SofiAlert Rankings Parte 1: Con L de «lamentable» y P de «purrela»

Estrenamos hoy los Primeros (y quizás últimos) SofiAlert® Rankings© de La Crónica desde el sofá™, una clasificación totalmente subjetiva que mide la LeaguePassabilidad℗ de los treinta equipos de la Liga a estas alturas para el escriba que te acompaña.

La idea no es organizar a los equipos a nivel competitivo, sino estético. Evidentemente ambas cosas van íntimamente ligadas, pero siempre hay equipos que trascienden sus resultados para bien o para mal. Y por supuesto, como todas las clasificaciones pre-temporada se demostrará inútil tras el primer salto entre dos: siempre hay un Boston 2014 o Phoenix 2013 que nos pone la lista patas arriba, y esa es parte de la gracia, precisamente.

Como es la primera edición no vamos a poder hacer el mejor de los homenajes al League Pass, que sería cobraros un 20% más por ofreceros exactamente lo mismo que los últimos tres años. Pero si seguimos por aquí el año que viene, prometemos hacerlo. Así que id retirando unos euros más cada mes a la cuenta ahorro, amiguitos, que luego nos pilla el toro.

Y como es tradición en este tipo de cosas (¿por qué siempre tiene que ser así?), empezamos con lo peor de lo mejor, los equipos que van a poner la L de lamentable y la P de purrela en LP. Y pese a ello, hay cientos de razones para verlos. Y en todo caso, pensad que siempre podría ser peor: hay un montón de equipos FIBA en el mundo.

30 – Philadelphia 76ers

Los Sixers son la entrada más fuerte en la lista, volviendo al número 30 tras estar un año y medio fuera por completo del League Pass de cualquiera persona de bien. No es coincidencia que este evento ocurra al mismo tiempo que vuelven a tener en su rotación más de 5 jugadores NBA de verdad (por los pelos).

Desde los Nuggets de 2003 no se veía en una temporada de 82 partidos un equipo con peor eficiencia ofensiva como la de los Sixers del año pasado. Hubo tanta diferencia entre ellos y el vigésimoquinto equipo (Milwaukee) como entre los Bucks y el tercero (Toronto). La esperanza este año es que con la llegada del virtuoso al poste Jahlil Okafor, más poder empezar desde el principio la temporada con los cañoneros inconscientes Covington y Canaan, la cosa tenga otra pinta.

Y lo cierto es que lo único que separa a este equipo de ser bastante interesante es el (déficit de) talento. Tienen un propuesta atractiva, un ritmo vibrante, comparten el balón y son un equipo que se esfuerza. Ninguno de estos dos años de dejadez competitiva en los despachos han sido el peor equipo de la NBA en victorias. Y el año pasado, pese a ganar un partido menos que en la 2013-2014, lo hicieron con peor plantilla (Turner, Young, Hawes y Allen jugaron todos más de 50 partidos hace dos temporadas), lo que habla de una línea ascendente como equipo.

Pero aunque Brett Brown esté haciendo un buen trabajo, los mimbres no son los suficientes. El año pasado cayeron 27 veces por 15 puntos o más: eso supone que uno de cada tres partidos acabó en paliza. Este año se deberían reducir las diferencias, pero sigue habiendo una probabilidad importante de encontrarte una lucha desigual al poner un partido de los Sixers.

Y pese a ello habrá cosas interesantes que ver. Noel va camino de convertirse en uno de los mejores (y más divertidos) defensores de la Liga, mientras aprende a buscar su espacio jugando junto a un pívot en ataque, y sigue llevando el mejor peinado de la Liga. En su año de novato a efectos de tiempo de juego, Robert Covington tuvo un conjunto de puntos por minuto/eficiencia anotadora equiparables a jugadores de su edad que cobran más de 13 millones al año como Eric Bledsoe o Tobias Harris, y este se le presenta la oportunidad de hacer ruido en la Liga, si es capaz de mantener el ritmo, y demostrar además que es más que un tirador o incluso que se defiende de 4. Jahlil Okafor es un jugador con gran cantidad de recursos ofensivos en el poste bajo al que será interesante ver nacer y crecer. Isaiah Canaan es siempre entretenido de ver como la versión paupérrima de Damian Lillard, Nik Stauskas está buscando redención ya en su segunda temporada, y Kendall Marshall, que por fin había encontrado un hueco, tiene que volver a sacar la cabeza tras partir el LCA de la rodilla. Y siempre es divertido comprobar si alguno de los muchos jugadores que llegan desde la segunda (o la tercera) ronda del Draft vienen para quedarse, a lo KJ McDaniels.

Pero ahora mismo, todo se construye sobre la esperanza y el futuro más que en el presente.

29 – Brooklyn Nets

Este equipo está a una lesión de Brook Lopez del drama en todos los sentidos, y este no es una excepción. Los únicos alicientes de los Nets son prácticamente el habilidoso pívot, un Joe Johnson al que el Padre Tiempo cada año le da un poquito más de Armadillo, y se lo quita de Cowboy (y que nunca fue tan divertido fuera de Phoenix, para empezar), el partidazo que juega una vez cada quincena Bojan Bogdanovic, y el ver a un equipo defender al base rival atrapándolo en el pick’n’roll, esa táctica en vía de extinción. Para de contar. Y eso que con todo el equipo sano, Lionel Hollins, y sin incentivo alguno en tanquear (su elección irá a Boston), tienen quinteto para pelear por las treinta y largas victorias.

Y no sólo es la falta de alicientes en sí, sino que además hay componentes negativos. Como el protagonismo de Jarrett Jack, capitán del equipo de «Jugadores que tienen la mágica virtud de convertir una tarde-noche de martes en la que estás viendo un partido de NBA con una cerveza y unos torreznos, en un momento miserable de tu existencia». El día que el doble en las escenas de acción de Ne-Yo decide que la falta de acierto no le va a impedir soltar horribles triples tras bote, o arramplar por la zona como si fuera un barril de Donkey Kong, es inevitable preguntarte qué haces viendo NBA habiendo un canal entero de YouTube con capítulos de Ilustres Ignorantes, por ejemplo.

Y otra de las cosas que al menos te hacía prestar atención a este equipo los últimos años, que era aquello de que siempre parecían recuperar algún jugón para la causa NBA en sus diligentes unidades de banquillo, pinta difícil este año. Estamos hablando de los Alan Anderson o Shaun Livingston, pero con una apuesta por la juventud y la regeneración de la plantilla, quedan sólo dos candidatos en los que es inevitable tener poca confianza: Thomas Robinson y Andrea Bargnani (miembro ya vitalicio del mismo escuadrón de élite de la desesperanza que Jack).

Aunque reconozco que sería la trolleada definitiva si Bargnani triunfara en New York ahora, y aliciente suficiente para ver a los Nets, no cuento con ello. Tras varios años de verme decepcionado por el producto de Brooklyn, y seguir cayendo, en este por lo menos ya no parto con ninguna expectativa, ni siquiera por su impoluta estética y una de las pistas más molonas de la NBA. Que se lo ganen.

28 – Portland Trail Blazers

Creo que no hace falta mucha explicación: deberían perder muchos partidos, y si sus nuevos compañeros no responden en ataque, la experiencia Lillard que tan valorada estaba en esta, nuestra clasificación, podría convertirse en miserable. Y este es el hombre que va a ejercer el rol de mentor en el vestuario:Picture-22.¿Qué podría salir mal?

La flow offense de Stotts involucra al quinteto entero y requiere de la versatilidad de todas sus piezas. Los Blazers, en lugar de reconstruir desde cero han elegido traer a jugadores con experiencia dentro de su juventud, pero que presentan carencias en su juego, y tienen un rol claramente secundario. Esto va a poner mucha presión en Lillard y McCollum para obtener ventajas con su bote, porque será crucial para los Blazers ser capaces de ponerse en marcha desde el principio de la jugada. Al mismo tiempo, es de esperar que los rivales ataquen ferozmente el punto de ataque del equipo, y temo que los ahoguen demasiado.

Por otro lado, si Dame y CJ son capaces de sacudirse la presión, porque Henderson, Aminu y Harkless no han demostrado poder ayudar lo suficiente desde las alas, al menos van a encontrar unos hombres altos gustosos de involucrarse, finalizadores, y que ofrecen buen espaciado. Salvo Kaman, ningún big Blazer prefiere esperar el balón en lo más profundo del poste bajo: Plumlee y Davis son prodigios de la continuación, Leonard se ha reconvertido en tirador y Vonleh también necesita recibir a metros de la canasta, para tirar de bote y rapidez, porque fuerza no tiene. Con un elenco tan dinámico, atlético y liviano, la velocidad está garantizada, el problema será… al servicio, ¿de qué? Mucho peso encima de sus generadores.

Además de ver a Lillard en el mayor reto de su carrera (que no para de plantearle un más difícil todavía), reconozco que tengo un nombre apuntado para seguir la pista que me causa curiosidad insana: Meyers Leonard. El año pasado tiró 112 triples, con un 42% de acierto, y mostró unas capacidades defensivas cada vez más aseaditas aunque asuste menos que las pelis nuevas de Shyamalan. Así, va camino de poder convertirse esta misma temporada en todo lo que queríamos de Raef LaFrentz y nunca llegó a ser. En serio, ¿a quién no le mola un verdadero pívot atlético chuza triples?

