PO Desde El Sofá (V): Circulen, no hay nada que ver

Anoche nos pusimos con el duelo del Garden, el Knicks-Heat, y nos arrepentimos. Menudo pestiñote. Una ensalada de aclarados mal ejecutados con reducción a la pérdida continua. Un chuletón de tiros dudosos y jugadas descuidadas. Y ni siquiera fue un partido físico. No fue cosa de buena defensa especialmente, solo tuvimos mal ataque. Y encima, tras pasar los tres primeros cuartos igualados, no tuvimos ni emoción al final.

Sabíamos que Miami y New York eran dos equipos muy astrocéntricos, y con Amar’e Stoudemire haciendo un santicañizares, Chris Bosh al que todavía le tiraban los puntos después del parto continuo en el que vive instalado este hombre, y LeBron James con un flojísimo partido y problemas de faltas, la cosa se puso muy fea, muy rápido. Algo así como Sam Cassell corriendo a toda velocidad. Y los que quedaron, Anthony y Wade, flojos en general para su nivel por tener que tirar del carro, pese a la gema ocasional.

Hasta la afición del MSG, estuvo bien flojita. Cuando el viento iba a favor, fueron ruidosos, molestos e incluso se permitieron iniciar varias veces el cántico de «Asshole!» para LeBron James (Stay classy, New York). Pero dejaron que el equipo tirará de ellos, en vez de ser al contrario, y fueron rápidos en sucumbir al desaliento cuando Miami encadenaba rachas.

Al final, Miami ganó bien, tras una salida rabiosa de LeBron al parqué en el último cuarto en el que metió 17 (sus números finales, salvo por las pérdidas, de ensueño otra vez), y los triples claves de Chalmers para mandar la ventaja por encima de la docena, que mató el partido a falta de unos pocos minutos. Si los Knicks no fueron capaces de sacar un partido adelante ante un equipo descuidado en el que James no estuvo mucho rato en pista, no vamos a hablar ya de pasar a la segunda ronda, evitar la barrida (que sería el tercer 0-4 consecutivo tras el del año pasado y el de 2004) es un objetivo que parece inalcanzable.

Busquen en YouTube un mate de J.R. Smith, y un tapón (mal pitado como falta) de LeBron a Carmelo, lo único molón de la noche. Y circulen, que aquí no hay nada que ver.