandirse hacia afuera. Monroe fue magnifíco anotando el año pasado de todas las formas: estuvo por encima de la media de la Liga en efectividad tanto cortando a la canasta, como finalizando bloqueos directos, como posteando a su par. Pero su rango se limita a la pintura, o una zona muy cercana. Y parece imposible a día de hoy esperar de  Drummond algo que no sea finalización en el aro o uso de las segundas oportunidades que él mismo puede crear, lo que en un equipo que además tendría a jugadores que no son precisamente tiradores puros como Stuckey, Maggette o Prince en las alas, me da que pensar que la pareja MonroeDrummond, aunque suene bien, y complementaria, hubiera tenido más sitio hace 10 años que ahora. Me temo que con ellos va a pasar lo que con la OTAN en su día. De entrada, no.

  • Fragilidad perimétrica

Detroit ahora mismo tiene solamente cuatro jugadores, uno de ellos rookie, entre los 15 con contrato, para ocupar el puesto de base y escolta. Salvo experimentos raros con alineaciones grandes, colocando a Prince de escolta, o tirando de Middleton o Singler fuera de posición, lo que además les daría otro novato más, están los que están. Aunque ya tienen la plantilla completa, al training camp han invitado a Jonny Flynn, el base de Syracuse que hace 3 años el Draft colocaba a la par que Ricky Rubio y a Terrence Williams, y no nos sorprendería que uno de los aleros novatos o Kravtsov tuvieran que hacer las maletas para dejar sitio a uno de estos dos.

Stuckey nunca ha jugado una temporada completa, y en 3 ocasiones se ha perdido más de 10 partidos. En las 4 temporadas que lleva Bynum en los Pistons, 63 es el número máximo de partidos que ha jugado. Si permanecieran sanos ellos dos y Knight, que lo jugó todo en su año de debut, con un poquito de Kim English tendrían suficiente. Pero es evidente que las probabilidades de que esto ocurran son ínfimas.

Con los Pistons teniendo todavía unos 2.5 millones de su MLE disponible habría que preguntarse por qué no se han interesado por un año de Barbosa. Sería de golpe, probablemente  el mejor tirador del equipo (con experiencia), y los Pistons ya están acostumbrados a los exteriores bajitos que se emplean en ambas posiciones. Aunque no pueden ofrecer un equipo competitivo para Playoffs, la oferta de los Pistons doblaría económicamente a las de los equipos con el mínimo. No parece buen complemento a largo plazo con Stuckey o Knight, pero en este caso vendría como extintor en caso de incendio. Si no les convence lo que ven en Flynn o Williams, Barbosa solo costaría un par de millones más e incluso podría ser traspasado a lo largo del año, si con sus buenas intervenciones convence a un aspirante que tal vez lo necesite.

Así que sí, los Pistons tienen un problema de profundidad en el perímetro. Pero también otro superficial: los números de Stuckey siguen siendo significativamente mejores cuando juega de base y Detroit está gastando sus recursos colocándole a él o a Knight de escoltas o en el banquillo. Cuando Stuckey dirige la defensa, mete más puntos por tener mejor eFG% (47.8 vs 44.9% la pasada temporada), va más a la línea (12.7 vs. 8.2 por 48 minutos), rebotea algo mejor y hace menos faltas. Además, en defensa, permite 3 puntos por 48 minutos menos de su emparejamiento directo, obligándole a lanzar con peores porcentajes. Puede que también sea cosa del compañero, que cuando juega de base suele hacerlo con Gordon, y de escolta con Knight, y que se apañe mejor con Ben, pero las diferencias también existieron en años anteriores con otras parejas de baile, y si vemos los números de eficiencia por tipo de jugada es mejor respecto a la media en aquellas que implican dominio de balón (aclarados y bloqueos directos) que en tiro tras pase. Su porcentaje en tiros de tres, 28.1% a lo largo de su carrera en 367 triples por 334 partidos también alerta de la situación, aunque poco a poco va mejorándolo y ya este año logró pasar la barrera del 30%.

Tal y como está construida este año la plantilla de los Pistons, Stuckey pinta a escolta a tiempo completo, y aunque la diferencia hasta ahora no haya sido radical, es palpable, y no es la mejor manera de sacar todo el rendimiento de la producción de este jugador.

  • Agua por aquí, agua por allá
Detroit Pistons en defensa 2011-2012
Puntos por 100 posesiones EFG% 3P% TL/TC % Pérdidas % Reb.D.
22º 24º 21º 24º 10º 17º

No parece tampoco que vaya a ser la defensa lo que haga mejorar a este equipo. Añadir a Maggette y Villanueva si permanece sano por Gordon es un movimiento casi lateral, y si Drummond llegara a jugar unos 1.200 minutos el año que viene, el equivalente de reemplazar a Ben Wallace, me sorprendería que como novato mejorara ya las prestaciones del veterano, que todavía se mantenía en la Liga gracias a su forma de defender y de rebotear atrás, ya que fue el mejor de la rotación del equipo con un DRB% del 23.7%.

Lo mejor que hizo este año el equipo en defensa fue forzar bastantes pérdidas, y no solo con robos, ya que estuvieron entre los 10 peores equipos recuperando balones, sino forzando personales, donde fueron Top 10. El novato Brandon Knight, con 30, estuvo especialmente espectacular, sacando un gran número de faltas de ataque de su rival y obteniendo nuevas posesiones para el equipo.

De todos modos, si Drummond está menos preparado de lo que pensamos para ser un Estopa Mix y reemplazar a Wallace, y Prince, todavía un defensor más que efectivo, pierde minutos para que los reciba Maggette, esto se puede poner aún más feo.

  • Mal porno

Los aficionados creo que, de los Warriors, le dieron este apodo de «Mal Porno» en su día a Maggette y tal vez este año se pueda aplicar a su nuevo equipo: la meten, y hay penetración constante, pero no acabas de quedar satisfecho con lo que estás viendo.

Los Pistons son un equipo que viene cortito de talento anotador, que no va a poder abrir el campo, y en el que no se vio capacidad de creación para el compañero, quedando 28º en asistencias el año pasado, y me sorprendería que no fueran de los peores ataques de la Liga también el año que viene. 102.1 puntos por 100 posesiones puede ser una estimación en línea con la pasada temporada

Y en defensa, no les veo mejorando pero al menos les mantengo la posición que ocuparon este año, que se correspondería con un Índice Defensivo de unos 110.1 puntos en contra. Como sucedía con los Bobcats por ejemplo, creo que son un equipo con pocos jugadores de dos direcciones, y sus Índices están destinados a ser un balancín: dependerá de si emplean más a los aptos para la defensa (Prince, Maxiell) o el ataque (Villanueva, Maggette) que suba de un lado, bajando seguramente del otro.

Esto les daría una esperanza de 21 victorias, bastante por debajo de las 31 que tendrían si proyectamos las 25 del año anterior a 82 partidos. Supondría un gran paso atrás para los Pistons, y no acabo de estar conforme con la predicción pero me la quedaré por tres motivos: son uno de los pocos equipos del Este que en teoría han empeorado la plantilla para el año que viene, haciéndola más joven; ya el año pasado su esperanza de victorias fue menor, de solo 22 victorias, y de alguna manera lograron rascar tres más y finalmente, mantuvieron un bloque bastante sano, en comparación con otros equipos de la parte baja del Este que acusaron bajas más importantes y de más duración. Pero, en fin, a ver qué ocurre con ellos.