27 – Los Angeles Lakers

En primer lugar, aclarar que la clasificación de los Lakers no incluye dos factores muy importantes que revalorizaran su LeaguePassabilidad: lo bien que me lo voy a pasar vacilando a nuestro Querido Líder David Chanzá si cuando la cosa vaya mal para los Lakers, y el disfrute de hatear/jeitear (¿Pérez-Reverte, hemos decidido ya cómo se dice en español?) a Byron Scott y Kobe Bryant fuera de la pista, cuando el primero empiece a justificar decisiones miopes con su postureo vieja escuela, y el segundo cuelgue en redes sociales los mensajes para adolescentes intensitos que le han convertido en el Paulo Coelho pasivo-agresivo.

Cualquier conversación sobre Lakers empieza inevitablemente con el Alubio, y a estas alturas todavía tengo el debate interno en marcha: no sé qué esperar de su vuelta. Sospecho que no me va a divertir, porque el baloncesto de Bryant no está preparado para la mediocridad. Desde que nos dejó Michael Jordan (QEPD), él ha sido el funambulista oficial de la Liga, y el espectáculo no se disfruta igual cuando sólo puedes pensar en qué ocurrirá cuando caiga. Ya lo hemos vivido con el propio MJ, con Iverson, con Jordan Crawford, y tendremos esta conversación en unos años cuando la estrella de Westbrook se empiece a apagar.

Por tanto, a priori, y sin saber en qué acabará, la experiencia Kobe es ligeramente negativa de cara a este ránking, y ayuda a compensar el entusiasmo por D’Angelo Williams* y Julius Randle, que es grande por estos lares, y al que se suma la sorpresa que nos dio Jordan «Jefe de las Animadoras» Clarkson el año anterior. Sería genial si todos ellos fueran titulares junto a Kobe, y si bien la juventud, divino tesoro, jugaría en su contra para ser efectivos, los partidos de los Lakers se pasarían mucho mejor.

  • *Por cierto, no se si es coincidencia o no que el ‘Brown Sugar’ de D’Angelo saliera alrededor de la fecha de concepción del muchacho, pero pinta tiene. Es inevitable que dentro de 3 ó 4 años veamos en primera ronda del Draft a Usher Bailey o Ginuwine Tolbert.  
  • Y más allá de todo esto… pues tampoco hay mucho. Lou Williams, que es lo que Nick Young se debería dar en los dientes por ser, siempre pertenecerá a los jugadores favoritos de la casa. Y la curiosidad habitual de ver a un jugador consolidado en Europa como Marcelinho Huertas es un punto ligeramente positivo. Pero hasta aquí llegamos. Hibbert, salvo por las Finales del Este de 2013, siempre ha sido el perfecto cortarrollos para el espectador. Brandon Bass, es ese jugador al que todos los aficionados Celtics, que adoran a los suyos muchas veces más allá de toda racionalidad, deseaban perder de vista. Y el grupete Nick Young, Metta World Peace y Bob Sacre dan mucho más juego fuera de pista que dentro de ella.

Equipo Top 5, y quién sabe si más para seguir andanzas por Twitter… pero lo de ver sus partidos si eso ya tal.

26 – Detroit Pistons

Como buen equipo de Stan Van Gundy, los Pistons al final ganan en la pantalla, pero a diferencia de anteriores plantillas del Ron Jeremy de la NBA, dan pereza sobre el papel. Y el epítome de todo esto es su nuevo base franquicia: Reggie Jackson, un tipo que para bien o para mal, juega con la misma confianza que otros que son mucho mejores que él, y que a pesar de que no le acompañó el acierto tras su llegada, mostró un liderazgo que no se esperaba tras su tumultuosa salida de OKC. Este equipo es descarado, y cuando te animas a verlo te sorprende gratamente, pero hasta ahora, no es lo suficientemente bueno como para justificar preferirlo a otros muchos.

Lo cierto es que a pesar de la posición aparentemente tan baja, tengo muchas ganas de ver a los Pistons, muchísimas. Lo cual significa que estamos en un gran momento de esta Liga, en la que todos los equipos tienen cosas que disfrutar, o yo soy un yonqui de esto que podría encontrar algo positivo en cualquier plantilla. Y un poquito de las dos cosas va a haber, me temo.

Y realmente puedo ver en este equipo el ya mencionado potencial Celtics’15/Suns’14 de suma tras resta: al sustituir a Monroe por un cuatro abierto por comité (Ilyasova, Morris, Tolliver), por fin Jackson, Caldwell-Pope y Drummond tienen el espacio que necesitan para desplegar sus respectivas habilidades, que en este escenario hipotético vienen mejoradas tras un largo verano de trabajo. Y a eso le unimos una singular navaja suiza en Stanley Johnson, y más tiro con Meeks, Bullock o Martin, y acabamos con un equipo muy, muy entretenido de repente, que vuelve a poner cuatro jugadores fuera, y uno por dentro como en los mejores momentos de Orlando.

El problema es que es igual de fácil imaginar un arranque complicado, con una gira por el Oeste nada más iniciar la temporada, que haga que el hermano de Jeff recupere su faceta más pedagógica con una plantilla aún joven para aspirar. Lo que vaya ocurriendo durante noviembre puede marcar más el desarrollo de la temporada de los Pistons que de muchos equipos, porque a diferencia de otros, su elección del Draft no está traspasada, y SVG además de entrenador, es General Manager, por lo que puede y debe pensar en el medio plazo. Si se desenganchasen pronto de Playoffs, tienen la manta a mano.

Pero si todo fuera bien, por navidades esperamos además el regreso de Brandon Jennings, uno de los placeres culpables de La Crónica, que se rompió en su mejor momento en Detroit, y con un difícil encaje con Jackson que daría mucho que hablar y que ver. Y mientras, le suplirá Spencer Dinwiddie, el mejor bigote de la Liga (lo sentimos, Steven Adams), y otro de esos jugadores a los que el destino les concede al mismo tiempo la oportunidad que el (primer) ultimátum: si no coge el punto a la línea de tres de la NBA, toda su creatividad podría no servirle para escapar del fondo del banquillo, y su final en Detroit.

Quedamos a la espera de acontecimientos.

25 – Orlando Magic

Un equipo con Elfrid Payton, Victor Oladipo, Aaron Gordon, Mario HezonjaTobias Harris y Evan Fournier debería estar mucho más alto. Debería. Pero por otro lado, tenemos el contrapeso a la diversión en la figura de Scott SkilesNikola «El mejor jugador más aburrido» Vucevic, y el hecho de que por hermosos que luzcan los ingredientes, todavía no tenemos clara cuál es la receta.

Orlando es un conjunto de excitantes individualidades que se solapan entre sí, y todavía no conocen cuál es su destino. El caso es que al final los equiparamos en la lista a Detroit, pero por todo lo contrario: el año pasado era un grupo que te apetecía ver por el nombre, pero que perdía mucha gracia cuando en realidad lo hacías.

Y como los Pistons, no es difícil imaginarse un escenario en el que, con el viento a favor, este equipo pudiera estar 10 posiciones por encima de la lista. De hecho, han tenido partidos con Borrego el año pasado en los que, subiendo el ritmo, han sido decididamente entretenidos. Pero todos ellos fueron excepciones en contraste con lo habitual: repetitivos posteos de Vucevic, Harris haciendo demasiado por su cuenta y riesgo, y Payton y Oladipo tratando de no ahogarse tras bloqueo en zonas superpobladas retándoles a tirar. Pero aunque lo lograran en noches sueltas, un equipo divertido no se consigue simplemente con la orden de salir a correr: aunque haya quien ha sido capaz de reinventarse en un verano, lo bueno se suele hacer esperar.

Y como había talento y teníamos la imagen de ese equipo vibrante de manera esporádica, es inevitable la pequeña decepción al ver que todo queda en las manos de Skiles, un técnico que lo mejor que sabe sacar de sus tropas es el esfuerzo, y que no aguanta tres temporadas en un mismo equipo sin quemar a sus jugadores. Sorprende además cuando los Magic del año pasado sólo presentaron, como mucho, un SKILES DEFCON 4: no eran una banda displicente alérgica a la lucha ni mucho menos. Pero si queremos ser positivos, el ya viajado entrenador ayudará a que no bajen la guardia en ningún momento, y corregirá los momentos de empanada a los que Orlando no es ajeno. Y su última parada en Milwaukee, con una plantilla muy particular, fue más entretenida de lo que su reputación presagiaba.

Veremos en qué acaba todo al final, por ganas nuestras no será.

24 – Dallas Mavericks

De cara a la nueva temporada los Mavs se caen de la parte noble de la clasificación tras más de 15 años garantizando diversión ininterrumpida al espectador neutral de sofá y Dirk Nowitzki sale de mi «Quinteto de jugadores fetiche para ver» por primera vez en un periodo de tiempo similar (hablaremos de la persona que lo sustituye, pero no hoy). Esto que siento en el pecho no lo notaba desde que me di cuenta de que no iba a seguir viendo temporadas nuevas de Los Simpsons.

De cara a esta temporada el quinteto titular ideal de los Mavericks tiene a dos «2014-2015 NBA All-Te duele sentimentalmente verme arrastrarse en una pista 1st Team», un jugador que se rompió el tendón de Aquiles hace siete meses, otro al que le hicieron microcirugía en la rodilla hace cinco (y que se tiró hasta finales de septiembre jugando al gato y al ratón sobre qué tipo de operación le habían realizado, todo muy halagüeño), y un grupo de pívots al que podríamos empezar a llamar amistosamente PXXR GVNG, liderado por Ol’ Beef Dalembert y Kaydy Cane Pachulia.

Y miras al banquillo, a ver si la cosa mejora y te encuentras a Raymond Felton, JJ Barea y Charlie Villanueva. Y encima Carlisle ya ni se parece a Jim Carrey. Como siempre tienen jugadores interesantes al final de la rotación que Nelson muy hábilmente caza año tras año (para este John Jenkins, aspirante a Maestro del 3+1 y Jeremy Evans, un jugador al que le gustaría vivir por encima del aro) y algo poco habitual en la ciudad donde mataron a JFK: un novato al que apetece ver, Justin Anderson. Pero si estos tres tienen que jugar mucho, es posible que la cosa no vaya bien.

Tengo una pequeña esperanza de que este equipo, que no puede quedar entre los 7 últimos, o su elección se irá a Boston, recupere pronto y bien a Matthews y Parsons (Wes está obcecado con llegar a la Opening Night, y camino de hacerlo… pero las prisas no son buenas consejeras) y lleve a Williams y Nowitzki entre algodones hasta que pueda juntarlos a todos. Y que llegado ese momento el producto sea interesante. En algún momento espero reengancharme a los Mavs. Pero creo que empezamos la temporada en muy mala situación.

23 – New York Knicks

Si no fuera por Carmelo Anthony, habría que haber pensado en poner a los Knicks entre el Fenerbahçe y el Efes Pilsen en la lista, pero la vuelta de Melo, y la esperanza de no ver este año pasar las posesiones por Quincy Acy y Jason Smith, esos playmakers, en el codo de la zona, dan un poco de vidilla a unos Knicks que han apostado por el funcionariado de mostrador con Afflalo, Lopez y compañía, para volver rápido a la respetabilidad, entre otras cosas, porque este año no tendrán una elección de primera de ronda del Draft que puedan llamar suya.

Por los movimientos de personal hechos por Phil desde Montana, Anthony vuelve a ser un alero, y veremos cómo se adapta a la necesidad de una mayor velocidad en su juego tras la lesión y la inactividad desde el lado malo de los 30. Y cómo se adapta el triángulo, que pinta, pasará de dogma a mera inspiración, a un quinteto que aprovechará mucho la tan denostada media distancia.

Volver a ver a Calderón sentirse útil; a O’Quinn salir del anonimato; a Grant, uno de los pocos novatos que estarían preparados para jugar ya; a Porzingis, uno de los muchos que es un melón por abrir; a Galloway, jugador valiente y de dos direcciones tratando de llegar desde la nada; a Derrick Williams, que para que la caída sea más dura, ha empezado a engañar en pretemporada… y hasta a Derek Fisher, para decidir de una vez si es peor entrenando o eligiendo mujeres. Los Knicks tienen más historias interesantes para mi gusto que la mayoría de equipos deslucidos. Y no hay que olvidar la esperanza de que en algún partido cualquiera, por fin le partan la cara a Sasha Vujacic, ni de apuntar la fecha del próximo Knicks-Grizzlies (o donde quiera que pare Matt Barnes por entonces). Es la primera opción real de anticipar un Malice at the Palace.

Y otro motivo para que los Knicks salgan de la puta mierda ganen unos puestos en este ranking de gratis, hay que reconocerlo, es la compañía del Knickerfucker durante toda la temporada en La Crónica. Con Javier Martín haciendo presión a toda pista de lo que pase en New York, se coge al equipo con más ganas. Y que dure lo que tenga que durar.

22 – Denver Nuggets

Si Mudiay es de verdad un mini-Westbrook, aún con las tribulaciones típicas de un novato, Gallinari aguanta en pie, y Mike Malone respeta la idiosincrasia de esta franquicia y la ventaja natural de la altitud, los Nuggets, sobre todo cuando jueguen en Denver, puede ser un equipo muy interesante de ver. Como tengo dudas en mayor o menos grado con que se cumplan las tres cosas, y a eso le sumamos una segunda mitad del verano, en la que se mantuvo en plantilla a Foye, Nelson y Arthur, añadiendo a Mike Miller (¿por qué, Señor?), el globo se deshincha bastante, sobre todo si Malone acaba prefiriendo los veteranos a los muchos y curiosos jóvenes de la plantilla.

Por lo visto en pretemporada y en las declaraciones del técnico, hay verdaderas intenciones de correr, salir a la contra y llevar un playbook liviano. Pero con un base novato, un escolta de 21 años (Gary Harris se perfila de titular, con Wilson Chandler apuntando más hacia una posición interior), dos hombres altos habitualmente en pista, y un nuevo entrenador al que agradar, es inevitable pensar que las cosas quizá no tengan la sincronía necesaria al principio. Y si lo que ocurrió al principio de temporada pasada con los Kings sirve de indicador, Denver puede ser un equipo que busque mucho recibir la falta, lo que aumentaría su eficiencia, pero, a falta de tener una opción de ver el partido condensado en condiciones en la p#t@ aplicación del LP, haría los partidos un poco peores al espectador.

El jugador clave, además de Gallinari por supuesto, para la LeaguePassabilidad de Nuggets, es Faried. El baloncesto es más divertido con un demonio de Tasmania como él en cancha, y garantiza actividad hasta en la noche de miércoles más anticlimática de la temporada. Pero para un entrenador puede pesar más lo que no puede hacer (tirar y defender el aro), que de lo que sí es capaz, como le ocurrió con Brian Shaw, y corre el riesgo de quedarse en tierra de nadie, de ser empujado fuera del protagonismo si entre Gallinari y Chandler por abajo le comen tiempo de ala-pívot, y Lauvergne y Jokic por arriba, le taponan el paso a cinco eventual. Es indiscutible que el ataque completamente estático de los Nuggets es mucho más plomizo con Faried y otro hombre alto que con un tirador, pero lo que hace a campo abierto, más su actividad tras el primer tiro, compensa, al menos en término de espectacularidad para el espectador.

Y el jugador revelación para seguir la pista es sin duda Jusuf Nurkic. Hace poco más de un año ni se le esperaba en la NBA a corto plazo pero hoy es uno de los mayores cabezas calientes de la competición, y rezamos porque Malone no le ayude a madurar demasiado pronto. Para el bien del equilibrio mundial, alguien tan fuerte no debería tener un fusible tan endeble, pero la Madre Naturaleza a veces es juguetona. Veremos cómo llega al inicio de temporada, porque va justo de tiempo, tras recuperarse de una operación de rodilla. Lo que es seguro es que es de esos jugadores que siempre te mantiene en tensión en el sofá porque puede pasar cualquier cosa con ellos. Deportiva, o extradeportiva.

Brooklyn Follies

Tras cortar a Deron Williams, los Brooklyn Nets no pagarán impuesto de lujo este año, tras entregar casi 125 millones al resto de equipos de la Liga en el último trienio. La marcha de D-Will, jugador que nunca fue franquicia para los Nets, pone el matasellos de destinatario desconocido a la carta que mandó Prokhorov a los Reyes Magos, sin darse cuenta que los únicos barbudos en Brooklyn son los hipsters de Williamsburg.

Sus propietarios ahorrarán mucho dinero, pero tienen que poner el primer punto y aparte desde que se mudaron, y el momento llega mucho más pronto de lo deseado. Este verano se cumplen cinco años desde que el oligarca ruso se autoimpusiera sin necesidad una fecha límite para que cayera el primer anillo, y el inventario hasta ahora es insoportablemente insípido, lo último que esperábamos de una apuesta pensada en, y para, el blanco y negro.

El equipo nunca ha estado cerca de alcanzar la relevancia soñada, y por no ser, no ha sido capaz ni siquiera de colgar en el Barclays ni uno de esos banners de Campeones de División, que se ríen irónicos de quienes presumen de ellos. La mediocridad de un Este sin clase media les ha mantenido a flote, y lo más cercano a la trascendencia que se les ha visto es apareciendo por la tele algún principio de mayo, coincidiendo en su final de temporada con alguna de esas series de cadena nacional que tras decenas de capítulos empieza a agotar la fórmula.

Un premio muy modesto, que, sin embargo, varios equipos parecen desesperados por alcanzar cada mes de julio, aunque renieguen a regañadientes tras quedarse a la orilla en abril. No nos confundamos, no son la única franquicia que ha arrancado hasta el último cheque de su talonario dejando sólo los resguardos, para el recuerdo y la auditoría. Su conducta de apostante degenerado no es única, ellos simplemente lo han hecho con muchos más fondos.

Tampoco ha acompañado a dar lustre el vecino del otro lado del East River, en depresión aún más aguda. La rivalidad, que lleva más de una década sin una efeméride que echarse a la boca, no ha sido tal casi nunca. Pero en la NBA, las ristras de fuegos artificiales tienen la mecha muy corta. No sé si es un castigo divino a New York, la ciudad que por otra parte todo lo tiene, franquicias deportivas a pares incluidas, que los enemigos íntimos que allí conviven, rara vez sean capaces de encender una chispa. Pero así es.

No voy a ocultar que reconforta comprobar que el camino al éxito requiere de sutilezas que necesitan mucho más que dinero. Pero dejando el romanticismo en un cajón, el proyecto de los Nets en Brooklyn no ha deseado otra cosa que las victorias, algo que es de agradecer. La vía rápida no es heroica, y no siempre es el camino más corto, pero la apuesta por el talento consagrado y las personalidades importantes de la Liga, es una genuflexión muy honesta ante el prestigio. Ante varias aventuras a elegir, en Brooklyn se ha preferido rendir culto a los galones, una apuesta tan digna como cualquier otra, aunque al final haya resultado equivocada.

Muchas veces hemos recriminado que las franquicias, más bien sus propietarios, no hayan puesto toda la carne de los presidentes muertos en el asador, y hayan preferido llevarse de sus equipos antes que poner en ellos. Nos horroriza que sean hombres de negocios cuando los creemos mecenas. No podemos quejarnos por tanto, cuando ocurre lo contrario, y alguien está dispuesto al dispendio sin cortapisas. Sí, tal vez, aún con todos estos gastos, la revalorización de una franquicia NBA sólo por salir a jugar 82 partidos, hará que el día que Prokhorov salga, lo haga con más dinero del que entró. A lo mejor no es más que una inversión muy bien calculada, pero ya será mayor que la de cualquier otro colega suyo. La ambición, si no pasa por encima de nadie, no ha de ser pecado.

Y quizá también quiero ver más allá, y es su dejadez con las elecciones del Draft y todo lo que suene a largo plazo, y no otra cosa, lo que les ha obligado a huir hacia adelante. Prefiero pensar que han tenido suficiente con pasar las excavadoras por Prospect Heights una sola vez.

Y es posible que en un nuevo intento de aspirar, y siendo pudientes otra vez el verano que viene, vuelvan a intentar hacer el mejor equipo que el dinero puede comprar, pretendiendo que no han aprendido nada. Sin embargo, el nuevo convenio les pone complicado propasarse, y la competencia por las (pocas) piezas de caza mayor será grande. O a lo mejor un año con un equipo más modesto, pero tan competitivo como antes mientras Brook Lopez esté en pie, y Lionel Hollins en el banquillo, les haga ver las cosas de otra manera.

Sea como fuere, abandonar la insoportable levedad, cuando has cavado tanto para acabar en ella, no va a ser fácil.

PO Desde El Sofá (XI): Sí, pero no…

Jeff Teague

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Me voy a poner hoy en la piel de ese usuario casual de NBA que se engancha a esta maravilloso deporte sólo para los PO. Me pongo en la piel de esa persona que piensa que la NBA en temporada regular son demasiados partidos y no hay emoción y que lo bueno llega con los PO. Me pongo en la piel de esa persona que está viendo por primera vez a Atlanta Hawks y la clara pregunta que se hace: «¿Y estos tíos han ganado 60 partidos?«.

Esa es la sensación que te está dejando Hawks en esta serie contra Nets, un equipo que no parece esa máquina engrasada que ha sido durante la liga regular y eso que anoche el equipo empezó a jugar como ese conjunto de 60 victorias, jugando desde fuera o desde dentro dependiendo de lo que Teague eligiera, con además unos Nets que parecía que habían ido a Georgía a probar Coca Colas extrañas y poco más.

Pero estos Hawks les falta algo, o mejor dicho, les sobra algo, en este caso los numerosos problemas físicos que está teniendo la plantilla, con Horford y Millsap ni de coña al 100%, con la falta de Sefolosha, con Kover no tan fino y con Jodete Hitler en modo Rondo,…más Rondo que nunca. Sólo Carroll parecía mantener a unos Hawks que fueron claramente de más a menos y que esto casi les cuesta un buen susto.

Claro, Nets de los cuales rajamos mucho y demás, cojos tampoco son y López les hace mucho daño a Atlanta y poco a poco se fue notando esto cada vez más. Deron volvió a ser el Deron de siempre (que pena decir que el Deron de siempre es el gris…), cosa que ATL no aprovechó, pero con la eficacia de Jack y sobre todo de Anderson que desde fuera iba cortando la diferencia de Hawks hasta que el Philips Arena empezó a enmudecer de forma sospechosa.

El último cuarto fue un duelo en OK Corral en plena ciudad donde empezó Walking Dead, mucho triple, mucha jugada con intensidad y la cara de los aficionados hogareños era todo un poema cuando Brooklyn anotaba y anotaba acortando de forma alarmante la diferencia.

Finalmente ATL pudo con la embestida de Brooklyn y gana el pivotal, aún así, nos queda esa sensación extraña de que ya hemos visto lo mejor de Hawks esta temporada y eso no es nada bueno…

Sofi del Día

Se lo vamos a dar a VICENTEEEEEEEEE que anoche nos dejó esta perlita…no son los mates de antaño, pero oye… la jugada en si es molona

 

PO Desde El Sofá (IX): Mojo Picón

Estamos en tiempo de playoffs y como es ya habitual en La Crónica Desde El Sofá cada día tendréis una pequeña crónica de lo que hemos visto la noche anterior (o probablemente durante el día tranquilamente) y al final, el Sofi diario…

Londres, 1999. En un estudio fotográfico, tras una sesión y una partida de ajedrez sugerente, pero poco sutil, Austin Peligro Powers se dispone a darle lo suyo y lo de su prima a la rusa Maria Umpajote. Pese a que había llegado como enemiga, los encantos de Austin la habían dominado, y estaba a punto de ser sometida. Entonces, ocurre una catástrofe, una desgracia, un cataclismo. Powers ha perdido su mojo y no puede culminar la faena. Tendrá que viajar al pasado si quiere recuperarlo.

En idéntica situación se encontraba Deron Williams hasta ayer. Estaba siendo el peor jugador de Brooklyn en la serie, la cabeza de turco de la corta derrota en el segundo partido, el centro de las mofas.

Entonces, de repente, como le ocurrió a Austin Powers, parece que se le activó la lucecita que le recordaba que aunque ese Gordo Cabrón que son las lesiones le hubiera robado físicamente el mojo, eso no se podía quitar. Porque lo llevas dentro.

Williams volvió a ser el de Utah, y como si estuviera en uno de sus mejores días en los Jazz, metió 35 puntos, dio 7 asistencias, y lideró a los Nets a la victoria y al empate a 2 en la serie entre el mejor equipo del Este y aquel que entró el último día.

Y no son sólo los números, Deron lo hizo todo. Metió triples, tanto librados como imposibles, hasta un total de 7. Penetró con precisión por la zona de Atlanta y acabó con seguridad en tráfico o a aro pasado. Surtió de magníficos pases a las continuaciones del bloqueo de Brook Lopez y hasta se permitió algún crossover de aquellos que hace tiempo que no veíamos. Trajo la bolsa de trucos completa al partido, y todos lo agradecemos. Aunque falló la oportunidad de matar el partido en el tiempo reglamentario, y dejó algo de tiempo para que Atlanta tuviera su oportunidad, ese fue el único manchón en un partido por otra parte impoluto, en el que los de Brooklyn se llevaron la victoria.

Al final, un triple de Bogdanovic y un dos+uno a la virulé de Young (aunque no metiera el tiro libre) partieron las esperanzas en la prórroga de unos Hawks que se acababan de poner por delante con un triple de Carroll desde la esquina, pero vieron como Brooklyn, al igual que durante todo el partido, tenía respuesta inmediata y contundente.

Los Nets redujeron la rotación a su mínima expresión, jugando prácticamente con 7 hombres, con Bogdanovic de metralleta titular por el ya defenestrado novato Markel Brown y Jarett Jack y Alan Anderson desde el banquillo. Durante casi todo el último cuarto, se hicieron pequeños, con Anderson de ala-pívot, sabiendo que un mermado Paul Millsap se está viendo más obligado a jugar por fuera y no les iba a castigar. Le dieron a Atlanta su propia medicina: circulación de balón, espaciado perfecto y acierto de larga distancia. El balón no se pegaba en las manos de nadie no llamado Joe Johnson, y los Hawks no podían utilizar su defensa abrasiva, de manos rápidas y dos-contra-uno, porque no tenían a quién atrapar.

De todos modos, los Hawks se pudieron llevar el partido perfectamente. Estuvieron por delante una gran parte del tiempo, y tuvieron una última jugada para ganar, pero en una aparente confusión entre Teague y Millsap, no lograron sacar siquiera un tiro. Kyle Korver tuvo una poco característica noche aciaga con el tiro, que no se debería volver a repetir, y Jeff Teague pareció por fin coger en el último cuarto el punto a la porosa defensa del bloqueo y continuación de los Nets. Y aunque mal físicamente, Horford y Millsap siguen siendo una pareja de muchos kilates.

La cara amable es la de DeMarre Carroll, que continúa realizando un grandísimo papel en estas series, metiendo triples, defendiendo bien a Joe Johnson, penalizando los despistes en el tablero de Brooklyn con rebotes ofensivos, e incluso sorprendiendo con algo de balón en sus manos. Es el jugador más dispuesto a pasar la bola de todo el quinteto, y el que mejor representa ahora mismo el baloncesto de continuidad que hemos visto en Atlanta durante la temporada. Lo único malo sigue siendo su peinado.

Lo que sí parece problemático y preocupante es el banquillo. La baja de Sefolosha se empieza a notar porque Bazemore, Schroder y Scott no están jugando un buen baloncesto, sobre todo el base alemán, una fábrica de balones perdidos. Hollins no bromea y sólo utiliza a sus mejores hombres, lo que les está costando una desgracia en forma de parciales en contra a los Hawks.

La eliminatoria sigue adelante, se garantiza que al menos irá al sexto partido, y dadle una oportunidad, porque está mucho más entretenida de lo que debería. Al menos ayer.

Sofi del día

Welcome back, Deron! We missed you!

Viva la PEPE: Atlanta Hawks (1) vs. Brooklyn Nets (8)

PEPE_CABECERA1

Este año repasamos las 4 eliminatorias de Playoffs en el Este en nuestra primera Previa Épica de los Playoffs en el Este. Si te has perdido alguna, puedes encontrarlas todas aquí.

Cómo han llegado los Hawks

Campeones regulares del Este por primera vez desde 1994 (para la anterior hay que remontarse a 1970, donde las conferencias eran sólo divisiones, y Atlanta estaba en el Oeste) y con el mejor registro de la historia de la franquicia, la temporada ha sido inmejorable para ATL. Estos no son los Hawks plomizos de los últimos años, ahora, ¡Atlanta mola!

Empezaron dubitativamente, ganando 7 y perdiendo 6 (derrota ante Lakers incluida), pero en cuanto encontraron el ritmo y Al Horford, su mejor hombre, la forma, ganaron 33 de los 35 partidos siguientes, con una racha de 19 victorias consecutivas que le ganó a su quinteto el título de «Jugador (sic) del mes en la Conferencia Este» en enero, donde no se dejaron ni un solo partido.

Mike Budenholzer y Danny Ferry han montado una pequeña réplica de su anterior organización, los Spurs, y le han dado su propio toque a la mezcla de juego colaborativo, alegre y con mucho tiro que tanto fascina tanto a aficionados ocasionales como a freaks de la NBA.

Cómo han llegado los Nets

Después de que fallara la apuesta por la veteranía del año pasado, en Brooklyn no tenían ninguna confianza puesta en este año. Los jugadores franquicia no se encontraban en su mejor estado de forma, Brook Lopez no se entendía con un Lionel Hollins que le llamó vago, las lesiones volvían a tener impacto, todo el equipo, del primero al último, estaba a la venta y en rebajas en febrero…

Pero el Este es así, y con un sprint final, un ataque revigorizado de nuevo les vale para ganar 13 de 22 partidos, y meterse en Playoffs. Y esta racha empieza en el momento que insertaron a Brook Lopez y Thaddeus Young en el quinteto titular, y Deron Williams volvió a tener un compañero en el dos contra dos.

Rotación de Atlanta

Los Hawks llevan dos años con un mismo quinteto, de esos que quedarán para la memoria, de los que empiezan y terminan los partidos: el formado por Jeff Teague, Kyle Korver, DeMarre Carroll, Paul Millsap y Al Horford. Han sido tan buenos, y forman un grupo tan versátil, que no tienen alguna otra versión para ajustarse a los emparejamientos: es el rival el que se tiene que preocupar de ellos.

Por filosofía en parte, y ayudados también por los buenos resultados, los minutos del quinteto han estado muy controlados durante toda la temporada. Todos promedian entre 30 y 33 minutos por partido y ningún jugador de los Hawks está entre los 40 con más tiempo en pista. Esto ha permitido a Coach Bud a repartir los minutos por todos los miembros de la plantilla, la más aprovechada del Este. Es de esperar que en Playoffs, sobre todo a medida que la dificultad aumente, se comprima mucho la rotación

En cuanto a hombres altos, Budenholzer tiene un rotación bastante sistemática: Horford se va pronto al banquillo, y en su lugar entra Pero Antic, pareja que se mantiene en pista hasta el final de los cuartos impares, cuando vuelve a entrar Horford, acompañado esta vez por Mike Scott (el de Dunder Mifflin no, el otro). Con este solapamiento, se aseguran de que o Millsap o Horford, uno de los dos, esté siempre en pista; que siempre haya un pívot nominal (Al o Pero), pero sin que coincidan, y dan más continuidad y familiaridad a las tres parejas que se forman. La lesión en la recta final de la temporada de Scott, puede haber abierto mínimamente la puerta a Muscala, pero lo más probable es que se mantenga lo que funcionó durante la temporada, recortando seguramente los minutos a los suplentes a costa de los titulares.

La sustitución del base también ha sido determinista: Dennis Schröder sale cuando se sienta Teague, y suelen aprovechar para ponerle en pista en la ventana de tiempo en la que están Horford y Scott de pareja interior, con Korver por fuera, para que juegue en unidades con mucho tiro exterior. Por incompatibilidad, los minutos de Schröder dependerán inversamente de los de Teague.

Donde se les complica a los Hawks la rotación es en las alas, tras la lesión de Thabo Sefolosha, suizo confundido por la noche neoyorquina y el NYPD. Por fortuna, los minutos extra que el banquillo ha estado recibiendo durante toda la temporada, ayudarán a minimizar el impacto.

Korver y Carroll no tienen minutos en el puesto de 4, y además con el descanso extra de Playoffs, y por la (inteligente) manera en la que Bud gestiona los cambios, no necesitan más que un jugador y 20-25 minutos (o incluso menos) para completar la rotación. Con Sefolosha y Korver solían hacer los Hawks algo parecido a lo de Antic y Horford,y ahora el recambio más natural es Kent Bazemore, que ya ha hecho el papel del suizo cuando este se ha perdido más partidos.

También pueden aprovechar la experiencia que han tenido que darle en el puesto de escolta a Shelvin Mack, al no tener sitio para él de base, en quintetos junto a Schröder, o juntar al alemán con Teague algo a lo que han sido reacios hasta ahora. 

Rotación de Brooklyn

Los Nets llegan con un quinteto fijo en la parte final de la temporada formado por Williams, Markel Brown, Joe Johnson, Young y Lopez.

Brown es el eslabón débil del quinteto, y es sustituido rápidamente por el Rookie del Mes de abril en Este, Bojan Bogdanovic, que promedia más minutos por partido que él y ha comenzado como titular alguna segunda parte. Pero si de finales de partido se trata lo más probable es que el que esté en pista sea Jarrett Jack, que está teniendo minutos como base suplente y escolta. La rotación en las alas la completa Alan Anderson, y dos jugadores más podrían tener minutos: Mirza Teletovic, que ha vuelto a entrenar después de estar parado tres meses por un coágulo en el pulmón, y Earl Clark, recién llegado al equipo con contratos de 10 días, pero que se ha hecho un hueco por la falta de aleros altos en la plantilla.

En cuanto a hombres altos Mason Plumlee y el novato Cory Jefferson son la pareja suplente, con el Campeón del Mundo alternando minutos con ambos titulares indistintamente. Los Nets juegan a veces con 4 bajitos, dejando a Lopez o Plumlee como único pívot, por lo que los minutos que Jefferson ha visto durante la temporada regular podrían evaporarse en Playoffs.

Parece poco probable que los Nets den bola a 12 jugadores, así que habrá que estar atentos a ver de quién recortan el tiempo.

Los Hawks en ataque

Las tres claves para entender el ataque de los Hawks: ritmo, espacio (por la amenaza del tiro), y movimiento (tanto de balón como de jugadores). El juego en los últimos años de San Antonio, del que Budenholzer es parte responsable, es la inspiración y referencia.

Atlanta ataca rápido, lo que les permite en el mejor de los casos, oportunidades a la contra o en la contra secundaria. Aunque el equipo rival se haya replegado bien, todavía es posible que algún jugador haya quedado despistado o con un emparejamiento desfavorable, una primera grieta por la que empezar a romper la defensa rival. Y si no ha ocurrido nada de esto, y la vuelta de la defensa es perfecta, los Hawks tienen unos segundos extra para desarrollar más la acción.

El espacio lo consiguen partiendo del hecho de que absolutamente todos los Hawks pueden tirar a más de 5 metros: no tienen ningún jugador con rango limitado. Sólo Horford no tira de 3, y hasta él puede animarse si no lo respetan lo suficiente. Hay que destacar a Kyle Korver, uno de los mejores tiradores de la Historia en una de las temporadas más efectivas que se hayan podido ver, pero su efecto no sería el mismo si estuviera acompañado por jugadores limitados. El ataque de Atlanta es devastador porque el siguiente pase, a cualquier lugar del campo, puede ir a un jugador dispuesto a tirar, y capaz de anotar.

Y el movimiento es la manera de aprovechar el tiempo extra que les da el llegar pronto, el espacio que pueden crear, y la manera de hacer llegar el balón al sitio más liberado, confundiendo a la defensa sobre los verdaderos propósitos de la jugada.

Los jugadores de Atlanta rellenan los huecos libres que quedan en la pista para que los defensas rivales no puedan agruparse: tres jugadores más allá de la línea de tres, uno en lo alto de la bombilla, y otros dos en las alas; otro, en el poste bajo. Mientras viajan de posición a posición, crean separación con bloqueos constantes y recíprocos entre ellos. Y no dejan que el balón pase mucho tiempo en el mismo sitio o con la misma persona (una de las pocas reglas de los Hawks, ningún jugador puede tener la bola más de dos segundos).

Así, la jugada no termina cuando aparece una oportunidad buena, sino cuando no hay una mejor.

Todos estos principios se pueden ver en una jugada como esta. Tras un tapón el equipo sale rápido a la contra, lo que les permite un 4 contra 3. Horford, Carroll y Korver no corren juntos, han abierto la pista, rellenando el poste bajo y los dos costados. Impulsar el ritmo y espaciar el campo le da a Millsap una oportunidad de penetrar cómodamente a a pintura de los Grizzlies…

atl1…o, mejor aún, ¿por qué no aprovechar para conseguir un triple abierto desde la esquina?

ATL2

Carroll falla el tiro, pero los Hawks ya han creado una buena oportunidad, y además, con la defensa desordenada puede coger su propio rebote, y enfilar la zona. A partir de ese momento veréis que CarrollMillsap y Teague tienen una serie de buenas opciones de tiro, pero saben que los Grizzlies están desenfocados, fuera de sitio, y hay jugadores libres en todo momento. Mirad las oportunidades que pasan en pos de continuar con la jugada:

ATL4

Al final tanta generosidad acaba teniendo premio, con el triple de Carroll desde la otra esquina (más tranquilo de lo que parece, tiene tiempo para botarla, y Horford no bloquea a Gasol). Y estamos hablando de una jugada en la que Atlanta no involucra directamente a sus dos mayores amenazas, Horford y Korver, pese a que tienen oportunidad para hacerlo. Eso sí, por la atención que generan estos dos, Memphis les dedica un defensor en todo momento.

atl5

Seamos más específicos. Cuando tienen que jugar a media cancha, los Hawks parten básicamente de la misma localización de sus jugadores. Un hombre alto en el poste bajo (en la siguiente imagen, Horford tapado por Roy Hibbert) y otro en lo alto de la bombilla (suele ser Millsap). Los dos alas a los lados, fuera de la línea de tres. Y el base subiendo el balón por uno de los dos lados de la cancha.

atl6

Según van llegando (los Hawks están siempre en movimiento), el jugador que sube el balón se lo pasa al que llega por el centro, el trailer, y dependiendo de lo que este haga tras dar ese pase, se inician dos tipos de jugadas, o más bien de familias de posibilidades, la strong (fuerte) o weak (débil).

La terminología hace referencia a que la mitad de la pista donde está el balón es la fuerte, y la otra la débil. En este caso, la decisión del base es lo que define cuál de las dos es, si se queda en el lado por donde ha subido será fuerte, si corta hacia al otro serán acciones de la familia de la débil.

En este caso, Jeff Teague decide quedarse en ese mismo lado (fuerte) y los Hawks comienzan con una de las posibilidades más directas que tienen este tipo de jugadas. Millsap invierte la pelota a Korver, mientras Carroll, el alero del lado fuerte al comenzar la jugada, sale de un bloqueo escalonado de Teague y Millsap: los dos jugadores que han pasado el balón ya han cambiado de posición, poniendo un bloqueo mientras lo hacían. Movimiento.

atl7

Si los bloqueos son efectivos, Carroll recibe el balón de Korver con un tiro frontal abierto, o la posibilidad de pisar la pintura sin defensores (si los hubiera, están ayudando, con lo que podría pasar a sus compañeros). En este caso Stuckey defiende bien la jugada y anula la primera opción, por lo que se mueven a la segunda, Horford sube al poste alto, y Carroll se la pasa allí. Ahora Atlanta se encuentra en una situación de cuernos: los dos hombres altos en los codos de la zona (el área aproximada de los extremos de la línea del tiro libre), dos alas en las esquinas, y el jugador que inicia la jugada desde lo alto de la bombilla. Esta es una configuración muy habitual en muchos equipos de la Liga, que la usan como opción principal, pero en Atlanta es simplemente otra de las situaciones más a las que les puede llevar el movimiento. Cuando llegan a ella, el balón suele ir a Horford, para que haga de playmaker desde el poste alto.

atl8

Hay muchas maneras de resolver una jugada partiendo de cuernos, y a partir de aquí, los Hawks se centrar más en leer-y-reaccionar, moverse y ver qué hace la defensa, que en seguir un guión concreto. En este caso los Hawks fingen el pase a la mano de Horford a Carroll (1), pero DeMarre continúa para ponerle un bloqueo a Korver (2), que corta hacia canasta, con Horford amagando el pase (3), entreteniendo lo suficiente a Stuckey, para que Carroll, que se ha abierto tras el bloqueo, pueda tirar de 3 (4).

atl9v2

Para los que llevéis el recuento de la jugada (vídeo), los cinco jugadores han tocado (y pasado) el balón, y han sacado un triple sin que este llegue a pasar ningún momento de la recta que se extiende imaginariamente desde la línea de tiros libres. Salvo por Horford al principio de la jugada, ningún jugador pisa la pintura, pero hacen creer a Indiana que van a utilizar ese espacio. Por el contrario, dos o tres jugadores siempre han estado más allá de la línea de triples.

Aquí os dejamos más ejemplos de jugadas que parten de movimiento fuerte: en esta otra Teague, en lugar de bloquear a Carroll, utiliza él mismo el bloqueo de Millsap tras invertir el balón: como no saca ventaja pasan a cuernos, y el propio Teague corta por el centro de la zona para recibir el pase de poste alto a bajo de Horford.

En la siguiente jugada Teague sube el balón y Millsap, en lugar de esperar a recibirlo para invertirlo, viene a ponerle un bloqueo directo. La defensa se ve sorprendida y ayuda con el hombre de Korver, lo que resulta en un triple abierto.

Ahora veamos que sucede en la configuración débil, en este caso, los jugadores están colocados de la misma manera que en la fuerte inicialmente, pero el jugador que sube el balón, en lugar de pasárselo al interior que está en lo alto de la bombilla, se lo pasa al ala de su mismo lado, en este caso Sefolosha.

bullsweak

Inmediatamente tras el pase, se cambia de lado de la pista. Así, yéndose al lado débil de la jugada, hay un jugador menos en el lado fuerte del balón que con la otra jugada.

weak2

A partir de aquí, de nuevo, el ataque lee y reacciona lo que sucede con la defensa.

Aquí la tenéis en la vista tradicional: primero el pase adelante de Teague

week1

…y luego el corte. Spoiler alert: la jugada acaba con Bazemore penetrando desde el ala izquierda.

week2

Dos consideraciones más sobre la configuración inicial típica de Atlanta y lo enraizada que la tienen. El ritmo que le dan al juego hace que la formación se adivine a pista completa desde que el reloj acaba de empezar. En esta jugada, tras tiro libre anotado de Milwaukee (el resultado más favorable para un equipo de cara a la defensa posterior), los Hawks han dado ya el primer pase de la débil casi en medio campo, y con tres segundos consumidos del reloj ya está Teague cortando de lado a lado.

atl11

este otro es un ejemplo del cambio de roles: tras robo, los Hawks lanzan un contraataque que es bien defendido por Denver, abortando el triple de Korver.

denver1

Aún así, inmediatamente se reagrupan y se ponen en formación fuerte, con Teague sustituyendo a Korver, y Horford a Millsap.

denver2

El balón cambia de lado, y los Hawks prueban la acción más simple, que el ala utilice a Horford para un bloqueo indirecto.denver3

Y es el propio Korver, que esta vez hacia de base y no de ala, el que sale de este bloqueo, y encuentra una opción de tiro cómoda.

denver4

En ocasiones los Hawks cambian ligeramente la formación y ponen a los dos alas en el mismo lado en el mismo lado de la pista. Teague ya ha hecho el primer pase de la débil hacia Carroll y se ha ido al otro lado, el balón entonces va a Horford, como es habitual.

stack1

Algo que les gusta hacer a los Hawks en esta versión de su jugada fetiche, es darle el balón a Kyle Korver con un pase a la mano.

stack2

Korver tiene así una muy buena opción de tiro frontal, pero como a menudo le sobredefienden (en este caso Pierce abandona a Carroll por completo para tapar a Kyle en lo alto de la bombilla), encuentran un triple fácil para DeMarre.

stack4

Lo de colocar a Carroll en el mismo ala en el que se da el pase a la mano o el bloqueo a Korver está funcionando tremendamente bien, porque ya nadie quiere pasar por el ridiculo de ser el que deja sólo a Kyle.

Incluso cuando al final de los partidos deciden parar el tiempo y usar un ataque tradicional, con un bloqueo directo… la formación es altamente reconocible.motionfina

Y así es como los Hawks sólo han tenido un partido en el que un jugador haya metido más de 30 puntos. Y ya veis porque no lo necesitan, las opciones van a estar ahí siempre, y bien repartidas.

Los Hawks en defensa

Este equipo es más rápido y versátil que alto y grande, y eso se refleja en su manera de defender, mandando dos-contra-uno y presión siempre que pueden, tratando de forzar pérdidas y de hacer que los rivales vean cuantos más hombres mejor de camino al aro.

Esta filosofía defensiva es donde más se separa Budenholzer de lo que hacen en San Antonio, que siempre ha sido un equipo más conservador en defensa, en parte porque Duncan es menos ligero que Horford, y siempre han preferido acompañarle de un alto más clásico, muchas veces de otro pívot directamente, mientras que los Hawks tienen a Millsap, que es prácticamente un tweener. Aún así, han logrado colocar a la defensa entre las 10 mejores del campeonato.

En los bloqueos directos relajan un poco la presión, y el hombre alto no encima al conductor del balón. Sin embargo, cuando un jugador queda en una posición complicada, que tienen alguna desventaja, o ven que pueden ahogar sus opciones de pase, aparecen como lobos a por el balón.

Aquí por ejemplo, Mayo consigue una posición ventajosa con Schröder en el poste bajo, y Horford ofrece inmediatamente el dos-contra-uno.

atltrap1

Mayo sale de la trampa con un pase a Middleton, pero Milwaukee vuelve a insistir con postear al alemán, y Horford, con su dos-contra-uno, hasta que la pierde. Por eso son la defensa #1 de la NBA forzando pérdidas.

atltrap3

Lo que sí hacen como San Antonio, y es intendible debido a su falta de tamaño, es puntear el rebote ofensivo: prefieren no cogerlos y volver a defender rápido en transición. De esta manera es difícil pillarles a la contra. Su acierto en ataque también le está haciendo a los rivales difícil pillarles desorganizados.

Por otro lado, tengo la teoría de que otra cosa que les está ayudando mucho en defensa es el daño psicológico que causa su ataque. Quizá sea una chorrada, pero me da la impresión de que el estilo alegre y con muchos triples de los Hawks tiene un pequeño efecto llamada en los rivales, que tratan de imitarles con consecuencias desastrosas en la otra parte del campo. Los Hawks son el equipo que más triples rivales recibe, en parte por como defienden, pero creo que también podría haber un poquito de esto otro.

Un punto débil de este equipo en defensa es el rebote defensivo, no tienen el tamaño para competir con los equipos más agresivos, y aquí no eligen si cargarlo o no: están obligados. Este es uno de los pocos sitios en los que un equipo podría avasallar a los Hawks.

Los Nets en ataque

Si tuviera que definir de alguna manera el ataque de Brooklyn sería diciendo que este es el ataque que esperaría que usasen si sus jugadores estuvieran en el mejor momento de sus carreras. Son un equipo individualista, con un ataque sencillo pero práctico, que cuando junta en la misma página a Williams y Lopez tiene momentos muy buenos.

Si quieres enfrentarte a los Nets, tienes que poder defender bien un bloqueo y continuación. Brook Lopez está en un gran momento de forma y es una amenaza desde cualquier lugar, como tirador, o como continuador, al que puedes pasar tanto a la salida del bloqueo con pista por delante, como en las inmediaciones del aro. Su repertorio es increíble e incluye todo tipo de movimientos de pies y lanzamientos a canasta. Y no solo en el dos contra dos, también puedes confiar ciegamente en él con balones al poste bajo, o dándole el balón en el codo de la zona, y dejando que penetre. Un placer de ver.

Para hacer aún más difícil de defender, los Nets rodean el dos-contra-dos de tiradores como Johnson, Bogdanovic, Jack o Anderson, que además pueden poner el balón en el suelo cuando se les necesita.Young no es un cuatro abierto, pero también es un jugador habilidoso al que hay que defender.

Puedes elegir ayudar, como hace Oladipo en la siguiente imagen, pero entonces llega el triple desde la esquina.

pnr2Cuando el ataque se astasca tras dos o tres posesiones fallidas, en lugar de abandonarlo, doblan la apuesta: ponen a Deron con la pista más abierta y un bloqueo doble en lo alto de la bombilla.

deronwilliams

Esta es sin duda la jugada más presente en Brooklyn ahora mismo, y para la que se tienen que preparar especialmente en Atlanta.

Porque el papel de Joe Johnson se ha visto muy reducido en este final de año más Lopezéntrico, después de haber mantenido a Brooklyn durante muchos momentos este año. De todos modos, todavía encuentran momentos en los que darle el balón, y es una perfecta válvula de escape como conductor secundario cuando la primera acción de los Nets fracasa. Y el atacar de esta manera, tras cortes o pases con la defensa inclinada hacia otro sitio, le permiten usar la que es sin duda una de las mejores bombas de la Liga.

johnsonsec

Young por su parte esta principalmente jugando sin el balón, atento a las opciones de corte que puedan aparecer, o poniendo bloqueos directos a D-Will. De vez en cuando, el balón puede acabar en sus manos, y cuando lo tiene, normalmente en los codos de la zona, intenta llevarse al ala-pívot rival con bote y velocidad. A veces, para darle un poquillo de ayuda, Lopez le pone un bloqueo directo para él.

pnrYoung

Lo que no está funcionando bien es la mezcla de banquillo y titulares. La pareja Jack y Williams es atroz, con los dos jugadores tomándose turnos para atacar, y asistiendo con pasividad cuando no es el suyo. Además, Jack, a título individual, no ha cuajado una buena temporada.

Y cuando Plumlee acompaña a Lopez, el espacio muere. Los equipos no tienen miedo de mandar dos-contra-uno a Brook en el poste o añadir hombres extra al medio de la zona en el bloqueo y continuación. El caso es que por unas cosas o por otras, los Nets no han dado con la tecla del quinteto perfecto y compensado, que pueda ser competente en ambos lados de la pista a la vez.

Los Nets en defensa

Incluso en su buen final de temporada, la defensa de los Nets ha sido una de las peores del campeonato, y eso es mala señal de cara a esta eliminatoria.

A Hollins siempre le ha gustado que sus hombres altos presionen el bloqueo directo, tapando la salida del conductor del balón y recuperando a su hombre, y si bien es algo que puede hacer con Young y Plumlee, tiene que ser mucho más conservador con Brook Lopez.

Y también, porque no decirlo, y a pesar de la identidad de su entrenador, este equipo es más Midtown Manhattan que Brooklyn. Falta dureza y personalidad. Pese a los problemas que tienen en la pintura, apenas cometen faltas. Les cuesta ser físicos, y muchos equipos les abusan de esta manera.

Aunque ha dado vida a este equipo en ataque, es muy necesario que un pívot defienda, y Brook no lo hace, ni tampoco tiene detrás a un ala-pívot de los que borran errores. Esto pone en una posición muy delicada a los Nets que sufren mucho cuando se enfrentan a un rival con mucha facilidad para penetrar. Y eso, cuando no se quedan congelados…

brookfreeze

…literalmente congelados.

brookfreeze2

Meter a Markel Brown, joven, atlético y sacrificado en el quinteto titular contra las mejores unidades de otros equipos le da a este equipo un buen defensor perimetral, pero no deja de ser un novato, con todos los fallos que estos cometen, y sin ayuda de un hombre alto que le proteja ningún defensor exterior sería nada. Una pequeña tirita.

Las tramas

Joe Johnson vuelve Estos Hawks no tendrían esta forma si no hubieran podido colocar a Armadillo Cowboy y su descomunal salario en Brooklyn. Y si los Nets no tuvieran que cambiar con ATL precisamente su elección de primera ronda por culpa de aquel traspaso, quizá desde las oficinas no hubieran promovido un último esfuerzo por llegar a Playoffs.

Deron Williams contra el equipo que no le drafteó En 2004 los Hawks escogían con el #2 del Draft a Marvin Williams, mientras Deron Williams y Chris Paul salían en las posiciones siguientes. Desde entonces, apuntan a este equipo con un poquito de inquina.

Atlanta, aspirante otra vez Los Hawks vuelven a ser candidatos al anillo después de mucho tiempo, pero esta larga sequía, y la supuesta falta de estrellas de primera linea ha hecho que mucha gente no se fíe de ellos. Lo que suceda en esta primera ronda puede hacer a mucha gente cambiar de opinión.

El enfrentamiento

Para ganar a los Hawks a 7 partidos se necesitará a un equipo que, ante todo, no cometa errores en ninguna de las dos partes del campo. Estos Nets mediocres no han sido este equipo ni por un rato.

Brook Lopez podría tener una serie tremenda, y Deron Williams parece llegar mucho mejor de forma este año que el anterior, pero es muy difícil competir 48 minutos con un equipo tan redondo.

Los Hawks no deberían notar la ausencia de Sefolosha mucho ante un equipo que precisamente echa de menos aleros altos, y aunque podría ser motivo de preocupación que Millsap no esté al 100%, el emparejamiento con Young es benévolo.

Contando con que es muy difícil por todo lo que hemos visto, que los Nets tengan la receta para parar el ataque de los Hawks, seguramente la mejor manera de competir con ellos sería seguirles el ritmo anotando, con Brook Lopez rodeado por tiradores en racha.

Pero para eso también es un mal enfrentamiento: los Hawks salen a avasallar y los Nets no están acostumbrados a mover el balón apenas. Tienen jugadores que deberían interpretar bien el juego colectivo, así que de haber una sorpresa, que los Nets puedan pasar varias veces en una posesión sería la menor, pero la química para poder hacerlo sin perder la pelota, agotar el reloj, y acabar sacando un buen tiro no aparee de un día para otro.

Y la experiencia tampoco es muy buen argumento: pese a que un equipo tenga pinta y cartel de fresco, y el otro de viejo y apolillado, el número de partidos de Playoffs de los jugadores de Atlanta es mayor que el de los de Brooklyn.

Las camisetas del All-Star 2015

All-Star 2015

Siempre por estas fechas se acerca el momento en que vemos las camisetas para el próximo All-Star. adidas ha presentado hoy mismo dichas camisetas, una mirada retro y un homenaje a los barrios de NYC, donde se celebrará en febrero.

La camiseta carece del habitual logo East/West que estábamos acostumbrados años atrás, además, se huye del rojo/blaco o blanco/azul y se opta por el blanco y negro que tan de moda han vuelto a poner los Nets en su estancia en Brooklyn.

All-Star 2015

Número grande delante y logo del All-Star en el hombro. Estrellas en uno de los laterales, una por cada gran barriada de NYC y pantalones siguiendo la misma linea. Además, en la parte de detrás, el nombre del jugador irá con apellido incluido es decir, nombre encima del número y apellido debajo

Estilosa, minimalista, retro…es decir, extremadamente jugona.

PO Desde El Sofá (XV): Casi

Lebron James

Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.

Nos vamos de nuevo al Barclays Center, Brooklyn, la gran manzana, para ver el cuarto partido de la semis del este entre Nets y los Heat, un partido que podía significar un punto y a parte en la serie o bien ser casi el punto y final.

Miami empezó dominando, con un Lebron James que se había puesto en modo ataque y que encima lo hacía con Deron Williams y Paul Pierce visitando el banquillo pronto por problemas de faltas, todo esto sólo hacía que nuestro amigo Culebron se empezara a hinchar a meter, cosa que hacía feliz a sus Heat.

Nets nunca se fue del partido y en un segundo cuarto algo extraño, Deron parecía que quería volver a ser aquel que algunas semanas fue el mejor base de la liga y mediante un parcial de 12-2, el equipo de Jay Z (el cual estaba en el partido junto con Beyoncé…pero sin Solange) se ponía por encima…hasta que se dejó llevar, sí, tal cual. La defensa de Kidd se tomó un respiro y esto frente a un James en Attack Mode, no se puede hacer, Heat 7 arriba al descanso.

Una de las cosas que más me gustó el año pasado de la franquicia de los Nets, era el ambiente que había en el Barclays Center, anoche no se vio nada de ese ambiente, incluso se escuchaba a parte del público celebrando canastas de Miami, algo más que raro. Apagado, muy apagado. Y mientras tanto James seguía sumando, pero sin mucha más ayuda por parte del resto de los Heat, con lo cual Nets siempre al acecho.

Y llegamos a ese último cuarto donde todo se decide y donde en los minutos finales, más concretamente a falta de solo 4, Brooklyn Nets se ponía por delante y ahora sí, esto parecía despertar a la parroquia Net, pero aquí se acabó. El nivel de sequía de anotación de los de BKN fue increíble y no volvieron a meter nada, todo lo contrario en Heat que con un triple desde la esquina de…BOSH! dejaba el partido ya sentenciado para el 3-1. Lebron falló el tiro libre final para irse con 50, casi y a pesar de haber dado un paso tremendo para pasar a las finales de conferencia, su cara era de cabreo por haber fallado ese tiro libre…cosas de Culebron.

Sofi del Día: Se lo lleva Spike Lee que estaba en primera fila viendo el partido con la camiseta de Lincoln de Jesus Shuttlesworth

PO Desde El Sofá (XIV): Visita al dentista

Pantallazo-77

Como ya hemos hecho en otras temporadas, iniciamos los PO Desde El Sofá, donde cada día escribiremos sobre lo que hemos visto el día anterior, a nuestra forma y siempre desde el sofá.

Miami continúa con la hoja de victorias impoluta, seis en seis partidos, y como el que juega al pádel por primera vez, sin romper a sudar. Con algún moratón que otro quizá de tanto balón sin dueño y algún hachazo a destiempo para proteger la zona, pero poco más.

A ninguna de las estrellas presentes en este partido, de las que son o han sido, se les dijo que vinieran con el traje de los domingos, a lo mejor porque Miami es una ciudad más de sábado noche, pero camisas con chorreras tampoco vimos.

Fue el clásico partido feo del Este, que a diferencia de anteriores de los Heat, al menos tuvo algo de competividad, porque Miami no lo rompió hasta bien entrado el último cuarto, pero que se quedó igualmente sin emoción final. Una ventaja que llegaba por primera vez a la decena, y una posesión interminable en la que Miami mantuvo vivo el rebote ofensivo consumiendo más de un minuto (1:40 según el gráfico de la ESPN), dejaron el encuentro sedado en los dos minutos finales.

Comenzó la cosa especialmente lenta y pastosa, incluso para el estándar. A falta de un minuto para el primer cuarto, habíamos visto 27 puntos… entre los dos equipos. Brooklyn llenó de hombres el centro de la zona, para evitar que volviera a pasar lo del primer partido, retando a Miami a tirar. Es sencillísimo coger un fotograma al azar de ese primer cuarto, y ver a los 5 jugadores de Brooklyn con al menos un pie en esa bandera de España mal dimensionada que es la pintura del AAA, y gracias a que Wade y Battier (que jugó sólo dos minutos en la eliminatoria contra Charlotte, en lo que ahora parece la decisión más natural del mundo) pasaron incontables oportunidades de tiro, Miami fue un equipo tan paciente como plano. Por los Nets, el único jugador que parecía tener algo de ritmo anotador era Shaun Livingston, que emparejado con Wade, aprovechó su, en ocasiones contemplativo enfoque de la defensa, para acercarse al aro y finalizar allí, algo a lo que anoche parecieron alérgicos los de Brooklyn.

El segundo cuarto fue el único rescatable hasta el arreón final, con ambos equipos encontrando las esquinas y el acierto desde ahí, y el marcador se espabiló un poquito con triples de los suplentes: Cole, Teletovic, Lewis. Spoelstra probaba con la segunda unidad a poner bloqueos para tiradores más arriba y eso permitía a Miami desordenar el plan de los Nets, sacándolos de la caja en la que tenían pensado esperar cómodos. Cuando volvieron Chalmers y LeBron a pista, con Lewis y Allen amenazando como tiradores, ya pudieron encontrar los pasillos por los que atacar con rapidez a los de Kidd.

Brooklyn por su parte se econmendaba al Teleto-sistema, dejando al bosnio tirar y meter desde cualquier sitio, lo cual fue una bendición para Deron Williams, al que Miami dictaba en todo momento hacia dónde debía salir en cada bloqueo, con los hombres altos mostrándose y regodéandose, y no tenía acierto con el tiro tampoco (de hecho, acabaría el partido marcándose un RoyHibbert, con 0 puntos al final de su línea en el box-score). Cuando volvieron los titulares, Joe Johnson y Paul Pierce también contribuyeron con alguno de esos tiros difíciles marca de la casa para igualar los de LeBron, y el partido se fue al descanso.

Parecía que los habituales cogían ritmo y había algo bonito gestándose tras la reanudación, pero nada de eso. Lo que vimos fue un calco de la primera parte, con los titulares inoperantes, y el banquillo animando las cosas. Teletovic de nuevo, y Ray Allen esta vez por Miami, cogieron el fusil. Y en el último cuarto: 8 puntos seguidos de Wade, un par de triples de Mario y Ray, y otro día más en la oficina.

Miami ganó sin brillo pero sin esfuerzo tampoco, algo que ayuda tanto como lo primero de cara a lo que queda por delante. A día de hoy, son el favorito más inaccesible del Este sin duda alguna, y siguen acumulando descanso en comparación con sus rivales más directos. La cuarta presencia consecutiva en las Finales no ha pintado tan bien en todo el año.

Sofi del día: Los amantes del juego al poste bajo poco ortodoxo tienen que estar encantados con esta serie: no es posible encontrar dos equipos con mejores jugadores exteriores en estas lides en la Liga. Mi favorito del día, Wade vs. Teletovic. No fue estrictamente un posteo, pero sí una demostración de cómo utilizar tu ventaja en una lucha. Por cierto, Dwyane defendió a Mirza una buena parte del último cuarto, y este no pudo (más bien, ni intentó) devolverle la desventaja en el bloque.